No es vino todo lo que reluce en Rioja Alavesa. Aunque de una u otra manera, finalmente, todo esté relacionado con él, como la granja de gallinas y huevos Epetxa, de Saioa Urkiza, asentada hoy en lo que antiguamente fue una viña en Labastida.
Saioa me está esperando al otro lado de la puerta de hierro, rodeada de sus perros, entre los cuales está Gora, su perra más querida entre esos leales animales que, como dijo, Martin Buxbaum, mueven la cola con el corazón.
A las 10:30h las 1600 gallinas de su granja ya han puesto casi todos sus huevos de cada día. Pronto abrirá, al otro lado de la granja, las pequeñas compuertas por las que saldrá un río de gallinas.
Un ejército de plumas brillantes, pardas y coloradas, de cresta roja y ojos vivarachos, se extenderá bajo el cielo azul en grupos que celebran la vida con su pico, llenado el aire de un intenso cacareo.
Valoro el ingente trabajo que intuyo lleva a cabo Saioa en esta granja del extrarradio bastidense, teniendo en cuenta la frase de Jeremy Bentham “llegará un día en que la humanidad extenderá su mano sobre todo lo que respire”.
Con las gallinas picoteando curiosas mis botas, envueltas en una funda de plástico que me ha facilitado Saioa, recuerdo aquella otra reflexión del novelista checo Milan Kundera, “sólo los animales no fueron expulsados del paraíso”.
No sé si soy más o menos curioso que las gallinas, pero quiero saber qué llevó a una joven formada en fotografía artística, que en 2015 tenía 30 años, a montar un negocio como éste en el Paisaje Cultural del vino y el viñedo. Y cómo ha consolidado su granja, y de qué manera se extiende y distribuye un negocio así, y su relación con los pueblos de Rioja Alavesa…
.- ¿Cuándo supiste que ibas a montar una granja de gallinas?
No sé cuándo tomé la decisión exactamente… Entonces estaba estudiando en Madrid… La cuestión es que a mi madre le han gustado toda su vida los animales. Mi madre Miren Gorostiaga, que es de Llodio, tiene burros, ovejas, patos… un poco de todo, aquí en Labastida.
Cuando vivíamos en Villabuena en la casa del médico, porque mi padre era entonces el médico del pueblo, mi madre tenía el jardín trasero lleno de animales de unas cuarenta especies diferentes.
.- Tu padre fue el médico de Villabuena.
Se llamaba Patxi Urkiza Azkuenaga. Era médico de familia en Villabuena, y de la Residencia de Samaniego. Mi padre empezó con mi abuelo materno, que era médico en Llodio, pero le gustaba mucho Rioja Alavesa, así que cuando le ofrecieron una plaza en Villabuena, no se lo pensó dos veces.
.- Tú naciste aquí en la Comarca.
Nací justo cuando vinieron a Rioja Alavesa. Ahora tengo 36 años. Mi padre nació en 1956 y murió muy joven, con 42 años.
.– Te has criado en Villabuena.
Allí está mi infancia. Luego me vine a Labastida, donde mi madre tenía la asesoría fiscal, ya que mis padres se separaron siendo yo niña, cuando tenía 7 años. Mi padre se volvió a casar y se fue a Legazpi de médico, viviendo en Zarautz. En aquella época yo estuve interna en Estella.
.- ¿Cómo llevaste lo del internado?
Al principio es duro. Pero aquel año fueron internos otros niñ@s de Labastida… Visto desde el ahora, aquellos han sido los mejores años de mi vida. Tuve amigas en Estella y también en Villabuena… Te voy a poner un vinito de Villabuena y algo de comer.
.- Muy bien, Saioa.
Cuando mi padre murió en Villabuena, yo estaba a punto de cumplir 13 años. Eso sí que fue duro. Fue un antes y un después en mi vida.
.- ¿Cómo era tu aita?
Le recuerdo elegante… Yo le quería muchísimo. Era un gran deportista, de los que todos los días subía al puerto de Herrera en bici, además de buen nadador, de los que estando en Zarautz se iba nadando hasta Getaria. En Cambrils (Tarragona), donde veraneábamos, se levantaba pronto para andar en bici y luego nadar. Tengo muy buenos recuerdos de mi padre.
.- Y llegó la etapa de tu formación académica.
Tras Estella, acabé en Haro. Luego me fui a estudiar bachiller a Vitoria, y de allí me fui a Andoain, a hacer Imagen en la Escuela de Cine. Después marché a Bilbao a trabajar en una Galería, viviendo con mi tía en Bilbao. De allí me vine a Rioja Alavesa, donde trabajé en el Bodegón de Labastida, en el Jatorrena y en Bodegas Heredad Ugarte… Con lo ahorrado me fui a Madrid a formarme en fotografía artística.
.- ¿Estabas algo… perdida?
Sí. Yo buscaba, pero no sabía qué. La fotografía me gustaba, pero la pasión que siento con mi granja no la he sentido con la fotografía.
.- ¿Estás diciendo que hasta que no pones en marcha tu granja de gallinas no encuentras tu lugar, ni la serenidad?
Eso te estoy diciendo. Yo buscaba, buscaba y rebuscaba.
.- ¿Quién te iba a decir a ti que montarías una granja de gallinas ponedoras de huevos?
Nadie. Ni me lo imaginaba.
Me gustaba también el diseño de interiores… Pero no tenía ni idea de lo que quería. Al volver de Madrid, me daba cuenta que me sentía mejor en la finca con mi madre, rodeada de animales.
.- ¿Quieres hablarnos de tu madre?
Es una soñadora, como yo, aunque es una mujer que tiene bien asentados los pies en la tierra. Un día vimos un reportaje de alguien que había puesto una granja de caracoles. El caso es que volví a Madrid, y ya en 2013 pensé “cuando vuelva a Labastida voy a montar una granja”, yo creía que de caracoles.
.- Entonces no estabas del todo a gusto con tu vida.
No estaba bien. No como ahora.
.- ¿Cómo pusiste en pie esta granja?
Empecé a buscar una finca donde montar la Granja. Diría que la encontré gracias al destino.
.- El destino, eh!
Yo estaba trabajando en el Jatorrena, cuando va Eladio, uno del Jatorrena, y me dice: “Vete a ver una finca que venden”. Así que vine aquí. Me pareció pequeña, pero al lado había una viña. Lo había descartado, pero al llegar a casa me llamaron por teléfono. “Sé que estás buscando una finca, y yo tengo una viña que quiero vender”. No puede ser, caray, era la viña (donde ahora estamos) cuyo espacio con la otra era formidable.
.- Para entonces ya habías decidido que sería una granja de gallinas.
Sí. Una granja de gallinas, a las que quería ofrecer una buena vida.
.- ¿Qué quieres decir?
Alguien puede decirme que mis huevos tienen los mismos nutrientes que los de gallinas enjauladas todo el día. Me da igual, pero mis gallinas están ahora mismo en la calle, y corren y picotean contentas la tierra al aire libre.
.- ¿Cuántos metros cuadrados compraste?
Compré 14.000 metros cuadrados de terreno. De lo demás no tenía ni idea. Me puse a visitar algunas granjas, entré en Internet, conocí a un ingeniero que me preparó el proyecto, unos cuantos desvelos, hasta que eché andar en el 2015 con 500 gallinas.
.- Te llegaron las 500 primeras gallinas. ¿Qué mundo se abría para ti?
Aquel comienzo fue estupendo. Recuerdo que al principio tuve que tenerlas cerradas hasta que se acostumbraron a poner los huevos dentro, y a saber dónde estaban el agua y la comida. Yo tenía una ganas locas de soltarlas.
.- Luego tuviste que buscar clientes para vender los huevos.
Tuve que moverme por todos los pueblos de la Comarca, y regalar muchos huevos.
.- ¿Por qué le pusiste el nombre de “Epetxa” a la granja?
Esto es algo muy especial…
En su día mi padre le puso a su vino “Epetxa” porque él viene de Zaratamo, donde a su familia les llamaban así, Epetxa. Es más, debían tener un bar en Zaratamo con ese nombre. Mi padre lo puso en honor a la familia de su padre. Llamar “Epetxa” a mi granja y a los huevos de mis gallinas es como seguir teniendo aquí a mi padre.
.- Lo tenías muy claro, entonces.
Si ese nombre era especial para él, también lo es para mí.
.- “Es como seguir teniendo presente a mi padre”, dices.
Es doloroso que se vaya un padre cuando eres tan joven. Tenía 12 para 13 años. Mi hermano tenía 16 y también lo pasó muy mal. Mi padre siempre tenía invitados, siempre. Cuando murió estaba con invitados en la bodeguita que él tenía debajo de la casa, que con Félix, un chico de Samaniego, compraban la uva y elaboraban el vino Epetxa, que lo vendía en Lekeitio y en Llodio.
.- ¿Cómo fue la comercialización de los huevos?
Tienda a tienda en Rioja Alavesa, pueblo a pueblo, también en San Vicente, en Haro. En Villabuena me abrieron los brazos para recibirme.
.- Hoy en día en todos los pueblos de Rioja Alavesa comerán tus huevos.
Que los comen en todos los pueblos, seguro que sí. Que los tengan en todas las tiendas, eso ya no. Los tienen en Laguardia, Elciego, Leza, Villabuena, Baños, Samaniego, San Vicente, Ollauri, Haro, Labastida…
.- ¿Qué te diría hoy tu aita si le contaras que tu granja de 1600 gallinas se llama Epetxa como su vino, y que distribuyes sus huevos por toda la zona?
Me cuesta hablar de mi padre, Julio, pero seguro que me diría “olé tus huevos”. Yo creo que se sentiría orgulloso de su hija, de haberle llevado conmigo tan bien en este camino de la vida.
.- ¿Cómo fuiste expandiendo el negocio?
¡Ay, cómo he llorado, Julio! Cuántos huevos he dado al Banco de Alimentos en 2017. Cuántos he tenido en el Almacén que no salían. Tuve que aprender que Labastida se llena en verano con 14.000 personas y que luego se van. En verano llevo huevos a las tiendas y a la media hora me llaman que se han acabado.
.- Buscarías más clientes…
Fui a mercados, a ferias, moviéndome todo lo que pude, buscándome la vida para dar salida a toda la producción de huevos, hasta que por fin me metí en Vitoria, donde tengo muy buena aceptación. Al final me quitaban toda la producción de mis 1600 gallinas. El problema estaba en que mi madre tuvo que ayudarme todos los días, pues yo no podía estar en la granja y a la vez repartiendo huevos. Ahora mi ama me lleva la contabilidad.
Hemos llegado a un punto en el que me llaman para pedirme un suministro de huevos en nuevos lugares. “He escuchado hablar de ti y de tu granja, te llamo para pedir que nos suministres los huevos Epetxa a partir de ahora”.
.- Que te llamen nuevos clientes para nuevos mercados… eso será estupendo.
Tengo unos clientes en Vitoria que se encargan de distribuir mis huevos, así que he dejado de repartir en Vitoria tal y como hacía hasta hace unas semanas. Me llaman, me hacen los pedidos, yo lo preparo y luego viene un chico, los carga y se los lleva.
.- ¿Cuántos huevos pone al día una gallina?
Uno cada día, o cada dos días. Cada 24 horas obtengo unos 1.200 huevos, unas cien docenas al día.
.- Hay que hablar de las gallinas, de las que sabemos muy poco.
He aprendido muchas cosas de las gallinas. Son animales de costumbres, muy curiosas, pero muy egoístas. Cada cual piensa solo en sí misma. Se mueven por liderazgo… Y no se ve que se cojan cariño o apego unas a otras.
Aunque yo tuve una…
.- ¿Una especial?
Mira, vino una muy pequeñita en un lote, pero muy pequeñita, a la que las demás no la dejaban comer, así que la separé del resto. Era una gallinita que tenía el morro torcido, no cogía peso. La alimenté para que engordara. Cuando yo llegaba a la nave y me veía, venía corriendo, así que me la llevaba a la huerta todo el día conmigo.
.- ¿Qué fue de ella?
Estaba débil y su destino parecía que era irse a un mundo mejor. Un día, pintando con aceite las bancales de la huerta, ella metió todo el pico en el aceite… Al día siguiente estaba muerta la pobre. La eché de menos, y me hizo pensar.
.- ¿Las sacas también al campo si llueve?
Antes sí, pero en un Curso que he hecho recientemente nos aconsejan que con lluvia no salgan al aire libre. Las gallinas son muy delicadas y pueden contraer muchas enfermedades.
.- Cuando alguien te dice que tiene una granja en las que sus gallinas no salen al aire libre, ¿qué les dices?
Pienso que el mundo no es justo. No me parece bien que se maltrate así a las gallinas. Es un animal, es parte de la naturaleza, y los tenemos que tratar como es debido. Ellas no pueden hablar, pero sí pueden sufrir.
.- Tú las bien tratas, Saioa.
Claro, cómo no. Antes de que llegara el ser humano, la Tierra ya giraba. Yo soy buena persona, lo soy con otros seres humanos y lo soy con mis gallinas. Con eso voy bien.
.- ¿Qué te dicen de tus huevos?
La gente me dice que están cojonudos. Así que lo voy a creer. Ganamos en cercanía, en conocernos, en KM 0, recojo el huevo y sale aún calentito para la tienda.
.- ¿Cuándo caducan los huevos?
Nos hacen poner como fecha preferente de consumo en 28 días, pero los huevos pueden durar hasta dos meses más. Duran muchísimo.
.- Veo cómo mimas a tu perra “Gora”. ¿Se puede querer a todos los animales?
Todos los animales me generan amor.
.- ¿Dónde quieres llegar con esta granja?
Yo quiero vivir el presente con Carlos, mi pareja, porque con este planteamiento voy encontrando la felicidad por primera vez en mi vida.
Ahora estoy con mi huerta y con mis plantas. En cuanto me tranquilice quiero hacer un curso de jardinería. Me encantaría mezclar el trabajo de la Granja con otra actividad que me apasione. Algo relacionado con mi huerta.
.- ¿Qué fue de la fotografía?
Ahí la tengo. Me gustaba, pero estaba buscando una salida. Parece que la he encontrado.
.- Para hablar de tu granja, hemos hablado finalmente de tu vida, Saioa.
Los sentimientos son muy importantes. Entrevistas sobre mis gallinas y los huevos que ponen me han hecho muchas. Pero lo que vale de esta conversación es el sentimiento. Ese que nos lleva por el camino de la vida.
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Conviertes todo lo que tocas en un material de sensibilidad. Cuántas HISTORIAS conviven en nuestra pequeña Euskalherria
Eskerrik asko, Maren
Sea escrito y leído con todo el respeto del mundo: tiene huevos Saioa. Y coraje para encontrar su camino. Qué guapo todo. Una emoción para la familia. La felicito!
Muchas gracias, Txiki
Una crack!!!! pasión, trabajo y una energía positiva que desprende a raudales
Gracias, Aitor!
Todo un ejemplo de constancia e ilusión.
Gracias, Gonzalo
Amama Juli está muy orgullosa de ti
Gracias, Raquel
Muchísimas gracias a todos, es un auténtico placer leeros y una gasolina muy grande, y qué decir a mi amama, ella es un ejemplo de mujer valiente para mí, gracias tía Raquel y cómo no, gracias a Julio que ha escrito un reportaje tan especial y personal.
Muchas gracias a ti, Saioa.
¿Dónde se pueden adquirir los huevos???
Una granja levantada con la fuerza que da la ilusión, el entusiasmo y la tenacidad. Me alegro que vayas encontrando tu camino junto a esa estupenda pareja que tienes y todos tus animales y plantas
Gracias, Itziar
Gracias tia, enorgullece que la familia este ahí apoyando.
Los huevos se pueden encontrar en distinto puntos de Rioja Alavesa y Rioja: Labastida, Laguardia, Leza, Elciego, Baños de Ebro, Villabuena, San Vicente de la Sonsierra, Ollauri, Haro, Treviño, Basauri y Vitoria. Para cualquier información más concreta me podéis escribir tanto a Facebook, Instagram o mi teléfono: 656708316
Muchísimas gracias a todos por la confianza y vuestras palabras
Gracias, Saioa
Saioa: Estoy viendo a tus gallinas felices por el campo, cacareando y andando inquietas como si estuvieran, curiosas, buscado algo. Lo que no me gusta de ellas es que no saben dialogar, van a lo suyo, siempre repitiendo lo mismo. Les entregaste tu vida y tu saber y ellas te han devuelto paz, espíritu de búsqueda, entrega diaria a tu vocación, capacidad de adaptación. Has buscado, como ellas, dónde estar, dónde depositar tu vocación y lo has encontrado. ¡Enhorabuena por el amor y agradecimiento a tu padre que sigue contigo animándote!
Muchas gracias, Antonio.
Granja creada con ilusión, tesón y amor a las ponedoras de huevos, aunque estas sean egoístas y van cada a lo suyo. Ha sido un placer leer la entrevista que rezuma sensibilidad y positividad.
Qué bonito, Antonio, lo que me dices, esto consiste en dar para recibir y así es…, mil gracias