May 29, 2022

¿Qué estás haciendo con tu vida en Leza?

 

“Yo trabajaba en un bar, Vanesa en otro, e Isaac de electricista en una bodega. Viendo la potencia que tiene Rioja Alavesa, nos decidimos por montar nuestro propio negocio, presentándonos a la subasta de este bar en Leza”.

¿Qué estás haciendo con tu vida en Leza?

RIOJA ALAVESA, de historias llena. (Foto Josemi Rodriguez).

DESNUDAS. Así encuentro tantas noticias. Sin ropaje que expliquen la vida en su extensión. Sin decorado por el que camine el acontecer de la existencia. Hay noticias huérfanas, sin alma, en las que algunos lectores creen que basta con leer un sencillo titular, cuando un titular es apenas una puerta para que te adentres y tomes asiento en el salón de una historia.

“Vanesa vino de Sanlúcar a probar cómo resultaba la vida en Rioja Alavesa. Dejó su trabajo de allí, pues metía muchas horas y le pagaban poco”, relata Víctor. “Llevaba muchos años trabajando en un bar en el que empecé a trabajar a los 15 -confirma ella-, y quería cambiar de trabajo, y de vida”.

Leza con acento andaluz

Los gaditanos de Sanlúcar de Barrameda, Víctor García Delgado, Vanesa Carpio e Isaac Fernández Ortega emigraron a Rioja Alavesa desde una población de 69.000 habitantes. De Sanlúcar salió en 1519, y a Sanlúcar volvió en 1522, hace 500 años, el primer viaje en barco realizado alrededor del mundo, con Fernando de Magallanes y el marino vasco Juan Sebastián Elcano (Getaria, 1476-Océano Pacífico, 1526).

¿Qué estás haciendo con tu vida en Leza?

VÍCTOR, Vanesa e Isaac regentan hoy el Gaztetxe de Leza.

SANLÚCAR. De allí vinieron estos sanluqueños que llevan algo más de dos años dirigiendo el único bar-restaurante de Leza, donde se come de maravilla, donde uno puede escuchar el colorido del acento del Sur, donde todo un pueblo disfruta del encuentro, entre la piscina municipal y una buena barra de pintxos abierta a la comunicación.

Para vestir esta historia hace falta tocar el corazón de los tres sanluqueños. Contar sus preocupaciones, atender sus heridas, recoger sus sueños, sentir sus nostalgias. Hace falta sopesar qué se siente cuando uno deja atrás su tierra, su familia y la fragancia del mar … y comienza su vida de cero.

Para todo ello, hemos de ampliar la mirada, contextualizar la historia, escribir por ejemplo contra la ceguera que a veces nos nubla la vista. Mantener bien abierta la mente. Y expresar toda la empatía posible.

“Vine a Álava con el miedo de no encontrar trabajo, pero al día siguiente tenía tres trabajos para mí en el mundo de la hostelería”, recuerda Vanesa.

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LOS TRES desde el interior de la barra del bar.

El mundo desde la barra de un bar

LEZA es uno de los pueblos más pequeños de Rioja Alavesa en población, con 219 habitantes (2021). Aquí poseen una única tienda municipal, dirigida por Ángel, que vende comestibles y bebidas; y un bar municipal, capitaneado por estos tres gaditanos que se han hecho un hueco en el corazón de la gente.

La tienda no sale a subasta cada dos años, como ocurre con el bar-restaurante, lo que siembra la inquietud en Víctor, Vanesa e Isaac, que tienen que pagar una renta al ayuntamiento por el local, además de costear el agua, la luz y el gas que consumen, cuando diferentes vecinos del pueblo lo consideran “un servicio público esencial”.

Hay vecinos de Leza que se han dirigido al Blog para pedir al ayuntamiento que «modifique el contrato, haciéndolo indefinido, y que les ofrezca una vivienda en condiciones. Las normas están para cambiarlas, ajustándolas a cada municipio según sus necesidades”.

¿Qué estás haciendo con tu vida en Leza?

LA SIERRA tras los tejados del pueblo de Leza.

Y dicen más. Con el trabajo que han acreditado estos tres gaditanos, con dos años de pandemia de por medio, “deberían llevar el bar sin pagar renta alguna. Bastaría con que pagaran la luz y el agua. Mantener abierto el bar es una necesidad primordial, siendo como es el único bar del pueblo”, defienden.

.- ¿Por qué dejaste Sanlúcar, Isaac?

Necesitaba evolucionar, porque allí no hay curro. Lo que hay es una precariedad laboral del copón. Sin estar asegurado cobraba entre 450 y 600 euros al mes, como mucho, ayudándome mi madre, buscándome la vida, yendo al muelle a comprar sardinas para luego revenderlas.

Isaac-Dos

ISAAC Fernández Ortega.

.- ¿Qué edad tenias cuando te viniste?

Veintiséis años. Vine a Laguardia para veinte días. “Vente y prueba”, me dijo Víctor. Llegué a Laguardia un martes, y al día siguiente, miércoles, encontré curro. La verdad es que Laguardia me enganchó, porque me gustó el ‘efecto muralla’. Me lo habían contado y no me lo creía, pero es verdad.

.- Llevas entonces seis años con nosotros.

Y cuando marcho unos días a Sanlúcar de vacaciones, echo en falta mi casa de Laguardia. Me gustó el trato de la gente, la gastronomía, la Sierra… El tema del vino me encanta también, que ahora mi hermano trabaja en una bodega de Villabuena.

.- ¿Qué nos dices tú, Vanesa?

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VANESA Carpio.

A mí me gusta mucho esto, lo que llevo mal aquí es el tiempo climatológico, cuando hace frío. A la gente de aquí les cuesta más trabajo abrirse, pero una vez que se abren, ya tienes las puertas abiertas de par en par.

.- ¿Cómo explicas tu marcha de Sanlúcar y tu asentamiento entre nosotros?

Víctor nos engañó a los dos con su pregunta. En mi caso yo quería cambiar algo en mi vida. “Venga”, me dije, “vamos a probar”. Y aquí llevo tres años.

Más posibilidades en Rioja Alavesa que en Sanlúcar

.- ¿Qué pasaba en tu vida en aquel momento para decidirte a venir?

Que allí la hostelería está muy mal pagada, y aquí andaba una amiga mía, estaba éste, por Víctor Manuel, y por lo visto en Rioja Alavesa había más posibilidades para la juventud. Cuando vine ya tenía mis 29 años.

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«EN Rioja Alavesa hay más posibilidades para la juventud que en Sanlúcar».

.- ¿Cómo han sido estos tres años?

Lamento que no tengamos casa para quedarnos aquí. Que está todo ocupado. O se vende muy caro, o no lo ponen de alquiler, o lo que hay es de verano. El alquiler está muy alto, cuando eso allí está más barato.

“Y allí hay playa, que es lo que digo yo: ¡Cómo se puede cobrar tan alto un alquiler en un lugar donde no hay playa!”, se suma al lamento Isaac. “Si en Mundaka me cobran 500 euros, lo entiendo, porque tengo la playa al lado, pero aquí, eh!, si no hay ni un lago para bañarte”.

.- Víctor, ¿qué te lleva a ti a preguntarles a Isaac y a Vanesa “qué estaban haciendo con su vida en Sanlúcar”?

Yo había dejado aquello porque allí no encontraba trabajo. Antes veraneaba aquí en Oyón, donde tengo a mi abuela. Un día decidí marcharme de Sanlúcar porque allí no tenía un curro como es debido. Así que probé a quedarme aquí.

¿Qué estás haciendo con tu vida en Leza?

VÍCTOR Manuel García Delgado.

.- ¿Cómo fueron tus inicios?

Al principio no tenía vehículo, así que me compré una moto de 49 centímetros cúbicos, con la que iba a Logroño, pasando más frío que un pingüino. La primera vez duré 15 días en hostelería, porque me decían que no valía para ese trabajo, que no tenía futuro en la hostelería.

Los abuelos que ya emigraron al País Vasco

.- Y a pesar del revés, tú insististe.

Sí, porque a mí cuando me dicen que no puedo hacer algo… que yo soy muy competitivo. Si a mí me gusta algo, entonces en eso quiero destacar.

Entre-Vista

UN momento de la entrevista del Blog con Vanesa, Isaac y Víctor.

.- Así que te echaron de aquel bar de Logroño.

Entonces trabajé en la gasolinera de Oyón, y luego de auxiliar de enfermería durante un año, pero no ganaba mucho. Tenía que pagar un alquiler y no me llegaba, por eso volví a trabajar en la hostelería, de nuevo en Logroño, a otro bar, donde curraba un montón de horas.

Un sevillano que me vio me dijo “tienes que ir a trabajar a Laguardia, que en Álava el convenio laboral es más alto y te pagarán mejor”. Así me fui a Laguardia, mientras seguía viviendo en casa de mi abuela, en Oyón, hasta que pude por fin alquilarme un piso en Laguardia.

.- ¿Cómo es que una parte de tu familia vivía en Oyón?

Porque antaño mis abuelos emigraron al País Vasco, con sus seis o siete hijos. Cuando llegaron aquí, según contaban, había «cuatro cabras, viñas, olivos, y unas pocas casas» … hasta que les hicieron una barriada a los andaluces en Oyón.

Torre-Iglesia

TORRE de la iglesia de Oyón entre cepas.

Mis padres decidieron volver un día a Sanlúcar porque les gustaba mucho Cádiz. Así que yo nací en Jerez, porque en Sanlúcar no había hospital.

.- Jerez está a 28 kilómetros.

Eso. Pero mis hermanos habían nacido aquí, en Logroño.

“Los sanluqueños nacemos todos o en Jerez o en Cádiz, o en Puerto Santa María. Mi hermano nació en el Puerto, y yo en Cádiz.”, nos informa Isaac.

Un manojo de preguntas certeras

.- Víctor, ¿cuál fue exactamente la pregunta que les hiciste a Isaac y a Vanesa?

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VÍCTOR tras la barra del único bar de Leza.

Les pregunté ¿qué estaban haciendo con su vida en Sanlúcar? Mi pregunta tenía una base económica, porque puedes ser el más feliz del mundo, pero ¿qué vas a tener el día de mañana si estás viviendo con tus padres, si estás dependiendo de tu familia? ¿Qué vas a tener el día de mañana cuando tus padres fallezcan?

.- ¿Te impactó la pregunta de Víctor?, le interpelo a Isaac.

Claro, porque no soy una persona conformista. He estado de camarero un año y medio, después de haber dejado atrás mi trabajo de pescador aficionado.

.- ¿Eras un pescador que trabajaba en un barco?

No, no. Yo era furtivo, y te lo digo. Hacía pesca submarina. Soy de los que se buscan la vida, a mucha honra, porque ni tenía papeles en regla ni los buscaba.

Isaac-Uno

LA sonrisa de Isaac preparando un pescado en la cocina del Gaztetxe.

La necesidad de ver la mar

.- ¿Qué pescabas?

Lo que cayera. Lubina, dorada, lenguado… Y todo eso me lo comía yo. Lo mío entonces era comprar sardinas que usaba como cebo, que me dejaban la caja muy barata, porque sabían que yo estaba canino, que tenía necesidad, y el mismo que me la vendía me decía “toma, llévate otra caja”. Así que con diez kilos de sardinas… los vendía a mis vecinos del bloque”.

.- Las vendías, eh!

Les decía “Oye, ¿quieres sardinas a dos euros la bolsita”. Así que dos euros, dos euro, dos euros… ea, ya tenía diez euros para mí. Así me compraba comida en la carnicería… Ese era mi modo de vida en los últimos años en Sanlúcar. La gente no lo cree, porque desde fuera no se ve. Pero así vive la mayoría de la gente allí… El que es listo, eh!

Sanlucar-DOS

PANORÁMICA de Sanlúcar de Barrameda, con la mar al fondo.

.- Así que te has acercado a Mundaka.

Claro, a Mundaka, a Plentzia… que yo tengo esa necesidad de pescar, ¿sabes?, y de ver la mar.

Enamorarse en Rioja Alavesa

.- Ahora llevas aquí seis años, Isaac. ¿Cómo has pasado todo este tiempo de tu vida?

Bien. Yo empecé al revés. Primero conocí a una chavala y de locos que nos pusimos nos fuimos a vivir juntos a Laguardia. Estuvimos juntos tres años.

“Yo primero me fui a Canarias, cuenta Vanesa, que luego me peleé con mi novio, y él se peleó con su novia, y al final éste me engañó, jajaja, y me vine para aquí, pues Víctor y yo somos hoy pareja.

La-Pareja

VANESA y VÍCTOR.

.- ¿Os enamorasteis en Rioja Alavesa?

(Hay una risa general). “Borra, borra eso”, pide entre risas Vanesa.

.- La vida hay que contarla con naturalidad, Vanesa.

Claro, ahí vamos. Nos enamoramos aquí en Rioja Alavesa.

“Fui de vacaciones a Sanlúcar”, comienza a contar Víctor.

“Y allí te echó la caña”, salta entre risas Isaac.

“No, no, los amigos me engañaron”, cuenta Vanesa en mitad del jolgorio.

Los-Tres

“A mí me vendieron muy bien a Vanesa”, señala Víctor.

.- Por mucho que te la vendan bien, si tú no te enamoras, no vais muy lejos.

“¡A que sí!”, reafirma Vanesa.

Total, resume Víctor, ella vino a probar también cómo resultaba aquí la vida. Dejó su trabajo de allí, pues trabajaba muchas horas y le pagaban poco.

“Llevaba muchos años trabajando en Sanlúcar, que allí entré con 15 añitos, y quería cambiar de trabajo, y de vida”.

.- ¿Cómo fue el cambio?

Ay, yo vine aquí con el miedo de no encontrar trabajo, pero al día siguiente tenía tres trabajos para mí en el mundo de la hostelería.

.- Llegamos por fin a este negocio que lideráis hoy los tres en Leza, junto a las piscinas municipales, el “Gaztetxe” de Leza.

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SENTADOS bajo un olivo, en el césped de las piscinas de Leza.

Nuestra empresa se llama “Al sur del norte”, porque es donde estamos.

.- ¿Cómo surge esta historia?

Estaba yo trabajando en un bar, interviene Víctor, ella en otro bar y él de electricista en una bodega. Entonces trabajábamos muchas horas para diferentes negocios. Viendo la potencia que tiene Rioja Alavesa, nos decidimos por montar nuestro propio negocio, presentándonos a la subasta.

.- ¿Cómo os enterasteis de este trabajo junto a las piscinas de Leza, en el Gaztetxze?

Un amigo me contó que un negocio de Leza salía a subasta. Era mi ilusión, dirigir un negocio de hostelería. La ilusión de montar un bar era muy potente. Antes de nada hicimos un proyecto en el que contábamos que pondríamos pintxos en la barra, que daríamos un ‘menú del día’ para comer, además de cenas, y que organizaríamos conciertos de música. Así ganamos el concurso.

¿Qué estás haciendo con tu vida en Leza?

BUFANDA con el escudo del Cádiz, la Ikurriña y la bandera de Andalucía.

Trabajar bajo la pandemia de la COVID

.- Y llegó la pandemia… ¿Cómo han sido estos dos años?

Duros, la verdad, porque nosotros cogimos esto y la pandemia nos llegó a las pocas semanas. Abrimos el Gaztetxe el 22 de febrero y el 15 de marzo cerraron todos los negocios por la Pandemia del COVID.

.- ¿Cómo habéis aguantado todo este tiempo?

No lo sé, la verdad, dice Víctor. “Pusimos comida para llevar a casa en cuanto pudimos”, recuerda Vanesa. “Con eso nos salvamos un poquito. Dimos nuestro número de teléfono y nos llamaba la gente”.

¿Qué estás haciendo con tu vida en Leza?

EL cartel para llevar «comida y bebidas» continúa en el bar-restaurante.

.- ¿Cómo es la gente de Leza?

Lo más importante es que la gente de Leza nos ha acogido muy bien. Yo estoy contenta. Pero hay gente como en todas partes. A algunos hay que echarles de comer aparte, pero la mayoría nos ha acogido muy bien. Estoy muy contenta con la gente.

No estoy contenta con el piso donde estamos de alquiler. Y no estoy contenta con que ese piso se venda. Es que no hay casas de alquiler. Víctor y yo estamos de alquiler en una vivienda que se vende.

«Eso digo yo, ¿qué hacemos?»

.- ¿Qué vais a hacer?

Eso digo yo “¿qué hacemos?”. Queremos seguir aquí, pero no tenemos muchas opciones. Vimos otra cosa, con un salón, un baño y una cocina, una apartamento por el que piden una burrada.

CEPA-con-campesino

.- ¿Se nota el peso que tienen aquí las viñas, el vino y las bodegas?

Aquí está pasando como en Sanlúcar -toma la palabra Isaac- donde las bodegas grandes se van poco a poco adueñando de todo lo que es el mercado del vino, pagando la uva malamente. Por eso mucha gente ha arrancado sus viñas, que allí eran centenarias, para plantar colza y girasoles, para lo cual el Estado les ha dado subvenciones.

.- ¿Qué está pasando, desde tu punto de vista?

Que en vez de apoyar al pequeño viticultor, lo que hacen es esclavizarle para que se agarre a un clavo ardiendo, vendiendo su uva a los más grandes, Marqués de Riscal, Muga, Bilbaínas -que yo trabajé en Mantenimiento de Ramón Bilbao como electricista-. En Laguardia y Leza ya saben que soy defensor del pequeño productor.

¿Qué estás haciendo con tu vida en Leza?

.- Por supuesto que os gusta el vino.

Me encantan los vinos especiales, no los que saben todos iguales, aunque estén buenos. Lo que no me gusta es que les hagan la falsa promesa de que el precio de las uvas va a subir, cuando cada vez les aprietan más desde las grandes bodegas y el Consejo Regulador.

.- ¿Cómo se ve el “mundo” desde la barra?

Para mí la barra -sigue hablando Isaac- es como un escenario. Hay días que puedo estar fatal en mi casa, pero al llegar aquí me transformo en el Isaac que la gente conoce. Te gasto una broma y luego otra, aunque por dentro ese día esté hecho una mierda.

Fíjate, Julio, paso tantas horas dentro de una barra, que cuando salgo de ella me siento incómodo, como si la barra del bar fuera mi sitio.

¿Qué estás haciendo con tu vida en Leza?

UNA fotografía más con los tres dentro de la barra.

.- Vanesa, tú eres la Chef del restaurante.

Yo salgo poco para la barra, pues paso muchas horas en la cocina.

“Ella vale mucho más fuera que dentro de la barra. Ella ha trabajado en mercadillos y sabe vender muy bien”, cuenta Víctor.

.- Así que te has fogueado en los mercadillos, Vanesa.

Ese fue mi primer trabajo de chiquitilla, cuando tenía 12 años. El de la venta ambulante de los gitanos. Vendíamos ropa, bragas a montones, calzado, de todo. Como mi padre falleció, me quise sacar el graduado. Mi padre tenía pena de que ninguno de sus hijos tuviera el graduado escolar. Así que yo me lo saqué por eso.

Había dejado el colegio, pero volví a apuntarme, pues era lo que mi padre quería. No fue gran cosa, pero yo lo hice. No es un bachiller, pero mira. Luego pasé a trabajar al Rancho de Sanlúcar, donde he estado muchos años.

¿Qué estás haciendo con tu vida en Leza?

VANESA toma en brazos a un niño de Leza, mostrando su cariño.

.- ¿Cuánto hace que no vais los tres a Sanlúcar?

Antes no íbamos porque no nos lo podíamos permitir. Antes no cerrábamos ni un solo día en Leza. Ahora nos compaginamos para bajar al Sur.

.- ¿Qué contáis en Sanlúcar de Rioja Alavesa?

Me dicen “mira, ya viene por ahí el vasco”. Me comentan que se me ha pegado el acento, cuando yo sigo hablando sanluqueño, pero para ellos digo algunas palabras que son de aquí. Les respondo “bueno”, y ellos me contestan “bueno ¿qué?”.

.- Os preguntarán “¿qué se os ha perdido en el País Vasco?”

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HERMOSA estampa de Sanlúcar, la tierra de los tres gaditanos de Leza.

Les digo que Rioja Alavesa es donde se hace el mejor vino tinto de España. Así de claro. Hay otros lugares donde se hace buen vino, pero como aquí en ninguno. Alguna pareja ha venido de vacaciones por nosotros, y lo flipan. “Coño, aquí tenéis de todo, eh, vivís de puta madre”.

.- Y vosotros…

Les digo que hay que tener dos huevos para abandonar tu familia y venirte aquí para empezar la vida de cero.

.- ¿Qué has dejado tú en Sanlúcar, Vanesa?

A mi gente, a mi madre, a mis hermanos… A veces lo llevo muy mal, y encima aquí hace frío, que soy más de calor, pero bueno, hay que trabajar y ganarse la vida. He dejado a mis nueve sobrinos y los echo mucho de menos, que yo soy muy familiar.

Carrera-Caballos

CARRERA de caballos en la playa de Sanlúcar, uno de sus atractivos.

.- Víctor y tú no os animáis a tener un hijo.

Si es que no se puede con tanto trabajo, que no tengo tiempo ni para mi perro, contesta Víctor. Antes ella quería, pero ahora se echa para atrás.

.- Un hijo vuestro sería celebrado en Leza, como un gran acontecimiento.

Pero dónde vamos con un niño si nos echan de la casa, dice ella. La estabilidad es importante, dice él. Necesitamos trabajar los tres en este negocio, en el que estamos todo el día metidos… y que no falle ninguno.

De aquí obtenemos un sueldo para cada uno. La gente nos ve trabajando muy bien, pero la realidad es la realidad. Hay que pagar muchas cosas, y eso que tenemos muchos clientes, pero todo eso nos da para tres sueldos.

.- ¿En qué consiste ser camarero?

SANLUCAR-ELCANO

2022 celebra el 500 aniversario de la vuelta al mundo del vasco Elcano.

En ser camarero, psicólogo, cocinero… Somos polivalentes. Es verdad. ¿Qué haces si viene alguien llorando? Hay que consolar a la gente como sepas. Escucharles, y ya con eso algo mejoran.

El bar se abre a las nueve de la mañana, y se cierra a las 21:30, incluso a las 23 horas. Como estamos los tres, a la mañana está uno, a la tarde otro. Pero de fin de semana se hace más duro, que llegamos a trabajar hasta 17 horas, terminando con los pies destrozados.

.- ¿Cómo sentís la pasión que la gente tiene por sus viñas, por sus vinos?

A los que tienen pasión se les ve de un tirón -asegura Isaac-. Con solo escucharles hablar se nota, porque en la barra uno se entera de todo. De cómo tratan sus viñas con herbicidas, de cuánto sulfato le ponen, que algunos se pasan, y me digo que de aquí a unos meses vamos a beber agua azul. Hay otros que tratan a las viñas con mucho cariño, porque eran de sus abuelos.

¿Qué estás haciendo con tu vida en Leza?

CON la iglesia de Leza al fondo.

Mi propio hermano tiene una pasión desmedida por el vino. Ya digo, mi hermano tenía que haber nacido aquí. Ahora trabaja en Valserrano, en Villabuena, en la bodega de La Marquesa, donde está muy contento.

.- ¿Qué hace?

Es peón de bodega. Ha nacido para hacer vino, cerveza, licores, lo que sea. Es un loco de todo esto.

.- ¿Cómo os planteáis el futuro?

Yo tengo 31 años -apunta Víctor-. Y no sé que decirte. Vivo al día. Quiero trabajar aquí en el Gaztetxe lo que me quede. No tengo tiempo ni para pensar.

.- ¿Con qué sueñas?

¿Qué estás haciendo con tu vida en Leza?

VÍCTOR conjugando el verbo Soñar / «Dios dirá».

No sé muy bien lo que quiero para mi futuro… De momento estoy bien aquí, y muy centrado en este trabajo, pero el día de mañana ‘Dios dirá’.

“Mi sueño lo tengo muy claro a mis 32 años -contesta Isaac-. Me gustaría tener una finquita en Rioja Alavesa. Siento que he echado raíces aquí. Ya me he euskaldunizado. Es cierto. Un campito en el que tener una huerta.

.- ¿Has encontrado alguna inspiración en esta Comarca?

Soy muy observador. Estudié Imagen y Sonido y me fijo mucho en todo lo que veo. Cuando paseo miro a las ventanas, al cielo, a la gente, hablo con la gente joven, con los mayores, todos son una inspiración en Rioja Alavesa. La gente aquí están llenos de ‘peazos’ de ideas.

.- Y no descartáis volver un día a Sanlúcar para quedaros allí a vivir.

Aquí vivimos para trabajar, y con ese trabajo pagar el alquiler de una vivienda, y tenemos que pagar muchas más cosas, sacrificando el tiempo con una familia que no vemos, como no vemos a nuestros sobrinos crecer. Eso no te lo devuelve nadie.

Entre-Ramas

LOS tres hablan claro y no se andan por las ramas.

.- ¿Estáis diciendo que éste es un tiempo perdido?

Espero que no -suspira Víctor-. Ahora estamos trabajando bien, nos va bien, pero nos falta tiempo para disfrutar la vida.

.- Vanesa, pon tus sueños encima de esta mesa.

Tener aquí un trabajo seguro, porque este es un trabajo a corto plazo. Ahora tenemos otros dos años de contrato, pero después de esto, qué, dime tú a mí.

La solución del contrato indefinido

.- ¿Podría ser una solución que el Ayuntamiento os proponga un contrato indefinido?

¿Qué estás haciendo con tu vida en Leza?

LA entrevista fue larga, pues había que conjugar dos mundos, o tres.

Claro que sí -contesta Víctor-. En otros bares municipales les dan más facilidades, les pagan la calefacción, o les pagan la luz. Pero como a nosotros nos va bien, tenemos que pagarlo todo. Que ahora es fácil llevar el negocio, pero en invierno hay que aguantar aquí.

.- ¿Volver a Sanlúcar sería en cierta forma un fracaso para vosotros?

No -contesta inmediatamente Vanesa- porque son mis raíces, dice mientras Víctor e Isaac no toman la palabra, como si se estuvieran pensando la pregunta.

.- ¿Qué has encontrado aquí, Isaac?

La oportunidad de poder crecer y desarrollarme como persona. Nosotros hemos cumplido un objetivo. Ahora hace falta que en Leza nos den una verdadera oportunidad.

Sol-Sanlucar

EN sus miradas contemplé incluso los atardeceres de Sanlúcar.

.- ¿Cómo creéis que os ve la gente de Leza?

A mí me ven muy loca, jajaja. Nosotros damos alegría al pueblo. Tenemos un acento diferente. Hay veces que la gente no entiende lo que decimos y terminamos riendo. “Somos como personajes públicos para la gente”, habla Víctor. Sentimos que damos mucho, todo, pero también sentimos que la gente nos va a pedir siempre más.

.- ¿Y eso?

Creo que se van a dar cuenta de lo que somos cuando nos marchemos y vengan otros a trabajar en el Gaztetxe.

“Eso es así -tercia Isaac-. No se valora lo que se tiene hasta que se pierde”.

.- Lo decía Antonio Machado, el poeta sevillano: “Se canta lo que se pierde”.

“Se canta lo que se pierde”, retoma Isaac, qué buena observación, te la voy a copiar.

“Pero más bien… hay que valorar lo que se tiene”, remacha Víctor.

14 respuestas a “¿Qué estás haciendo con tu vida en Leza?”

  1. CARLOS ESTECHA dice:

    Entrañable entrevista. Y para mí algo más que eso. Elaboré vino en Jerez y aprendí a empaparme de ese abanico de aromas único en el mundo. Llevo ya 25 años viajando a Cádiz una o dos veces al año. Ahora sé que cuando no esté en Cádiz, esa hermosa tierra estará muy bien representada en Rioja Alavesa.

    Abrazo fuerte. Me pasaré a visitaros en Leza.

  2. Jon Artetxe dice:

    Este blog es una sorpresa permanente. Lo mismo nos entregáis entrevistas con bodegueros pequeños que con los grandes, además de con prescriptores y grandes gurús del vino. Qué decir de la entrevista al Olivo de 300 años… Y ahora, ozú, con estos jóvenes emprendedores de Cádiz. Leza tiene suerte de teneros. Ánimo, mucho ánimo. Confío que os sepan cuidar. Habrá que catar vuestra cocina. Olé.

  3. Francisco Javier García Delgado dice:

    El mejor bar porque están las tres mejores personas que son trabajadoras e inigualables.

    Te echo de menos canijo. (Francisco Javier, hermano de Víctor Manuel).

  4. Arene Amezaga dice:

    Nunca es tarde para hermanarnos con los descendientes que ampararon al gran marino de Getaria, que dio la vuelta al mundo hace 500 años y murió navegando, en pleno océano. Bravo por estos gaditanos, por su entrega y su gracia, esa con la que se puede dar la vuelta al mapa. Gracias por todo vuestro trabajo y entrega.

    Ahh. Ojalá se animen Vanesa y Víctor a tener su primer hijo en Euskadi. Leza lo celebrará, y nosotras lo bendeciremos

  5. Aitor Iza dice:

    Os deseo todo lo mejor en este pueblo pequeño.
    Que lo estáis haciendo muy bien y es esencial para un pueblo el buen servicio que dais y ese carácter tan andaluz que tenéis.
    Respecto a las leyes hay que darles una vuelta porque luego nos acordaremos de lo que teníamos y será ya tarde

  6. Wantxo dice:

    Aupa zeuek!!!!!
    Está muy bien tener en nuestra tierra aires de otras culturas.
    Y que te ofrezcan unas buenas tortillas de camarones, eso ya no tiene precio. Ánimo salaos!!!!!
    Mucho trabajo y que os tengamos siempre por aquí!!!

  7. Vanesa Carpio dice:

    Antes de trabajar en el Mesón, tuve otro trabajo y quiero aclarar que estoy muy agradecida a Mesón El Rancho por los años de experiencia que tuve allí.

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