El día que mantuvimos la entrevista, en tierras de Oyón-Oion.
“La naturaleza es sabia y silenciosa. En ella se hace visible lo divino”, escribió el genio universal alemán Johann Wolfgang von Goethe, una música que forma parte del espíritu de Fernando.
“No sueñes pequeños sueños porque no tienen poder para mover el corazón del hombre”, pensaba Goethe. Necesitamos sueños grandes, capaces de motivarnos a actuar.
Una vez encontrada la tarea, “ACTUAR” es uno de los verbos que alimentan el ser de nuestro ingeniero técnico agrícola de Oyón, cuya auténtica Carrera vital le ha transformado en un psicólogo agrícola de Rioja Alavesa / En un militante de la agricultura social.
FERNANDO Martínez-Bujanda en una imagen de archivo.
Entramos esta mañana de otoño en el despacho que tiene en Bodegas Ondalán, en su patria de Oyón. No nos hemos sentado aún, cuando Fernando expresa en voz alta un pensamiento: “Lo mío ha sido una carrera rara”, como si hubiera repasado mentalmente su vida durante esa madrugada.
Conozco a Fernando hace tiempo, aunque hasta hoy no le había hecho una entrevista. En su día me pidió que le acompañara en la presentación del libro del Olivo de Rioja Alavesa en Vitoria-Gasteiz, tras lo cual cenaríamos juntos con otros que le quieren y admiran.
CON sus diplomas y títulos, en el despacho que tiene en Ondalán.
En estos años ha sido un apoyo para el Blog, con artículos, con sus comentarios a las cientos de entrevistas, con su ayuda callada y entusiasta a la hora de defender el Blog de la Comarca… Y claro, nos hemos visto en algunas ocasiones en torno a la Fiesta del Aceite, tanto en Moreda como en Oion.
Todo le fue dado como anillo al dedo, según me induce a pensar. Como si apenas hubiera hecho nada por conseguirlo… Sea como fuere, pocos dudan que el hijo de Carmen y Julio sembró serenidad, ternura y sabiduría del brazo de la Agricultura. «Una Carrera rara”, estima al referirse a su vida profesional.
Tomamos asiento y sin que le pregunte nada comienza a contarme vivencias y darme detalles de su existencia. De repente, la mesa se va a transformar en un lugar en el que desnudar su alma confiada, relatando una manera de ser y sentir.
EN los brazos de uno de los olivos centenarios de Moreda.
Estuvo cuatro años en el Seminario de Vitoria. “Al principio me lo pasaba en grande. Aquellos años me marcaron, conociendo a dos formadores muy importantes en mi vida, José Ángel López de Lacalle y Ángel Ros”.
Antes había estudiado en la escuela de Oyón, pasando con nueve años a los Marianistas de Vitoria, donde permaneció varios cursos interno. “El ambiente de los Marianistas era elitista, rompiendo mi manera de ser. Así que yo era feliz solo cuando volvía a Oyón, donde en aquella época había 12 seminaristas, siendo Alfredo Zabala el más cercano a mí”.
LOS hermanos Ros, Santos y Ángel, fundamentales en su vida.
EN los Andes con José Ángel López de Lacalle, en 1991.
Por entonces, recuerda, para ir a Vitoria se tardaba tres horas en autobús, «pero la mayoría de las veces iba con mi padre en el camión de la bodega, aprovechando que llevaba vino a descargar en Gasteiz». Era otra época. Fernando vivía entonces en la bodega familiar, la que aún sigue en pie cerca de la iglesia de Oyón.
SU madre Carmen Ruiz Carrillo y su padre Julio Martínez Bujanda.
Entraría en el Seminario de Vitoria con 14 años, abandonándolo con 18, una época en la que su padre era diputado foral. Dejó el Seminario dos días antes de que terminara el curso, ya que no podía aguantar «ni un día más» por la tensión generada en clase por uno de los curas con su intransigencia.
AMANECÍA en Oyón el día de la entrevista, el pasado 17 de noviembre.
“Salí del seminario muy desquiciado, decidiendo que me quedaría en casa a trabajar en la bodega que por entonces era de mi padre y de mis tíos”. Una idea que tuvo que orillar gracias a la buena gente del Seminario que había visto algo especial en Fernando. Por eso le visitaron sus mentores Ros y López de Lacalle.
«Gracias a ellos decidí estudiar un curso de Viticultura y Enología en Madrid, en la Escuela de Viticultura. Había cursos de Maestros bodegueros, pero lo mío fue un curso diferente que me valía para marchar a Burdeos si yo así lo quería”.
BODEGA de los Martínez-Bujanda de aquella época, aún en pie.
A finales de aquel curso obtuvo el número dos de su promoción, lo que provocó que un profesor le animara a dejar la pista de Burdeos, y a cursar nuevos estudios en Pamplona, en esta ocasión la carrera de ingeniero técnico agrícola.
“La Escuela de Ingenieros de Pamplona se me dio muy bien. Allí estudié durante tres años, aprobando todo curso a curso. Al terminar hice la mili, ya que me echaron de milicias por falta de espíritu militar”. Como en la canción “La mala reputación”, de Georges Brassens que canta Paco Ibáñez: “Cuando la fiesta nacional / yo que me quedo en la cama igual, / Que la música militar / nunca me supo levantar”.
FERNANDO sostiene una fotografía de cuando tenía 20 años.
Al terminar el servicio militar, en Pamplona le dijeron que fuera a Logroño, a investigaciones agrarias, porque daba el perfil. “Por entonces yo conocía todas las variedades de uva estando en el campo, lo que no era muy común entre mucha otra gente”.
Aquello lo llevaba en el ADN. En investigaciones agrarias de Logroño se preparaba una selección del Tempranillo. Así marchó a Logroño, donde estuvo tres años, permaneciendo un año en Montpelier, Francia, donde se especializó en “Virosis de Viña”.
Fue estando en Montpelier cuando salió a concurso una plaza de Viticultura en la Diputación Foral de Álava que encauzaría su vida. “Yo me quería casar con Ana, así que me presenté a la plaza a finales de 1976, incorporándome al ganar la plaza a una investigación sobre los cerezos en el norte de Álava”.
ANA Naranjo y Fernando en unas vacaciones en Turquía, en 1988.
Por entonces había en Diputación solo dos técnicos agrícolas para un territorio de la importancia agrícola de Álava.
“Estuve en Vitoria unos meses, cuando se proyectaba la oficina de Laguardia, que luego inicié yo, incorporándose después un capataz. Tres o cuatro años más tarde se empezó a escuchar que Diputación quería hacer la Casa del Vino, que me encargué de preparar, tal es así que me hice todas las obras de la Casa del Vino con Juan Ignacio Lasagabaster.
Todavía no habían venido ni Miguel Larreina ni José Baigorri, que estaban por entonces de becarios en Haro.
DIBUJO de un gran racimo en la bodega familiar, en Oyón.
Los comienzos de la Casa del Vino
.- ¿Qué empezó siendo en aquella época la Casa del Vino?
Un servicio de Diputación para la Comarca. Fue el gran cambio, una vez nos instalamos en el Palacio de Samaniego. Jose y Miguel vinieron a montar los laboratorios. Yo me dedicaba a Viticultura, llevando ayudas, tratamientos y demás.
Allí estuve 23 años, hasta que llegó Ramón Rabanera, con quien había estado en los Marianistas en la misma clase.
.- Veintitrés años en Laguardia. Se dice pronto.
VEINTITRÉS años en Laguardia…
Estuve en Laguardia del 76 al 99. Años antes, en 1995, me presenté a juntero por el PNV… Bueno, en realidad me presentaron, ya que al volver de unas vacaciones en Canarias, un tal Coca me dijo “Vas para juntero”. “¿Cómo?”, “Sí, que salió tu nombre y todo el mundo te votó”. Otros firmaron por mí. No me pareció bien, pero me convencieron que podía hacer un bien a la zona, y una razón fundamental para mí fue “que llevaría Agricultura”.
Aquellas Elecciones las ganó el PNV, convirtiendo a Félix Ormazabal en diputado general, pero al final no llevé Agricultura, que en mi vida me he encontrado las “cosas” sin buscarlas.
.- Todo, salvo a tu esposa Ana.
A Ana sí fui a buscarla.
Amor a lo invisible
En los estudios, en los trabajos, Fernando tiene esa sensación. “Siento gratitud para con la vida, que me ha tratado bien”. Goethe decía, como sabe Fernando, que en la vida hay que tener “amor a lo invisible”, “confianza en lo imposible”.
“Dijeron que al ser funcionario yo no podría ser presidente de la Comisión de Agricultura. Así que me pasaron a Bienestar Social”.
Se cierra una puerta, pero se abre una ventana. Lo cierto es que para entonces ya estaba en el mundo de las ONG, habiendo estudiado en el campus universitario de Sarriko, en Bilbao, el Master de Cooperación Internacional.
.- En 1999, aún siendo juntero, creo que fuiste jefe de la Casa del Vino.
Así fue. Con Rabanera llevaría después durante cuatro años las ONG de todo Álava. Luego otros cuatro con las ONG, sin Rabanera.
EN una viña de Oyón, cuando aún mantenía los colores del otoño.
La llegada de Estefanía Beltrán de Heredia
Hasta que en otra legislatura llegó Estefanía Beltrán de Heredia como Diputada de Agricultura, pasando entonces a llevar Rioja Alavesa y Montaña.
.- ¿Qué momentos atravesaba la Comarca entonces?
Atravesaba la crisis del 2008 al 2011. No sé cómo lo pudo hacer Estefanía, porque su departamento no tenia un euro. Hicimos milagros, teniendo como preocupación dos temas curiosos: una balsa de la que se escapaba el agua, y el problema del lobo en la zona de Llodio.
TORRE de la iglesia de Oyón, reconocible imagen en la Comarca.
Estuve con los pastores de Álava en general y de la zona de Llodio en particular. Hubo con ellos una buena entente, con reuniones hasta las 3 de la mañana. Llevé también el desarrollo rural de Rioja Alavesa y la Montaña.
La verdad es que nunca solté Rioja Alavesa, ni dejé de vivir en Oyón, hasta hace ocho años, que he de vivir a Logroño por cuestiones familiares, por mis suegros.
.- ¿Ha cambiado Rioja Alavesa desde 1976, año en el que entraste en Diputación?
Todo ha cambiado espectacularmente. En 1976 Rioja Alavesa era de las cuadrillas más pobres del territorio, cuando los precios de las uvas eran bajísimos.
Una cosa curiosa, en el año que nací, en 1948, en Oyón se elaboran 380.000 litros de vino. Ahora en Oyón, de uva de Oyón, se elaboran 10.500.000 litros. Ahí se ve la evolución.
.- ¿Y en el resto de Rioja Alavesa?
Lo mismo. En 1948 teníamos 5000 hectáreas de viñedo, cuando hoy tenemos 13.500 hectáreas. Pero debemos matizar que veníamos de un viñedo de 12.000 hectáreas asoladas por la filoxera, que nos ha costado recuperar cien años.
También ha evolucionado la Enología. El laboratorio de la Casa del Vino ha hecho mucho bien a la zona. Los cursos que se celebraron por las tardes en Laguardia fueron de mucha ayuda. Nos íbamos a Burdeos con ellos, o a Alemania. Y luego Miguel, Jose y yo también dimos clases en el Master de Viticultura de Logroño.
La Comarca con la que soñaba
A sus 74 años, Fernando mantiene una memoria prodigiosa.
.- ¿Había hambre de conocimiento?
Tenían muchísimo interés los bodegueros que empezaban, como José Luis Berzal, Juanje Valdelana, Gonzalo Saenz de Samaniego, Juan Luis Cañas, Luis Ángel Casado, Oskar y Fernando Martinez Aduna…
.- ¿Soñabas con una Comarca como la que tenemos hoy en día?
Rioja Alavesa ya era nuestra pasión cuando entramos en la Casa del Vino. Entonces no teníamos horas para trabajar, y si había que hacer 200 muestras, o nos teníamos que quedar hasta las 20:00h de la tarde, se hacía. Y se montaba lo que fuera, como ir por los pueblos de la Comarca a dar charlas.
También acudíamos a ver las fermentaciones a las bodegas… Aquello fue un empuje formidable, y la gente lo recibió bien.
LA PASIÓN tiene profundas raíces. (Foto Jose Miguel Rodriguez Martinez).
.- Llevamos 47 minutos de conversación y todavía no has mentado el aceite de oliva ni el olivo.
Porque el olivo es un tema mío muy personal. El Olivo aparece siendo Estefanía Beltrán de Heredia diputada de Agricultura.
.- El olivo ha estado dentro de ti durante toda tu vida.
Es verdad. He amado al olivo toda mi vida. Y el olivo va con mi idiosincrasia personal.
Hay humildad en torno al olivo, y romanticismo. Tengo a la agricultura como un vehículo para el humanismo. La viña no siempre me lo da. Hay una necesidad interior mía de trabajar por los demás. Y necesito un cultivo en el que no haya mucho ruido alrededor.
.- ¿Ha sido el olivo el ‘hermano pobre’ de la Comarca?
Totalmente. Y sin embargo, tras la filoxera, en las primeras décadas del siglo XX, el olivo dio de comer a mucha más gente de lo que parece. Subsistimos gracias a él.
PRIMER libro del Olivo, una obra coral coordinada por Fernando.
.- Tu familia tenía más viña que olivos.
Sí, pero mi madre tenía bastantes olivos que hoy siguen en pie. Luego te voy a llevar a Moreda, donde con Txarly Martínez de Bujanda, el cura de la cárcel, con presos de Nanclares, y con voluntarios de Moreda, como José Ramón Ceballos el primero, y El Chato, que ahora es el presidente del Trujal La Equidad, llevamos a cabo la recuperación de olivos centenarios con el proyecto Oleum.
MANO de José Ramón Ceballos sobre la piel de un olivo de Moreda.
.- Oleum duró unos años…
Tres o cuatro años, hasta que me marché de Diputación. Ahora el proyecto está latente dentro de APRORA con el aceite solidario.
.- Imagino que le dijiste a Estefanía que había que recuperar los olivos centenarios de Rioja Alavesa.
ANA Naranjo (a la izq.) y Estefanía en la presentación del libro del Olivo.
Se trataba de recuperar los olivos que estaban perdidos. Se lo presenté al Consejero socialista José Luis Anda y a Dalmacio Martín, que estaba de juntero. A los tres les pareció un buen proyecto. Finalmente se aprobó en Diputación una partida de 15.000 euros, trabajando con los presos de Nanclares y con los discapacitados de la Comarca, los que están en el taller de Kimu.
.- ¡Qué buen proyecto en todos los sentidos!
PARTE de los olivos recuperados con el proyecto Oleum.
De hecho obtuvimos el Premio Imserso “Infanta Cristina” 2011, premio de Calidad y Buenas Prácticas. Se trataba de recuperar personas, olivos y el medio ambiente.
Te decía antes que en mi vida me he encontrado las cosas sin buscarlas. Salvo el proyecto Oleum, que fui en su búsqueda. Pero ves, el premio Nardiz también me lo he encontrado sin buscarlo.
.- El premio Nardiz lo has recibido como un reconocimiento a toda la Comarca.
No lo considero un premio a mi persona, sino un reconocimiento a la viticultura y a la olivicultura de Rioja Alavesa. Es como si al recibir el premio fuera el representante de todas las familias agricultoras de la zona. De otra forma no lo hubiera aceptado.
Lo he aceptado por Rioja Alavesa, para hablar delante del Lehendakari y de la Consejera Tapia de nuestros agricultor@s.
CON el Nardiz quiere Fernando compartir los frutos con toda la Comarca.
.- Citaste al poeta y naturalista alemán Goethe: “Lo que puedes hacer o soñar, ponte a hacerlo, la osadía está llena de genialidad, poder y magia”.
Esa ha sido una máxima en mi trabajo. Cuando llegué a Laguardia, para trabajar por Rioja Alavesa, me planteé trabajar como un médico rural, pero en la Agricultura. Necesitaba que la empatía con la gente fuera un divisa, que el humanismo fuera el fundamento de mi trabajo, sufrir cuando ellos sufren y vivir y gozar a la vez que ellos.
.- Esa ha sido la «osadía» en tu trayectoria profesional para con la Comarca.
Mi osadía ha sido querer convivir, profundizar humanamente con la gente. Más que hablar de agricultura, he hablado de sus problemas personales, donde la agricultura era una parte. Mi osadía ha sido que he querido ser su amigo.
NOVIEMBRE de 2018, en la presentación del libro del Olivo. (Archivo Blog).
También he querido relanzar el proyecto del olivo, donde hay un mundo de sentimientos. Hay gente de Moreda que me ha dado las gracias con sus lágrimas por impulsar el olivo. Esas lágrimas son para mí un bonito premio en sí mismo.
.- Te has referido en tu discurso al “sufrido colectivo del sur de Euskadi”.
Porque he vivido sus alegrías, pero también sus angustias.
.- ¿Sigue siendo hoy un “sufrido colectivo”?
Es sufrido porque cuando llega la vendimia el agricultor no sabe a qué precio venderá la uva.
EN la vida de Fernando la Iglesia ha tenido y tiene un papel importante.
Mejor encender una vela que maldecir la oscuridad
Si tu vas a comprar una camisa, sabes cuál es su precio. El agricultor no sabe siempre qué valor le van a dar por una uva que ha trabajado durante todo el año, con una climatología cada vez más adversa.
.- “Seguimos necesitando su apoyo más que nunca, si cabe, Lehendakari”.
Más que nunca porque estamos en un cambio climatológico. Y aquí va a haber un problema de cambio varietal, de elaboraciones. Nos tenemos que preparar para todo ello.
.- “Ayuden en especial a la juventud”, ha sido otra de tus peticiones.
Se calcula que de cada diez personas mayores que mueran, seis no tienen relevo generacional en la Comarca. O lo que es lo mismo, de cada diez, solo cuatro mayores tienen relevo. Algunos jóvenes, no yendo las cosas bien se pueden despistar.
Por eso he mencionado a Telmo Rodríguez, que en unas declaraciones ha dicho: “tenemos que ayudar a los hijos de los viticultores, ellos son el futuro”.
.- En tus agradecimientos has tenido un recuerdo especial para tu esposa Ana.
Porque mi entrega al sector ha sido total, sin horarios, reunido con gente de Baños, o de Villabuena, o de Moreda… A veces me iba a Labastida para tomar unos vinos con los agricultores. Esa era mi agricultura social. Con el tiempo tuve la sensación que más que un técnico me convertí en un psicólogo agrícola.
.- ¿Esa sensación tienes, eh?
La de haber estado cuarenta años de psicólogo agrícola. Esa ha sido mi auténtica “Carrera”. Así que he perdido Agricultura, Julio, y sé sobre todo de agricultura social, de psicología agrícola. De eso es lo que yo sé.
OLIVO recién plantado por la gente que participó en el proyecto Oleum.
.- Según Antonio Mijangos sabes de todo, salvo ponerte como es debido la txapela.
Jajaja. A Antonio le quiero mucho. Pero ya le dije que me pasaré por Laguardia para que me de unas cuantas lecciones prácticas de txapela.
.- ¿Ha sido la tuya una vida plena?
La ha sido. Me ha llenado saber que tenían dificultades para pagar la casa, que al año siguiente les habían pagado un poco más por las uvas. He hablado con unos y con otros para ver si podían cobrar algo más.
.- Tú has sido más de encender una vela que de maldecir la oscuridad.
Sí, sí. Y allí donde me han puesto he pensando qué bien podía hacer por los demás.
RAÍCES, las que poseen los olivos, las que anidan en los seres humanos.
El Gobierno Vasco me nombró para acudir durante unos años al Consejo Regulador de Rioja, y allí estuve ocho años representando a la Administración.
.- ¿Hay algo que te hubiera gustado conseguir para Rioja Alavesa?
Me hubiese gustado que en mis años la Comarca hubiera tenido más ganas de trabajar unida. Más con el “nosotros” que con el “yo”.
Hoy en día cuando voy a Moreda la gente se sorprenda de que siendo de Oyón, sea también un defensor de Moreda. “Parece mentira que uno de Oyón defienda a Moreda”. De eso hablo. Yo defiendo a Moreda, a Labastida, a Samaniego, a quien haga falta.
ZIORDIA de solidaridad, una de las llamadas anuales de Fernando.
OLIVOS y VIÑAS conviviendo en Rioja Alavesa.
Soy de los que cree en el “Guk”, «en el Nosotros», y los personalismos no me gustan.
.- Del premio Nardiz, no te ha agradado tanto que te lo hayan dado a ti.
Eso es lo que menos me agrada, es verdad. Por eso he acudido a recoger el premio como si fuera la encarnación de toda Rioja Alavesa. De otra forma estaría incomodísimo. Es decir, no he sido Fernando a la hora de recoger el Nardiz. He sido Rioja Alavesa.
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Me ha encantado la entrevista.
Es Fernando en sentido puro, su particular historia, los valores que la impregnan, su tierra de Rioja Alavesa, el espíritu compartido, grupal y solidario, que es el que debe seguir imperando entre sus gentes para un mejor futuro de esta comarca.
El Premio merecidísimo y la dimensión con que ha sabido interpretarlo Fernando, acertadísimo. Porque acierta en cómo encarar los mayores retos ante los que se enfrenta esta tierra.
Muchas gracias, Mikel
Fernando,
Soy el padre de Luis Aldazabal. Te conozco de los temas del vino y el aceite, y, sobre todo, de los temas humanos. Eres un gran hombre. Gente como tú y como mi hijo no nos deberían faltar nunca.
Un abrazo de Jose Luis, el padre de Luis.
Cuando te vea te daré el abrazo personalmente.
Muchas gracias, José Luis
Hay entrevistas que permiten escuchar el alma de las personas, con palabras hondas y hermosas, pero sin artificios, como es el caso. La entrevista con este hombre bueno, en el amplio sentido de la palabra, me ha encantado.
Muchas gracias, Jon Ander
Julio, ha sido un acierto tu entrevista con el laureado Fernando, y publicarla al día siguiente de que Fernando haya recogido el premio Nardiz. De hecho, me preguntaba cuánto tiempo pasaría hasta poder leerla en el Blog Rioja Alavesa. Voila, aquí está! Doblemente genial.
Muchas gracias, Arene
Es un relato de época, de vida, que una puede leer y releer si quiere. Y ese verbo, Actuar, que has respirado Fernando durante su vida profesional, entre el aceite y el vino. El de Oyón es un producto de esa tierra, un olivo, una cepa, un guardaviñas. Parte de la Sierra y el Río, Fernando, con el corazón y la cabeza llena de nombres de ayer y de hoy. Zorionak!!!!
Eskerrik asko, Lea
José Luis,
tu hijo siempre fue una gran persona, pero en casa tuvo unos padres que le marcaron el camino.
Tenéis que estar muy orgullosos.
Por mi parte, muchas gracias.
Muchas gracias, Fernando
Grande Fernando!
Como ya le dije ayer a él, me pongo a su espalda a empujar con él.
Zorionak eta besarkada bat.
Mila esker, Mikel
He leído la magnifica entrevista y ésta me ha hecho recordar todo lo que dice Fernando sobre sus comienzos, sus anhelos, su dedicación, su voluntad por todo la que supusiese dar impulso a los viñedos, a los viticultores, a los bodegueros, al bienestar de los habitantes de Rioja Alavesa. También, y ya desde la Diputación Foral de Álava y la Casa del Vino de Laguardia, trabajó incansablemente para poner los vinos de Rioja Alavesa en un lugar destacado dentro de la denominación Rioja. Después llegó su gran proyecto, recuperar los olivos de la zona y que estos tuvieran un sitio a través de sus frutos, con unos aceites de calidad.
También trabajó para distintas ONG, siendo un magnifico impulsor de iniciativas que resultaron muy positivas para los fines que se pretendían.
Pero lo más valioso de Fernando es su calidad humana, su bonhomía mezcla de ingenuidad y bondad, y su generosidad con los demás. Por todo ello creo que la distinción que le han concedido es totalmente justa y apropiada. No cambies, Fernando.
Muchas gracias, Alberto
En el proyecto de «Excelencia de Rioja Alavesa» que, bajo el auspicio de Diputación, desarrollaron hace tres años un centenar de personalidades de la Comarca se proponían muchas ideas interesantes, una de las cuales era instituir la figura del «Embajador de Rioja Alavesa», una voz autorizada que hiciera llegar con diplomacia y convicción a Vitoria, Logroño y Madrid el sentir de la Comarca, las voces de sus viticultores y bodegueros. Fernando debería ser ese primer embajador, abriendo brecha para otros que le seguirían en el futuro.
Muchas gracias, Miguel
Fernando: No voy a comentar tus muchas cualidades. Otros lo harán. Ciertamente que has sido un buen sicólogo social en Rioja Alavesa, pero no eres sicólogo profesional, siempre has sido sicólogo amigo, de los que no separan el problema del amigo que lo sufre. Eres un amigo de esos que no piden nada a cambio, de los que dan todo, y se realizan en la generosidad. Pero lo que siempre he apreciado en ti, quizás lo que más, es que no has roto nunca con el pasado que te rodeó, has aprendido del ayer para el hoy y lo has hecho con honradez y agradecimiento. No quiero seguir, pero que conste que mis palabras de hoy bien merecen que pagues un vino.
Muchas gracias, Antonio
Sin conocer a Fernando, se trata sin duda alguna de un hombre con unos valores y una humanidad fuera de lugar. Referencia de gran calado para las generaciones venideras. Un liderazgo basado en la humildad y el buen hacer
Muchas gracias, Pedro
Decía Goethe “actuar es fácil, pensar es difícil, actuar según se piensa es aún más difícil“, y Fernando, con quien tuve la suerte de formar equipo en mi etapa como Diputada de Agricultura, es vivo ejemplo de quien actúa según piensa. Gran humanista, inconformista, reivindicativo y defensor de los valores de la tierra y de la dignidad de todas las personas, que camina siempre conjugando la primera persona del plural.
Zorionak por ese merecido premio y gracias por poner en altavoz, una vez más, a RIoja Alavesa y a los hombres y mujeres del medio rural.
Eskerrik asko, Estefania
Entrevista digna de releerla y de contagiarnos con el espíritu de Fernando. Amor a la Comarca, a la tierra, a la agricultura, humildad, solidaridad, pensando en la juventud,… una infinidad de conceptos clave expresados con alma poética.
Personas así dignifican aún más una digna Comarca, como es la nuestra.
Muchas gracias, Jesús
Para todos vuestros comentarios, Eskerrik asko.
En lugar de contestar a cada uno de vosotros, si fuera posible me hubiese gustado tener una pequeña conversación personal, en alguno de los muchos hermosos rincones de la Comarca, compartiendo una merienda y siendo los productos estrella nuestro vino y aceite. (Para Antonio llevaría yo la merienda)
Y en ese ambiente privilegiado, me hubiese encantado poder sostener una conversación relajada sobre esta Rioja Alavesa de 13.500 hectáreas, de sus más de 300 bodegas y de ese cultivo minoritario, que me entusiasma, que es el olivo; de la problemática de la zona, de sus virtudes, de sus necesidades, de sus propuestas, de su desafío social, su cultura, integración de las personas…
Mila esker, Fernando
¡Enhorabuena por la entrevista! Ha conseguido plasmar con gran acierto la trayectoria y el carácter de Fernando.
Y enhorabuena Fernando por ese premio tan merecido.
Los que te hemos conocido y tratado tanto a nivel laboral como personal, damos fe de tu entrega e incansable trabajo por Rioja Alavesa, que has sabido realizar con gran humanidad. Siempre has concedido gran importancia y respeto por las personas.
Es un lujo ser tu amiga.
Muchas gracias, Marian
Ayer, tras leer sus declaraciones en el artículo de referencia, le comenté a Fernando, en broma, que parecía uno de aquellos programas de TVE de hace unos cuantos años: «Esta es su vida».
Para mÍ, que le conozco desde que nací, responde casi literalmente a su transcurso por la vida, pero al decir que casi todo le ha venido rodado, olvida o soslaya, con gran humildad como siempre, su esfuerzo continuado por superarse y responder con holgura a los distintos trabajos y misiones que ha desempeñado. ¡Qué bien has cumplido lo que tu padre te enseñó: el amor a la tierra y a las personas!
Muchas gracias, Eduardo
Me ha encantado la entrevista. Refleja muy bien lo que ha sido tu vida. Has apoyado como nadie al olivo de Rioja Alavesa. Tu vida, lo que has hecho se asemeja a ese árbol tan noble, tan generoso en sus frutos, tan firme y honesto en su existencia, tan humilde… Has sido y eres un “olivo” a lo largo de tu vida.
Gracias por todo. Te mereces lo mejor
Muchas gracias, Jesus