Mar 09, 2023

Laguardia 1994 o el huracán de la vida

Esta pieza «Del país de los vascos», aquel programa de Euskal Telebista que escribió y dirigió Koldo San Sebastián (Avilés, 1953), emocionará a los laguardienses.

Les tocará el corazón teniendo en cuenta que está a punto de cumplir TRIENTA años desde su grabación, por lo que algunas personas de la Laguardia de entonces, que formaron parte de la villa, ya no están entre nosotros.

 

Sirva como homenaje. A la vez que como documento visual y sonoro de una época, no tan lejana, porque como decía el tango de Carlos Gardel «veinte años no es nada»… dicho sea con una cierta nostalgia:

«Volver con la frente marchita / las nieves del tiempo platearon mi sien / Sentir que es un soplo la vida / que veinte años no es nada / que febril la mirada, errante en las sombras / te busca y te nombra / Vivir con el alma aferrada / a un dulce recuerdo…»

Programa sobre Laguardia emitido en 1994

Trilla-Era

Quizá veinte años no sean «nada», pero treinta son muchos, media vida, o más. Existencias cultivadas, desarrolladas, entregadas al mundo personal y social que se lleva el huracán del tiempo. Así que sí, es una gran fortuna contar con este documento audiovisual.

Cachimorro

GUARDAVIÑAS, trillo en la era, y el «cachimorro» en el Documental.

Aquella Laguardia «Del país de los vascos» nos enseña a pensar en la importancia del pasado, en las vidas de las gentes que se fueron, y, a la vez, en el valor considerable del presente que tenemos entre manos. En lo que les debemos a tod@s aquell@s… Así que por un lado decimos «Agur eta ohore»…

Y, por otro, a los que aquí seguimos os transmito un «Ánimo, entran más ganas de vivir, si cabe. Un fuerte abrazo, queridos contemporáneos».

10 respuestas a “Laguardia 1994 o el huracán de la vida”

  1. Kerman Aliseda dice:

    Qué bueno rescatar de la memoria estos documentos audiovisuales! Leyendo lo que has escrito, sobre el pasado y el presente, el Documetal adquiere aún mayor valor.

  2. Pedro León dice:

    ¡Qué recuerdos del grupo de gaiteros, el abuelo y tío de mi mujer, Tasio y Jesús, hacían infinidad de actuaciones tanto en la Villa Medieval como en las diferentes bodegas en las que les reclamaban!

    El vídeo refleja fielmente las costumbres y personas de Laguardia así como el mundo del vino, pero éste ha cambiado mucho desde entonces. Han cambiado las formas de laboreo del campo e incluso más las bodegas, que ahora se dotan de tecnología que ayuda mucho a mejorar las vinificaciones y la crianza en barricas, ya entonces se importan barricas nuevas de roble francés.

    En estos casi treinta años al mundo del vino se han incorporado muchas personas jóvenes, muy muy preparadas, actualmente la mayoría han vinificado en diferentes regiones vitivinícolas y en distintos países…., para traer a la bodega familiar todos esos conocimientos y aplicarlos con las uvas de sus propios viñedos y de la uva procedente de los vecinos de Rioja Alavesa.

    Como trabajador durante casi 47 años en el mundo del vino ? sólo puedo decir “Enhorabuena” nunca se elaboró mejor vino y mejor aceite en la Comarca, puedo decir nunca sin miedo a equivocarme.
    Pedro León

  3. Raul Garcia Ezquerro dice:

    Una obra de arte. Parte de la memoria de nuestro pueblo. Toca trabajar para que nunca perdamos esa esencia tan «rabuda». Gora Biasteri!

  4. Miguel Larreina dice:

    ¡Qué fácil es equivocarse en una primera impresión! Yo me equivoqué de plano ayer al ver unos minutos de este Documental y pensar que era un tostón demodé. Craso error. Es una joya etnográfica e histórica .

    Ver a viejos amigos como Gabriel Chinchetru, Eusebio Santamaría, Encarna, Tasio… o escenas como la de las abuelas del pueblo jugando como niñas en el frontón,… Una joya.

  5. Antonio Mijangos Martinez dice:

    Gracias, Julio, por el video, que ha provocado nostalgia en mí, recuerdos de los amigos que ya no están y hasta melancolía. Ya no hay rebaños que pasten en nuestros campos, ni jotas cantadas en el surco o en los bares, ya no se oye el rasgueo de guitarras y bandurrias de los joteros de Laguardia, se han cerrado las cuevas y se han construido bodegas, ya no se juega a la pelota en el viejo frontón ni se oyen las risas de las mujeres jugando al filocho. Pero Julio, por las calles de mi pueblo sigue corriendo la brisa del mismo espíritu: amor a lo nuestro, orgullo por lo nuestro y mirar al futuro con esperanza enraizados en el pasado.

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