AL FINALIZAR LA VENDIMIA, el verde deja paso a los amarillos, rojizos, marrones, dorados…
Las viñas nos traen fabulosos vinos, pero también unos paisajes otoñales maravillosos, como se pueden ver y admirar en Rioja alavesa.
Julen Rekondo *
Cuando finaliza la vendimia, el verde que inunda los campos deja paso a tonos amarillos, ocres, marrones, rojizos, dorados… Estos colores serán los protagonistas hasta que el invierno deje a la vid totalmente desnuda. A partir de aquí, la planta pasará semanas de letargo hasta la llegada de la primavera.
OTOÑO de ensueño en los viñedos de Rioja Alavesa (fotografía de 2016).
¿Por qué pasa esto? La clorofila, uno de los principales pigmentos que podemos encontrar en las hojas es el causante del color verde. Con la llegada del otoño, la planta deja de producir clorofila debido a las condiciones ambientales propias de esta estación. Es, por lo tanto, la ausencia de clorofila la que deja que otros pigmentos salgan a la luz.
Pasear por los viñedos en esta estación es una experiencia que puede llegar a hacer perder el sentido, incluido el de la orientación. Y tenemos además el aliciente de poder visitar una serie de pueblos con un encanto especial, como Kripan, Lanciego, Elciego, Lapuebla de Labarca, Leza, Oion, Labastida, Samaniego, Villabuena de Álava, Iekora, Elvillar, Baños de Ebro, Moreda, etc., con sus bodegas y su cultura vinícola, sus gentes y un sinfín de cosas más.
Por otra parte, otro encanto de la naturaleza de Rioja Alavesa es el Complejo Lagunar de Laguardia, que está calificado por el Gobierno vasco como Biotopo Protegido. A las lagunas se accede con facilidad desde Laguardia tomando la carretera principal, dirección Logroño, y a través de varios caminos rurales, que se adentran por los viñedos.
El Biotopo Protegido de las lagunas de Laguardia engloba a cuatro pequeños humedales, de los que tres, que llevan por nombre Carralogroño, Carravalseca y Musko, son lagunas temporales endorreicas de origen natural. Por su parte, el Prao de la Paúl es de origen artificial por lo que, al contrario de las otras tres, contiene agua dulce represada procedente de un arroyo.
LAGUNAS de Laguardia… por detrás la villa amurallada y la Sierra de Toloño.
Los humedales se hermanan a través de un itinerario de 10 kilómetros que aprovecha caminos de la Ruta del Vino y el Pescado (GR-38), por donde antiguamente discurrían las mercancías dispuestas al comercio entre estas tierras y los puertos marinos de Bizkaia.
Lo que encontramos en las lagunas de Carralogroño, Carravalseca y Musko son unas depresiones secas, lisas y blancas, por la costra de sal que se forma en la superficie cuando se evapora el agua acumulada en la estación húmeda. Se trata de «cubetas endorreicas», sin comunicación hidrológica con ríos o arroyos, que sólo reciben agua de lluvia y de escorrentía de los cerros próximos, y que no tienen salida.
GARZA IMPERIAL en el Complejo Lagunar de Laguardia (fotografía de 2017).
CORMORÁN grande en el Complejo Lagunar de Laguardia (2017).
Se inundan en la época de lluvias y pierden el agua por evaporación, dejando sobre la superficie la sal disuelta en el agua. De entre las lagunas endorreicas, la mayor de la península Ibérica se encuentra en Gallocanta (Aragón), a donde llegarán en los próximos días miles y miles de grullas.
El Complejo Lagunar de Laguardia es extraordinariamente interesante, tanto desde el punto de vista geológico como por la flora y fauna peculiar que acoge. Cabe destacar la existencia en el complejo de, como mínimo, doce especies de aves diferentes, así como muchas otras migratorias regulares.
LAS grullas comunes migran estos días hacia la península y el norte de África.
Por otra parte, en los humedales aparecen al menos cuatro especies en peligro de extinción recogidas en el Catálogo Vasco de Especies Amenazadas, así como otras cuatro vulnerables, ocho raras y ocho de interés especial.
En cuanto a la flora, dentro de las lagunas crecen plantas extremadamente singulares, mientras que en el exterior conviven herbáceas y juncos que se encuentran totalmente adaptados a la salinidad de las aguas.
*Premio Periodismo Ambiental 2019 del Colegio Vasco de Periodistas (CVP-KEE) y la Asociación Vasca de Periodistas (AVP-EKE).
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Me ha encantado este artículo del que he aprendido además cosas que son nuevas para mí, como ese interesantísimo complejo lagunar de Laguardia.
Respecto al paisaje otoñal de los campos y viñedos, no hay palabras para expresarlo. Personalmente siempre me ha gustado esta estación, me parece la más especial de todas.
Qué bonito el Periodismo ambiental. Enhorabuena por el premio.
Muchas gracias, Karmele. Un cordial abrazo.