Seguimos con el tema de los vecinos de Rioja Alavesa y la necesidad que tiene nuestra pequeña comarca de establecer alianzas estratégicas con ellos en beneficio de ambas partes.
ESTRIBACIONES del Monte Toloño desde los riscos de Bilibio, con el Ebro en medio.
En este artículo nos referimos a la comarca “Sonsierra riojana”, conformada por los municipios de San Vicente, Ábalos y Briñas, bellas islas de la Comunidad Autónoma de La Rioja intercaladas en Rioja Alavesa por caprichos de la Historia.
Miguel Larreina con el apoyo de Iñaki Larreina*
Ya se ha comentado en este blog cómo y cuándo se separaron administrativamente estos tres pueblos del resto de Rioja Alavesa, cómo la pequeña aldea de Briñas perteneciente a Buradón fue vendida a Haro a principios del XIV para asegurarse la villa jarrera el control del paso del Ebro por el puente y cómo, tras la conquista militar de toda la Sonsierra por Castilla en 1461, el alfoz de San Vicente fue donada por el rey de Castilla al Conde de Ureña y vendida por sus herederos en 1516 a la esposa del Conde de Haro por 21 millones de maravedíes, quedando desde entonces vinculado a Haro tanto la villa de San Vicente como su “fortaleza, puente, torres y paso de la dicha puente, con sus aldeas de Dábalos, Peciña, Orzales y Ribas, con sus vasallos, términos, montes, dehesas, pastos, prados, labranzas, aguas…”
PANORÁMICA de San Vicente entre los sotos del Ebro y el Monte Toloño.
Es obvio que son muy grandes los vínculos con estos vecinos, debido a tantos siglos de historia común como Sonsierra del Viejo Reino de Navarra, al hecho de ser durante muchos siglos las villas de Labastida y San Vicente las principales abastecedoras de vino tinto a Vitoria y Bilbao, a la proximidad de esas tres localidades de la C. A. de La Rioja con nuestras Salinillas de Buradón, Labastida, Samaniego, Villabuena y Baños de Ebro, lo que ha supuesto un matrimonio constante entre gentes de ambos lados de una muga etérea y una hermandad auténtica en torno al monte Toloño.
Se ha hablado en muchas ocasiones en este blog de esa unidad histórica, cultural y agronómica de la Sonsierra entera (alavesa, riojana y navarra), por lo que, para ganar tiempo, invitamos al lector interesado a releer alguno de ellos, como los publicados hace un año. “La Sonsierra (I): una comarca natural con personalidad muy marcada”, y “la Sonsierra (II): una historia, un terroir, un paisaje”.
AL abrigo del Toloño se instalaron pequeños eremitorios hacia el siglo IX.
Además de lo expresado en los títulos de los artículos, se pretendía con ellos llevar al lector a la conclusión de que Rioja Alavesa-Sonsierra es un paradigma mundial de los Paisajes Culturales Vitícolas con valores ciertamente excepcionales.
Somos firmes defensores de proyectos colectivos y globales como la Candidatura de nuestro Paisaje Cultural Vitícola a Patrimonio Mundial de la UNESCO, o la creación en la región de uno o varios espacios o centros de interpretación dedicados a la “Historia general de la Sonsierra”, o más específicamente a la Prehistoria o a la arriería de nuestro vino hacia Bilbao y Vitoria, etc.
LAS necrópolis altomedievales bajo el Toloño forman parte de un Paisaje Rupestre singular.
Pero, como no se nos escapan las dificultades que tienen proyectos de este tipo en comarcas de pocos habitantes y muy repartidos en tres Comunidades Autónomas y muchas pequeñas poblaciones, creemos que deben plantearse también proyectos que abarquen menos territorio, más factibles.
Por ejemplo, podemos hablar exclusivamente del Paisaje Cultural de los Lagares o del Paisaje Cultural Rupestre bajo el Monte Toloño que englobaría desde los dólmenes a las bodegas pasando por las necrópolis, eremitorios, lagares, castillos, iglesias y chozos.
LA fuerte espiritualidad del Toloño se evidencia en ermitas románicas como la de Peciña.
Y nos referimos al Monte Toloño porque ha sido históricamente un punto de referencia para las gentes de Labastida, San Vicente, Ábalos, Briñas, Salinillas de Buradón, Haro, Briones, …, un enclave mágico que irradia una espiritualidad indudable, tal vez desde tiempos prehistóricos si creemos a los que suponen que su nombre es un homenaje al dios celta Tullonium.
LA dureza de las faldas del Toloño propicia unas tradiciones fuertes y singulares.
En todo caso, las numerosas necrópolis (colección de tumbas excavadas en roca) y los eremitorios rupestres (pequeñas ermitas excavadas en roca) talladas por los primeros repobladores altomedievales de las faldas del Monte Toloño durante los siglos IX-X ya nos hablan de una fuerte espiritualidad, característica que se confirmó posteriormente con templos románicos emblemáticos como la Ermita del Cristo en Labastida, la de Santa María de la Piscina, la de Santa María de Torrontejo,… y muy especialmente el Monasterio de Nuestra Señora de los Ángeles sito en la cima del Toloño que fue, desde los siglos XIV al XVIII, un centro de peregrinación importantísimo para la gente del sur de Álava y de Rioja Alta.
EL puente de Briñas acercó la comarca de Haro al mercado de Vitoria.
Sumen a esas necrópolis y eremitorios otras estructuras talladas en roca como son los casi 200 lagares rupestres y pregúntense si es casual que tengamos en las faldas del Monte Toloño la mayor concentración de lagares rupestres vinícolas del mundo. Añadan a todo eso algunos chozos, algún dolmen, algunos otros vestigios prehistóricos y pregúntense qué harían en alguna A.O.C. prestigiosa de Francia si tuvieran algo parecido. “¡Oh la, la! Nous sommes la premiére grande entreprise vitivinicole de l’Europe medievale».
VISIÓN de la Sonsierra riojana desde la ermita de Ábalos, con San Vicente y Briones al fondo.
Nuestra propuesta es que, aprovechando esos valores singulares y aprovechando que el Toloño está a menos de una hora de ciudades vascas en plena expansión turística como Bilbao y Vitoria, se debería plantear un proyecto turístico-cultural, que ejerza de dinamizador social y económico de las estribaciones del Monte Toloño, incluyendo Haro y Briones además de los enclaves sonserranos de La Rioja y Álava concernidos, con ideas como las siguientes:
– Construir un Centro de Interpretación de los Lagares rupestres en Labastida, en San Vicente o en ambos municipios.
– Impulsar un proyecto vasco-riojano que difunda internacionalmente el Paisaje Rupestre del Toloño en general o más específicamente el Paisaje de los Lagares, como “plan B” en el caso de que se malogren proyectos más amplios,
LAGARES bajo el Toloño, indicando una temprana especialización vitícola de la zona.
– Siendo aún más ambiciosos, aprovechar este momento para replantear el Proyecto de Parque temático del vino que se pensó en las estribaciones del Toloño hace diez años, mirando el éxito del Parque Temático del Vino en China o la Cite du Vin en Burdeos, por ejemplo.
Entendemos que todas estas ideas encajan con las apuestas de las distintas Administraciones expresadas en diferentes planes y proyectos, así como en la voluntad de reforzar los lazos y generar sinergias.
*Soñadores del futuro.
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Como siempre gran idea, artículo y forma de fortalecer esta comarca y redescubrir la sinergias que ya antes existían y romper barreras imaginarias que solo separan y debilitan.
Gracias Miguel por descubrirnos un poco más la tierra que vivimos !!!
Muchas gracias, Carlos Fernández. Un cordial abrazo.