TRAS NUEVE AÑOS DE TRABAJO COLECTIVO, este miércoles 14 de febrero de 2018 se ha presentado en Bilbao el octavo tomo del Atlas Etnográfico titulado “Agricultura en Vasconia”.
EN las manos de Manterola y Gurutzi Arregi el último tomo del Atlas Etnográfico.
Es el fruto entusiasta de los grupos Etniker de Navarra, Araba, Gipuzkoa, Bizkaia e Iparralde. Nueve años de un inmenso trabajo de campo realizado en 58 localidades: veinte navarras, trece alavesas, trece vizcaínas, siete guipuzcoanas y cinco de Iparralde.
AGRICULTURA en Vasconia, con Manterola, Bingen Zupiria y Bittor Oroz, entre otros, en Bilbao.
La presentación estuvo bien arropada por las instituciones vascas. Entre los presentes, junto al etnógrafo y director del Atlas Etnográfico, Ander Manterola, han estado el Consejero de Cultura y Política Lingüística del Gobierno Vasco, Bingen Zupiria; el Viceconsejero de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria del Gobierno Vasco, Bittor Oroz; la Diputada de Cultura de Bizkaia, Lorea Bilbao; y, entre otros, el Director de la Fundación Labayru, Adolfo Arejita.
Con un millar largo de páginas y algo más de 400 ilustraciones aportadas en su mayoría por los investigadores de campo, este octavo tomo del Atlas lleva una doble dedicatoria:
“A Don José Miguel Barandiaran, con motivo del vigésimo quinto aniversario de su fallecimiento, y a los agricultores de nuestra tierra, que han sabido conservar y transmitirnos con fidelidad los conocimientos que nosotros hemos recogido”
“Hay libros para ver, que están llenos de imágenes y fotografías. Hay libros para leer, que son los que crean las imágenes en el interior. Hay libros para aprender, para lo que se requiere leer línea a línea, párrafo a párrafo una y más veces.
TRABAJO impresionante de 1.200 páginas, una obra colectiva.
«Y hay libros para saber, como este tomo que hoy presentamos”, comenzó su intervención el etnógrafo Ander Manterola, también filósofo y teólogo.
“Aquí está reflejado el saber popular sobre un modo de vida, como es la Agricultura. Este trabajo está vinculado a otros volúmenes anteriores, como son “La alimentación doméstica” (Edición, 1990. Reed. 1999). “Juegos y canciones infantiles” (Editado, 1993. Reed. 2005). “Ritos funerarios” (Editado, 1995). “Ritos del Nacimiento al Matrimonio” (Editado, 1998). “Ganadería y Pastoreo” (Editado, 2001). “Medicina popular” (Editado, 2004). “Casa y familia” (Editado, 2011).
“El conjunto de estas obras es lo que se llama una visión sistemática de la cultura popular, que eso es lo que nos inculcó Barandiaran: no se trata de recoger de la cultura popular lo que es extraordinario, o lo que es maravilloso, sino lo que es ordinario”.
“EN este tomo de Agricultura del Atlas está reflejado el saber popular sobre un modo de vida».
.- ¿Deberían los agricultores vascos del siglo XXI leer este tomo?, le preguntó el Blog al etnógrafo Manterola.
“Los agricultores del siglo XXI van a recurrir a este volumen sobre Agricultura, porque aquí hay una experiencia secular. La Agricultura no se ha hecho por un invento de una persona, sino que se han ido acumulando las experiencias y la sabiduría a través de siglos y siglos. En el fondo, ese es el proceso científico: la experiencia popular recogida y transmitida, y luego elaborada, gracias al progreso. Diría que eso es la cultura sobre la agricultura”.
PROYECTAR EL FUTURO ENRAIZADO EN EL PASADO
Para el Vicenconsejero de Agricultura, Bittor Oroz, el acto de presentación del octavo tomo del Atlas sobre Agricultura ha tenido dos partes: la emocional y la práctica. “Como ataundarra –manifestó- me siento orgulloso de la inmensa tarea realizada por don José Miguel Barandiaran”.
BITTOR Oroz en la presentación del Atlas, bajo una antigua estampa de Rioja Alavesa.
En declaraciones al Blog, Bittor Oroz se refirió a la relación del Departamento de Desarrollo Económico e Infraestructuras del Gobierno Vasco con los Atlas Etniker. “Se basan en el trabajo que recogen, recabando durante años los usos y costumbres vinculados a la actividad agraria de antaño, a las semillas, los laboreos y las técnicas de especificación. Son muchos conocimientos que si no se recogen se pueden perder”.
“¿Cuál es la práctica de todo esto? –se preguntó- Que frente a la uniformidad, y los monocultivos mono varietales, en Neiker tenemos un Banco de Germoplasma con material genético de semillas, donde se conserva la diversidad genética, donde están las semillas que antes se utilizaban”.
“De esta manera tenemos la opción de proyectar un futuro enraizado en el pasado, enraizado en el conocimiento y en las características de los productos que comíamos antaño… Porque ya se han perdido muchos de los productos que había en la transición a la agricultura más moderna y más comercial”.
LOS BANCOS de Germoplasma conservan la diversidad genética.
De cara al trabajo de este tomo de Agricultura –que ha llevado la friolera de nueve años a todos los grupos Etniker-, la investigación se ha centrado en la agricultura tradicional y su transformación a partir de los últimos decenios del siglo XX que han desembocado en una profunda mecanización de la misma.
Destaca el Viceconsjero de Agricultura que “poco a poco estamos volviendo a valorar las variedades locales, a tener en cuenta su valor gastronómico, gracias a que la sociedad lo empieza a poner en valor”.
“Este libro inmenso recoge todo ese mundo –destaca el Viceconsejero Bittor Oroz-. El mundo que hemos tenido guardado tanto en su parte material como inmaterial. Y esto va a tener futuro. Vamos a recuperar productos que antaño se hicieron. Por eso tiene una relación importante este libro con lo que hacemos en la Agricultura de hoy en día”.
“Si somos capaces de darle valor añadido, de venderlo a un precio digno, vendiendo calidad, entonces lo haremos bien, porque tenemos que vender país, tenemos que vender alma. Y eso no es barato”.
LA Diputada de Cultura en Bizkaia, Lorea Bilbao, escucha la intervención de Bittor Oroz.
La Diputada de Cultura de Bizkaia, Lorea Bilbao, recordó lo que el arqueólogo Jesús Altuna –que trabajó estrechamente con Barandiaran- dijo en cierta ocasión: “Si Barandiaran no hubiera hecho excavaciones, los yacimientos arqueológicos seguirían ahí; en cambio, si José Miguel no hubiera recogido las leyendas de boca de los baserritarras, nunca hubiéramos conocido nuestro acervo mitológico”.
“Barandiaran salvó muchas cosas de la muerte: mitos, leyendas, saberes y decires antiguos. Altuna tenía razón. Y por eso, este Atlas perpetúa su legado. Se inspira en su trabajo y nos permite descubrir, conservar y difundir nuestro patrimonio etnográfico”, dijo Lorea Bilbao.
DON JOSE Miguel de Barandiaran puso en marcha una obra que continúa…
ANTECEDENTES.
El año 1969 Don José Miguel de Barandiaran presentó en Zaragoza una ponencia con el título “Criterios generales para una investigación etnográfica de los pueblos pirenaicos”. En ella exponía las bases metodológicas en las que se asentaba el nuevo plan de investigación llamado ETNIKER que ya estaba dando los primeros pasos por parte de sus alumnos en la Universidad de Navarra.
Don José Miguel de Barandiaran fue formando en torno a 1970 estos equipos de trabajo que recibieron en su conjunto el nombre de Grupos Etniker. En 1976 los Grupos Etniker entraron en una nueva dinámica. El día 5 de junio de este año, convocados por el grupo Etniker Navarra, se reunieron representantes de todos los grupos de Hegoalde en la Hospedería del Santuario de Aralar.
El encuentro, al que asistieron 24 colaboradores duró mañana y tarde. Don José Miguel que presidía la reunión abrió la sesión con estas palabras:
“Nuestro intento es conocer el Pueblo Vasco tal como vive actualmente. No estamos por una etnografía histórica; es la vida actual la que nos interesa. Se trata por tanto de conocer la vida del pueblo en todos sus elementos”.
ETNIKER de Álava en torno a la figura de don Jose Miguel de Barandiaran.
Hasta el año 1988 por el director del proyecto D. José Miguel de Barandiaran y a partir de esa fecha lo viene dirigiendo Ander Manterola.
En la reunión general de los grupos ETNIKER en Ataún el 31 de octubre de 1987 todos los componentes aceptaron por unanimidad la propuesta de Ander Manterola, de ETNIKER BIZKAIA, de iniciar la elaboración por temas de un Atlas Etnográfico de Vasconia.
En el periodo comprendido entre 1989 y 2017 se han editado ocho volúmenes. Cada uno de ellos cuenta con un promedio de 850 páginas a doble columna, con ilustraciones obtenidas en una mayor parte por los mismos encuestadores.
En noviembre de 1990, le faltaban a Barandiaran pocos días para cumplir 101 años, los Grupos Etniker tuvieron la oportunidad de entregarle editado el primer tomo del Atlas Etnográfico. “Moriré contentísimo –les dijo Barandiaran-, porque veo que los trabajos que iniciamos allá, hace tiempo, se están realizando. Afortunadamente hoy los trabajos de investigación de campo son más apreciados que antaño y por eso veo el futuro con optimismo”.
MANTEROLA rodeado ayer por algunos de los componentes de ETNIKER de Bizkaia y Araba.
De los Atlas Etnográficos de Vasconia, el profesor estadounidense William A. Christian ha valorado que “tomo a tomo nos presentan un fresco de la vida cotidiana único en España (y tal vez en Europa), que hay que leerlos con ojos de años venideros”.
Y añade el norteamericano -que es premio Beca Guggenheim en Estados Unidos y Canadá-: “Los grupos Etniker están reuniendo, de forma sistemática, la materia prima para los historiadores, los cineastas, los antropólogos, los novelistas del futuro. Los documentos quedan para ser interpretados por cada generación”.
Por su parte, el catalán Joaquín Dols i Rusiñol, doctor en Bellas Artes, ha dicho: “El Atlas Etnográfico de Vasconia es una de las mejores obras que nunca he tenido entre las manos, y lo es no tan sólo por su rigor documental, altísimo, sino esencialmente por su calidad emocional”.
Por último, el historiador vasco Alberto Santana Ezkerra, del centro de Estudios Vascos de Boise State University, lo ha valorado de la siguiente manera: “El Atlas preserva y afirma para siempre los cimientos etnográficos sobre los que anclar la memoria de la Casa de los vascos, para que siga perennemente en pie”.
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¡Qué ganas tengo de tener este tomo entre mis manos para poderlo estudiar con calma! Gracias a todos los que habéis trabajado desinteresadamente en esta labor durante tantos años.
Muchas gracias, Miguel. Alegría por vivir en un país con gente tan generosa y entregada. Saludos cordiales.
Qué gran legado el de Don José Miguel de Barandiaran. Esa labor que continúa Ander Manterola y todos los grupos Etniker. Es para tomar ejemplo. Y además, luego leer tan vasta obra.
Agradecerte tus palabras, que suscribimos. Un abrazo, Juantxu.
Los etnógrafos, cuales notarios de la vida tradicional, procuramos dar fe y testimonio recogiendo por escrito las cosas y usos de la vida cotidiana. Registramos los hechos y formas de vivir del día a día de las personas en las distintas estaciones del año. Los ritos de paso por la vida, desde el nacimiento y bautismos, la mocería y juventud, el noviazgo y casamiento, hasta la muerte con los ritos funerarios. Describimos cómo es la casa en donde vivimos, el equipo mobiliar y la familia. Anotamos la alimentación y la medicina popular. Las formas de vida como la agricultura, la ganadería y pastoreo y la artesanía. La educación, los juegos infantiles y la indumentaria. El calendario festivo y la religiosidad popular. La mitología, los cuentos y las leyendas.
El Atlas Etnográfico de Vasconia tiene fijado en la localidad de Moreda de Álava, desde hace treinta años, el laboratorio de investigación sobre la Rioja Alavesa y en Viana el de la Merindad de Estella. Los datos recogidos prioritariamente en estas localidades, junto a otras de Álava y Navarra, han servido para redactar los capítulos X y XI sobre los árboles frutales de la vid y del olivo para el VIII tomo titulado “La Agricultura en Vasconia”. En dichos capítulos se registra y desarrolla los cultivos del olivo y de la vid, así como la producción de aceite y de vino.
Otros aspectos estudiados, con reflejo de datos de la comarca de Rioja Alavesa, han sido el paisaje agrario, el calendario agrícola, el cultivo y recolección de los cereales, almendros y hortalizas. Los aperos y herramientas empleados en el trabajo. La fuerza utilizada en el laboreo de la tierra, tanto la fuerza animal en el pasado como la mano de obra. La mecanización de la agricultura. Las medidas tradicionales. El comercio y la propiedad. El régimen de propiedad comunal y propiedad privada. Y, finalmente, las prácticas de ritos de protección de la agricultura.
La agricultura es parte de la cultura, en cuanto ofrece respuestas y soluciones válidas a una de las preocupaciones más importantes que le plantea la vida al ser humano, el alimentarse para vivir y obtener unos ingresos extras, que nos resuelvan otras necesidades básicas y de ocio del vivir diario.
El resultado ha sido la obtención de una magnífica enciclopedia, que contiene el saber agrícola popular transmitido por nuestros padres y abuelos. Un tomo en donde consultar la actividad agrícola del pasado y del presente del Pueblo Vasco, en donde Rioja Alavesa está presente de forma notoria con dos de sus principales y más queridos productos, el vino y el aceite.
Muchas gracias, José Ángel Chasco. Enhorabuena por tan ingente y magnífico trabajo colectivo. Saludos cordiales.
Por suerte, siempre aparecen «Barandiaranes» que no dejan desaparecer nuestro Patrimonio. Un brindis en su honor.
Muchas gracias, Pere. Qué bien que se perciba como es debido. Un fuerte abrazo.