Sep 25, 2017

Liturgia de la Vendimia con Victoria Cañas

Paseo por los últimos cincuenta años de Historia en diálogo con la bodeguera Victoria Cañas, que en plena Vendimia nos traslada las ‘palabras’ de la viña, las vendimias antiguas de Elciego y los refranes de Rioja Alavesa… sin quitarle el ojo al futuro, que ya está aquí.

Victoria Cañas

VICTORIA CAÑAS y su hijo Antonio sonríen a las puertas de su bodega, en Elciego.

Victoria respira a través de sus viñas con honda pasión. Ella vive muy atenta, como tantos otros, el día a día, el noche a noche del ciclo anual del viñedo. Siguiendo el curso de los acontecimientos, como si fuera parte de la clorofila de las hojas, o los nuevos racimos maduros, los que vencieron las heladas y el granizo, la poca lluvia o el exceso de precipitaciones… e incluso ella puede llegar a ponerse en el lugar de los sarmientos que quedan ahítos de soledad sin sus uvas.

Victoria Cañas

UVA Tempranillo del remolque: antes en las cepas; hoy ya está en casa.

A PIE DE CEPA, TIJERAS EN MANO

Era el último día del verano, el pasado 22 de septiembre de 2017. Sabíamos que al anochecer, exactamente a las 22:02h., llegaría el otoño. Eran las 10 de la mañana cuando llegué a la viña que Victoria Cañas tiene junto al Ebro, en Valduengo, de cuatro hectáreas y media. A esa hora estaban en plena faena once vendimiadores: diez hombres de Senegal y una joven antropóloga de Idiazabal (Gipuzkoa), becada por la Fundación Barandiaran de Ataun.

En los tractores estaban Marcos y Alfonso. Allí me había citado con la bodeguera Victoria Cañas, para conocer de cerca y disfrutar la liturgia de la Vendimia. En la bodega nos esperaría su hijo el biólogo Antonio Díez-Caballero Cañas, alegre sabiendo como sabía en ese momento que venía  mermada la cosecha, pero que en contrapartida estaba metiendo en los tanques una uva de gran calidad.

Victoria Cañas

DIEZ SENEGALESES y una gipuzkoana han cortado uva este año en las viñas de Diez-Caballero.

He de decir que cuando vendimia Rioja Alavesa, vendimia el mundo entero. Ocurrió el otro día en los campos cercanos al Ebro. En viñas vecinas a Valduengo cortaba uva otra cuadrilla con cinco africanos trabajando. En otra más allá, un grupo de ocho hombres y mujeres rumanos, junto con una africana, estaban a esa hora comiendo el bocadillo. En el viñedo de Victoria Cañas dejarán para las 12 del mediodía un hamaiketako de carne guisada. Ellos cortan y recogen la uva muy bien organizados: son diez senegaleses de Dakar y una gipuzkoana de Idiazabal, que ya es conocido el hermanamiento de Elciego con Idiazabal.

El más abierto de los senegales es Cheikh Seck, que vive el resto del año trabajando en una empresa de Barcelona. Nada más llegar les saludé a todos diciéndoles «As-Salaam alei-kum» (La paz esté con vosotros), a lo que me contestaron al unísono: «Wa-Alaikum-Salaam» (Y también la paz esté contigo).

Victoria Cañas

CHEIKH SECK fue el primero en tomar las uvas en su mano y pedir una foto para el Blog.

El mayor de todos se llama Sumaren Mendi (le digo que en euskera su apellido significa Monte, y ríe con simpatía). Lleva 17 años trabajando en España. De hecho tiene la nacionalidad española. Empezó trabajando en una empresa. Ahora lleva tres años trabajando en el campo. Bromean sus compatriotas senegaleses con él cuando le dicen “cuando quieras ir a Senegal veremos si te damos o no el visado para entrar”. Y todos ríen.

Al otro lado del Ebro, muy cerca de donde están vendimiando, vemos el pueblo riojano de Cenicero sobre los árboles del río.

VITICULTOR DESDE LOS TRECE AÑOS

Alfonso López Amelibia, de padre de Laguardia y  madre de Santurtzi, en Bizkaia, ha crecido en Laguardia como viticultor. Tiene cuatro hectáreas de viñedos, si bien lleva unas cuantas hectáreas más de otros propietarios. En esta vendimia de la bodega Diez-Caballero se encarga de acarrear las uvas en el remolque de uno de los dos tractores.

Victoria Cañas

ALFONSO (con gorra), ante la tolva, después de haber volcado la uva del remolque.

Dice Victoria Cañas que este año se ve a las uvas bailar cuando el tractor se pone en movimiento. «Bailan porque la uva viene este año muy sana». Esa alegría de la uva se ha contagiado a todo el grupo, donde reina la armonía, traspasando los corazones de Victoria y Antonio, que podríamos decir también bailan.

Para Alfonso López Amelibia este año ha sido “muy malo” ya que la helada le afectó a tres de sus cuatro hectáreas de viña.  Es el primer año que trabaja para Victoria Cañas en los días de vendimia. Una tarea que realiza igualmente con bodegueros como su cuñado y otros vinicultores cercanos.

Parece que este año va a ser el de la compensación, ya veremos. Lo digo porque también Alfonso comenta que le van a pagar muy bien la uva de sus viñas. “Me han hecho un contrato para cinco años, para pagarme por la uva de unas viñas viejas que llevo entre 1,30 y 1,50 euros. Tampoco es malo el precio de las uvas de las viñas más jóvenes”.

El año pasado, Alfonso tiró 8.000 kilos de uva. Este año va a recoger apenas 8.000 kilos, los mismos que tiró en 2016. “¿Sentiste tener que tirarlos?”. “Hombre que si lo sentí. No llegué a llorar, pero me dolió, y mucho”.

Victoria Cañas

CON EL CORQUETE, Antonio muestra cómo cortaba antes, y sigue cortando hoy el racimo.

Mira las uvas que hay en Valduengo y dice que están “muy bien” para este año… “El campo es así, un año te lo da todo, y al siguiente… Aunque tengo que decirte que en los 48 años que llevo en el campo (tengo 58 años) nunca vi una helada igual a la del pasado mes de abril”.

Alfonso lleva toda la vida siendo viticultor, desde los 13 años, aunque siendo más niño ya sabía podar y “sabía de todo, en lo que a trabajo se refiere”. Estuvo en la plantilla de  Domecq 25 años conduciendo tractores. Hoy también lleva otro tipo de maquinaria, como palas y excavadoras para arreglar las faltas de cepas. “Quito la cepa muerta y planto y repongo la viña con cepas nuevas”.

Me habla Alfonso de las vendimias de hace 50 años. “Buah, aquello era un espectáculo, con toda la familia y los ganados en la viña. Nosotros teníamos dos mulas y un burra, que llevaban dos comportones cada una de ellas. Cada comportón de las mulas pesaba 110 kilos o así. Los de la burra, algo menos”.

Victoria Cañas

UVA DESPALILLADA: «El Campo es así, un año te lo da todo, y al siguiente…»

.- ¿Venía tu madre en el pasado con la cesta y la comida al Campo en los días de vendimia?

Sí. Traía la comida y la hacíamos en un fuego en la viña. Comíamos de todo. Chorizo hecho por nosotros, morcilla, todo asado, y con vino de la cosecha del año pasado, los pequeños lo tomábamos con gaseosa “La Pitusa”. También llegamos a guisar en el campo. Ah, cortábamos las uvas con el corquete, aunque también utilizábamos tijeras antiguas que yo aún conservo.

.- Hay antropólogos que dicen que “aquello eran vendimias”, que las actuales se limitan a ser un “mero corte de uvas”.

No sé, las vendimias eran distintas al realizarlas con toda la gente de casa, todos de la familia. En nuestras viñas vendimiábamos siete de los nueve hermanos, todos cortando uva. Pero lo de hoy también es una vendimia en toda regla. Hoy hay otras variantes a tener en cuenta.

Sonríe Alfonso al recordar que iban y venían a la casa varias veces con el ganado cargado de uvas, que la viña se encontraba a cinco kilómetros. No se montaban en las caballerías para no cansarlas más. Las mulas y la burra harían cinco o seis viajes hasta la bodega. “Era otra vendimia. Era un espectáculo”, dice moviendo la cabeza y suspirando.

.- ¿Cuántos de los nueve hermanos os dedicáis hoy al campo en Rioja Alavesa?

Sólo somos dos viticultores. El otro trabaja para una empresa… Pero tenemos para hacer vino para toda la familia.

Victoria Cañas

EDURNE Urrestarazu, la antropóloga, en la primera Vendimia de su vida.

UNA ANTROPÓLOGA HACIENDO LA VENDIMIA.

Entre los vendimiadores de este año, llama la atención la presencia de la única mujer entre diez africanos. Se trata de la guipuzcoana de Idiazabal, Edurne Urrestarazu, de 24 años, que en 2015 terminó sus estudios de Antropología.

Josu Ozaita y ella presentaron un proyecto “Sobre los vinos de Rioja Alavesa” para opositar a una Beca de la Fundación Jose Miguel de Barandiaran. “Hubo diez proyectos y eligieron el nuestro –nos cuenta Edurne-. Con la Beca de 2017 tenemos que investigar para componer una panorámica con el marco general de lo que es Rioja Alavesa en relación con el vino. De la importancia que tiene el vino, porque a priori parece que todo lo demás gira a su alrededor en la Comarca”.

Josu y Edurne no quieren limitarse a realizar entrevistas. Como antropólogos que son, quieren ir más allá. Y si van a hablar de vendimias, por ejemplo, quieren saber de qué se trata. No quieren que alguien les diga que “vendimiar es duro”. Quieren saber lo duro que es.

Victoria Cañas

VICTORIA CAÑAS con Edurne en las cepas que la antropóloga estuvo vendimiando.

Ambos están vendimiando con dos bodegas distintas. Edurne empezó el miércoles pasado en Diez-Caballero, donde finalmente estará siete días trabajando. “Y sí –me confirma-, vendimiar es duro. Cuando hace sol se suda de lo lindo. Y no es lo mismo cortar el racimo que está más arriba, que el que está cerca del suelo, je je”.

Qué decir de las vistas que otorga el Paisaje. El primer día estuvo vendimiando una viña detrás de la cual estaba la Sierra de Toloño. “Tú cortabas los racimos, ibas muy concentrada en la tarea, hasta que de repente te ponías en pie, alzabas la vista sobre las hileras de cepas y, oh maravilla, la inmensa Sierra estaba allí, preciosa. También se veía el pueblo de Laguardia y muchos otros viñedos. Un paisaje espectacular. Aaaahh”.

Ese «Aaaahh» era el suspiro que a Edurne le salía de muy adentro, entre las cepas.

.- ¿Te gusta el vino?

Sí (rotunda). Sobre todo me gusta el blanco, pero estoy empezando ahora con los tintos de Rioja Alavesa. Y también me gustan.

.- Tienes un racimo de uvas de Tempranillo en la mano.

Es que he estado comiendo uvas. Están ya dos racimos de uva negra fermentando en mi estómago.

Victoria Cañas

TEMPRANILLO que iba «bailando» muy sano en los remolques, camino de Elciego.

.- ¿Qué tal te tratan los senegales siendo tú la única mujer vendimiadora?

Bien, como a una más. Ellos son muy trabajadores, y saben a lo que vienen. Tienen entre ellos muy buen ambiente, y tienen más de un idioma, además del francés y el wólof. Parece que algunos pueden tener un “idioma secreto” que no todo el grupo entiende. Son gente buena.

.- Tres días y medio de vendimia hasta ahora. A ver, que hable la antropóloga e investigadora: ¿Qué tal la experiencia?

Es una experiencia increíble, muy interesante. En algún momento me he preguntado “joe, ¿qué estoy haciendo aquí?”, vendimiando en el campo, aquí metida entre viñas. Rioja Alavesa queda un poco alejada de lo que conozco en Gipuzkoa o en otras partes de Álava, como Agurain o Araia. Esto es diferente, los trabajos, la cultura… hasta que oigo un poco de euskera y me digo “Uy Edurne, que estás en Euskalherria!”

.- Todo es nuevo para ti.

Estoy de estreno. Antes de venir aquí me he empollado la teoría, pero hasta que no lo ves, no lo sabes de verdad.

VICTORIA CAÑAS ES VIÑA. SARMIENTO ES.

Victoria Cañas

VICTORIA Cañas en su viña vendimiada el último día del verano de 2017 en Elciego.

Tan gentil como siempre, Victoria Cañas nos ha invitado, después de la Vendimia de la mañana, a comer en su bodega. Hay dos cosas de las que quiero hablar con ella. Tiempo habrá de pedirle otras cuestiones, porque ya es sabido que Victoria es periodista y maneja bien la pluma de escribir. Aunque escuchándola hoy voy a darme cuenta de que tiene el alma empapada en vino, en el más sabio sentido de la palabra.

Adelanto mis intenciones. Con ella quiero caminar de aquellas vendimias de hace cincuenta años, a estas vendimias de hoy. También quiero pasear a través de su crónica por el ciclo completo de un año. De enero a diciembre. Me gustaría saber, algo antropólogo me he vuelto –que todo se pega-, hasta dónde Victoria es viña, y cepa, y uva. Es la liturgia de la Vendimia, me digo, que tiene estas cosas como tiempo mágico que es.

Si se dice que el vino es un ser vivo, qué decir de la viña entera, a la que Victoria le otorga, como a la cepa, el poder de hablar, de decirte cosas importantes relacionadas con la Agricultura y la fertilidad.

Mientras hablamos, su hijo el biólogo Antonio Diez-Caballero Cañas, viene y va, baja y sube, no para, de la bodega al salón donde charlamos, muy pendiente de los tractores que traen la uva.  Desde el salón donde converso con Victoria, se ven -a través de sus ventanales- la bodega diseñada por Frank Gehry y la impresionante y bella iglesia San Andrés de Elciego.

Victoria Cañas

LAS MANOS de Victoria Cañas tomando un racimo para observarlo de cerca.

.- De colega a colega, Victoria, haz una crónica de aquellas vendimias del pasado. De las diferentes cuadrillas de trabajadores que han vendimiado en los últimos cincuenta años en tu familia.

Los primeros que conocí, siendo bastante niña, eran de Suellacabras (Soria), que siempre tenían la historia de si habían venido con la siembra hecha o sin sembrar, dependiendo de si habían tenido lluvia suficiente para sembrar el campo. A pesar de todo, les compensaba venir a vendimiar a Elciego. Recuerdo a Paco y Simón, que eran los jefes de cuadrilla, y la broma era “hemos dejado a todas las mujeres con el cura”, el único hombre que había quedado en Suellacabras.

Después, con el tiempo, vinieron la cuadrilla de los Marujos, con otro Paco al frente. Era una de las etnias gitanas que se asentaban en Logroño. Paco siempre le preguntaba a mi padre: “Señor Víctor, ¿se acuerda que yo vine aquí recién casado y usted me dejó un pajar aparte?”

Victoria Cañas

LA MIRADA DEL PRESENTE: un senegalés a punto de echar al remolque la uva vendimiada.

.- Supongo que es lo que se estilaba por entonces, los pajares para dormir.

Mi padre le había dejado un pajar aparte por su condición de recién casado. “Perfectamente, Paco”, le contestaba mi padre. Sabíamos dónde vivían en Logroño. Iba mi padre a buscarle y charlando concertaba con Paco el corte del año. Teníamos entonces el pajar de casa y ahí se les instalaba. Se les puso butano para que cocinaran. También hacían sus fogatas en el campo, donde siempre preparaban café, siempre un puchero de caldo en el que cocían un pollo, y luego usaban mucho la panceta, que recién asada olía fenomenal y te decían “¿gusta usted?”. Yo les decía que no, pero me moría por aceptar su invitación.

.- ¿Les gustaba a los gitanos el tiempo de vendimia?

Les gustaban las vendimias un poco largas. Las mujeres gitanas son muy buenas cortadoras de uva. El hombre ayudaba a sacar la uva. Las mujeres siempre iban de dos en dos, con unas normas muy exquisitas de vida. Podían llevar pantalón, pero siempre llevaban una falda encima. Recuerdo que algunos días anunciaban “que dejarían de cortar uvas a las cuatro de la tarde, porque tenían que lavarse el pelo y los hombres tenían que ir de compras a Logroño”, porque encontraban que Elciego era caro en las tiendas.

.- Gente que cantaba y sabía montar la fiesta, imagino

Cantaban. Normalmente los hombres iban a la plaza de Elciego a organizar sus juerguecillas, con sus canciones, sus palmas y sus guitarras. El día que ya cobraban, aquello era una maravilla. Se les daba mejor vino y se terminaba la vendimia bastante en paz, a no ser algunas vendimias que hemos tenido de mucha lluvia; y te daban pena, porque tenían que estar todo el día secándose la ropa. Que al fuego le daban muchas utilidades.

Victoria Cañas

LA LITURGIA de la Vendimia, esa época tan especial en la que… ¿se goza?

.- Victoria, ¿cómo ves la Vendimia? ¿Es la época de…?

De la desazón, del trabajo y del gozo. Porque todo se hace para cortar las uvas y traerlas a la bodega. Aquellos carros que pasaron a ser remolques. Aquella vida de los lagares, del vino, el olor del barrio antiguo de bodegas, lleno de aromas… Porque entonces se vinificaba en todas las cuevas, con cosechas también particulares, y aquellos trajines traían la esperanza de un año mejor, de otro año que repitiera con las misma calidad y la misma cantidad.

.- Y los gitanos españoles darían paso a otras gentes…

Después vinieron portugueses y rumanos, pero también de etnia gitana. Nosotros en estos momentos estamos haciendo las vendimias con senegaleses que están viviendo en Logroño. Y la verdad es que estamos muy contentos de su comportamiento. De su organización dentro de la viña. Algunos tienen parentesco y otros están unidos por estas faenas de trabajo. Tienen entre ellos una gran sintonía. Son éstas vendimias las mejores que hemos tenido. O así me lo parece. Y me quedo con ellos a pesar de los buenos recuerdos.

Victoria Cañas

HERMOSOS los racimos. Muy cercana la mirada del vendimiador senegalés.

.- Lo de Paco el Marujo es formidable, insuperable diría.

Recuerdo que le hizo un gran favor a mi padre cierto día. Le habían robado a un nieto suyo en Logroño. Paco pidió una foto del nieto “porque al nieto del Señor Víctor no le volverá a pasar nunca ná de ná”. Ellos tenían sus reglas. Y se cumplieron. Desbordaban alegría, y nosotros aquí siempre un poco más secos, pero conviviendo muy bien con toda la gente.

Victoria Cañas

OJO DE UNO de los depósitos en los que fermentarán al menos 20.000 litros de vino.

.- Ah, el Ciclo de todo un año, Victoria. La rueda. El silencio de las cepas con la savia en las raíces en enero… Hasta que un día se puebla de hojas y se llena la viña de verdes en verano… ¿Con qué época te quedas del Ciclo?

A mí me gusta el mes de abril, que tiene su desazón porque marca la cantidad. En marzo hay escarceos de savia que va apuntando, de pulgares que van engordando. Nos da miedo que salgan tan pronto, porque aún les van a venir noches muy frías. Pero yo creo que del diez de abril no se ha pasado nunca para los nuevos brotes.

.- ¿Qué “regla” siguen?, porque la Naturaleza tiene sus reglas, ¿no?

Dos reglas. Una, según los terrenos, porque en tierras aluviales a orillas del Ebro son más adelantadas. Y luego por razones de poda. A veces hay viñas que en ciclos muy secos -y no hay que olvidar que la sequía se acompaña de heladas, porque las noches son muy despejadas-, y los cielos muy rasos: entonces se para el viento y bueno, es tremendo. Se puede hacer un poda en febrero para retrasar la brotación.

Victoria Cañas

VENDIMIADORES cargando de esperanza y uvas en 2017 el remolque de la Vendimia.

.- ¿Qué decía tu padre?

Él decía que siempre una poda tardía era un medio hielo, porque la viña sufre. La época colosal de poda es diciembre. Antes se decía “quien poda con hoja, tiene la viña moza”, pero no es bueno. Es bueno que la savia esté bien atrasada, que ya haya caído todo y que no haya heladas para que no se agriete el corte por la helada del día siguiente. Respetando todas esas cosas, junio es un mes muy bonito porque ya está cubierta la viña. Porque ya ves las uvas y ves que la floración se va a hacer en cualquier momento.

.- Llega junio y entonces sufres por las tormentas que pueden venir…

Victoria Cañas

VICTORIA, Alfonso, Edurne y Antonio terminarán la vendimia este martes 26 de septiembre.

Sufres porque esas tormentas te destrozan la floración. O por un cambio de temperaturas muy fuerte entre la noche y el día, que también hemos visto que la savia baja y se puede producir ese corrimiento. Hoy el corrimiento lo damos por bueno porque es símbolo de calidad, una uva con menos granos, porque va a estar ventilada, y la maduración va a ser buena. Después hay una época que es tremenda, y es en agosto, cuando una cepa te dice que se está secando cuando uno de sus sarmientos se ha roto. Había un refrán que decía “si al amo quieres ver llorar, llévale a la viña al enverar”. El envero se produce en agosto.

.- Nosotros siempre pidiendo vino… pero la viña te pide agua en agosto.

Sí, ella te pide agua. Los días son muy largos, de mucho calor, y todo eso puede empezar el 20 de julio, y cuando hay lluvia, como dice el refrán, “la lluvia de agosto da miel y da mosto”. Ese agua le da a la viña el vigor suficiente para que la uva engorde y que el mes de septiembre se encuentre en su belleza plena.

Victoria Cañas

CARGAMENTO de uvas espera que los vendimiadores repongan fuerzas con una carne guisada.

.- Llega septiembre, un septiembre que en 2017 os ha llevado a casi toda Rioja Alavesa a vendimiar, adelantando el corte.

Septiembre marca la calidad. La marca por varios factores. Falta de lluvia total, suele ser desastroso. Demasiadas lluvias, también. Ya sabemos, “Septiembre o seca las fuentes o tira los puentes”. Ya hemos visto San Mateo meón, con exceso de agua, y vienen los focos de podredumbre, que ya no tratamos las uvas, porque se tienen que preparar para convertirse en vino.

.- Este ha sido un año curioso en lo que a las temperaturas se refiere.

Victoria Cañas

MARCOS Alexandre, trabajador de la bodega, come uvas en las viña. «Ricas- Ricas!»

Este año hemos tenido muchísimas tardes de cierzo. El cierzo suele ser un acompañante de la finura en el vino. De marcar buenos taninos, de marcar complejidades dentro de paladares delicados. Ese «mano de hierro pero con guante de terciopelo» puede ser un año como este de 2017. Hemos tenido la semana pasada noches frías, con 5 grados de temperatura. Ayer se registraron 6 grados durante la noche (se refiere al 21 de septiembre). Hay hojas en la viña que se comportan como si fuera octubre, como de color «vendimia»… y en vendimia estamos.

.- Se prepara un hermoso otoño de colores en la viña, Victoria.

Creo que vamos a tener un otoño con los colores de los impresionistas. Toda una gama con una paleta especial que podría traer a Rioja Alavesa ‘trenes’ de gente al espectáculo de las fotos del tiempo de la luz amarilla. Después querremos unos buenos chaparrones de agua para que el sarmiento engorde un poco y se reponga del trauma de haber traído su carga de uva.

Victoria Cañas

ES LA CALIDAD de la uva lo que hace sonreír a Diez-Caballero Cañas en la bodega familiar.

.- Y se pasa del “sin vivir” de abril, al relax de diciembre, que dura hasta el 15 de marzo.

Sí, cuando “el sol de marzo da con un mazo”, se nota en las caras de los hombres y las mujeres que vamos al campo, porque es un sol muy limpio. Hoy es verdad que los tractores climatizados ayudan a que se trabaje en buenas condiciones, para que todo se haga muy bien, y que disfrutemos cada vez más del campo, teniendo en cuenta que nadie nos va a salvar de la angustia de la cantidad y la calidad.

.- Se ve cómo sientes el ciclo entero. Es como si fueras campo, tierra, cepa, uva y sarmiento.

A fuerza de tacos. A fuerza de años, querido colega.

.- Y sensibilidad, Victoria.

Gracias, Julio.

28 respuestas a “Liturgia de la Vendimia con Victoria Cañas”

  1. Kepa Urdangarin dice:

    Magníficos personajes para un texto cercano y muy amplio. Personas que se juntan gracias a la Vendimia de Rioja Alavesa. Un formidable reportaje.

    Eskerrik asko!

  2. Me ha encantado leer el Blog, me ha colocado en vuestro lugar, en los viñedos, voy a pasar una mañana maravillosa pensando en ese paisaje tan bien pintado. Me han entrado ganas de vendimiar, de irme a Elciego, de visitaros, y desde aquí os mando un abrazo y os felicito por acercarnos a ese mundo mágico de la vendimia y del vino.

  3. Lea Madariaga dice:

    «Desazón, trabajo, gozo, esperanza…» el ciclo del vino, de nuestros viñedos es pura Vida. Magnífica crónica, una delicia.

  4. Rafael Goikoetxea dice:

    !Qué bien entra esta crónica, qué bonita está contada la Vendimia! Es la rueda de las estaciones, el remolino del vino y el factor humano en nuestro paisaje del vino y el viñedo. Oso polita!

  5. Isolina Garizurieta dice:

    Me sorprende gratamente el tono y los contenidos de este Blog. Agricultores y Bodegas familiares. Los que viven del campo, los que lo aman, incluso poéticamente. Me reconcilia con el necesario y, sin embargo, maltratado Periodismo.

  6. Sole Raya dice:

    ¡Qué maravilla es leerte! Hasta he podido oler ese aroma que desprende la vid recién cortada y el inconfundible olor del mosto en fermentación. Sí, al leerte todo se hace cercano, todo va envuelto en amor.

    • Blog Rioja Alavesa dice:

      Muchas gracias, Sole Raya. Es lo tuyo y lo nuestro, escribir y leer, librera de la cordobesa Montilla. Si conseguimos que en las palabras vaya la fragancia de un lugar, el hálito de un suspiro, la fermentación de los adjetivos… entonces miel sobre hojuelas. Salud y Saludos!

  7. Magnífico estudio antropológico de un pequeño colectivo humano poniendo sus ilusiones y esperanzas en una pequeña viña en un vallecito perdido y bellísimo en el sur de Euskadi. Una docena de mujeres y hombres bajo la magistral batuta de Victoria obtienen en unos días del otoño las riquezas para tirar buena parte del año y nos hablan de ellos y de sus mayores, de los presentes y los ausentes, del padre de Victoria y Paco el gitano, con su clan de los Marujos y de aquellos vendimiadores sorianos que cada año abandonaban su pueblo para venir a Rioja Alavesa.

    Pero sobre todo las fotos nos dejan ver sus caras risueñas, la alegría de Cheikh y su cuadrilla senegalesa que se van a llevar unos miles de euros que en su tierra dan para mucho, la alegría de Alfonso con ese contrato plurianual a 1,40, la cara de Antonio, el biólogo sabio que intuye que la añada 2017 será excelente, la sonrisa de Edurne que está haciendo, sin proponérselo, un Master gratuito de antropología y etnografía.

    Gracias a todos por este regalo, gracias especialmente a Victoria por ser la memoria joven y fresca de Rioja Alavesa.

    Victoria, si te parece, pásale mis datos a Edurne y dile que estoy a su entera disposición (de ella y su colega Josu) para profundizar en los aspectos en los que crean les pueda ser útil. Es muy importante ayudar a nuestros jóvenes licenciados y doctorandos a captar la íntima realidad de este rincón de Euskal Herria llamado Rioja Alavesa.

  8. Me gusta Victoria y me gusta su vino. Ambos son elegantes y pasionales. La esencia de su historia y de sus pasiones se intuye en cada sorbo de sus vinos.
    Enhorabuena por esa vida dedicada al vino.
    Un saludo muy cordial.

  9. Muchas gracias!

    Gracias Kepa Urdangarin, porque desde esas uvas pretendemos llegar a mucha gente y al decir «amplio» aciertas.

    Blanca Soto, te esperamos y te sentimos muy cerca porque se nota que vives lo que hacemos.

    Lea Madariaga, esa Vida con mayúsculas la conseguimos en la medida que humanizamos este trabajo en el que la Naturaleza aporta todo.

    Rafael Goikoetxea estás invitado a formar parte de este personal remolino.

    Isolina Garizurieta das con la clave: contar con la experiencia y el tono poético de Julio Flor son un lujo.

    Sole Raya, me pasa lo mismo, cuando leo a Julio nos envuelve, nos informa y queremos más a esta tierra Rioja Alavesa.

    Miguel Larreina, tengo a mi lado a Edurne. Las dos nos sentimos muy cómodas. Ella va a entrar para aportar sus comentarios. Tus reflexiones y elogios son de lujo. Como la vida misma aparecen unas hojas entre la uva, intentamos evitarlo pero hemos aprendido que por encima de teorías muy exquisitas la realidad, los sueños, la anticipación y la humanización de nuestras ilusiones son importantes. Tenemos una realidad que contar al mundo, el mensaje del vino lo podemos acompañar con voces preciosas. Por cierto, escuchar a nuestro vino cuando se sirva en una copa, qué buenas notas…

    Amelia Pereira gracias, eso sí que es hablar con conocimiento y cariño. Os necesito como clientes.

    • Blog Rioja Alavesa dice:

      Muchas gracias, Victoria Cañas. Ahora sí que la liturgia ha quedado redonda, cerrándose un buen círculo de reconocimiento y afectos. Por las vendimias que han de venir. Salud!

  10. Qué buen artículo, muy completo, os seguimos desde Lanzarote. Un abrazo!

  11. Edurne Urrestarazu dice:

    Muchísimas gracias Julio por este bonito reportaje, que guardaré con mucho cariño.
    He sido muy afortunada de encontrarme con esta familia generosa y de mucha experiencia. Nos dará una muy buena base para el trabajo que estamos elaborando. Conocer la tierra Rioja Alavesa desde esta cercanía es algo que llevaré siempre dentro.
    Agradecemos mucho la ayuda ofrecida por Miguel Larreina, y su interés: estamos leyendo tus trabajos y te seguimos. Me han pasado ya tu correo, así que en seguida nos pondremos en contacto.
    Un abrazo a todos!

    • Blog Rioja Alavesa dice:

      Muchas gracias, Edurne Urrestarazu. Una suerte compartida, y siempre una esperanza. Esa es la llama de todos los encuentros de fortuna. Que vaya muy bien con el trabajo de antropología que está en marcha para la Fundación Joxe Miguel de Barandiaran. Ya nos contaréis en el Blog. Zorte ona, ikusi arte eta mila esker!

  12. Precioso este artículo! Realmente me ha emocionado.

    Me gustaría usar una de las fotos para realizar un mural en un pueblo de La Rioja Alavesa. ¿Con quién podría ponerme en contacto para su permiso?

    Eskerrik asko!!

  13. Jose Ramon dice:

    Han pasado tres años desde este articulo.

    Mi esposa Alicia y yo conocemos personalmente a Victoria y desde el primer momento nos impresionó primero con su sonrisa, después su sencillez, más tarde con sus conocimientos y finalmente su religiosidad.

    Nos alegramos muchísimo de compartir con ella los cinco minutos casi diarios que nos cruzamos en nuestros paseos.

  14. Jose Ramon y Alicia Altuna, un flechazo en toda regla lleno de contenidos hermosos.
    Hoy también he pensado en vosotros durante el posible encuentro. Seguiremos y en mis cuentas os tengo presentes.

    Gracias. Ensancharemos nuestro interés por la belleza y el arte. Uniéndonos a los más jóvenes. Un abrazo.

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