Los grandes retos, deberes y propuestas para Rioja Alavesa en 2018.
El mes pasado recibí una sugerencia del Director del Blog para que “levantara mi mirada de los problemas puntuales” y escribiera en mi próximo artículo sobre “los grandes retos, deberes y propuestas para Rioja Alavesa en 2018”. Me pareció como una especie de carta a los Reyes Magos y sin pensarlo mucho le dije que sí, llevado no sé si por mi afición a la prospectiva o por un arrebato de arrogancia.
Miguel Larreina González *
El caso es que a las pocas horas comprendí mi osadía, me puse nervioso y empecé a documentarme y a recabar opiniones de aquí y de allá. Lo primero que hice fue estudiar las témporas de invierno desde el montecillo que domina toda la Comarca y al que subo cada año por Santa Lucía, emulando a los primitivos berones.
EL AUTOR del artículo oteando el futuro inmediato de Rioja Alavesa con amor y con humor.
Esto lo hice para ver cómo iba a ser el año meteorológicamente hablando, pues comprenderán ustedes que si sé que el año va a ser muy seco igual tengo que proponer la sustitución de viñas por pistachos y si por el contrario el año va a ser de mucha nieve igual propongo el arranque de viñas para instalar una estación de esquí.
Así que, desde el montecillo, analicé durante varios días los vientos dominantes, observé el vuelo de las cigüeñas y otras aves de “buen agüero”, me fijé en la fenología de olivos, almendros, romeros… y hablé con los pocos pastores que van quedando, que de este tema saben bastante.
Como no llegaba a conclusiones claras fui retrasando mi artículo con excusas pueriles (“ando muy ajetreado maquetando un libro” y demás) con la vana esperanza de que el tiempo me diera alguna luz. Sin darme cuenta, adopté la actitud pasiva de esos “rajoyes” que esperan que los problemas se resuelvan ellos solos con el paso del tiempo, pero ocurría todo lo contrario. Cada día que pasaba las incertidumbres crecían, lo del AVE no era una inocentada, lo de la Candidatura se complicaba más, la sequía no se arreglaba, las estadísticas de ventas eran confusas, me seguían poniendo en la taberna de Donosti vino foráneo como si fuera del país.
“AÑO de nieves, año de bienes”, un primer buen augurio para la Comarca.
Comprenderán ustedes mi desazón: ¿Cómo voy a plantear a nadie como un deber que Rioja Alavesa consiga el galardón de la UNESCO en este 2018 si un responsable de Logroño dice en la radio que el tema se congela un año más? ¿Cómo voy a proponer como reto comarcal la potenciación del viejo viñedo alavés si un Ministro se plantea como posibilidad destrozarlo para pasar un AVE? ¿Cómo voy a lanzar una propuesta de autogestión si en esta coyuntura nadie la quiere? Con esas propuestas incumplibles quedaría con ustedes “como Cagancho en Almagro” y para evitar ese ridículo no tuve más remedio que seguir analizando las coyunturas.
Por otro lado, mi estrategia de retrasar el artículo era sutilmente inteligente (“cuanto más lo retrase hasta el verano, más probabilidades tengo de acertar en el análisis”). Tuve buena prueba de ello hace unos días. cuando empezaron las lluvias o cuando me enteré de que el Diputado General de Álava había mandado una contundente carta al Ministro del AVE, hechos que me permitían ver el futuro con menos dramatismo del que hubiera tenido si hubiera redactado mi artículo hace 3 o 4 semanas.
Pero el jefe se percató de mi “jugada” de demorar mi entrega y me dio un ultimátum: “Artículo ya, o a la calle”. Y no era cosa de perder el trabajo en un momento en que nadie contrata a los que han cumplido los cincuenta. Así que di un último vistazo a las predicciones meteorológicas de la NASA, consulté con algunos economistas e ingenieros de la familia y elaboré mi diagnóstico 2018, después de encomendarme a San Vicente, patrono de los viticultores franceses y muy venerado por los viejos viticultores alaveses.
Ese ROMERO que tanto abunda en Rioja Alavesa, “que saca lo malo y trae lo bueno”.
Mi diagnóstico es claro y contundente. ¡Va a ser un buen año! La prosperidad en el 2018 no es solo un deseo, tiene también algo de profecía de autocumplimiento. Como los antiguos augures, tenemos algunos datos e indicios que nos facilitan la labor.
¡Va a ser un buen año para los viticultores desde el punto de vista climático! Como ejemplo de indicio, destacaré que estamos teniendo unas pequeñas nevadas y me acojo a la sabiduría popular para decir eso de “año de nieves, año de bienes”. Otro indicio es que hace frío estas semanas de poda y ya sabemos que el frío invernal es buen antídoto contra plagas primaverales, por lo que suponemos que será un año sin grandes problemas por este lado.
LAS tempraneras CIGÜEÑAS nos traen prematuramente “buenas nuevas” para el 2018.
Otra evidencia al respecto es que por fin está lloviendo esta primera quincena del año, por lo que podemos soñar con que esa racha de pertinaz sequía que venía sufriendo Rioja Alavesa en 2017 está llegando a su fin. Algún agorero me recordará que el agua de enero es buena para los sembrados y las fuentes resecas de la Sierra, pero que en nuestras viñas en ladera surten escaso efecto; cierto, pero también lloverá en primavera, tiene que llover a cántaros en los abriles para llenar de vino los barriles. Y por si no llueve todo lo que quisiéramos ahí está empezando estos días el Ministerio de Agricultura, con muchos años de retraso, las balsas de riego de Laguardia con el arranque de viñas consiguiente.
Los datos estadísticos me permiten augurar que será un año sin grandes calamidades meteorológicas. No nos toca otra gran helada hasta dentro de unos quince años, ni una pedregada masiva hasta dentro de cinco o seis. ¡Jo, Miguel, que esto no funciona así, con estadísticas! Cierto, pero déjenme creer estúpidamente en los números y las probabilidades: no va a helar en 2018. ¡Confíen en el “efecto Pigmalión”!
«¡PROTEJAMOS NUESTRAS VIÑAS, protejamos nuestro Patrimonio!
¡Va a ser también un buen año para los viticultores desde el punto de vista económico! Entre el hielo y la seca de 2017, un alto porcentaje de las cepas se durmieron en noviembre bastante débiles, con menos reservas de lo normal, por lo que todo apunta a que tendremos una cosecha corta y unos precios de la uva altos, dada su escasez relativa. Esos altos precios de la uva seguirán estimulando a algunos cosecheros a dejar de hacer vino, vendiendo su cosecha como uva, porque el mercado se está complicando cada día un poco más para los pequeños. El avance de datos estadísticos de comercialización del vino Rioja nos dice que las ventas siguen estancadas en volumen. ¿Cómo se habrá comportado la campaña de Navidad?
Va a ser el 2018 un año importante, trascendente también por lo que respecta a temas colaterales relativos a Rioja Alavesa, como el cacareado AVE, la famosa Candidatura a Patrimonio Mundial de la UNESCO, la publicitada autogestión alavesa en materia de identificación y promoción de nuestros vinos,…
LAS fuerzas de Rioja Alavesa y de Álava pueden con Aves y con Abas
Alguien pensará que en esta poco poblada comarquita del sur de Euskadi nunca pasa nada, y hete aquí que van a ocurrir en este 2018 muchas cosas: están naciendo colectivos y propuestas interesantes de autoafirmación, se van a celebrar efemérides muy importantes, se van a organizar encuentros ilusionantes,…
Va a ser muy buen año el 2018, pues es un año preelectoral, de fin de legislatura en Álava, y esto siempre nos depara sorpresas agradables. Va a ser también un año importante , uno de los más importantes del resto de nuestra vida, y lo va a ser para todos nosotros, para el viticultor que se libró de la helada y ha tenido unos ingresos formidables, para el viticultor que no se libró y ha tenido un año sin beneficios, para el viticultor viejo que está organizando su herencia entre sus hijos, para el cosechero cansado que va a decidir si sigue elaborando o se pasa a mero vendedor de uva, para el pequeño bodeguero que decide abrir nuevos y lejanos mercados, para el estadista que busca alternativas de autogestión de Rioja Alavesa, para el poeta que solo quiere días de vino y rosas, para el “antisistema” que todo lo ve negro, para el analista que ve toda la gama de grises entre el blanco y el negro, para el egoísta que sólo habla en clave de yo, para el altruista que tiene mucho de Sísifo…
DUELE ver cómo se arrancan unos pocos viñedos, aunque sea para traer agua a esta seca tierra.
¡2018 va a ser un gran año para Rioja Alavesa! Un año de trabajo recompensado, de sueños cumplidos, de metas alcanzadas. Un año íntegramente vivido, con ilusión, pasión, alegría y mucho sentido del amor y del humor, como el que yo he pretendido poner en este artículo.
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Que tus pronósticos en favor de los pequeños cosecheros,
Se cumplan.
Que a los viticultores, sea año de bienes.
Que la cordura entre en la cabeza de los malos dirigentes del país.
Que la UNESCO, nos apremie y nos premie con la deseada Candidatura.
Que por fin en Euskadi conozcan que RIOJA ALAVESA EXISTE, que elaboran vino y que es muy bueno.
Pero donde has dado en el clavo, amigo Miguel, es que este año 2018, se van a volcar a cuidar los políticos a los ciudadanos de RIOJA ALAVESA… porque, cuando acabe el año, comienzan a examinarse los partidos.
Suerte en tu pronóstico, porque si se cumplen los deseos y expectativas… tienes un puesto asegurado en TV como hombre del tiempo.
Un abrazo
Muchas gracias, Dalmacio. Que nunca nos falte el amor… ni el sentido del humor.
Saludos cordiales.
Hagamos caso al viejo refranero! Año de nieves,año de bienes!
Parece razonable este pronóstico para 2018 en el que,si todo sigue lo previsto,con un poco de «laissez faire» (dejar hacer,que las cosas vayan por sí solas),Rioja Alavesa irá razonablemente bien. La clave está en ser capaces de aspirar a más que ese laissez faire. En impulsar esa candidatura y todo lo que ello implica de «blindaje» del territorio,posicionamiento de marca y refuerzo del atractivo.
Salud y buen año!
Muchas gracias, Iñaki. Saludos
? ja,ja,ja,ja… Gracias, amigo Dalmacio. Ya sabes que estoy buscando trabajo y ese de hombre del tiempo con Ana Urrutia suena muy interesante
Que no falte la alegría, en el Blog. Ni la sonrisa. Gracias, Miguel.
Cuantas verdades se pueden decir con sentido del humor.
Esos son los verdaderos sabios, que para sembrar cizaña….!!! El mundo está lleno de candidatos!!!.
Enhorabuena.
Gracias, Alberto. Un abrazo!
Qué complicado me lo pones.¿ Qué espero ?
Entiendo que como siempre unos verán el vaso medio lleno y otro medio vacío.
Mis ganas, mis ilusiones, mis esperanzas, mi confianza en la colectividad me hace inclinarme a ver el vaso medio lleno.
Pero para que así suceda, necesitamos no dormirnos en lo laureles, tener sentido de colectividad, buscar el bien grupal, sentir Rioja Alavesa, quererla.
Ah!, y mucha autoestima. Fundamental para creer y tener ganas de trabajar por esta hermosa tierra , que es Rioja Alavesa, en una visión transversal, social , económico, cultural, …
Muchas gracias, Fernando. Un abrazo!
Sí, has puesto mucha ilusión, es un artículo muy optimista y tiene una alegría y un humor contagiosos. Qué bien empezar el año así, con esas ganas y poniendo por adelantado al posible mal tiempo -que no hará..-, buena cara. Yo la verdad es que creo en tus predicciones halagüenas.
Conque oteas las témporas desde ese montecillo tan precioso, eh!. Pues qué buena costumbre y qué entendido en materia de témporas. Eso junto a la sequía que parece que no será tanta, ni las heladas ni tampoco las pedregadas, unido al vuelo temprano esta vez de las cigüeñas, ¡parece que el pronóstico es de lo mejor! Que sea como dices, Larreina.
Por cierto, no sé si porque soy de abril pero me ha gustado mucho ese dicho de la lluvia de abril y los barriles. Muy bonito artículo
Muchas gracias, Karmele. Saludos!
La verdad, Karmele, que me he inventado el refrán de abril, como casi todo lo demás, incluido lo de las témporas. En todo caso, muchas gracias por seguirme la broma y por seguirnos en el blog tan activamente. Creo que algún día deberíamos conocernos personalmente. ¡A ver si el Jefe coge la indirecta y organiza una comida de trabajo entre colaboradores y blogeros asiduos y participativos!
Muchas gracias, Miguel… aunque por primera vez no sé a qué te refieres, je je. Todo se andará, don Antonio.
Eso es. A ver si hacemos un hecho de esa reunión a la que iría encantada. Qué bienn. Y cómo…¿que es inventado lo del refrán de abril? Pues es que yo soy muy crédula, pero me ha parecido tan bonito como para incluirlo en el Refranero con todos los honores. Viva la imaginación y el lenguaje bien expresado.
Karmele, con ese reconocimiento a Miguel, te estás ganando la reunión… pero ya sabes lo que dice el refranero: «En enero, lo mismo crece la nieve, que desaparece. También acontece con las comidas de trabajo: igual que se imaginan, se van al carajo». 😉 Muxuak.
Gracias Miguel,
Por este augurio. El AGUR romano que servía de saludo.
De los patronos de la zona el Dom Ostia, abogado de la peste, San Vicente y San Gregorio eran los más venerados.
El Señor de Ostia, San Sebastián fue sustituido, en plan moderno, por San Roque, pero tenemos que recuperar a Donostia y San Vicente que son más antiguos.
Pronto brindaremos con el 2017, un vino excepcional.
Un gran abrazo.
Muchas gracias, Victoria.
A propósito de los santos que nos recuerda Victoria, hoy es San Antonio Abad, muy socorrido por la generación de nuestros padres, abuelos y bisabuelos, cuando las mulas y asnos eran una ayuda vital en la viticultura, cuando de su salud dependía la salud de la familia. Hoy se llevaban a bendecir las caballerías, así como los otros animales de la casa (el cerdo, las gallinas, etc). Algún día deberíamos hablar de la trascendencia de media docena de santos en la viticultura anterior a 1970, antes de ayer.
Cuando tú quieras, Miguel. Salud y Saludos!