MUCHÍSIMO antes de que existiera el ser humano, hace la friolera de 60 millones de años, en la edad geológica del Eoceno, aparecieron nuevas especies de animales, como caballos y elefantes primitivos, así como algunas plantas, entre ellas las Vides Silvestres.
LA noticia se publicó en 1990, con JC Sancha en imágenes.
Viajamos hoy en el tiempo, muchísimo más allá del Paleolítico, cuyos inicios se produjeron hace 2,5 millones de años. Entramos en la máquina del tiempo con el profesor y bodeguero Juan Carlos Sancha para viajar hacia atrás a un tiempo que a la mente humana le cuesta abarcar.
Es más sencillo decir que la aventura nos lleva siete kilómetros más allá de los límites de la DO Rioja, al pueblo de Anguiano, situado a orillas del río Najerilla, en la vertiente oriental de la Sierra de Cameros, al pie de imponentes riscos, rodeado de bosques y parajes naturales de gran belleza.
JUAN Carlos Sancha nos trasladó desde el Cerro la Isa hasta Anguiano…
El presente artículo surgió el pasado 29 de mayo, cuando Amaia Goikoetxea y yo visitamos las viñas de Juan Carlos Sancha y Marian Nalda. Aquella mañana de sol, el vitivinicultor de Baños de Río Tobía, que aúna en su persona Ciencia, Viña y Vino, despertó toda mi curiosidad sobre las vides que surgieron seis millones de años después de la extinción de los dinosaurios.
Como es sabido, Sancha posee una de las mejores formaciones académicas en algunos de los asuntos que ocupan al Blog.
Fue precisamente una sencilla pregunta sobre su currículum la que puso en marcha la ‘expedición’ desde el Cerro la Isa, en Baños de Río Tobía, hasta el bosque de Anguiano, donde aún habita, encaramada a los árboles, la Vid Salvaje de la Prehistoria, que surgió casi 57 millones de años antes de que la humanidad primitiva se pusiera en marcha.
DOMINAR el espacio y, en cierta forma, la supervivencia de un lugar.
Para contestar la pregunta sobre su currículo, Sancha recordó sus estudios de ingeniería en Zaragoza, luego un Master en Madrid, y posteriormente la licenciatura de Enología en La Rioja, llevando a cabo posteriormente su tesis doctoral en Pamplona y Logroño, sobre “La recuperación de variedades antiguas y vides salvajes”.
.- Así que sobre la recuperación de vides salvajes, ¿eh?
A veces una pregunta enciende una luz en la penumbra, pone en marcha un viaje a lo desconocido, levanta una bandada de pájaros o enhebra un sortilegio de palabras.
«¿Has visto alguna vez las Vides Silvestres o Salvajes?», me preguntó Sancha a continuación.
DIAPOSITVA que Sancha ha mostrado en diferentes zonas vitícolas.
.- Nunca, le dije.
Entonces te voy a llevar un momento a una zona no muy lejana para que las veas.
.- Genial.
Mientras llegábamos, viajando en su coche, un Hummer todo terreno, las preguntas continuaron, vaya si continuaron.
.- Claro está que esas vides nacen espontáneamente.
Te voy a llevar a un bosque para comprobar si veis o no las cepas y los sarmientos. ¡En pleno bosque, eh! Allí te cuento.
.- ¡Qué más puede pedir un periodista que escribe de viñas y vino!
PRESENTANDO nuevas variedades en La Universidad de La Rioja.
Algunos autores -continua Sancha- la consideran una sub especie, mientras otros la denominan «Vitis Silvestre», que vendría a ser la antecesora de las vitis cultivadas.
La teoría más admitida es que las vides actuales que cultivamos son una hibridación natural de las que trajeron a España griegos, fenicios y romanos. Unas vides que aportan el hermafroditismo.
La vid salvaje que vamos a ver ahora, lleva 60 millones de años viviendo en la Tierra.
.- ¿Tanto, eh?
Lo que oyes. De la vid salvaje hay plantas macho, que transmiten el polen y no dan uvas, y plantas hembra que sí dan uvas.
AQUÍ está la Vid Silvestre, con 60 millones de años de historia.
.- ¿Se podría hacer vino con esa vid prehistórica?
Hemos elaborado vino en la Universidad de La Rioja. Tenemos una duda: si nuestros antepasados hicieron vino con esa primera vid, porque es muy fácil hacerlo.
.- ¿Cómo resulta ese vino de la Vitis Silvestre?
Malo, malo de verdad. El único interés que tiene es desde el punto de vista científico. Para recoger sus racimos, trajimos un camión de bomberos, con una escalera de veinte metros de altura… Así que a ver si eres capaz de ver luego las vides silvestres, Julio.
CON su humilde zarcillo susurrando «aquí estoy, vitivinicultores!».
.- Me acabas de dar una pista, anunciando que está en la parte alta de los árboles.
Bueno, bueno. Si la ves te regalo una botella de vino, jajaja.
.- Bien. Me lo has puesto fácil con la idea del camión de bomberos.
Cuando traigo a los fotógrafos, ellos están acostumbrados a sacar fotos de arriba abajo, mirando nuestras cepas cultivadas, pero al poco se percatan de que aquí hay que fotografiar a la planta de abajo arriba.
SANCHA contestó muchas preguntas, también las de Amaia Goikoetxea.
.- Estamos en los límites de la DO Rioja
Exacto. El límite está aquí, donde termina Bobadilla. Ahora nos encontramos en Anguiano, un pueblo ganadero que no forma parte de la Denominación de Origen Rioja.
NO queda otro remedio que fotografiarlas desde abajo.
.- Así que las vides prehistóricas se encaraman a los árboles.
Es que la vid, en su estado salvaje es una liana, como en las películas de Tarzán. Si tiene la forma de vaso o de espaldera es porque los humanos le hemos dado esa forma. Pero en su hábitat, de forma natural, es una liana.
Todo el mundo cree que la vid es tal y como la cultivamos los humanos. Pero estos es como esa historia de los niños de ciudad a los que le pides que te dibujen un pollo, y te lo dibujan asado, sin cabeza y sin plumas, y con las patas hacia arriba.
.- Veo que estamos llegando.
Estamos en un punto accesible, aunque las mejores Vides Silvestres están metidas bosque adentro. Bien… En breve me dirás dónde están «las viñas» en este bosque.
SEGUIDLE la pista, seguro que la veis.
.- Estamos fuera de la DO. ¿No hay entonces Vides Silvestres en lo que es propiamente la DO Rioja?
Nosotros tenemos georeferenciados 228 individuos, tanto machos como hembras, que queremos preservar y conservar, no vaya a ser que vengan los de montes, hagan una limpieza, y acaben con todas ellas pensando que es un matojo más. Pero están fuera de la DO como tal.
.- ¿En qué otros puntos de la geografía española se encuentra?
Hay también en Cádiz, en la Sierra de Grazalema, o entre Navarra y Aragón, en el Roncal, pero la más importante es esta de Anguiano.
“Bueno, ¡atención!”, anuncia Juan Carlos: “Yo ya la estoy viendo!”.
«YO ya la estoy viendo!».
Hemos aparcado el vehículo todoterreno, nos movemos entre árboles de vegetación espesa. Nos ponemos a mirar hacia arriba, a lo alto de los árboles.
Y de repente veo entre las ramas de una encina hojas de vid de diferente tamaño, con sus zarcillos juguetones.
“A ver Julio Flor, ¿dónde está la Vitis Silvestre?”, me pregunta Juan Carlos Sancha con su amplia sonrisa.
.- No me digas que son esas hojitas que veo en lo alto del árbol.
¿Lo ves aquí, no? Y ahora lo ves allí más arriba, ¿no?
.- Sí señor, lo veo y creo en el mensaje que encierra.
AHÍ están, viendo pasar el tiempo, sobreviviendo en la eternidad.
Nunca lo habías visto antes, ¿eh?
.- No sabía ni tan siquiera que existía, le confieso. Pero si no sabes que existe, entones no la verás. Te pasará desapercibida.
Las más bonitas están dentro del bosque -asegura Sancha-. Pero mírala ahí arriba, cómo va trepando. Son más bonitas en otoño con el cambio de color de la vid, cuando las hojas se ponen rojas, pardas, ocres…
.- Maravilla.
Es increíble cómo es capaz de seguir viviendo. ¡Quién nos iba a decir que aquí, en el follaje del bosque, hay cepas!
.- ¿Lo sabe la gente mayor de la zona?
Ya no lo sabe. Antiguamente nosotros identificamos la primera población de Vitis Silvestre, o Vitis Salvaje, en el valle del Roncal, entre Navarra y Aragón.
BÚSCALA, solapada entre las ramas del árbol.
.- Hagámoslo más oficial aún. Recapitulemos, por favor. ¿Dónde estamos?
En un bosque donde tenemos individuos de Vitis Silvestre o Vides Salvajes. Son las antecesoras de las vides cultivadas. La teoría actual sobre el origen de las vides que cultivamos, que son todas hermafroditas, con todas las cepas dando uva. que son una hibridación entre las que trajeron los romanos, que aportan el hermafroditismo, y se mezclan con polen que aportan las Vitis Silvestris.
.- En su forma natural, según veo, es como una larga liana.
Una liana que vive en el bosque, en este caso sobre una encina, que apoyada sobre ella van creciendo diez, veinte y hasta treinta metros de longitud. Hay machos, que aportan polen y no dan uva, y hembras que dan uva.
ESTA ya es otra historia, la de las viñas cultivadas y mimadas.
.- Son individuos distintos.
Uno puede estar sobre un árbol, y la otra en el árbol de al lado, o en un árbol que está veinte metros más allá. Es una forma para sobrevivir mejor.
.- ¿Es más natural esta forma de reproducción que las cepas hermafroditas?
Sí, claro.
TAN jovencitas, en comparación, a plena luz del verano de 2022.
.- Vuelve a repetirlo, porque has dicho que este tipo de vid tiene SESENTA MILLONES de años.
Eso es. Sesenta millones de años. Y lo digo alto: porque a veces los viticultores pensamos que la vid se muere sin nosotros. Nos creemos fundamentales al pensar la vid no existiría sin nosotros.
TRATAR las cepas como un viticultor, con ojos de científico.
.- Está claro que no es así.
La vid lleva viviendo sesenta millones de años, cuando aquí, como en tantos sitios, nadie la poda, nadie la sulfata, nadie la riega. Y aquí está, viviendo desde hace sesenta millones de años sin nosotros. La vid no nos necesita.
.- ¿A qué sabe una uva de esta Vid Salvaje?
Es muy ácida, muy pequeñita, todo piel, todo semillas, porque la planta lo que busca es perpetuarse. Ella quiere producir semillas, para lo que no necesita tener un grano grande de uva.
MIRANDO desde La Rioja, con Rioja Alavesa al fondo.
.- ¿De qué otras cosas tenéis constancia?
Tenemos constancia de que la gente se comía las uvas de la Vid Salvaje. Les llamaban antiguamente «parruzas» en el Valle del Roncal, donde las recolectaban al igual que a las moras, o las endrinas para hacer pacharanes. Estas uvas tenían una maduración complicada que, a veces, en pleno bosque, no recibían la necesaria cantidad de luz para prosperar.
Si se las comían, ¿por qué no pensar que en algún momento los seres humanos pudieron hacer vino con ellas? Es algo que no sabemos.
.- Evidentemente están en las alturas de los árboles, pero sus raíces están en tierra.
Ellas nacen siempre de semilla, mientras que todas las vides que nosotros tenemos de Tempranillo o Garnacha se han reproducido de forma asexual, con un trozo de sarmiento, o por injerto.
Éstas nacen de semilla, por eso cada individuo es diferente. No hay dos plantas iguales, incluso las hojas son distintas.
.- Ahí la vemos cómo ha trepado árbol arriba.
En el bosque la Vid Salvaje va buscando la luz. Creemos que esa es la razón por la cual existe una adaptación tan importante de la vid a zonas climáticas tan diferentes como por ejemplo Almería, que tiene muchísima luz, o la zona de Rhin en Alemania, donde hay menos luz.
.- ¿Por qué?
Porque cuando nace la semilla lo hace en penumbra total.
JUEGO de luces y sombras en el discurrir del Sol en las viñas.
Así va creciendo, escalando el árbol, hasta que de repente llega arriba y se encuentra con toda la luz del mundo. La Vid Salvaje se ha adaptado muy bien a la sombra y al Sol.
.- ¿Cuándo supiste de la existencia de estas vides?
Hace ya treinta y cinco años.
.- ¿Con qué gesto recibiste la noticia?
LA VIÑA, que tanto mira por la felicidad humana.
Se me puso cara de sorpresa. Entonces fue noticia del Telediario nacional de TVE. Hasta entonces no se había encontrado en la Vid Salvaje en España. De hecho en Francia no se tiene constancia que existe.
.- ¿Existe esta Vid Salvaje en algún lugar de Euskadi?
Hay alguna referenciada en el País Vasco, pero no sabría decirte exactamente en qué parte de Euskadi tenéis la Vid Salvaje.
.- Habrá que encontrarla. Ha sido una cita con la prehistoria, un viaje extraordinario a tiempos muy remotos, en este museo vivo al aire libre de Anguiano. Sería magnífico encontrar un día las Vides Silvestres de Euskadi… Ese será otro viaje.
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Magnífico artículo. Soberbia la participación de Juan Carlos Sancha en el Blog.
Menuda estela la que va dejando este blog.
Zorionak, Julio!!
Eskerrik asko, Jon
Después de leer este gran artículo, no sé qué decir. Me basta con animarte a seguir contando lo que nos cuentas, y la forma en la que lo haces. Qué manera de disfrutar, sabiendo que estás entregado en cuerpo y alma a la Cultura en general, y a la cultura del Vino en particular.
Muchas gracias, Aguilera
Precioso el artículo. Enhorabuena
Muchas gracias, Esther
Por si acaso tenemos la idea de saber mucho o poco del mundo del vino… Juan Carlos, Julio y el Blog nos abran nuevas fronteras, a cada cual más novedosa e interesante. Felicidades por el esfuerzo.
Muchas gracias, Alberto.
«Hace 60 millones de años, en la edad geológica del Eoceno». Algo no cuadra…
En el Eoceno, Rut. Tratando de situarlo en esa edad geológica del Planeta. Entonces surgieron estas vides silvestres o «vides salvajes». Juan Carlos Sancha habla de 60 millones de años, y corroboran otros científicos consultados por el Blog… año arriba, año abajo. ¡Qué vértigo, no! Muchas gracias, y saludos cordiales.
Hace 60 millones de años estábamos dentro del Paleoceno, como lo corrobora la tabla oficial cronoestratigráfica de la IUGS (Unión Internacional de Ciencias Geológicas). Científicos hay de muchas ramas pero son estos quienes definen las eras, épocas y pisos (aunque la geología esté desapareciendo de los institutos y universidades). El Eoceno, se situaría entre 4 y 22.1 millones de años después. Para hacerse una idea, el primer homo conocido (que no hombre) ha tardado 2.58 millones de años para evolucionar hasta lo que somos ahora. Adjunto el enlace desde donde se puede descargar la tabla cronoestratigráfica: http://www.iugs.org/ics.
Por lo demás, interesante artículo.
Saludos
Muchas gracias, Rut