Cada cual tiene su idea de Dios, que será acertada si nos lleva a la realización personal y comunitaria. No entiendo que se pueda creer en Dios y no creer en las personas.
Sé que se puede vivir y ser buena persona sin creer en Dios, pero la fe da un sentido a mi vida más definido, más desinteresado, que me hace vivir en paz conmigo mismo y con los demás. “Mi Dios” no es propiedad de ninguna religión, de ninguna creencia.
Si me preguntas en qué Dios creo, te diré primero en qué dios, con minúscula, no creo:
No creo en un dios Banco internacional, que socorre, reparte y cobra intereses tarde o temprano. No creo en un dios curandero. No creo en un dios con un caramelo en la mano derecha y un látigo en la izquierda premiando o castigando.
No creo en un dios administrador al que deba rendir cuentas. No creo en un dios policía que controle mi conciencia. No creo en un dios que solucione mis problemas, sino en un Dios que me ayuda a solucionarlos.
Dios es el amigo fiel que me acompaña siempre, unas veces animando, otras corrigiendo, otras sufriendo conmigo y muchísimas veces aguantándome.
Creo en el Dios del portal de Belén, humilde, necesitado.
Sí, pienso que Dios me necesita, que nos necesita a todos. Puso la primera piedra en la creación y necesita de todos para terminarla.
Él quiere instaurar en el mundo un reinado de hermanas y hermanos que se cuiden todo el año, donde los mejor atendidos sean los últimos, donde todos confiemos los unos en los otros, nos queramos y ayudemos. Ése es el sueño de Dios.
Si me preguntas cómo me imagino a Dios ante la catástrofe de la Dana de Valencia, por ejemplo, te diré que sufriendo y muriendo con las víctimas, animando a los voluntarios y colaboradores, dando esperanza. La imagen de las iglesias convertidas en albergues, comedores y almacenes es la verdadera cara de Dios.
Si me planteas cómo veo a Dios en Rioja Alavesa, te diré que lo veo preocupado de que sus fieles tiren la toalla, de que se dejen aplastar por las circunstancias. Por mi parte siempre le veo a su lado en el sufrimiento, animándoles y serenándoles.
Creo además en otra vida, una vida en la que Dios va a calmar mi sed. Esa es la fe que siento.
“¿Cómo es tu fe?”, me preguntarás. La fe no es aceptación de unas enseñanzas, no es estación de parada, es camino. Por eso cada uno debe tener su propia fe, como tiene su propia manera de andar por la vida.
A mí me ayuda a vivir, a saber encajar cada pieza en el puzle de la vida, a saber acercarme a mi vecino con respeto, con confianza, con buenos sentimientos, porque pienso que todos somos hijos del mismo Padre, que a ellos les quiere como me quiere a mí.
Y, para no cansarte, termino confesando que Dios es mi ejemplo a seguir. De verdad te digo que quiero parecerme a Dios, pero no en su poder, sabiduría y eternidad, sino en su bondad.
Me puedes llamar iluso, inocentón, anticuado, etc., pero añadiré algo más: si resulta que no hay nada, ni Dios, ni eternidad, no me importa. “Has vivido engañado”, me podrás decir, pero, en medio de mi ignorancia, te contesto: ¡Dichosa mentira que me ha ayudado a ser feliz!
Pero ¡ojo!, mi fe, que es mentira para muchos, es para mí una gran verdad.
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Nacido en Laguardia (9 julio de 1937), Antonio Mijangos se ordenó sacerdote en 1961. Estuvo en Obecuri y otros dos pueblos de la Montaña Alavesa hasta finales de 1964 en que fue trasladado a Vitoria, donde permaneció un año, marchando a Ecuador en octubre de 1965. Regresó definitivamente de Ecuador a finales de 1979, catorce años después.
El obispo le nombró párroco de Laserna y Assa y coadjutor de Laguardia. Así estuvo hasta 1982, en que se reestructuró la atención pastoral de la zona y cuatro sacerdotes se hacen cargo de Laguardia, Páganos, Villabuena, Samaniego, Baños de Ebro y Elvillar.
En septiembre de 1991 se le nombró cura encargado de Nanclares de la Oca, Valle de Kuartango y Ribera Alta con otros dos sacerdotes: Cruz Briones, de Laguardia, y Alfredo Zabala, de Oyón.
En 1996, acompañado de Alfredo Zabala, se encarga de la parroquia de Agurain, permaneciendo allí hasta el año 2001 en que ambos regresaron a Laguardia hasta octubre de 2021, en que se jubilaron. Desde entonces vive retirado, si bien colabora con la parroquia de Laguardia en actos puntuales, manteniendo su afición por el diálogo sincero, la lectura y la escritura.
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Bonita manera de comenzar el día de Navidad, que significa «nacimiento». Como nacer, casi renacer, con palabras de sentimiento. Eskerrik asko, Antonio. Eskerrik asko, Julio
Eskerrik asko, Arene
Qué bonitas palabras, qué estimulante esa visión de Dios acompañando a los viticultores de Rioja Alavesa en su sufrimiento, serenándoles y animándoles para que no se dejen aplastar por las circunstancias.
Gracias, Miguel
Esta hondura de Antonio Mijangos, expresada con la sencillez del portal de Belén, compensa para mí toda la nadería y superficialidad que existe en el mundo.
Gracias, Lea
El proyecto de vida de Antonio Mijangos es muy claro: ser feliz, y lo consigue a través de su fe, creyendo en Dios, del que hace una espléndida interpretación basada en ‘valores’. Esos valores, de los cuales carecen muchas personas de la sociedad actual, ayudan a las más vulnerables: solidaridad, humildad, esperanza…
Felices Fiestas, amigas, amigos. Feliz Navidad Antonio, Julio. Por un 2025 de paz en el mundo.
Gracias, Carmen
Muy buena entrevista para el día de Navidad.
Antonio, siempre en tu línea, con pocas palabras nos haces pensar.
Nos sentimos afortunados por contar con tu amistad.
FELIZ NAVIDAD
Gracias, Conchi
Comparto con Antonio la idea de ese Dios bondadoso, que sufre y se alegra junto a nosotros.
Creyendo en ese Dios cercano, como dice Antonio, es imposible creer en Él y no creer en las personas, asunto muy importante en estos momentos en la Comarca.
Por eso estoy convencido que los que decimos que tenemos esta idea de un Dios que ayuda, que es amigo fiel, que es humilde, y que atiende especialmente a los más necesitados, tenemos un plus positivo en salida final de esta situación vitivinícola que tanto está repercutiendo en Rioja Alavesa; pero sabiendo que este Dios no soluciona problemas, nada llegará sin el esfuerzo personal de cada uno de nosotros, de la búsqueda de la calidad, del trabajo, de la bondad y acompañamiento entre todos por superar este momento tan delicado en el que vive el mundo del vino.
Gracias, Fernando
Aupa Antonio.
Eres testimonio y referencia para vivir según la vida de Jesús.
Humanismo comprometido, solidario con los que sufren.
Eguberri On.
Eskerrik asko, Jesus Mari
Con sus palabras nos hace reflexionar el momento que vivimos
Gracias, Nacho
Tienes algo especial para comunicar
Mucha razón en tus palabras
Y nos animas a seguir luchando
Por la verdad Feliz Navidad
Y que sigas así
Gracias, Miguel Ángel
Zorionak zure blogean azadutakoen gatik, ederra Antoniorena eta argazkiak.
Osasuna, ongizatea eta libertatea desio dizut.
ZORIONAK eta URTEBERRI ON.
Eskerrik asko, Jesus Mari
Preciosas y sensatas palabras de D Antonio. Siempre hablando con todas las personas con las que se encuentra.
Gracias, José
Divinas palabras, Antonio Mijangos.
Me sumo al intenso deseo de Paz para el mundo en 2025. Bakea orain!
Eskerrik asko, Begoña
Paz ahora y para siempre. Paz
Gracias, Juan
Espero de los europeos en general, y de los cristianos en particular, que tengan en cuenta, que hagan algo contra el genocidio del pueblo palestino. Paz y Justicia
Gracias, Txiki
Gracias, Julio. Interesante encuentro con Antonio. Me ha servido muy bien para la homilía del día de Navidad. Un abrazo.
Gracias, Ernesto
Mi agradecimiento más sincero por vuestros comentarios y vuestros WhatsApp. Son para mí una inyección de ánimo y estímulo. Y a ti, Julio, muchas gracias por lo magistralmente que has expuesto mi modo de pensar y de vivir.
Eres tú quien lo hace posible con tus palabras y tu manera de pensar y vivir. Gracias, Antonio
Querido Antonio: ya conoces, de sobra, mi cercanía con ese imaginario del Dios cristiano que preside tu vida. Comparto y experimento contigo su debilidad, cercanía y acompañamiento; en definitiva, su «carne», particularmente, en la de los últimos de nuestros días, empezando por los de la Rioja Alavesa. Y también comparto contigo su programa de vida, recogido en el monte de las Bienaventuranzas y en la parábola del juicio final: «lo que hicisteis a uno de estos más pequeños a mi me lo hicisteis». Y, desde luego, la importancia que tienen en tu vida (y en la mía) esos chispazos o murmullos de plenitud, fraternidad, belleza y autenticidad que también nos sorprenden y que disfrutamos como anticipaciones del final que nos aguarda al final de nuestra existencia. O, dicho de otra manera, como el combustible que nos permite seguir caminado sin arrojar la toalla. Tú eres para muchos de nosotros una de esas alentadoras anticipaciones, es decir, un regalo por tu autenticidad, sencillez y coherencia.
Gracias, Jesus
Ese Dios que parece ausente en esta sociedad egocéntrica y deshumanizada se hace presente en la sencillez, sabiduría, honestidad y gran bondad de nuestro Antonio.
Su presencia es una invitación a seguir creando un vivir solidario y justo, como lo hace Antonio
Gracias, María Jesús
Muchas gracias, Antonio.
Tú estás en la palabra y en los hechos.
Que el Niño-Dios te bendiga y te ayude.
Gracias, Gabriel