MARCOS Eguren posa para el Blog entre barricas.
“Hay dos maneras de ver el mundo del vino. En una le das la identidad en la bodega. Y en la otra se la das en el viñedo. Nosotros hemos potenciado el carácter primario haciendo el vino en el viñedo”.
La entrevista será una “road movie”, la primera que llevo a cabo totalmente sobre la marcha, a través de un viaje por carretera, de un lugar a otro sin parar y sin apagar la grabadora, cruzándonos con perdices, conejos, una cigüeña y un águila.
HABÍAMOS quedado en Viñedos de Páganos a las 8:30H.
La conversación viajará en coche por los caminos asfaltados o pedregosos de San Vicente de la Sonsierra. Nada más llegar a Viñedos de Páganos montaremos sobre cuatro ruedas.
LA mañana era perfecta para visitar el mundo de Marcos.
Iremos en su coche a la bodega madre, al viñedo, a la nueva bodega que llevan construyendo 18 años, para acabar sobre una colina donde su padre de 92 años almorzó muchas veces sobre una mesa de piedra, disfrutando de la felicidad que anida en este paraíso vitícola de Rioja Alavesa-Sonsierra.
En esa colina, sobre uno de los meandros del Ebro, se reúne Marcos mentalmente con sus ancestros, su bisabuelo, su abuelo y su padre, tan presente a lo largo de la conversación, dejando entrever que es un eslabón más de la cadena que mueve la vida vitivinícola desde sus 66 años recién cumplidos.
ES una mesa… pero por momentos me pareció un altar.
“Somos una familia de viticultores de la Sonsierra -comienza diciendo al arrancar su coche en Viñedos de Páganos-, lo que aporta un diferencial por una razón bien sencilla: porque nuestro proyecto no nace de una inversión pensando en el mercado. Nuestro proyecto nace en la viña”.
Corre un conejo, un gazapillo, al poco de empezar a hablar saliendo de la bodega de Páganos, luego veremos una cigüeña, más tarde unas perdices renque arriba y por último una hermosa rapaz nos sobrevolará.
ES la fotografía de la Iglesia de Páganos a esa hora de la mañana.
“Mi bisabuelo fue Amancio Eguren. Él comenzó todo, llegando a vender su propio vino. Nació en 1870. Comenzó vendiendo su vino en la época en la que la filoxera arrasó el viñedo en Burdeos”.
“Aquí vinieron a establecerse los franceses, que son los que fundaron gran parte de las bodegas del barrio de la Estación de Haro”.
.- ¿Fue aquel un buen momento para Rioja Alavesa?
Sin duda. En aquel momento tuvo Rioja Alavesa un gran esplendor, cuando al viticultor le pagaban muy bien el vino, por encima de lo que era habitual.
MARCOS con el castillo y la iglesia de San Vicente al fondo.
Mi bisabuelo, porque no estaba contento o por lo que fuese, empezó a vender su vino en garrafones y pellejos a sus clientes, que entonces no pensaba embotellar su vino ni en Dios que lo fundó.
El bisabuelo Amancio da nombre a un vino
.- ¡Quién pudiera verle por algún agujerito!
Fue un hombre que lo pasó muy mal porque se quedó solo durante la Guerra Civil, pues su hijo, mi abuelo, tuvo que ir a la guerra, quedándose ellos con los niños. Mi padre cuenta que se acuerda más de su abuelo que de su padre. Lo que le favoreció, porque mi abuelo Victorino tenía un carácter de dos bemoles.
.- Jajaja
Todo lo que generaba el negocio se iba reinvirtiendo en viñedo. Eso ha sido clave en nuestra familia.
DETALLE de unas uvas talladas en una de las sillas de la familia.
.- ¿Con cuántas hectáreas arrancaría tu bisabuelo Amancio?
No sé, porque mi tatarabuelo, el padre de Amancio, ya tenía viñedo en la Sonsierra. Amancio empezaría con seis hectáreas, donde seguro que tenía plantado algo de cereal para alimentar a los animales; y trigo, porque ellos hacían pan.
Mi padre volvió de la mili en Vitoria a trabajar en casa, proponiendo a su padre, mi abuelo Victorino, que montaran algo en Vitoria. Total que mi padre compró una lonjita en Vitoria, en la calle Coronación, con la dote que habían obtenido de la boda.
GUILLERMO Eguren, el padre de Marcos, muy presente.
La bodeguita de un barrio de Vitoria en construcción
.- ¿Me estás diciendo que en aquella lonjita comenzaron a vender vino?
Vendían vino, bocadillos, licores… Fue la bodeguita de un barrio que entonces estaba en construcción, que todavía aquel local pertenece a la familia, concretamente a mi hermana, siendo hoy un bar restaurante.
Ahí empezó mi padre, llevando su primer vino embotellado, en 1957, con la marca Sierra Cantabria.
FUIMOS a Gasteiz con la imaginación. No hacía falta coche para eso.
.- ¿Un nombre icónico de Rioja Alavesa-Sonsierra?
Le llamó Sierra Cantabria porque como viticultor mi padre siempre ha pensando en el viñedo. Le puso Sierra Cantabria porque es la Sierra la que provoca unas condiciones especiales que hacen de nuestra zona un lugar singular, excepcional.
.- Hasta entonces todo era una transmisión de conocimientos orales. Aún no había academia en la familia.
Ellos han sido viticultores toda la vida. Después de casado, mi padre, que hoy tiene 92 años, con la cabeza perfecta, empezó a embotellar vino. Pero trabajando y demás, en los años 60, hizo un curso de Enología en la Estación Enológica de Haro.
De allí salieron grandes enólogos, Pepe Murua y muchos otros. Impartían las clases don Manuel Ruiz Hernández y don Antonio Larrea.
COLECCIONISTAS de viñedos que ya atesoran 190 Ha.
Dieciocho años construyendo una bodega
.- ¿Cómo era aquel vino que vendían en la bodeguita de Vitoria?
Vino joven de maceración carbónica, todo tinto por supuesto.
.- Tu padre tendría la ayuda de tu abuelo.
Pues mira, mi padre le dijo al suyo, en una año difícil: “déjame una cosecha de vino, ya te la voy a ir pagando”… pero mi abuelo vendió el vino, y mi padre tuvo que ir a comprarlo a Briones. Así que su primera cosecha fue parte de Briones y parte de San Vicente.
LA entrevista transcurre en el coche, entre Páganos y San Vicente.
.- Al año siguiente ya sería otra cosa…
Mi padre le dijo a mi abuelo que le iba a pagar bien el vino. Y como aquello ya empezaba a coger otra dimensión, con Vitoria en plena expansión, mi abuelo le pidió que metiera a sus hermanos en el negocio. Así fueron creciendo…
“Estamos en San Vicente”, me dice con el vehículo en marcha. Mira esa bodega que estamos haciendo nueva, que llevamos de obras 18 años.
.- ¿Dieciocho años?
Sí, sí, pero la parte productiva está terminada. Lo que pasa que el proyecto es muy ambicioso.
NUEVA Bodega, fotografiada desde el coche, la que lleva 18 años en obras.
Estudios de Enología en Madrid
.- ¿Es vuestra ‘niña mimada’?
No. Aquí mimado está todo. Nosotros hemos ido creciendo en base al viñedo, contando en la actualidad con 190 hectáreas. Mi padre ya fue creciendo en viñedo, que durante años estuvieron juntos mi padre, mi tío Vitorino y una hermana.
.- ¿Cuándo empezó tu padre a expandirse hacia Páganos y Laguardia?
Eso fue posterior, a finales de los 70, principios de los 80.
LA bodega de Páganos está rodeada de cipreses.
.- Tú ya estabas trabajando con él.
Por ahí sería, que en el año 75 yo estaba estudiando Enología en Madrid. Y en 1976 elaboré, pero por accidente, porque mi madre se puso enferma y tuvieron que operarla. Ocurrió en plena vendimia. Me llamó mi padre y me dijo “vente para aquí, que yo me voy con tu madre al hospital a Madrid”.
.- Todavía no habías terminado Enología.
Realmente la primera cosecha que elaboré entera fue en 1978.
Los orígenes en San Vicente de la Sonsierra
.- Vas para tus primeros 50 años como enólogo. Te quedan tres.
SU primera elaboración tuvo lugar en 1976, hace 49 años.
Hago 66 años en mayo. Y me veo con fuerzas para seguir… Pero vamos a parar aquí, en esta calle de San Vicente, para que veas nuestros orígenes.
.- Estamos junto a la casa de tus padres, en San Vicente.
Toda esta barriada está formada por casas de sillería. Se construyó en la época de la filoxera de Burdeos. Casi todas están fechadas. Mira ésta es de 1871, ésa de 1869…
.- Son las 9 de la mañana. ¿Estarán tus padres durmiendo?
Mi padre estará a punto de tomar café. ¿Qué te parece la casa, que fue una antigua posada?
INTERIOR de la casa-bodega de sus padres, una antigua posada.
.- Qué bonita, Marcos.
Mi padre la compró a finales de los 50. Aquí empezaron a expandirse. Allí a la derecha pusieron la primera embotelladora. ¿Qué te parecen estos grandes fudres que en su día fueron cisternas del ferrocarril?
Una bodega con fudres de 18.000 litros de vino
.- Hermosas piezas de museo. Eso me parecen.
FUDRES de 18.000 litros de vino…
Aquellos trenes transportaban desde aquí el vino a Burdeos. Son fudres de roble francés de 1900 en activo.
.- ¿Me estás diciendo que estos fudres siguen envejeciendo el vino?
Están llenos de vino, con capacidad para 16.000 litros, mil cántaras; o incluso 1200 cántaras (18.000 litros).
.- Cómo se metieron aquí estos enormes ‘mamuts’ de roble.
Hicieron un gran agujero en la pared y las metieron por ahí, salvo dos, que el tonelero de San Vicente las montó aquí dentro.
.- Es una bodega, y a la vez es un “museo” digno de ser contemplado.
El vino se conserva mejor en la madera que en el acero inoxidable o el hormigón. Esto será crianza Sierra Cantabria, el sencillo.
Y esta sala es una ampliación que hizo mi padre.
.- Una sala con viejas herramientas de viticultor. Un museo etnográfico pues.
Esto lo hizo con mucho esfuerzo y trabajo, cavando a mano y con cierta ayuda de la dinamita, jeje, porque esto era todo roca arenisca, la misma de las casas y las iglesias.
Vinos de San Vicente, Labastida o Laguardia
.- ¡Impresionante lugar!
Pasemos a esta gran sala, donde tenemos el ‘Señorío San Vicente’, que lo hacemos en estas cuatro tinas. Es la producción de 18 hectáreas, de los primeros vinos de finca como tal. Que ahora están muy de moda los vinos de pueblo, si bien nosotros siempre hemos hecho vinos de pueblo, porque eran o de San Vicente, o de Labastida, o de Laguardia.
.- Vinos diferenciados.
Hace más de ciento y pico años en Rioja había unos cuantos identificados como tal. Cuando uno dice ‘Viña Tondonia’ es porque el vino empezó en aquella viña.
Luego han hecho todo tipo de ensamblajes.
.- Son dos maneras de ver el mundo del vino.
Así es. En una le das la identidad en la bodega. Y en la otra se la das en el viñedo. Nosotros, como viticultores, hemos potenciado el carácter primario, haciendo el vino en el viñedo.
«Aporto la buena intención de no estropearlo»
.- Estimado enólogo, tú te sientes más viticultor que bodeguero.
Eso me facilita mucho las cosas. Nosotros hacemos muchas marcas y muchos vinos diferentes porque arrancamos con San Vicente, especializándonos en hacer de cada viñedo un vino con su identidad, con su carácter, con su expresión, que la da la tierra, el microclima, y la manera de trabajarlo.
.- La tierra, el viñedo… ¿Y Marcos Eguren qué aporta como enólogo?
La buena intención de no estropearlo.
.- Jajaja.
Yo aporto mi trabajo, mi cuidado y todo el mimo que sea posible.
Los cuatro elementos que hacen la calidad de un vino son el Suelo (estructura, composición, etc.), Clima de cada parcela, Variedad de la uva, y la cuarta pata que es muy importante, como es el saber hacer el trabajo, el hombre.
¿El hombre crea? No. Lo que no crea la naturaleza el hombre no lo crea.
La Naturaleza «siempre te pone en tu sitio»
.- Es un posible titular.
Es decir, tú tienes un año climático difícil, o tienes una tierra mala, y tú puedes hacer una uva con un costo barato, o realmente dices “voy a buscar el equilibrio y la perfección de esta parcela”. Eso lo hace el hombre. Un buen trabajo realizado con el máximo de precisión. Pero ¿crear? Eso no.
Como llueva mucho, como hiele, como granice en exceso, como venga un año seco, mal vamos.
.- Ante la naturaleza no queda otra actitud que la humildad.
Al hombre le gusta mucho ponerse por encima de la naturaleza, pero la naturaleza es el elemento más dictador que existe. Siempre te pone en tu sitio.
CUANDO el viñedo parece tocar el cielo.
.- Has empezado dando importancia al peso de la historia familiar, a los que te han precedido. ¿Qué has venido a aportar tú a la familia desde 1978?
Lo único que he intentado siempre es adaptarme al momento y al tiempo, sin anclarme en una cosa. Cuando empecé a trabajar mi padre vendía vino de maceración carbónica al 100%, el 90% vino joven y un 10% que lo criaba en barricas de roble, incluso en alguna de castaño.
Hacer el mejor vino joven repetible año a año
Mi primera obsesión fue dignificar el vino joven. Entonces te podías encontrar a un cosechero que un año tenía una cosecha fuera de serie, y al siguiente dejaba mucho que desear.
.- Tú querías hacer el mejor vino todos los años.
Yo quería hacer el mejor vino joven repetible, que estuviera muy bueno este año y los siguientes. No un vino que fuera la casualidad de un año. Yo quería poner el proceso en orden con control y trabajo.
MESA redonda para toda la familia.
.- ¿Siempre supiste que te dedicarías a esto?
Yo nací en una bodega. Me he criado toda la vida en una bodega. Nací junto al castillo de San Vicente, en una casa con bodega que tenía mi padre, que era de mi abuelo…
Mira esa estancia, desde aquí se pasa a la casa de mis padres.
.- ¿Y esta enorme mesa redonda?
Aquí nos sentamos toda la familia, que cada vez somos más. Somos cuatro hermanos, dos hermanas que se han dedicado a la medicina, Ana Gloria y Mónica, una médico y la otra fisio. Mi hermano Miguel y yo.
Aquí nos juntamos con los hijos, además de con los nietos y biznietos.
«Mi hijo Eduardo es un fenómeno»
.- ¡Cómo viene tu hijo Eduardo Eguren en el mundo del vino, eh!
EDUARDO Eguren. (Foto Tim Atkin).
Le viene dando fuerte. Es un fenómeno.
.- Su proyecto es Cuentaviñas.
Estuvo un tiempo trabajando conmigo en la parte técnica, pero ahora vuela libre. Estos días está en Japón.
.- Vaya dos puertas para una bodega.
Estas las hicimos nuevas. Se le encargaron al carpintero de San Vicente en 1990.
LAS dos puertas en cuestión…
.- ¿Iremos a esa bodega vuestra que lleva 18 años en construcción?
Sí, pero primero quiero llevarte a ver finca ‘El Bosque’. Quiero que veas un poco de viñedo. Amo todo nuestro viñedo, pero dentro de la zona de la Sonsierra, ese viñedo es de los más diferentes, situado en esta margen izquierda del Ebro, si bien gracias al meandro del río te parecerá que estamos en la otra margen.
La máxima pureza e identidad de cada viña
.- Antes no has terminado de contarme tu aportación al proyecto.
Hacemos las cosas como antes pero con los conocimientos y los medios de hoy, intentando conseguir la máxima pureza y la máxima identidad de cada viña.
.- ¿Qué se puede mejorar en el viñedo?
Muchas cosas. La primera batalla fue no poner herbicida. Hace años que estamos certificados en ecológico, lo que pasa que no lo ponemos. Que un vino sea ecológico no es ni mejor ni peor.
.- Pero tú le das un plus al ecológico.
Lo que valoro es que la tierra tenga toda la vida posible, de micro fauna, de micro flora, de micro biota… Y una tierra con vida tiene una planta con vida. Y eso se transmite al vino en emoción, en pureza, en frescura.
SOMBRAS de ambos sobre lo que pudo ser el fondo de un glaciar.
.- ¿Os han sacado en vuestro pueblo algún cantar por ser pioneros?
A mi padre le han sacado cantares. Siempre que alguien hace algo que otros no hacen, ya sabes lo que pasa.
La viña que debió ser el fondo de un glaciar
.- ¿Y a ti, te han sacado cantares, o te han respetado?
Que va. A mí me han sacado más que a mi padre.
.- Jajaja.
Ya sabes quién es el último que se entera de esos cantares.
.- Mira esas perdices… y aquel águila ratonera.
Hay vida. Aquí tienes la finca El Bosque. Está en un vaso conducido. Vamos a parar. Es una viña de seis hectáreas de Tempranillo, con algo de Garnacha, plantado todo en 1981.
«NACÍ en una bodega cerca del Castillo de San Vicente».
Es un suelo de grava. Debió ser el fondo de un glaciar, por eso las piedras son planas. El subsuelo es arcilla con una caliza compacta. Esta tierra da unos vinos con estructura, untuosidad, carácter… pero con una finura y una frescura espectacular.
Casi 50 años aportando vida al proyecto
.- Ahí veo estiércol de oveja.
Compostado durante tres años para que no haya un aporte importante de nitrógeno, para que dé vida. Tu coges la tierra y ves el aroma especial que tiene. Cuando una tierra con herbicida no tiene vida.
.- Aportar vida. ¿Es lo que tú has venido haciendo durante casi 50 años?
Eso ya lo venían haciendo mi bisabuelo, mi abuelo, mi padre. Y ahora yo. Claro, ellos echaban el estiércol de una manera indiscriminada. Nosotros ahora lo echamos con precisión. Lo importante es el equilibrio.
BODEGAS de Vitorino y Guillermo mirándose en la cercanía de Laguardia.
.- Hace tiempo leí un titular de una frase tuya, diciendo que querías convertir Rioja en una pequeña Borgoña.
Yo considero que Rioja ya está al nivel de Borgoña.
.- Aquel titular daba a entender otra cosa, como que estábamos en proceso de serlo.
Nos tenemos que creer que esta tierra es grande y diversa. Eso lo creo yo desde siempre. ¿Por qué digo lo de Borgoña? Porque cada viñedo imprime un carácter y es absolutamente diverso.
SAN VICENTE desde la nueva bodega.
«Estamos en un momento dulce»
.- Habrás escuchado muchas cosas con las que no estás de acuerdo.
Claro. Como que el vino se hace en la bodega, y que el importante es el enólogo, y tal.
Vamos a ver, el enólogo es importante siempre y cuando no estropee las cosas. El enólogo ni es un Dios ni un artista. El enólogo es un humilde trabajador, y debe mantener con pureza lo que la Naturaleza da.
MARCOS ilumina con la luz de su móvil un busto de su padre.
.- ¿En qué momento se encuentra todo vuestro proyecto?
Estamos en un momento dulce, primero porque los vinos van cogiendo nombre, la zona cada día está más valorada, y nos va bien.
.- ¿No sentís el aliento de la crisis del sector?
Por supuesto. Cada vez se bebe menos vino, pero se bebe más calidad. A los vinos de más alta calidad les va muy bien, y los más económicos están sufriendo. El mundo está muy convulso.
.- ¿Te inquieta?
Por supuesto. La guerra de Ucrania, la de Israel, las 17 que hay en África… El nivel de populismos políticos…
Una nueva bodega para cumplir un sueño
.- “Un momento dulce” el vuestro.
Relativizo porque en mi vida ya he vivido unas cuantas crisis. Esta no es la peor. Peores fueron la de 2008 y la del COVID. Mi padre y mi abuelo vivieron muchas más: la I Guerra Mundial, la II Guerra Mundial, la Guerra Civil, y después la postguerra.
Mira este lugar al que te traigo, Las Canteras, con 17 hectáreas de viñedo, rodeando la nueva bodega. De aquí sale nuestro vino emblemático ‘CVC’.
.- Una nueva bodega, aún en construcción, que en su día sería el sueño de alguien.
De mi hermano Miguel y el mío. Hubo un tiempo que estuvo con nosotros mi cuñado, el marido de mi hermana mayor, que ya se jubiló.
SALIENDO del Calado impresionante de la bodega nueva.
Aquí tuvimos una máquina que iba cortando la piedra del subsuelo, capaz de sacar bloques de entre 6 y 8 toneladas, construyendo encima con esos bloques. Ya lo vas a ver.
Homenaje a veteranos y jóvenes bodegueros
.- Vaya túneles, menudos calados, Marcos.
Dentro tenemos ozono para mantener la limpieza de los túneles, que a mí no me gustan nada los hongos. Me gusta la limpieza.
.- Te vi en el funeral por Fernando Remírez de Ganuza en Oyón. Fernando era un canto a la pulcritud en su bodega, entre otras cosas.
Fernando Remírez de Ganuza tuvo mucha relación con mi padre, que todo lo de Páganos se lo compró a él.
.- ¿A qué bodegueros de Rioja admiras?
A muchos. Al propio Fernando, a Juan Carlos López de Lacalle, a la familia López Heredia, que Pedro era un señor. Los Muga también. Riscal.
Pero ahora admiro mucho a todos estos chavales que están saliendo, José Gil, a los Eguiluz, a mi Eduardo, a los Artuke, Abeica, a los Altún, Kike y Alberto, que la madre, Ana, es prima carnal de mi mujer.
Bodega para trabajar con una precisión absoluta
.- Estamos en las tripas bodegueras de uno de vuestros sueños, Viñedos Sierra Cantabria.
Esto es un sueño y una locura de la familia.
Hemos cavado más de 5000 metros cuadrados que hoy forman parte del calao, y aquí arriba hemos edificado una bodega de casi 3000 metros cuadrados, ya ves, toda esta piedra la hemos sacado de abajo, de los túneles. Una construcción de piedra maciza.
ALGUNOS de los bodegueros mencionados.
ARTURO De Miguel a las puertas de su bodega. (Foto Tim Atkin)
ALBERTO e Iker Martínez, de Bodegas Altún.
.- ¿Cuál es el sentido de esta bodega?
Está pensada para recibir 380.000 kilos de uva, y para que, como máximo, salgan de aquí 300.000 botellas. Pero no la hemos construido para aumentar la producción, no. La hemos hecho para trabajar con una precisión absoluta. Ahora lo vas a ver.
.- ¿Cuántas botellas de vino Rioja producís?
Unas 750.000 botellas. Nuestra idea no es ampliar hasta el millón de botellas. Se trata de hacerlo mejor. Menos y mejor. Más calidad si se puede. Porque se puede vender mejor.
TÚNELES / Calados de la nueva bodega.
Siempre a los pies de San Vicente
Aquí hay vinos que seleccionamos grano a grano, con 80 personas en época de vendimia haciendo esa tarea
.- “Con absoluta precisión”, dices.
Porque cada viñedo tiene su depósito, o sus depósitos. Los hay de madera, de acero inoxidable y de hormigón. Hay depósitos tronco cónico, tronco invertido, hay cilíndrico, más grande, más pequeño.
A través de esa puerta puede verse el castillo de San Vicente.
.- Casi tenéis a San Vicente a vuestros pies
No. Nosotros siempre estaremos a los pies de San Vicente
ENTRADA a la nueva bodega, por el túnel excavado. en las rocas.
.- Dime si has conseguido hacer, con esa ‘precisión absoluta’, algún vino perfecto.
No. Nunca. La perfección no existe en un elemento vivo como el vino. Quizá en una tuerca sí. Pero el vino es cambiante.
.- ¿Te causa alguna inquietud esa corriente de demonización del vino por su contenido alcohólico?
Por supuesto. Como si quisieran que fuéramos un mundo de proscritos. Parece que los que tenemos la culpa de todo somos los del vino. Dicen alcohol cero, pero no hablan del whisky, que esos van para arriba.
Las «diez millas de oro» de Rioja
De la bodega nos hemos venido a una colina, remanso de paz y diversidad. Ascendemos por una pendiente, dando la impresión de que las cepas están tocando el cielo. Al parar el vehículo en un alto, veo que estamos sobre otro de los meandros del Ebro a su paso por San Vicente. En esta mañana soleada se escucha el trino de los pájaros y el agitado transcurrir del agua del río.
UN guardaviñas único de dos alturas.
DESDE el interior, mirando por el ventanuco del guardaviñas.
Frente a nosotros está el castillo de Davalillo, de estilo románico. En los ojos de Marcos están las diez millas de oro de Rioja: Labastida al fondo, con el Toloño, la Sierra de Cantabria, San Vicente, Briones, Haro, San Asensio, Baños de Ebro, Cenicero, y todo el valle de la Sierra de la Demanda.
.- Este es tu territorio, tu espacio, tu tierra querida.
Es una sensación de frescura, de verdad, de tranquilidad, de sentimiento.
.- ¿Y esta mesa de piedra?
La mesa de piedra la hizo mi padre.
.- Qué presente está en todo tu querido padre.
Le gustaba mucho venir aquí a almorzar. En su día hubo un nogal muy grande que se secó, así que plantó todos estos nogales.
.- Habrá tenido momentos duros en su vida, pero por esto que me cuentas ha sido muy feliz.
Cuando yo empecé a trabajar con él me dijo: “tú a la bodega, y yo a la viña”. No me dejaba, que a mí también me gusta la viña. “Bueno, bueno, tú tranquilo, ya te llegará”.
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Preciosa e interesante esta larga entrevista en ruta, es un canto épico a la madre naturaleza, donde nace el vino de esta familia y sus ancestros. Un recorrido transversal haciendo realidad el sueño de la familia Eguren que hoy trabaja con precisión. La nueva bodega es fruto del mimo con el que comenzó este proyecto familiar y con ella se alcanza ese sueño perseguido por esta saga. Se palpa tanto amor a su trabajo y tanta generosidad humana en su dedicación que ojalá el factor ‘crisis’ en la Sonsierra pase de largo.
Esto fortalece al conjunto de Rioja Alavesa-Sonsierra.
Gracias, Carmen
El reportaje es muy bueno. Casi puede seguirse como si fuera un documental en vídeo. Una peli con un guía de postín.
Zorionak
Gracias, Begoña
Menudos vinos tienen en Viñedos Sierra Cantabria. Y qué bien se come en El Puntido, en Páganos. Y qué privilegio ir de la conducción del gran Marcos Eguren por esa zona excepcional de Rioja Alavesa y Sonsierra
Gracias, Sergi
Todos los grandes deben ser humildes. Si además de eso se comportan con bondad y generosidad, ¡qué más se puede pedir!
Gracias, Arene
Supongo que esta entrevista reportaje tiene dentro de sí todos los ingredientes para gustar. A mí me ha encantado. Tanto que la he leído dos veces
Gracias, Daniela
Desde el comienzo de la entrevista me he percatado que había mucho contenido, unos muy buenos consejos. Estos son los que más me han gustado:
1º. Un buen cosechero debe amar y respetar la naturaleza, la uva no es como la materia prima que se manipula, sino la que hemos de acoger agradecidos lo que la naturaleza aporta.
2º. No estancarse en lo que siempre se hizo.
3º. Control y equilibrio en el trabajo.
4º. Saber mantener toda la riqueza que la naturaleza da. Para sacar vinos ecológicos hay que ser respetuosos con ella. No basta con no echar herbicidas.
5º. Optar por la calidad. Se vende mejor porque se hace mejor.
Los que lean la entrevista pueden sacar la conclusión de que los vinos de Marcos Eguren son respetuosos con la naturaleza, están hechos con equilibrio buscando la calidad y el ADN de la tierra donde nacieron. Marca un camino a seguir. ¡Enhorabuena!
Gracias, Antonio
Valiente proyecto para estos tiempos tumultuosos, cargados de malos presagios, de la mano de un humilde trabajador que aspira a no estropear lo que hay.
Una vez más la humildad y el conocimiento son los valores que despuntan en los grandes. Gente apasionada de su tierra y su trabajo, conscientes que han llegado de la mano de los que antes estuvieron.
Este es el espíritu de esta gran comarca, luchadora y acogedora.
Adelante pues, que nada pare este esfuerzo por saberse capaces de superar cualquier contratiempo.
Gracias, Alberto
Los Eguren son tan grandes que pecan de modestos. Conozco la casa de un viaje hace años de los Grandes de la Rioja (a la que fui gracias a Rafa Vivanco) y sus vinos si no perfectos, rozan la perfección. Gran familia y grandes bodegas tanto en Rioja como en Toro
Gracias, Jaime
Marcos Eguren es un referente para muchos jóvenes. La gran entrevista que le haces, Julio, demuestra porqué. Muchas gracias.
Gracias, José