May 07, 2023

Del pincel al azadón / Del azadón y las barricas a los pinceles

 

José Luis Gil Coca y yo caminamos de la mano de la vid y del amor al arte. Dos conversaciones se entrecruzan en una sola. La del pintor que ha vuelto a exponer su obra a sus 76 años. La del vitivinicultor que levantó un mundo propio y una bodega en su Laguardia natal.

Entrevista a José Luis Gil Coca, pintor y vitivinicultor de Laguardia

JOSÉ Luis Gil junto a una de sus obras pictóricas.

José Luis lleva la pintura en el ADN, de igual manera que portaba sin saberlo una pasión inmensa por el viñedo y el vino. Fue el pintor Pablo Picasso quien apuntó que “todos los niños nacen artistas. El problema es cómo seguir siendo artistas al crecer”.

Llegado el momento, a sus 29 años, optó por la viña y el vino, pasando 45 años sin expresarse con los pinceles. A pesar del tiempo transcurrido, la pintura volvería a su vida en 2020, a sus 73 años, recuperando la paz y el suspiro por una vieja afición que le arrebata el alma.

No olvidemos que el propio Picasso también dejó escrito que “cuando se es joven de verdad, se es joven para toda la vida”.

CASA-GARCETAS

CONVERSAMOS con José Luis en la Casa Garcetas de Laguardia…

En Rioja Alavesa reina la luz

“Dejé el mundo de la pintura y del arte porque la viña y el vino me lo exigían todo”. Fue su confesión en la Oficina de Turismo de Laguardia, donde el pasado mes de abril expuso parte de la obra que ha pintado en estos tres últimos años.

La entrevista es una caja de sorpresas. Aquella mañana creí acercarme a la Casa Garcetas para recoger unas imágenes de la exposición de pintura de un hijo de Laguardia.

Allí encontré dos ‘exposiciones’: la de la obra pictórica (acrílicos y acuarelas) de José Luis, y la historia narrada de su vida, indisolublemente unida a esa casa del siglo XVII donde expuso. Casa-Bodega que por momentos fue todo para él… Y aún lo sigue siendo.

Entrevista a José Luis Gil Coca, pintor y vitivinicultor de Laguardia

LAS palabras tienen su propia electricidad. (Foto Josemi Rodriguez).

Recorrí con José Luis la exposición de sus pinturas. Con sus explicaciones, cual si en cada cuadro vertiéramos en una copa sus emociones, sus colores, su amor por el Paisaje, como si fuera una cata de su estado de ánimo.

Julio Flor / Laguardia

.- Todo es Paisaje / Ni tan siquiera un rostro humano.

Amo la Naturaleza, amo el Paisaje, de ahí que la cante con mis pinceles.

Sus-CUADROS

.- ¿En qué momento te entregaste al dibujo y la pintura?

Siendo niño ya dibujaba y pintaba. Recuerdo que los Reyes Magos me trajeron aquellas pinturas de Alpino en unos estuches con gomas. Lo viví como algo extraordinario. Por entonces dibujaba lo que veía en casa, estampas, imágenes de todo tipo que luego me gustaba colorear.

Ah, y con tizas blancas que tomaba del colegio pintaba paisajes en el suelo de la calle Mayor de Laguardia, con 6 ó 7 añitos…

Entrevista a José Luis Gil Coca, pintor y vitivinicultor de Laguardia

Ese recuerdo se detiene de repente. O eso creía yo…, pero no. Lo que sucede, y ahora me voy a enterar, es que estamos en un lugar especial, ya que la Oficina de Turismo de Laguardia, en la que conversamos, la Casa Garcetas, un edificio del siglo XVII, es para José Luis algo muy familiar.

“Esta fue mi casa, Julio. Aquí es donde nací y crecí”.

.- ¿Aquí donde ahora estamos ante esta tu primera exposición de pintura después de más de 40 años?

Sí, esta es mi casa cuna. Aquí viví treinta y tantos años, hasta que me casé. Y aquí hice las primeras exposiciones de pintura al óleo… hace mucho tiempo, casi en la otra vida, jajaja.

EL-BALCON

EN la que fue su casa en el pasado… hoy Oficina de Turismo de Laguardia.

Cientos de cuadros, por no decir miles

.- ¿Qué se pudo ver en aquellas tus primeras pinturas al óleo?

Había mucho del País Vasco… pueblos del Duranguesado, también de Gipuzkoa o de Álava, como la Catedral de Vitoria. Y claro, muchísimo de Laguardia, porque este es un pueblo que siempre atesoró temas para ser pintados.

.- ¡Cuántas veces habrás pintado a tu Laguardia querida, eh!

Cientos de veces. Mucha de esa obra la tengo guardada. Es verdad que cuando estás pintando, todo te parece bien, una valoración que no se mantiene cuando lo revisas tiempo después y te das cuenta de que “aquí no he dado la talla”, por mucho que la gente te diga “si esto es precioso, José Luis”.

Entrevista a José Luis Gil Coca, pintor y vitivinicultor de Laguardia

JOSÉ Luis, «pintado» en blanco y negro, entre las uvas y la viña.

.- Tú has sido autodidacta.

Nunca acudí a una academia de pintura. Como mucho he estado charlando con otros pintores.

.- ¿Nunca te planteaste matricularte en Bellas Artes?

Eso sí, pero era mucho dinero para mi padre, que era agricultor y no podía permitirse el lujo de mantenerme en Barcelona, que era donde yo quería ir. Las pensiones eran carísimas en aquellos tiempos.

Foto-3

JOSEMI fotografió los rayos por su cuenta. JOSÉ LUIS los ha llevado al lienzo.

«Dejé los pinceles a los 28 o 29 años»

.- Entonces mirasteis lo de Barcelona para ver si aquello era posible.

Entrevista a José Luis Gil Coca, pintor y vitivinicultor de Laguardia

GRUPO de alumnos visitando la Exposición.

Sí, pero aquello era muy caro. Por entonces yo tenía 17 o 18 años.

.- ¿Lamentaste tiempo después no haber ido a Barcelona?

Bueno… En una ocasión un catedrático me dijo “no pasa nada, lo importante es que sigas pintando” y “hay autodidactas impresionantemente buenos”. Pero pienso que hubiera sido mejor formarme en Bellas Artes.

.- ¿Dejaste de pintar con el tiempo?

He estado 45 años sin pintar nada. Lo que se dice nada. Ni óleo, ni acrílico, ni acuarela. Antes de esta exposición de la Casa Garcetas hice una última exposición en Madrid, quedando entre los mejores expositores del año.

Laguardia-ACUARELA

LAGUARDIA con Luna pintada a la acuarela en estos últimos años.

.- ¿Qué pasó entonces?

Entonces vendí bastante bien algunos de mis cuadros, pero la cosa empezó a decaer. Unos marchantes me dijeron de qué manera vendería más obra, pero no me convencieron. Dejé los pinceles a mis 28 o 29 años.

«Ahora haré Arte con el vino, me dije»

.- ¿Qué ha pasado para que hayas vuelto a pintar de nuevo 45 años después?

Dejé la pintura al óleo por el vino. Me dije “ahora voy a hacer Arte con el vino”. A punto de cumplir 30 años, quise elaborar unos vinos extraordinarios. Y quise preparar unas fincas como a mí me gustaban.

.- ¿Cómo te gustan las fincas?

Entrevista a José Luis Gil Coca, pintor y vitivinicultor de Laguardia

UNA de sus viñas orgánicas, que ahora llevan sus hijos.

Como lo hacía mi padre, todo a base de cultivar viñedos orgánicos, viñedos ecológicos. Entonces no existía la posibilidad de certificar los viñedos como ecológicos. Les llamaban “viñedos de viticultura integrada”, pero en el Gobierno Vasco tampoco sabían lo que aquello significaba.

.- ¿Cuándo empezaron a ser orgánicos tus viñedos?

Tenía ya 40 años y estaba casado. Por entonces no había nadie por aquí que tuviera mi misma inquietud.

.- ¿Cómo nació aquella necesidad en ti?

En esta casa teníamos la bodega. Ahí abajo estaba uno de los lagos donde he pisado tantas veces las uvas, tantas veces, que aquí teníamos cuatro lagos.

Baja-Calado

BAJANDO al calado de Garcetas etxea… como atravesar el túnel del tiempo.

.- Ahora mismo veo “dos exposiciones” en esta oficina de Turismo: tu exposición pictórica y la exposición histórica de una parte de tu vida. Ambas las estamos retratando.

Mi padre elaboraba aquí sus vinos después de cuidar muchísimo las viñas. Aquellos viticultores de entonces hicieron todos agricultura ecológica, porque en aquella época no había herbicidas ni pesticidas.

Las botellas de  vino de su padre, de 1932

Hasta aquí venían los vinateros. Mi padre subía desde lo más profundo del calado el vino en los pellejos de cabra, antes de que llegaran las bombas de mano. Recuerdo que lo metía en barricas viejas, que por dentro había ‘calumbres’, cual si estuvieran cristalizadas en su interior. Todos los años embotellaba bastante vino, dejándolas en el cementerio del calado de esta casa en la que yo nací.

Entrevista a José Luis Gil Coca, pintor y vitivinicultor de Laguardia

ENTRE unas y otras vivencias, Laguardia emerge. (Foto Josemi).

.- ¿Conservas algunas de aquellas botellas?

Siiii. Todavía tengo algunas botellas de mi padre, del 32.

El vino enterrado

.- ¿De 1932?

Sí señor. Las del año 32 las metió en una finca, en La Cruceta, que las enterró cuando la Guerra Civil. Por ahí está pintada la finca de La Cruceta (dice señalando el primero de los cuadros expuestos). Enterraría algo así como 100 botellas, o alguna más.

Mi padre Luis Gil Basterra era un sibarita de los vinos. De esa manera lo recuerdan los mayores de Laguardia.  Aquellas botellas eran para él y para sus amigos, que entonces no tenían etiqueta, ya que no eran para la venta. Se vendía el vino a granel, pero él tenía aquel gusto.

Comportas-Dos

AQUELLOS comportones de Laguardia. (Foto Lorenzo Ugarte).

.- Las metió bajo tierra para que no se las llevaran.

Claro, por miedo a que los militares se llevaran las botellas de vino. Es lo que me contó, que yo no nacería hasta noviembre de 1946.

Respeto por la Naturaleza

.- Cuando tú te planteaste hacer un vino certificado en Ecológico, ya se estaban echando herbicidas y demás en muchas viñas.

Aquello me parecía que era faltarle el respeto a la Naturaleza. Tanto mi padre como yo íbamos mucho al monte a por setas y hongos. Cuando aquí empezaron a echar herbicidas y pesticidas, como en otros tantos lugares, yo decía para mí “qué pena, qué gran pena”.

Entrevista a José Luis Gil Coca, pintor y vitivinicultor de Laguardia

.- ¿Hiciste proselitismo en contra de pesticidas y herbicidas?

A todos mis amigos les decía lo mismo: que “la hierba es vida, y lo que estáis echando es muerte”.

.– Qué difícil es ir contra corriente, y más siendo el único.

La Naturaleza es la única piel que tenemos tod@s, la piel de todos los seres del mundo. Los suelos son nuestra piel.

.- Tú quisiste hacer Arte con tu vino, me decías.

Creo haber elaborado unos vinos estupendos con la marca Recoveco, sin aditivos, y con uvas recogidas en viñedos sin fungicidas. Pero quien ha elaborado unos enormes vinos ecológicos ha sido mi hijo Saúl, que a mí me da sopas con honda.

Saul-e-Itxaso

SAÚL Gil Berzal cuando fue presidente de ABRA, con Itxaso Compañon.

«Saúl ha conseguido hacer Arte con sus vinos»

.- ¿Qué quieres decir?

Que ha sido mi hijo Saúl Gil Berzal quien ha conseguido hacer Arte con sus vinos.

.- Es hermoso lo que apuntas de Saúl, pero dime, ¿cómo pudiste vivir sin pintar durante 45 años? ¿Cómo pudiste olvidar aquella pasión?

Acudí a grandes museos, el Prado de Madrid, el Bellas Artes de Bilbao, el Louvre de París… que hubo un tiempo que estuve pintando en París, en Montmartre, después de lo de Barcelona, con 21 y 22 años.

Entrevista a José Luis Gil Coca, pintor y vitivinicultor de Laguardia

OBSERVANDO de cerca una de sus obras.

.- ¿Por qué dejaste de pintar si era un talento que había nacido contigo?

No lo sé, Julio. Sentí el impulso de hacer otra cosa. Cuando uno es joven piensa que se va a comer el mundo. Y me dije “ya pintaré más adelante”, pero amigo, te metes en el mundo del vino y el viñedo, te gusta, te implicas, y el mundo del vino lo pide todo. Y yo no quería hacer unos vinos normales y corrientes. Yo estaba en el camino de la agricultura integrada, para lo cual hay que estar muy encima.

.- ¿Qué te dejó tu padre en herencia?

Me dejó unas fincas para plantar viñedos, que aquellas cepas tienen hoy 44 años. Se llaman Valcavada, La Cruceta, San Julián…

.- Aquí donde ahora estamos,  había una bodega… en esta Oficina de Turismo.

Mira-TECHO

Recordando las 1500 cántaras del padre…

En esta casa estaba probablemente la bodega más grande de Laguardia, o de las más grandes, donde mi padre elaboraba unas 1500 cántaras, todas procedentes de sus viejos viñedos que arrancamos para volver a plantar con rejón. Una tarea que hice yo solo, porque mi padre ya había muerto.

.- ¿Cómo es que se vendió esta casa-bodega?

Éramos cuatro hermanos, pero mis dos hermanas fallecieron el año pasado. La casa la vendimos entre los cuatro. Era un casa que tenía unos gastos terribles para poderla reformar. Al final la compró el Ayuntamiento, con seiscientos y pico metros cuadrados de planta. Y hay tres plantas más el ático.

.- Esta casa está llena de mil recuerdos para ti.

Entrevista a José Luis Gil Coca, pintor y vitivinicultor de Laguardia

Así es, aunque al venderla me dije que no volvería nunca a pisar sus piedras. Y ya ves, no se puede decir “nunca jamás”.

.- ¿Dónde montaste después tú la bodega?

Mi mujer Gloria es de Baños de Ebro. Así que allí creamos entre unos cuantos una sociedad, no sé si llamarla cooperativa, aunque no era muy grande. Allí en Baños también compré unos viñedos, que luego quité para instalarnos en Laguardia.

En Baños montamos entre seis vitivinicultores Bodegas Varal, que aún existe. Recuerdo que diseñé las etiquetas para los vinos Trujalero y Trujalero Mayor. También hice la etiqueta para Txuri Urdin, con la idea de vender aquel vino en Donosti.

PISA-SUELO

VOLVIÓ a pisar las piedras de la casa. «No digas «Nunca jamás» «…

Dibujos para Bodegas Varal

.- Entonces volviste a dibujar para Varal.

Sí, pero poca cosa. Dos etiquetas y un escudo que teníamos en la pared.

.- De allí te viniste a Laguardia.

Primero de todo hice la bodega en lo que un día fue la huerta de mi padre

Entrevista a José Luis Gil Coca, pintor y vitivinicultor de Laguardia

EN sueños he creído ver a José Luis Gil pintando las viñas de colores.

Hablamos de la nueva bodega, la que hoy se llama Gil Berzal, en Laguardia, pero la cabeza de José Luis está recorriendo las estancias de su primera casa, la de su padre, la de su infancia, la de sus primeros dibujos y pinturas. La Casa con mayúscula a la que vinieron los Reyes Magos a traerle aquellas pinturillas de Alpino. La Casa a la que no quería volver. La casa que viene a ser, como la infancia, la verdadera patria del hombre, tal y como decía el poeta.

“Mira -me dice de repente desde el interior del edificio- allí estaban los caballos de mi padre, en ese otro lugar la burra, allí había unas cabras”.

.- ¿Has dibujado todos esos recuerdos, llenos, por ejemplo, de aquellos animales domésticos?

Foto-4

LAGUARDIA desde la lejanía, en un día de invierno.

No, pero ahora mismo si me pusiera te los podría dibujar tal y como estaba todo aquello. Perdona… que se me ha ido el santo al cielo.

.- Estábamos en tu última bodega, en la carretera que va a Elvillar, en la parte baja de Laguardia, en la que fue en su día la huerta de tu padre.

Antes de construir la nueva bodega estuve elaborando vino sin marca en las bodegas de El Collado, en Laguardia. Elaboraba vino a granel, aunque comencé embotellando el Recoveco.

De allí pasé a la bodega actual, que se llamó y se llama Gil Berzal, juntando mi apellido y el de mi mujer. Mis dos hijos varones ya tenían cierta edad, que los dos se han dedicado a la viticultura y la bodega.

Entrevista a José Luis Gil Coca, pintor y vitivinicultor de Laguardia

MIRANDO la Sierra madre desde la entrada de Bodegas Gil Berzal.

Aquel insistente «¿Por qué no vuelves a pintar?»

.-¿En qué momento decidiste volver a tomar los pinceles y ponerte a pintar?

Mi hijo mayor, Saúl, estaba continuamente animándome. “Pero ¿por qué no pintas?”. Tenía la sensación de que se nos amontonaba el trabajo. “Pinta y deja todo lo demás, ni campo ni nada”, insistía Saúl.

Un día me pidió que dibujara unas etiquetas. “Como quieras”, le dije, “aunque he perdido bastante pulso”, le ponía yo como disculpa. “Por lo menos me tienes que dibujar una etiqueta”.

.- Ellos «erre que erre».

RECOBECO-UNO-BAI

ETIQUETA con la que recuperó la pasión por dibujar y pintar en 2020.

Así fue como me trajeron unos lapiceros de Vitoria que no eran lo suficientemente buenos para dibujar. Al final dibujé aquella primera etiqueta con un bolígrafo “BIC”. Esa etiqueta la puso para “El barranco de San Julián”, donde se ve un viñedo.

.- Poco a poco volvió a salir el genio de la lámpara que llevabas dentro.

A todos les parecía una cosa bonita. En las etiquetas estaba la montaña, porque desde todos nuestros viñedos se ve Sierra Cantabria. La primera etiqueta la dibujé con un “BIC”, y las otras a lapicero. “Tendrás que seguir dibujando, que voy a elaborar dos parcelarios más”. Pues nada, otras dos etiquetas, la de Valcavada y para el vino blanco de La Huesera.

Viñas como motivo de inspiración

.- Tus propias viñas eran motivo de inspiración, José Luis. Las viñas de tu padre, las tuyas, hoy las de tus hijos.

VALCAVADA-UNO

Bajo el dolmen de La Huesera, en una de nuestras viñas, hay una piedra, como si fuera una choza, donde la roca de la “cueva” ha sido “pintada” por el humo de aquellos seres prehistóricos.

Entrevista a José Luis Gil Coca, pintor y vitivinicultor de Laguardia

CUEVA-AHUMADA

» “PINTADA” quizá por el humo de aquellos seres prehistóricos».

Tiempo después mi hijo Benjamín me regaló para mi cumpleaños unos acrílicos, en una caja. ¡Jo, qué maravilla!

.- Menuda confabulación, José Luis. Tenías que volver a pintar sí o sí.

Buahhh. Empecé con unos acrílicos muy pequeños en un papel cartón, que luego regalé. Fue entonces cuando pensé que debía pintar con acuarela. Esto pasó hace solo tres años, cuando tenía 73 de edad.

.- Volvió la emoción. ¿Con quién te reencuentras en esa vuelta a la pintura?

Entrevista a José Luis Gil Coca, pintor y vitivinicultor de Laguardia

SAÚL y Benjamín consiguieron que el aita volviera a pintar.

«Ya no he podido dejar de pintar»

Me reencontré de tal forma conmigo mismo que ya no he podido dejar de pintar. Me agarró de tal forma que aquello fue una fuerza poderosa, como si un fantasma me tomara para llevarme de la mano.

.- ¿Qué pasó entonces?

Me encerré a pintar en mi estudio, y todos los días mi mujer me llamaba “¿Vas a subir o no a comer? ¿Subes o no a cenar?”. Y yo venga a pintar y pintar.

Entrevista a José Luis Gil Coca, pintor y vitivinicultor de Laguardia

RINCÓN de creatividad donde el vitivinicultor ha plantado su estudio.

.- Como les sucede a los agricultores entregados a las viñas, cuando de repente se dan cuenta que se les ha echado la noche encima.

De ahí ha surgido todo esto. Esta es mi obra de estos tres años. La que estás viendo. Muchos cuadros son de Laguardia, pero también hay lugares de Asturias o de León.

.- ¿Has disfrutado?

Muchísimo. Les tengo que agradecer a mis hijos su insistencia. Sin ellos no hubiera vuelto a pintar. Esta pintura me ha traído la tranquilidad, la paz, un sumo placer en el que te olvidas de todo, incluso te olvidas de que te duele la pierna, jajaja.

.- ¿Qué te dice Gloria?

Gloria está encantada hasta el punto que todo lo que pinto le parece bien y bonito.

Barranco-San-Julian

FAMILIIA Gil Berzal en el Barranco de San Julián.

«Mi obra habla de la luz»

.- Pensando en la obra que pintaste en tu “vida anterior” y en ésta de tus últimos tres años… ¿Con qué te quedas, la pintura del joven que fuiste, la del maduro que hoy eres?

Me quedo con esta etapa sin duda. Además, es conveniente olvidar aquello, sin mirar atrás. Me gusta la etapa en la que estoy ahora, aunque tenga muchos años.

.- ¿De qué habla tu obra? ¿Qué nos está contando?

Habla de la luz, que aquí en Álava, en Rioja Alavesa, en Laguardia… Aquí reina la luz. Ella es la que manda.

Entrevista a José Luis Gil Coca, pintor y vitivinicultor de Laguardia

SI esa Cuba de luz contara historias, sería una buena aliada del Blog.

.- Tus acrílicos están llenos de matices minúsculos, invisibles en la lejanía.

Es un impresionismo muy mío. Hace 45 años pintaba más a espátula. Aquello lo dejé, y ahora lo mío es el pincel.

.- ¿Quiénes han sido tus creadores de referencia?

Pintores como Monet, Cézanne, Toulouse-Lautrec, qué decir de Goya o Velázquez, también El Greco o Murillo. Cuántas horas he pasado en el Museo del Prado empapándome de tanto arte.

TRES-EN-BOTLES

TRES de los vinos de Gil Berzal que muestran la obra del artista de la familia.

Pintando y bebiendo dos vasos de vino

.- Tu actual objetivo ya no es vender. ¿O sí?

No. Ni tan siquiera quería exponer mi obra. A esta exposición me han empujado también mis hijos. “Pero ¿cómo no vas a dar a conocer tu obra a la gente?”, me decían. “Esto tiene que salir a la luz”. Lo mismo me decían las amigas de mi mujer.

.- Felicito a tus hijos, José Luis. Nunca es tarde si la dicha llega…

La paz que me transmite la pintura es algo muy grande. El mejor pago por pintar.

VITI-BOHEMIA

«VITICULTURA Bohemia», cómo no!

.- No sé si el vino puede transmitir esa misma paz.

Bueno, te diré que siempre que estoy pintando me bebo al menos dos vasitos de vino. Que sale bien lo que estoy pintando, venga, un trago. Si sale mal también bebo, porque “me cago en la leche, esto hay que mejorarlo”.

.- La pena es que el vino orgánico, aquí, no ha prosperado tanto como en Francia o Cataluña.

Entrevista a José Luis Gil Coca, pintor y vitivinicultor de Laguardia

«ALMA PURA», donde conectan la mirada poética y la ecología.

Eso es verdad, pero… Yo no lo conoceré, pero creo que dentro de quince años la inmensa mayoría elaborará vinos ecológicos. Es el futuro, porque así no podemos continuar, maltratando el suelo. Mientras eso llega, yo seguiré pintando Naturaleza sana, con un Alma Pura, como mi hijo llama a uno de sus grandes vinos.

14 respuestas a “Del pincel al azadón / Del azadón y las barricas a los pinceles”

  1. Arene Amezaga dice:

    Wow, los tesoros que esconde esta historia. Valores que me hacen sentir la vida en plenitud

  2. Antton Guridi dice:

    Pintura, bellas artes, vino orgánico, vida a contracorriente… hermosa manera de dotar la vida de sentido, de llenarla de color.

    Y claro, felicito a sus hijos. Zorionak.

  3. María Jesús Amelibia dice:

    Doy fe de las obras de arte pintadas por José Luis y me alegra que se animara a exponer lo que tenía por compartir… Te felicito. Sumadas todas esas vivencias en la Casa Garcetas, tu hogar en años pasados, ha merecido la pena esa fuerte vinculación

  4. Lea Madariaga dice:

    Es un proyecto de vida ideal. Maridar la pasión por el vino y sentir las Bellas Artes, o la Literatura, o el Cine, o el Teatro…. Desear que se quiere hacer arte con otra vida laboral. Conjugar todas las pasiones que sea posible. Es una manera de vivir más intensamente. Siempre he querido, y aún lo quiero, hacer Bellas Artes en la universidad una vez que me jubile. De momento no pinto, ni esculpo… pero anhelo hacerlo algún día. Al pensarlo siento que no hay límites.

    José Luis tiene la suerte de saber, de una manera natural, de qué estoy hablando

  5. Antonio Mijangos Martinez dice:

    Amigo José Luis. Nunca me hubiera imaginado que aquel joven relaciones públicas del Hostal Samaniego y pintor, quien en aquellos años mejor pincelaba el espíritu que recorría las calles de Laguardia, iba a terminar siendo viticultor y bodeguero. Y fuiste singular, se comentaba en el pueblo tu modo de trabajar las viñas fuera de lo que todos hacían entonces y no te presagiaban un futuro confortable. Tengo que reconocer que me equivoqué. Fui de los que te daba la murga, una y otra vez, de que lo tuyo era la pintura.
    Valoras y aplaudes a tu padre en su vocación de vinicultor. ¡Qué gran hombre! Tenía fama de hacer de los mejores vinos de Laguardia. Y sigues su camino con tus hijos. Termino diciéndote que me alegro que vuelvas a tu vocación primera y que sigas haciéndonos gustar de tu saber pintar

  6. DAYANE dice:

    Adorei a partilha , parabéns !

  7. Marijo Rodríguez de Aspiunza dice:

    Ha sido una gozada pasar esta Semana Santa en la casa Garcetas pudiendo disfrutar de la luz y el color de tus cuadros. En verdad eres un hombre tranquilo, con las ideas claras de un gran artista. Tus cuadros emanan luz, verdad, amor a la tierra y una fuerza que no creo que tenga nada que envidiar a la que tenía ese mozo que soñaba con ser artista a los veinte años. Lo has conseguido, José Luis, con tus vinos y con tus maravillosas pinturas. Y creo que debemos estar muy agradecidos por tener un vecino que es doblemente artista. Un abrazo.

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