Licenciado en Biología por la Universidad del País Vasco (UPV-EHU), su vida giró hacia el mundo del vino, en el que lleva 27 años, 21 de los cuales como director técnico de la bodega cooperativa Virgen de la Vega, en Haro, que compagina desde 2014 con su proyecto personal.
LA MANO de Daniel Frías se funde con la cepa en una de sus viñas.
El vigneron José Daniel Frías Ruiz no piensa únicamente en sí mismo, en sus seis hectáreas y media de viñedo o en sus 15.000 botellas anuales. Al despedirnos, después de una tarde intensa, me dirá con inquietud, “espero que no se carguen la magia de Rioja Alavesa”.
JUNTO a su bodega de Elciego, en mitad de la magia del Paisaje.
Calderón de la Barca defendió en su célebre poema “Que vivir sólo es soñar / Que el hombre que vive, sueña / Que toda la vida es sueño”.
Cómo olvidar lo que dejara escrito Shakespeare, al asegurar que “estamos hechos de la misma materia que los sueños”, o que “nuestra pequeña vida se completa con un sueño”.
Hace diez años, Dani Frías y Xabier Kamio comenzaron con muy poquito, una barrica de una cosa, otra barrica de otra. En 2020 el proyecto se volvió más familiar.
DANI en el interior de su bodega.
Así va creciendo poco a poco, como quien saborea una buena copa de vino al atardecer mientras una música delicada suena bajo la Sierra, haciendo que ese momento sea eterno, “disfrutando la vida”, como dice Dani, “porque estamos viviendo el sueño”.
.- Director Técnico de la Cooperativa de Haro y viticultor y enólogo en vuestro proyecto de Elciego. ¡Con dos horarios de trabajo!
En Haro trabajo de 7 de la mañana hasta las 15:00 horas. Y por la tarde me dedico a lo mío con la misma intensidad.
.- ¿Le pones más alma a lo tuyo?
Qué va. En la Cooperativa llevo desde el año 2003, donde ya he sumado 21 vendimias. A todo aquello le pongo muchísimo cariño también.
EN la paz y la serenidad de sus viñas…
En todos los bares de Haro
.- ¿Sabe tu vino parecido al de la Cooperativa?
No tienen nada que ver. Son dos modelos totalmente distintos de negocio en los que no puedes hacer el mismo tipo de vino. Igual que mis vinos no son los mismos que los de Marqués de Riscal.
En la Cooperativa hago un vino blanco de chateo, o poteo, que está en todos los bares de Haro.
.- Si pudieras… ¿quisieras dedicarte 100% a lo tuyo?
Hasta ahora lo he podido compaginar bien, y tengo mucho cariño a la Cooperativa. Llevo con ellos 21 años. Allí hay casi 300 viticultores, y 800 hectáreas de viñedo.
BODEGA cooperativa de Haro, de la que es Director Técnico.
Natural de Cenicero, Dani pasó de su licenciatura en Biológicas por la Universidad del País Vasco a la Universidad de la Rioja para realizar el Master de Enología y Viticultura.
Conoció a su esposa Merche Echeita de Elciego por un amigo común que estaba casado con otra mujer de Elciego, ambas amigas.
Un sueño llamado Clos Ibai
Merche es enfermera en Leza. Su familia forma parte del mundo del vino. Gracias a los viñedos de la familia de Merche pusieron en marcha hace diez años el sueño que ahora están viviendo con sus dos hijas… y más gente.
SU esposa Merche con su amiga María Luisa Ruiz de Samaniego.
.- Un sueño conocido como “Clos Ibai”.
El proyecto inicial de Clos Ibai comenzó en Baños de Ebro porque en su momento yo asesoraba a Bodegas Varal. Era muy fácil elaborar allí y hacerlo con ellos. En Baños estuvimos una temporada en régimen de alquiler, hasta que nos vinimos a la bodega de la familia de mi mujer.
.- Luego conoceremos la bodega.
Es una bodega antigua de cosechero, construida en los años ochenta, porque mi suegro elaboró aquí toda la vida.
UNA bodega con más de 40 años de vida.
Después estuvo tres años de proveedor de Riscal, y, posteriormente, se dedicó a vender vino a granel, principalmente a la bodega de Julián Murua.
EN Valdesanjuán, entre las dos higueras.
Estamos ahora en la viña de Valdesanjuán, en Navaridas, que según el Consejo Regulador es el pueblo que más viñedo viejo posee, pues «el 11% de todo el viñedo viejo de la DO está aquí», según apunta Dani Frías.
Una viña a la que el Sol acaricia a todas horas del día. Muy bien aireada, mirando a la Sierra. Con su cubierta vegetal. Y con dos higueras de las que todos los años hacen mermelada.
Sentir amor por las viñas
.- ¿Qué sientes por esta viña?
Siento muchas cosas… Siento amor. Trabajar aquí es un remanso de paz, viendo la Sierra continuamente.
Es un sitio mágico. Es una finca de la que el año pasado he hecho por primera vez un vino: Trescientas botellas de una mezcla de Tempranillo y Graciano que te contaba antes, que se va a llamar Valdesanjuán.
CUANDO las cepas y el vitivinicultor son dos aliados perfectos.
.- Si nos hubiéramos conocido en Bilbao cuando estuidabas Biológicas, y te hubiese dicho que acabarías tirándote de cabeza al mundo del vino…
Te hubiera dicho que no. De hecho por entonces quería irme al CESID, a Madrid, teniendo en mi cabeza la biología molecular… El caso es que acabé aquí. Y estoy feliz.
.- ¿Disfrutaste el Master de Viticultura y Enología?
Mucho. La parte de bodega y microbiología la tenía superada, pero en Viticultura aprendí muchísimo. Al acabar el Master, mi primer trabajo fue en Ribera del Duero.
.- Entre 1996 y 1997.
En Real Sitio de Ventosilla. Después, del 97 a 2003 estuve en Bodegas Bretón, en Rioja. Y desde el 2003 soy Director Técnico de la Cooperativa de Haro Virgen de la Vega.
BAJO el mismo cielo caben miles de inquietudes.
Ponerse las pilas en la Pandemia
.- ¿Cómo compaginas todo, lo de Haro y lo de Elciego?
Metiendo muchas horas. Al terminar nuestra entrevista marcharé a dar una mano de sulfato a las viñas. No me queda otra.
.- Al principio empezaste el proyecto con Xabier Kamio
Eso fue al principio, durante seis años, de 2014 al 2020, hasta que esto se convirtió en un tema más familiar, con los viñedos nuestros, con nuestra bodega… Con Kamio mantengo una gran amistad.
.- ¿En qué momento está Clos Ibai a los diez años de su creación?
La bodega se llama Ibai Viticultores, pero Clos Ibai es como nos conoce todo el mundo. Estamos intentando crecer poco a poco. Diez años no es nada en el mundo del vino. Además, los primeros años fueron muy light, porque empezamos con muy poquito, una barrica de una cosa, otra barrica de otra, y realmente nuestro salto fue en la Pandemia.
.- ¿2020 fue un buen momento para arrancar con energía?
Lo fue.
«Somos un poco ahijados de Maite y Abel»
.- ¿Y hoy qué patrimonio tenéis?
Ahora mismo nosotros tenemos cinco hectáreas y media. Somos artesanos del vino. Son 5,5 hectáreas propias y 1,2 hectáreas de María, una cuñada nuestra que nos aporta lo suyo al proyecto. Tenemos una parte conjunta, y otra que ha empezado ella por separado.
ÁLVARO Loza empezó a elaborar sus vinos en la bodega de Dani y Merche.
Hasta el 2022 estuvo también con nosotros Álvaro Loza, que empezó a elaborar sus vinos conmigo, en nuestra bodega, a través de Abel Mendoza; al igual que empezó también con sus vinos en nuestra bodega Jade Gross en su primera añada.
Etiqueta de un vino de Jade Gross, del ilustrador Javier Aramburu.
.- Ellos son como si fueran “ahijados” de Abel y Maite.
Bueno, todos somos un poco ahijados de Maite y Abel.
.- ¿En qué sentido lo dices?
Por su generosidad. Son muy buena gente. Conseguir lo que ellos han conseguido es el sueño de todos.
ABEL Mendoza y Maite Fernández.
.- Son 80.000 botellas de Abel y Maite, y ni una más.
Para qué más, si no merece la pena.
Herencia de los antepasados de Merche
.- Así que cuidáis un patrimonio de 6,7 hectáreas, eh!
El año pasado ha sido nuestro año de mayores ventas, 15.000 botellas! Y nos hemos marcado el objetivo de producir como mucho 25.000. De lo que se trata es de cuidar un patrimonio que nos ha venido de nuestros antepasados, en este caso de los padres y los tíos de Merche.
.- ¿Cuáles son tus palabras predilectas para hablar de Clos Ibai?
BOTELLAS con los diferentes vinos de Clos Ibai.
Elegimos la palabra “Clos” por una sencilla razón. Nosotros trabajamos en ecológico, con la filosofía del alemán Rudolf Steiner, que hablaba de recuperar la Agricultura antigua, cuidando el suelo, trabajando la biodiversidad.
Cuando la gente escucha hablar de biodinámica se queda con los cuernos. Pero hay más, mucho más. Su corriente se ha desarrollado mucho en la viticultura, aunque no tanto en Rioja. Nosotros esperamos que este año nos den la certificación Demeter en biodinámica.
.- ¿Son rigurosos?
Bastante. Y me parece bien, porque así te permiten demostrar que estás haciéndolo bien. ¿Por qué? Porque ahora la palabra sostenibilidad y medio ambiente está en boca de todos. Hay que demostrarlo, y nosotros nos lo creemos de verdad. La certificación Demeter es de un club privado internacional al que tú te apuntas.
JUNTO al depósito de sulfatos, cuando se utilizaba la mochila de sulfatar.
Trabajar con productos de residuo cero
.- ¿Hay que producir de otra manera?
Tenemos que producir alimentos más sanos. No digo que haya que ser ecológicos, pero hay métodos para trabajar en el campo sin estar todo el día degradando los suelos.
.- Lo que hacían aquellos que os precedieron.
Aquellos utilizaban azufre y cobre, y medios naturales porque no había otra cosa. Que cada cual siga su camino, pero nuestra idea es intentar llegar con productos de residuo cero, incluso sin meter cobre en mis viñedos, únicamente lo imprescindible.
.- En Bizkaia con el txakoli lo tienen muy difícil con el mildiu.
Eso es imposible, lo sé; pero nosotros trabajamos con cola de caballo y con una serie de preparados naturales que funcionan. ¿Qué pasa? Que con estos métodos hay que estar más encima. Para mí eso es el futuro.
EN Elciego hay bodegas de muchos tamaños.
Hace poco estaba con un bodeguero de una bodega grande de Elciego, y tú sabes, hay muchas realidades en Rioja. Lo que a él le puede ir bien, a mí me puede ir fatal. Buscar soluciones globales al problema que tenemos es imposible.
«Que nos dejen ser más creativos»
.- ¿De qué se trata?
De que nos dejen ser más creativos.
.- ¿Sientes que están paralizando tu creatividad?
En el viñedo no tanto, pero en la bodega muchísimo. Yo pediría que los pliegos de los Consejos Reguladores no sean tan cerrados.
«QUE nos dejen ser más creativos».
Vamos a ver, “el vino blanco tiene que ser así ”. Si resulta que estoy haciendo un vino de otra manera del cual vendo 2000 botellas. “Deja que el mercado me ponga en mi sitio. Si no las vendo, no te preocupes, que voy a ser el primero en dejar de hacerlas”.
.- No te dan un margen de confianza.
No. Y cuanto más clásica y tradicional es una DO, te dejan menos. Sobre todo los pequeños necesitamos diversificar las cosas.
Lo que necesitan los pequeños de Rioja
.- ¿Qué más necesitáis los pequeños de Rioja?
Eliminar burocracia.
Mira, cuando nos vinimos de Baños de Ebro a Elciego, para dar de alta a la bodega tuve que hablar con siete organismos: ayuntamiento, sanidad, industrias agrarias, Consejo Regulador, Ekolurra e Impuestos especiales…
Necesitaríamos una ventanilla única, pero no hay manera. No puede ser que el 80% de nuestro tiempo esté dedicado a la burocracia. Debe aumentar la creatividad y bajar la burocracia.
.- ¿Qué te parecen las ayudas de la Vendimia en Verde?
Eso es pan para hoy y hambre para mañana, como el vino destilado. Ya te digo que no creo en las ayudas. Hay que tomar otras decisiones.
.- Preséntame a tus viñas, por favor.
Todas son de viñedo viejo de más de 50 años. La mayor tiene más de 100 años, de nombre Regollos, no es mía. pero un chico de Elciego, Mikel Baigorri, me llamó por mediación de Alex Bañares (del restaurante La Cueva) para decirme que quería sencillamente que mantuviera su viña.
La visité, me encantó y se la mantengo. De hecho hemos empezado a elaborar un vino de esa viña que todavía no está comercializado. Serán 300 botellas de diversas variedades, con Tempranillo tinto y otras variedades blancas.
«Seguimos embotellando a mano»
.- ¿Qué haces con cada una de tus viñas?
A todas las elaboramos por separado, ya que lo que me interesa es conocer a fondo nuestras viñas y saber lo que nos pueden dar.
.- Tu Clos Ibai tinto 2018 son 2600 botellas, con Tempranillo, Graciano, Malvasía y Garnacha blanca…
Lo que hay plantado. El viñedo tradicional de Rioja Alavesa elaborado con raspón, que en mi bodega no hay despalilladora, y si alguna vez lo despalillamos es a mano.
Mantenemos por cierto la misma sostenibilidad en la viña que en la bodega, mi coherencia es así desde la viña hasta llegar al mercado.
EN la viñita de Valdesanjuán, en medio del paraíso.
.- Un vino que está en depósitos de cemento…
Y en barricas de roble de 500 y 600 litros. Ah, he de decirte que nosotros seguimos embotellando a mano, jaja.
.- Esa embotelladora me la enseñó Francisco Martínez de Cañas, de Villabuena, en la que tú te sientas en la banqueta y vas colocando los corchos botella a botella.
Botellas que en mi caso pasan a los jaulones, donde permanecen un tiempo antes de colocar las etiquetas con una etiquetadora semiautomática, si bien la precinta de las botellas la tenemos que colocar a mano una a una.
LA precinta a mano, una a una…
«Que Rule», el vino que nació de una chufla
.- Me tienes que hablar de los vinos Clos Ibai tinto y Clos Ibai blanco.
Con ellos nació el proyecto. Ambos son la estructura central de la bodega.
.- ¿Y este otro vino “Que Rule”?
Este vino nació de chufla, porque yo tenía ganas de hacer un espumoso para bebérnoslo nosotros, entre familia y amigos. Así que hicimos 300 botellas. Un día estábamos en la bodega de un amigo de Elciego, donde tiene su merendero, y llevé unas botellas, sacando un vídeo que llevamos a las Redes.
SENTADO en el restaurante La Cueva, de Elciego, con «Que Rule».
.- Total…
Resultó que un importador que teníamos en Dinamarca lo vio y me preguntó “¿pero tienes un vino espumoso de esos?”. Sí. “Jo, pues envíame unas muestras”. Le mandé y le gustaron hasta tal punto que le hemos puesto a la botella una casa emblemática de Copenhague, hoy derruida. Una etiqueta realizada por una pintora callejera amiga suya.
.- El vino se llama “Que Rule” por…
Porque la idea de este vino es que se mueva, que rule. Es un espumoso que no se puede hacer dentro de la DO Rioja. De hecho está prohibido hacerlo.
.- Hablando de restringir la creatividad, ¿no?
Eso es. Este año se me ha pasado por la cabeza hablar con Pablo Franco, el director técnico del Consejo Regulador, y pedirle “que nos dejen hacer este vino, por favor”. Rioja debe reconocer la diversidad que atesora. Es algo que les cuesta.
En «La Cueva» comimos estupendamente bien. (Foto Alex Bañares).
«Ojalá existieran más proyectos pequeños»
.- Somos tan garantistas que nos pasamos, y nos ahogamos.
Y mucho más ahora, en este momento malo que estamos pasando. Para mí está claro que la DO Rioja ha sido un modelo de éxito hasta hace 4 ó 5 años. Pero esto ha cambiado.
Nos hemos venido a la bodega donde elabora sus vinos, a unos 800 metros de Elciego, construida en 1980, donde se juntaron en su día cuatro vitivinicultores de Elciego, que entonces elaboraban los cuatro, cada uno por separado:
Pedro Riofrancos, Jose Mari Santos Aranguren «Kaiku», Pedro Santos Vázquez, y mi suegro Vicente Echeita.
Pero en la actualidad sólo elabora él.
.- ¿Qué significa que en una bodega para cuatro sólo elabores tú?
Que se han perdido tres bodegas, que esos viticultores venden la uva a bodegas grandes, que estamos perdiendo singularidad y diversidad.
.- Estás expresando un lamento.
Es un lamento porque ojalá existirían más proyectos pequeños. Más proyectos enriquecerían a Elciego y a toda la DO Rioja, pero es el camino que estamos llevando. Y es una pena.
¿Cómo enfrentarse a estos tiempos difíciles?
.- ¿Eres muy “Rioja Alavesa”, Dani?
Yo etiqueto mis vinos como Rioja Alavesa, porque lo son. Afortunadamente se hacen vinos buenos en todos los sitios. Entiendo que cada cual defienda su origen, ¡cómo no!. Ojalá pudiera poner en mis botellas vinos de municipio. Desgraciadamente tengo la bodega en Elciego y sólo una viña en Elciego, que la mayoría las tengo entre Laguardia y Navaridas.
VINO blanco dedicado a sus hijas Paula y Ángela.
.- ¿Hay muchas diferencias entre los vinos de Elciego a los de Baños, Laguardia o Navaridas?
Entre las viñas hay muchas diferencias. Suelos, altitud, orientación, variedades…
.- Es un mundo diverso, el de la viña, como el de los seres humanos.
Es la biodiversidad.
.- ¿Cómo estáis abordando estos tiempos difíciles desde una bodega pequeña?
Llevo elaborando vino en Rioja desde el año 1997, así que he visto muchas crisis, eh! Pero la presente es la crisis más estructural de todas, cuando las anteriores fueron coyunturales.
La DO apenas toma decisiones importantes, que las deberíamos adoptar entre todos, bodegas, administración, viticultores…, todos. Y los viticultores tienen que ser una parte activa de esto, pues hasta ahora no lo han sido.
Pequeño homenaje al río Ebro
.- Las últimas tractoradas han ocupado ese vacío.
A ver si es verdad. Los viticultores deben pensar en la pérdida de patrimonio que han tenido en los últimos años, que se ha reducido a la mitad. Antes una viña de Elciego se vendía a 90.000 euros la hectárea, y ahora no te la compran ni por 40.000.
.- Igual estoy equivocado, Dani…
Dime
.- Tengo la sensación que sois los primeros que de una manera clara y rotunda ponéis en valor al río Ebro.
Es que el río vertebra toda la vitivinicultura riojana. De ahí deriva el nombre Ibai (río en euskera), que viene a ser un pequeño homenaje al Ebro, que ha modelado todo, tierras, suelos y la climatología que tenemos. No podemos obviar al río, y menos yo, que vengo de Cenicero, un pueblo donde el río está muy presente.
EL Ebro fotografiado por Josemi Rodriguez.
.- ¡Qué decir de Baños de Ebro, donde empezasteis con la bodega en 2014!
Exacto. Te cuento que algunos de mi pueblo venían a vender peces del Ebro a Rioja Alavesa. Barbos, truchas y loinas. Algunos de mi pueblo se ganaban así la vida, pescando en el río y vendiendo luego sus peces por los pueblos. Te hablo de cuando yo era pequeño, que ahora tengo 57 años.
Carlos Echeita, su mentor en el campo
.- Tanto tú como tu mujer estáis completamente implicados en vuestro proyecto.
Somos tres los implicados, mi mujer, mi cuñada y yo. Mi cuñado Juan Carlos Echeita, de Navaridas, también nos echa una mano, siendo mi mentor en el campo. “Juan Carlos, ¿cómo haríamos esto?”. Le consultó muchísimas cosas. Y luego hay amigas, como María Luisa Ruiz de Samaniego que «está al 100% cuando la necesitamos». Tanto ella como mi mujer se han transformado en dos expertas bodegueras.
.- ¿Qué ha sido lo último que le has consultado a tu cuñado Echeita?
MANOS de sus hijas sobre la barrica en la que duerme uno de los vinos.
Yo no tengo riego en ninguna viña. En años problemáticos de falta de agua, alternamos con el tema de las cubiertas vegetales: una calle con cubierta vegetal, la otra sin cubierta. El otro día se lo consulté, y eso que está cambiando su filosofía porque ha sido un viticultor tradicional donde labraba todo sin dejar ni una hierba.
.- Es importante compartir experiencias.
Sean de aquí o sean de allá. He vuelto hace poco de Georgia, de un viaje en el que he conocido gente y aprendido algunas cosas importantes.
.- ¿Te ayuda más esa experiencia que tus estudios en Biología?
Indudablemente. La base la tengo, pero el día a día y el conocer a gente que te cuenta cómo le ha ido con lo suyo es clave en nuestro sector. De hecho aquí hay muchísimo intercambio de conocimientos.
SUS hijas firman el vino que lleva por nombre «ELLAS».
El 90% de sus vinos va a exportación
.- ¿Tenéis hijos o hijas, Merche y tú?
Tenemos dos hijas. Una es enfermera, que está haciendo la especialidad en Salud Mental en Vitoria. Y la otra está haciendo Comercio Internacional. Así que ya veremos. A las dos les gusta el vino… Si la pequeña acabara trabajando con nosotros… (dice en un suspiro).
Era un sueño hacer lo que estamos haciendo. Lo era cuando empezamos en 2014 y lo sigue siendo ahora.
.- Un sueño, Dani.
Nos ha permitido conocer mucha gente de muchos países. De hecho el 90% de nuestros vinos va a exportación, así que conocemos a gentes de todo el mundo gracias a nuestras 15.000 botellas de vino. De Australia, Nueva Zelanda, Tailandia, Canadá, Bélgica, Dinamarca, Francia, México, Suiza… Y nos permite viajar.
GRANO a grano, botella a botella, viña a viña, país a país…
.- Hay buena gente en el mundo del vino, ¡eh Dani!
Hay más gente buena que mala. Mira, el otro día en Georgia, en una comida que tuvimos a finales de mayo, con gentes de toda España y también de Rioja Alavesa, entre otros estuvieron Gonzalo y su hermano Iñigo, de Ostatu, que uno de los pueblos visitados está hermanado con Laguardia…
Los pueblos que tienen vino…
Total, que hicimos una cena con el alcalde del pueblo, con el embajador de Georgia en España, y con una persona que llegó a decirnos que “los pueblos que tienen vino son pueblos alegres y pacíficos”
.- Es una buena frase para un mundo en guerra.
Ellos saben bien de lo que hablan, porque han sufrido varias guerras. Siempre he dicho que el vino nos une.
FIESTA de la Vendimia en Lanciego, en septiembre de 2022.
.- ¿Qué te gustaría incorporar en estos próximos años al sueño de tu familia?
Mi idea es mantener la misma ilusión que tenemos ahora y que esto nuestro se afiance. Con llegar a las 20.000 botellas, me basta. Es la filosofía de Abel Mendoza. “Aquí me planto”.
.- ¿Quién tira de quién en la pareja?
El que me dedico a tope a la viña soy yo, pero mi mujer está siempre al pie del cañón. A veces me dice “ponme algo de tajo en la bodega”. Merche no va al campo. Eso lo hago yo. Cinco hectáreas y media las puedes gestionar fácilmente.
«El sector adolece de viticultores artesanos»
.- Si vas hacia atrás, ¿hubo en Cenicero quien se dedicara al campo en tu familia?
En mi familia no hubo viñas. Mi padre trabajó en la industria, mientras mi abuelo trabajó en el campo, pero no para él, sino para Bodegas Montecillo.
.- ¿Qué te dice la familia de tus vinos, de vuestras viñas?
No dicen mucho, pero beben mis vinos. Mis hijas son las que están encantadas de la vida. Siempre que pueden y están aquí nos echan una mano.
ENTRE sus barricas palpita una Bota de Jerez.
.- ¿De qué adolece el sector?
De vitivinicultores artesanos, que están desapareciendo. En Elciego ya casi no queda nadie, y en Villabuena cada vez quedan menos artesanos del vino.
Se está perdiendo esa figura, que es importante para equilibrar un poco este sector, que estoy de acuerdo que tiene que haber bodegas industriales, porque tenemos una masa vegetal enorme que hay que vender todos los años, pero los viñerones tienen que existir, como por ejemplo la gente de los Martes of Wine.
MERINO, Vicky, Erika y José Gil, componentes de los Martes of Wine.
La supervivencia de las bodegas familiares
.- ¿Eres optimista con respecto a la supervivencia de las bodegas familiares?
Estamos en una DO muy diversa, con muchas bodegas familiares, pero creo que son las bodegas de tamaño intermedio, que no están ni en la parte artesanal ni en la industrial, las que van a sufrir mucho. Su modelo ha sido de éxito, pero eso se acabó.
.- ¿No se están tomando las decisiones adecuadas?
Llevamos años con la destilación en crisis y la vendimia en verde, algo que se acaba este año, y seguimos en el mismo círculo. No me atrevo a decir qué decisiones se deben tomar, porque las que sean buenas para mí pueden ser malas para otros.
Pero nos deberíamos sentar todos y decidir cuáles son esas decisiones que estamos necesitando como el aire para respirar. Y hacer un Plan Estratégico dentro de la DO a diez años. Yo siempre he pensado que los momentos de crisis son los momentos de oportunidades.
LA viña es buena consejera para meditar las decisiones…
«Ni me quejo ni me considero un héroe»
.- Así que te levantas temprano todos los días…
Y me voy a la cooperativa de Haro, a 25 minutos de Elciego. Vengo a casa, como y venga, a dedicarme a lo mío. Ayer terminé de trabajar a las 20:30h en las viñas. Tranquilamente meto todos los días 13 horas o algo más. Pero ojo, eh, ni me quejo ni me considero ningún “héroe”.
.- ¿Cómo se llamaba el padre de Merche?
Vicente Echeita, y el abuelo Ángel. Vicente llegó de Navaridas y se casó con mi suegra Julia, de Elciego. Entre los dos construyeron todo. Es una generación impresionante.
.- Eres de Cenicero, pero estás haciendo patria con los vinos de Rioja Alavesa.
Nosotros queremos que sepan dónde estamos, quiénes somos y que conozcan nuestra zona. Ya han venido los importadores de Australia, Canadá y Alemania.
Esta es una zona muy chula. Me encanta levantarme todas las mañanas y ver la Sierra.
«VIVIENDO sueños» firmados por el enólogo Dani Frías Ruiz.
.- Mucho trabajo tienes, Dani, pero se siente muy bien cómo disfrutas la vida.
Es lo que intentamos. Empezamos haciendo 600 botellas de blanco y 600 botellas de tinto. Y de ahí para arriba, poco a poco. Así que sí, disfrutamos la vida porque estamos viviendo el sueño.
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La vida es sueño… Bien por Daniel Frías y sus viñedos!
Gracias, Carmen
DANI FRIAS. Excelente enólogo. Persona cercana y honesta. Un tío serio con quien comparto el contenido de la entrevista.
AUPA DANI.
Mila esker, Julio
Eskerrikasko, Carlos
A veces no queda otra que ser creativos pese a todo y frente a los que han hecho el mismo traje a medida para todos. La creatividad ha de salir por los poros y contra la oficialidad y las normas. La creatividad resplandece contracorriente
Gracias, Garazi
Toda mi admiración por los pequeños, por los vitivinicultores artesanos que sienten amor por sus viñas. Zorionak!
Milesker, Sare
Desde mi punto de vista, todas las tierras de Rioja Alavesa, todos los vinos, debieran tener ya un sello de Ecología, libres de sustancias químicas. Esa sería una Diferenciación más.
Hermosa manera en la que Dani Frías relata su historia. El sueño que vivimos y sentimos nos da mayor inmensidad
Gracias, Begoña