Veíamos en el artículo anterior cómo afectó la filoxera en la economía de varias generaciones de riojano-alaveses, en un claro ejemplo de cómo factores exógenos, inesperados e incontrolables pueden alterar drásticamente la economía de Rioja Alavesa. A lo largo de la Historia ha habido muchos episodios de este tipo, pero debemos reconocer también que ha habido muchos factores internos, del propio País Vasco, que han condicionado nuestra economía.
Miguel Larreina González *
Al depender la comarca absolutamente del vino, un producto hasta cierto punto de lujo, del que se podía prescindir en condiciones de penuria, la situación de la economía en Álava en los primeros tiempos medievales y del País Vasco en la Edad Moderna han influido grandemente en la prosperidad o pobreza de Rioja Alavesa, en la expansión o contracción de su viñedo.
Para completar esa visión cíclica de la viña riojano-alavesa, vamos a ampliar el horizonte y vamos a comentar brevemente las vicisitudes que ha vivido este sector en la Edad Moderna. Empezaremos viendo cómo, tras un duro final de la Edad Media, el clima se dulcifica, las guerras cesan, la población alavesa crece y el comercio florece en torno a una Vitoria que cada vez consume más y más vino sonserrano.
Gracias a Vitoria, el siglo XVI es el siglo de Oro de las aldeas y villas de Rioja Alavesa que se enriquecen gracias al vino, a su revalorización y así la viña se convierte poco a poco en monocultivo en Elciego, Labastida, Villabuena, Navaridas, Lapuebla… mientras que en otros pueblos de la Comarca adquiere un papel complementario pero importante e incluso aquellos muy altos que por razones ecológicas no son tan propicios para la vid, crecerán también aportando a los pueblos más vinateros los productos que estos demandan: grano y carne para sus gentes, forraje para las caballerías que transportarán el vino, mano de obra…
Con ocasión de un importante enfriamiento climático ocurrido en el mundo y que se manifestará especialmente a finales del XVI, todo el XVII y primera mitad del XVIII ( conocido como “la Pequeña Era Glaciar”), la economía general empezó a caer en picado, guerras, hambrunas y episodios de peste se sucedían sin descanso. La penuria también se extendió por Álava y, consecuentemente, por Rioja Alavesa, pero solo momentáneamente. Porque el mismo enfriamiento que complicó la viticultura de Francia y de ciertas regiones españolas como Rioja Alta, vino a propiciar la viticultura tinta en Rioja Alavesa, por su especial microclima, más abrigado y cálido.
Por esa razón climática, ayudada por las guerras con Francia e Inglaterra que impiden el abastecimiento por mar de vino a Vizcaya, el vino tinto de Rioja Alavesa entra con fuerza en Bilbao en el siglo XVII, manteniéndose por supuesto Álava como cliente histórico. Al crecer fuertemente la demanda vizcaína de este recio vino tinto, la viña riojano-alavesa se expande y sus gentes se enriquecen, remodelando sus pueblos minúsculos que se independizan de Laguardia y levantan sus grandes Iglesias y Palacios barrocos, sus mansiones, sus barrios bodegueros.
Como vemos en el gráfico inicial, en la primera mitad del siglo XVIII, todavía inmersa buena parte de Europa en esa “ pequeña era glaciar” que hundió a los competidores de Rioja Alavesa o los obligó a hacer esencialmente vinos blancos, nuestra comarca seguía expandiendo su Tempranillo y enriqueciéndose gracias al vino tinto, hasta el punto que Labastida, Elciego, Villabuena…. son las villas con más alta renta per cápita del País Vasco, perfilándose la comarca tal y como hoy la vemos, tres siglos más tarde.
Hacia la mitad del XVIII, el clima se dulcifica en Europa, lo que posibilita la introducción del Tempranillo y otras viníferas tintas en muchas localidades de Rioja Alta, con lo que al poco aparece el gran enemigo de Rioja Alavesa, “la sobreproducción”, ese tema tan bien narrado y tratado por Felix Mª Samaniego y la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País.
El precio del vino de Rioja Alavesa cayó en picado a finales del siglo XVIII y las guerras del primer tercio del siglo XIX (contra los franceses, primera Guerra Carlista…) no harán sino complicar el problema. Hambrunas, epidemias, guerras, plagas de la vid marcan una mala primera mitad del siglo XIX desde el punto de vista de la viticultura alavesa.
Las cosas cambian radicalmente a mejor en los años setenta y ochenta del XIX, superada la tercera Guerra Carlista que tanto daño hizo en Rioja Alavesa y ese cambio se debió a tres factores: el auge económico y demográfico vizcaíno gracias al comercio del hierro y la industria naval, la inauguración del ferrocarril Bilbao-Tudela que abastecerá a la creciente población de Vizcaya de productos hortofrutícolas-vino, y la destrucción del viñedo francés por la filoxera que propició que se exportara hacia allí un tercio de la cosecha de Rioja Alavesa.
Y luego ya la debacle de “nuestra filoxera” seguida de todos esos acontecimientos descritos someramente en el artículo anterior como la miseria durante el franquismo o una nueva “Edad de Oro” en estos últimos cuarenta años, solo que en las anteriores “edades de oro” la plusvalía generada por el vino de Rioja Alavesa se quedaba mayoritariamente en la Comarca o en el resto de Álava, mientras que en la actualidad se va muy lejos. Esta “nueva edad de oro” fue interrumpida temporalmente por la crisis financiera y bursátil provocada en 2008 por la quiebra de Lehman-Brothers y el hundimiento que ello ocasionó en la economía y el consumo en España, el principal cliente del vino Rioja, y estamos ahora en una especie de pausa, a la espera de acontecimientos.
La visión rápida de ese gráfico inicial que resume los últimos cinco siglos de Rioja Alavesa evidencia esa vulnerabilidad del cultivo de la vid, esa fragilidad en la economía de nuestros viticultores alaveses y cosecheros que han vivido siempre al albur de acontecimientos fortuitos y ajenos a la comarca, ya sea una plaga importada por error desde miles de kilómetros, un cambio climático brusco, una guerra en un frente muy lejano, o una crisis financiera.
Las distancias y las vías de comunicación han propiciado que la primera parte de la historia económica de los viticultores alaveses (siglos XIII-XVI) estuviera ligada a la cercana Montaña Alavesa y a los mercados de Vitoria y Salvatierra; que en una segunda parte (siglos XVII- XIX) estuviera ligada a toda Álava y sobre todo a la pujante Vizcaya; que en una tercera parte (1860-1990, ya con el ferrocarril y los coches) estuviera muy condicionada por el consumo en el conjunto del País Vasco; y que en esta última fase (el siglo XXI de la globalización y el avión) el destino de Rioja Alavesa ya no depende de Euskadi sino de otros mercados. Está bien incorporar a las grandes China o Rusia a nuestro portfolio de clientes pero sería bueno no olvidarnos de las pequeñas Gasteiz y Hondarribi, pues puede hacernos falta un mercado de proximidad si un día los gigantes se caen o cambian de criterio.
* Master en Viticultura y Enología.
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Aupa! Muy interesante el blog y los artículos! Por qué no se hacen campañas como hacen en Francia de defensa y promoción de los viticultores pequeños? No hay que innovar mucho, solo cruzar la muga y entrar en cualquier Carrefour: verás vino de la tierra pero te destacan especialmente los que son vinos de pequeños productores. Y por qué no se aprovecha el boom de los cocineros y restaurantes de pintxos de Euskadi para que apoyen a este sector? Sabéis si existen iniciativas?
Gracias! seguid asi!
Gracias por tu comentario, Eneko. Buscamos todas las sinergias que apoyen a Rioja Alavesa y sus gentes. Saludos.
Buen trabajo Miguel.- Palabras de un gran conocedor de Rioja Alavesa.- Gracias por todo.- Saludos.-
Saludos, Francisco.
Muy bueno este estudio, gracias por este trabajo que da un poco de altura ,
Etienne Cordonnier Leizaola
Gracias, Etienne. Salud.
Miguel, tú escribes bien y sabes que debes apoyarlo con bibliografía, es más científico y el blog se lo merece.
Hay mucha gente que estamos pendiente de éstos últimos vaivenes y también conocemos los vaivenes históricos.
Ánimo y añade bibliografía, que sabes hacerlo.
Y sigue así.
Gracias por tu comentario, Pedro. Saludos.
Gracios a todos. Respecto a la petición de Pedro le digo que le remito encantado la bibliografía si me concreta un punto concreto, porque, como es fácil de comprender, la bibliografía que exigen estos pequeños y concentrados articulitos del blog serian de varios folios, mas que la propia extensión del articulito.
Gracias, Miguel. Saludos