MIENTRAS TÚ disfrutas de unas merecidas vacaciones en Galicia, Estambul o Atenas, tus viñas siguen madurando, dando lo mejor de sí, camino de la Vendimia de 2018. Bien sabes que la cosecha viene este año algo retrasada. Los campos se llenarán de gentes en octubre, que empezarán a cortar racimos en Oion, Lapuebla, o en Baños, y acabarán por hacerlo en Samaniego, Leza o Labastida.
Poco a poco, se irán recogiendo gozosamente a mano -en su mayoría- millones y millones de kilos de uva. Fruto prodigioso. Alegría de los campos. Ritual milenario. Los niños y niñas que vivan este tiempo, ya no lo olvidarán jamás. Serán l@s viticultores del futuro. Las enólogas. L@s bodeguer@s del mañana. Recibirán en Rioja Alavesa-Sonsierra un testigo de más de mil años en tan particular danza.
Lo susurra ese racimo multicolor, casi totalmente enverado, cuadro de belleza suprema, que recibe la caricia de Elena Ivanova y de su cámara silenciosa. De alguna manera, saben que han crecido gracias a los mil cuidados de viticultor@s que estos días están pendientes de ellos aquí o allá, en la cercana lejanía. Como saben que ell@s volverán a recogerlos en octubre con el mismo mimo que les han visto crecer.
Pregona el racimo que va llenándose de luz solar y de Luna, de tiempo, del amor de la cepa y de vuestras manos, de estrellas, cantos de aves y músicas cercanas, de vuelos de golondrinas bajo el azul.
Ese racimo va, piano piano, camino de la vendimia, de la bodega, de la tina, de la fermentación y el reposo. De vuestras bocas. Va.
Camino de vuestro / nuestro corazón de madrugada.
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Idílico panorama que recoge nuestros sueños de todo un año
Encaramos “ la septiembre” tiempo que sin ignorar todo lo ocurrido durante 10 meses, marca la CALIDAD. Es ese punto de acabado, ese jugar a las 7 y media para no pasarse ni quedarse y recoger el fruto en Plenitud.
Y, como la navarra de la Jota, con los ojos azules, de tanto mirar al Cielo!!!
Muchas gracias, Victoria. Muy buena entonación, de la A a la Jota. Saludos cordiales.