TODO estaba preparado en Baigorri para la master class de Santi Rivas.
“La libertad es decir cosas que puedan molestar», defendía el actor cómico Leo Bassi.
EL artista de circo italiano, Leo Bassi (Nueva York, 1952).
«El derecho a decir lo que todo el mundo quiere oír es propio de una dictadura. El humor es un corte de mangas del pobre al rico”, apunta Bassi.
En el caso de Santi Rivas, el humor fue un corte de mangas a lo políticamente correcto, un dardo contra las ideas asentadas y las convicciones de tantos otros… Incluso una manera de contrarrestar el bochorno de una tarde de primavera. ¿Pero hay que utilizar la burla para asombrar a la gente? De eso y mucho más va esta historia…
Veamos, porque hay una master class en marcha y mucho vino por delante.
SANTIAGO Rivas en una imagen de la revista Gastroplanet.
Rivas es para los IWC Merchant Awards, en 2018 y 2023, uno de los mejores comunicadores del vino, además de ser campeón de España de las Catas a Ciegas por Equipos en 2018.
Autor de dos libros, el primero titulado “Deja todo, o deja el vino”, defiende que habla del vino “con sarcasmo, rigor y transparencia”. La del jueves fue la primera master class de Santi Rivas a la que asistí. ¿Son todas así, o se le fue un poco la olla?
MOMENTO de la master claas que duró entre las 19:00 y las 22:20h.
Hubo sarcasmo, por supuesto, y la verdad es que también se puso solemne para decir que “Rioja es la mejor DO de España, lo cual es indiscutible. Es como decir que el Sol calienta. ‘Esa será su opinión’ me dirá alguien. No es una opinión, el Sol calienta y ya está”.
“¿Qué otras DO tienen 80 bodegas interesantes? Ninguna. Rioja es la que más destaca. Es una DO que tiene bodegas muy buenas en diferentes estilos de vino”.
¿Por qué puede asegurarse que a Santi se le fue la master class de las manos? Recojamos una cosecha de algunas de sus expresiones:
“Me suda la polla”, “Tienes los santos cojones de sacar vinos muy ‘bebibles’ ”, “Calatrava, el arquitecto de Ysios, ese hijo de puta al que se le cayeron los techos”, “Convoca a los enólogos los viernes, “venid -les dices-, matamos una prostituta. Venid un viernes y esnifamos” ”…
Cuando una masterclass puede herir sensibilidades
Pasen y escuchen -pudieron haber anunciado los organizadores-, “la master class de Santi Rivas les hará gracia, incluso se descojonarán de la risa, pero sepan que puede herir algunas sensibilidades”. Seguro que a pesar de esto el acto hubiera estado a reventar.
PREPARADOS para empezar la cata de vinos en Samaniego.
El sentido del humor parece aguantarlo todo. Santi Rivas camina por el filo de la navaja (o de la cuchilla de afeitar) sin cortarse. Tanto habló que me recordó la frase del genial Groucho Marx cuando dijo “Si eres capaz de hablar sin parar, al final te saldrá algo gracioso, brillante e inteligente”.
HUMOR de Groucho Marx, tan contundente como delicado y sutil.
Santi disparó sobre el escenario del vino con las tablas y el conocimiento de quince años de trabajo, quince años riéndose del mundo de los clichés, con un lenguaje donde mezcla academia y taberna (sin devaluar las tabernas), lo inteligente con lo chusquero, con el sentido del humor del que es capaz, llegando al límite, si es que existe, y rebasándolo después.
Santi disparó contra el pianista y contra sí mismo.
EN primera fila representantes de las bodegas y el palacio de Samaniego.
Uno pudiera pensar que jugó el papel para el que fue contratado. Irreverente con su humor, descarado, manifestándose contra lo más sagrado, cortando continuamente a las bodegas de Samaniego in Wine, convirtiendo su magisterio en un mero show personal al servicio de la risa y la sonrisa.
Como digo una cosa digo la otra
Eso sí. Se lo curró. Como digo una cosa, digo la otra. Sudó la camiseta durante las tres horas largas que duró el evento. Y puede que hasta ensanchara la libertad para hablar del mundo del vino.
Se entregó en Bodegas Baigorri con la velocidad que le permite una mente rápida cual ametralladora que tras hacerte la primera pregunta, dispara la segunda y la tercera, incluso una cuarta, importándole un comino lo que quieras decir. No puede evitarlo. Santi es así, al menos cuando está ante las cámaras invisibles de una master class.
ALREDEDORES de Bodegas Baigorri, a las 18:30h., con 30 grados…
La idea era “explicar una manera de sentir y de vivir el vino, transmitiendo lo que es Samaniego, lo que nos diferencia”, en palabras de Rosa Gómez de Segura, presidenta de Samaniego in Wine, que abrió el acto.
Santi Rivas tomó la palabra para contar que la organización del evento le envió cuatro referencias de vino por cada una de las ocho bodegas, siendo él quien eligió un vino de cada para “darle un sentido a la cata, hilando con ellos una narrativa”.
IMAGEN de las copas una vez concluida la Cata.
Finalmente resultarían dos blancos y seis tintos. En su speech inicial Rivas dejó claro que el vino es otra cosa. “Beberte una Mahou no vertebra, pero un Remírez de Ganuza Blanco sí”.
“¿Es todo el vino igual?”. No -se respondió-. Ni todas las bodegas. Las hay que han vendido a estas alturas todo su vino. Otras tienen cupos para definir a quién quieren vender…”
EL Sol empezó a declinar a las 20:42h., bajando la temperatura.
Entre qué consumidores baja el consumo de vino
Respecto a los consumidores “hay gente que bebe por beber, que pasan del vermut a la cerveza y finalmente al vino. Se evaden, pero beben por beber, lo cual afecta a un tanto por ciento muy alto de consumidores del mundo del vino: ése es el consumo que está bajando”.
¿Cuántos vinos transcienden en este país de verdad, tanto que los jóvenes conozcan las marcas del vino que beben?, se planteó. “Los jóvenes no están a eso. Ellos están a la fiesta y a ver si follan, a ver si la meten o si se la meten”.
Sobre el consumo en general, defendió que al mundo sólo lo gobierna el consumo, ‘el que vertebra parte de tu personalidad’. Ese consumo muestra tres cuestiones: lo que tú eres, lo que queremos enseñar a los otros que somos, o lo que te sale”.
“Los vinos -abundó- significan cosas. Hay gente que sólo quiere beber vinos muy caros, porque “parecer es ser” y “no parecer es no ser”.
El terreno de juego del vino es global. “Hacer buen vino hoy ya no es suficiente porque todo el mundo está haciendo el mejor vino de su historia, hasta Cigales. Así que sobra vino, y sobra vino bueno. La gente no necesita tener una trayectoria para poner un vino a 30 euros la botella”.
“La gente -continuó- no tiene ni puta idea de lo que le ha costado a Viña Tondonia hacer sus buenos vinos… Otra cosa es que en Samaniego las bodegas se contagien unas a otras, que Remírez de Ganuza por ejemplo muestre el camino a Bodegas Alútiz”.
EL pueblo donde ha surgido la asociación organizadora.
Comienza el baile de las ocho bodegas
En ese momento se sirvió el primer vino blanco de la tarde, de Bodegas Alútiz. “Del vino que presentamos hoy hacemos solo 600 botellas, con la pretensión de dar un salto en la calidad de nuestros vinos, de un viñedo que vendimiamos el pasado 2 de octubre a mano y delicadamente”, nos dijo Iker Pascual, de Bodegas Alútiz.
Santi preguntó por el precio de esa botella, “porque hay gente que se activa a partir de cierto precio, y 20 pavos está muy bien”.
EL primer vino de la tarde, un blanco de Alútiz.
Hubo preguntas por parte del showman si bien apenas le dejó contestar a Iker con monosílabos, lo que empezó a resultar incómodo para algunos que se miraban entre sí, o que sonreían.
Antes de pasar al siguiente vino, también blanco, de Bodegas Ostatu, Santi Rivas recordó que lleva “quince años pensando en toda esta mierda, lo digo por si queréis retarme con preguntas”.
EL segundo, también Blanco, provenía de Bodegas Ostatu.
Mariasun Saenz de Samaniego comenzó diciendo que “la venta de vino cada vez está más difícil, o parece que está más difícil”. El director del encuentro formuló un par de nuevas preguntas. “… Es que aún no he respondido a tu anterior pregunta”, le dijo Mariasun con una amable sonrisa.
Pero Santi iba a su bola. Se puso a hablar de música, y a formular nuevas cuestiones que Mariasun no podría responder. “Yo soy izquierda caviar hipócrita, ni nacionalista ni de izquierdas”, dijo Santi de sí mismo.
MARIASUN y Santi intentando mantener una conversación…
La importancia del precio de los vinos
A esas alturas me pregunté si el responsable del Colectivo Decantado estaba mostrando su alma negra en la charla, la de un diablo juguetón, o si estábamos asistiendo a un mero espectáculo con ciertos tintes de provocación.
“Con el tiempo, en estas últimas décadas hemos ido cambiando en la bodega -manifestó Mariasun con gran temple-. Estamos muy atentos y nos adaptamos a las diferentes situaciones con la mejora continua. Hoy somos más viña y menos bodega”.
Rivas nos contó que él se dedica también a la consultoría de bodegas. “Primero hay que hacer el vino bueno, y luego todo lo demás”.
.- ¿Qué vale este vino de Ostatu?
Veinte euros.
.- Pues ya está, no hay más que decir.
Pero el precio es importante. La gente pregunta el precio.
.-Si el vino está bueno y la gente pregunta el precio después de haberlo probado, tienes un problema. Me da igual lo que valga en una franja de entre 20 y 80 euros.
Empezaron a llegar las anécdotas de Santi.
Cuando el vino huele a ‘billetazos’
DESDE el escenario, manteniendo toda la atención del mundo.
Nos contó cómo pasaron una noche en la bodega de Carlos Fernández, en Labastida. “Hay veces que el vino huele a billetazos de tres cifras. Hacia las 2 de la mañana Carlos nos sacó un vino del 91. Al catarlo pensé que era un gran vino… que lo era… pero resultó ser un puto maceración carbónica del 91 que había elaborado su padre”.
Estaba en el estrado Ángela Bello, y se había servido un maceración carbónica de Bodegas Bello Berganzo, no sin antes atender otro planteamiento del director de ceremonias. “Lo que importa -confesó- es que yo lo pase bien, si bien en algún sitio no me han vuelto a contratar”.
MARINO Bello, presente con un vino del que hablaría su nieta.
“Suelen decir que lo importante para una bodega es que la comunicación sea sincera. ¿Sí? ¿De verdad? Yo aconsejo mentir. ¿Cuántos te cuentan que han obtenido 100 puntos Parker, cuando es mentira? Vale, pues por decir eso, por aconsejar mentir, no me han vuelto a contratar en algún sitio”.
CON Ángela Bello en el estrado…
Ángela contó que ella es la tercera generación de la bodega. Y detalló los papeles que juegan su padre y sus tíos en la misma. Habló de sus vinos, se defendió bien entre uno y otro monólogo de Santi. “Pues muy bien”, valoró Rivas, “¿se te ha quedado algo por decir?. “No -contestó ella-, ¿tienes alguna pregunta más?”.
Samaniego y el relevo generacional
Llegó el turno de Lara Martínez, de Bodegas Heredad de Aduna, que ese mismo día, el jueves, había recogido en Logroño un EcoVino de Oro por Leteo, el nuevo proyecto ecológico de la bodega.
LETEO, con nombre de río de la mitología griega.
“Acabamos de lanzar Leteo”. Santi preguntó qué tal se llevaba la familia de Lara, y cómo era la convivencia en Navidad. Una pregunta recurrente que planteó después a otras bodegas.
“Suerte tienes con tu familia. La mía es una puta mierda, pero no se puede tener todo”, soltó Santi a bocajarro, si bien en ese marco sonó a una broma más.
“Lo siento por ti”, llegó a decir Lara.
Lara Martínez, de Heredad Aduna con Santi Rivas.
Que los respectivos hijos de los gemelos (hija e hijo de uno y otro) que dirigen la bodega Heredad de Aduna estén implicados en la misma le llevó a Santi a hablar del relevo generacional cuestionado en muchas bodegas de Rioja.
“¿Va a tener continuidad Remelluri, el proyecto de Telmo Rodríguez en Labastida?”. La pregunta quedó en el aire, si bien Lara dejó claro que ese problema no lo tienen en Samaniego.
Entonces entró en cartera una nueva anécdota de Santi en una bodega francesa en la que estaba trabajando una enóloga española. “Hay bromas que si me las callo me sale un cáncer”. Lo que nos contó que le dijo a la enóloga es lo de menos, la cuestión es que ella le definió como “un hijodeputa, pero gracioso”.
«¿Está siendo extravagante o está bien?»
Eso le llevó a preguntar a todos los asistentes si la master class estaba siendo “muy extravagante, o si está bien”. Mirando a la gente, diría que se estaba divirtiendo con el encuentro.
Llegó el turno de Miguel Ángel Pascual Larrieta, de Bodegas Pascual Larrieta, que presentó Argia, su vino de luz más mimado. Santi quería hablar de música. “Este vino de autor se pasa dos años en barrica y dos años en botella, lo que vienen a ser muchos conciertos”, le dijo Miguel Ángel.
“Este vino sale cada diez años”. La curiosidad llamó a las puertas de Santi Rivas. El bodeguero recordó que para ver la luz, Argia ha de recibir de varios enólogos amigos una valoración cercana a 10 puntos, pues de otra manera no sacan el vino.
“¿Qué días os reunís, en lunes o en viernes?”. Como no le respondía, Santi le aconsejó que la reunión se celebrara siempre un viernes, que la gente está con otro espíritu los viernes. “Les llamas y les dices ‘Venid un viernes, matamos a una prostituta y esnifamos’ ”.
JUAN Luis y Mariasun atienden la conversación con Pascual Larrieta.
En la magnífica sala de Bodegas Baigorri, llena de gente, se cruzaron algunas miradas. “Venga, pelillos a la mar”. “Todo es en clave de broma”, parecieron decir esas miradas. Y el show de Santi continuó.
Entre Iñaki Azpiazu y Santiago Calatrava
Le llegó el turno al enólogo Simón Arina, de Bodegas Baigorri, para hablar de su vino B70 …
EL B70 de Bodegas Baigorri.
… “de una viña de 105 años”. En el encuentro entre ambos contrastó la responsable seriedad de Simón con el cachondeo de Santi, que iba subiendo de nivel.
SIMÓN Arina en una imagen de archivo del Blog.
Hablando de la gran arquitectura del edificio que diseñó Iñaki Azpiazu en Samaniego, Santi la tomó con el arquitecto Santiago Calatrava, de quién preguntó si seguía vivo. “Calatrava, ese hijo de puta al que se le cayeron los techos”, llegó a decir.
IÑAKI Azpiazu y Santiago Calatrava, dos grandes en Rioja Alavesa.
“Nosotros queremos poner a Samaniego en el mapa del vino mundial”, dijo Simón. Pero el joven del Colectivo Decantado estaba en racha, de boutade en boutade, con salidas extravagantes e ingeniosas, con una clara intención provocadora que levantó una ola de risas entre los asistentes.
Hablaron del precio del vino, que la botella del B70 cuesta 170 euros, de los vinos estándar, de la manipulación en bodega buscando un estilo propio. “Los vinos de moda -apuntó Arina- me dan miedo”.
Y llegó el turno de Juan Luis Cañas, representado en este caso a Bodegas Amaren.
EL vino que representó a Bodegas Amaren.
Abrió el turno de palabra el de Villabuena. “¿De dónde eres? ¿De dónde son tus padres? ¿De dónde tus abuelos?… Santi fue contestando una a una las preguntas, tras lo cual Juan Luis le dijo “he conseguido que no me cortes a la hora de hablar”.
El gran aplauso a Juan Luis Cañas
Ese momento se celebró con un gran aplauso. Algo más adelante, cuando Santi intentó volver a las andadas, Juan Luis le cortó suavemente diciendo “oye, que vuelvo a preguntar de dónde eres, eh!”, lo que provocó una segunda carcajada general.
JUAN Luis Cañas toreó bien las pullas de Santi en esa plaza.
“Defendemos la identidad de Samaniego, por supuesto, y ahora me puedes preguntar lo que quieras”, le indicó Cañas con una sonrisa.
Estábamos al final de la “master class”, después de más de tres intensas horas. Era el momento del enólogo Jesús Mendoza de Bodegas Remírez de Ganuza, y de su vino «Viña Coqueta».
VIÑA Coqueta, de un viñedo de 11 hectáreas, cercano a la bodega.
“Estás muy delgado, Jesús, dime cómo lo haces. ¿Has quitado el pan de las comidas?”, después de lo cual se interesó por las personas que en vez de llamarles Remírez, les llaman Ramirez. Y de repente paró en seco la charla, para preguntar a los asistentes si él estaba gordo o no.
Aquello parecía más un programa de televisión en prime time, centrado en él, en horario de máxima audiencia.
Un brindis por Fernando Remírez de Ganuza
UNA vez más, Fernando con su yerno Jesús Mendoza. (Archivo Blog).
“Este es un proyecto de vida de Fernando Remírez de Ganuza que surgió en 1989”, dijo Jesús, lo que llevó a Santi a proponer un brindis por Fernando.
“Tenéis los santos cojones de sacar en Remírez de Ganuza unos vinos de gran ‘bebilidad’”.
“Trabajamos en nueve municipios, en diferentes parcelas. El vino Coqueta sale de 11 ha que compró Fernando en 1991”.
“¿Estoy gordo o no?”, preguntó Santi de repente.
JESÚS Mendoza en la master class de Samaniego.
“Bueno -protestó elegantemente Mendoza-, ¿hablamos del Graciano o no?”
“Por lo que hacemos, a veces me pregunto si somos clásicos modernos, o modernos clásicos”, indicó Jesús. “Eso te lo contesto yo -se apuntó Santi Rivas-. “Sois –dijo por fin, tras un prólogo bien documentado- unos modernos clásicos que hacéis lo que os sale de los cojones, y eso fluye y se vende muy bien”.
FOTO de los bodegueros cuando ya se había hecho de noche.
Nueva ola Rioja atravesando toda España
Volvería Santi a hablar de Rioja, dejando en el aire el buen gusto de una frase para reforzar a toda la DO.
“Hay muchas Riojas. Hay una nueva ola Rioja que viene contagiando al resto de España”.
CON ese abrazo final se despidió Santi mostrando su oculta ternura.
Y ahí se acabó la master class. Hubo un gran aplauso del público. Si bien Santi Rivas se puso serio para abrir los brazos en cruz, anunciando que el aplauso lo daba él a los asistentes a la Cata, a las bodegas, y a la organización de Samaniego in Wine.
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La originalidad ha de ser otra cosa para mí, comunicar con rigor, que no significa «rigor mortis». La educación y las palabras no están reñidas con esa originalidad en la que pienso
Gracias, Begoña
¿Hay que decir auténticas burradas para epatar con la gente?
El insulto devalúa las muchas cosas que dijo Santiago Rivas cargadas de sentido.
Lo siento, no me hace gracia. Al contrario
Gracias, Jon
¿Y ésta es la manera adecuada de informar sobre el vino?
Vaya tela.
Qué desbarre!
Gracias, Juan
Tan culto como chusquero
Gracias, Dora
Jajaja, es lo que tiene el humor.
Agradezco que lo cuentes con ecuanimidad.
A mí me encanta Leo Bassi
Gracias, Karina
Muchas veces una gota más de humor desborda el recipiente de la alegría. Y claro, la inundación nos moja las pantorrillas y hace que la situación derive hacia una lamentable incomodidad.
Y si ocho profesionales del vino aceptan una cata, qué menos que aportar un punto de respeto y compromiso con su trabajo .
Y todo ello sin perder ni un ápice de buen humor (inteligente, por supuesto)
Gracias, Alberto
Respetar el trabajo de las gentes del vino, escucharles atentamente. Ésa es la clave para hacer de Samaniego, y de Rioja Alavesa, un lugar más habitable. La risa está bien, pero estas no son formas ni maneras. Creo que es un camino equivocado, a no ser que se trate de pasar el tiempo por pasarlo. De ser un mero pasatiempo. Una mera frivolidad.
Gracias, Amaia
Cuando vas a ver y a escuchar a Leo Bassi, sabes bien a lo que vas.
Con una «master class» de este tipo en Samaniego te puedes llevar un gran chasco. Pues lo de menos era escuchar el gran trabajo de viticultores y bodegueros, ¿no? El tal Santi Rivas no estaba por la labor. Que metiera baza quien pudiera, o supiera hacerlo, ¿es eso? Lo suyo al parecer no es de este mundo. Por mi parte, se hubiera llevado un abucheo. De los gordos.
Gracias, Arene
No tiene mayor importancia. Todo es en clave de humor
Gracias, Charo
¿En clave de qué? Creo que se le fue la pinza.
El catador de vinos se ha pasado varios pueblos. No soy quién para juzgarle, pero no me gusta que aprovechando estar bajo el paraguas protector del «humor» menoscabe a los demás de esa manera. No son valores que aprecie
Gracias, Elías
Creo que el gran trabajo que están haciendo las bodegas en Rioja Alavesa y concretamente en Samaniego, en su mejora de la calidad de los vinos, junto a la profesionalidad de los viticultores y bodegueros, no se entendió en esta master class.
No estuve en dicha máster class y mi valoración es de la lectura del artículo del blog, y he sentido que se perdió una gran oportunidad de dar una gran lección de vinos si la disertación hubiese ido por otros derroteros.
Los vinos presentados lo merecían y el conocimiento sobre vinos de Santi Rivas es demostrado.
Es mucho el esfuerzo que están haciendo las ocho bodegas de Samaniego como para perder oportunidades como ésta.
Gracias, Fernando
Creo, por lo leído en la entrevista, que Santiago Rivas, no pretendió solamente hacer reír. Lo grotesco, lo burlesco es un buen método pedagógico para hacer reflexionar, animar y ayudar, siempre que no sea una burla que humille y provoque rechazo. Me ha gustado su análisis de los tipos de bebedores, pues según sean los consumidores, hay que darles los vinos que les gusten. Es una norma elemental del mercado. Constatamos que los jóvenes no beben vino, ¿Se ha estudiado qué vinos les gustan?
No me extiendo más. Por lo que leo, el ambiente fue alegre, de preguntas sin respuesta, de cuestionamientos, de diálogo en una única dirección, de un rato divertido. Da la impresión en el relato de que se pasó de rosca. Ojalá haya servido de aprendizaje, de revulsivo de ideas puestas en interrogante. Estos planteamientos a la contra me gustan, pues hacen pensar y dilucidar, pero si es con elegancia y sabiduría, mejor.
Gracias, Antonio
Al leer la crónica he vuelto a vivir lo que pasó cuando Santi Rivas estuvo en Olite, para mí muy interesantes y mucho que escuchar sobre sus reflexiones
Detrás del personaje hay una persona conocedora del mundo del vino que lee muy bien lo que está pasando en el sector.
El tema es que el personaje a veces oculta a la persona y nos cuesta ver el mensaje, porque nos quedamos con su humor. Al igual que con Leo Bassi o Ignatius Farray… Si vas a ver a Santi Rivas tienes que estar preparado para todo, si no, es muy probable que te incomode.
Santis Rivas es aire fresco y provocador, pero desde el conocimiento y poniendo el foco el el sector que aporta valor al vino, a las uvas, a los pueblos, y a las personas.
Enhorabuena por tu artículo, Julio, estoy seguro que te ha costado mucho escribirlo. Está genial.
Gracias, Julián