El Vino es la estación término, el puerto, la Itaca a la que la nave Rioja Alavesa se dirige con emoción, pasión y ternura.
Pero bien sabemos que la materia prima se crea en la tierra, en el cultivo de la vid. Esas uvas cosechadas ahora son el fruto mimado, deseado, cuidado por un ejército activo en son de paz.
Uvas adoradas por una Comarca entera de vitivinicultores que saben ser campesin@s, labrador@s, San Isidros, doctores del tiempo y la tierra que recorren, amigas y amigos que suspiran cada amanecer. Ellas y ellos sueñan cosechas de futuro, como hicieron sus antepasados, contando y celebrando una a una sus vendimias.
Al anochecer, cuando los humanos duermen, sin que nadie se entere, viñas con mil nombres diferentes acuden desde los diferentes pueblos a las alcobas para arropar dulcemente a sus creadores benefactores.
El profundo afecto discurre en un doble sentido, quid pro quo, transformándose en un intercambio de amor. Tú me cuidas, yo te mimo. No hay paz verdadera sino en el mutuo amor.
Suscríbete a nuestra Newsletter
Acepto que Blog Rioja Alavesa utilice mis datos para acciones de marketing
Recibe nuestras novedades
Newsletter
Acepto que Blog Rioja Alavesa utilice mis datos para acciones de marketing
Qué gozada!
Gracias, Txiki
Qué bien interpretas la intensa pasión del vino!
Gracias, Aguilera
Qué valiente Judit… cuánta audacia la guía. Enhorabuena
Gracias, Antton
Resumen visual y oral del mundo íntimo que puede desencadenar una copa de vino.
No olvidar a quienes fueron los verdaderos, y en un tiempo callados y desconocidos, artífices de estas pasiones.
Gracias, Alberto.
Vid pro quo!
Aupa, Sabin.