DIEGO Quintano, si bien es su hermano Manuel el «Padre del vino moderno».
“Estamos vivos, con ganas, vamos a muerte con esta cooperativa porque estamos enamorados del proyecto y de la aportación de don Manuel Quintano”, dice su enólogo Javier Cereceda.
COMPONER con corchos de sus botellas el nuevo nombre de la bodega.
“Manuel Quintano Labastida” (MQL) es ya el nombre de una bodega. Lo adopta la cooperativa vitivinícola de esa localidad, que viene atravesando un particular vía crucis dentro de la crisis de la DOCa Rioja, por no hablar de los vientos huracanados que afectan globalmente al sector.
“Algunos compañeros dicen que este año hemos vendimiado dos veces. Hemos sufrido bastante entre abril y mayo. Aquella fue nuestra primera vendimia, viviendo en medio de la total incertidumbre”, en palabras de Iñigo Rubio Garay, director de la Bodega.
La cuestión es que la Cooperativa venía sufriendo este 2023 en silencio hasta que el martes 31 de octubre el ayuntamiento de Labastida organizó a través de su Oficina de Turismo un “Press Trip”, lo que viene a ser un “viaje de prensa” para que los medios conozcan una marca o un destino.
LAS viñas de Labastida se alegran del amor que inspiran en la Comarca.
Entiendo los siete meses de silencio de la bodega cooperativa de Labastida. Podíamos intuir que atravesaba momentos muy duros, pero la Comarca nada sabía a ciencia cierta. “Ojos que no ven, corazón que no siente”. La ausencia de noticias contribuye a olvidar lo que se ama o a sentir menos la desgracia ‘lejana’.
El Blog se ha mantenido a la espera, respetando su reserva, sabiendo que tenían que recuperar el aliento. Siete meses después de la venta de su inmueble a Bodegas Muga, y de volver sobre sus pasos a la antigua casa, hoy sabemos del comportamiento ejemplar de sus noventa socios durante estos tiempos difíciles.
JAVIER Cereceda, Iñigo Rubio y César Castro.
Es la historia que quiero contaros gracias a tres hombres que unen su grito y su quehacer creativo al del gran Manuel Quintano. Se trata de César Castro, Javier Cereceda e Iñigo Rubio. Os sorprenderán. Los tres lo intentan una y otra vez. César, Javier e Iñigo creen que esto no va a salir mal. Ellos tres, junto con los 90 restantes, son más fuertes que la adversidad.
El proyecto que comparten noventa viticultores se llamará ahora “Manuel Quintano Labastida”, homenajeando al clérigo del siglo XVIII, uno de los padres de los mil vinos del Rioja, que marchó a Burdeos con el apoyo de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País (RSBAP).
ENÓLOGO Cereceda confía que el proyecto sea comprendido.
Manuel Quintano fue un incomprendido que murió lejos de Labastida, después de haber conseguido un hito para el vino de finales del XVIII, tras el «espionaje industrial» que llevó a cabo en Burdeos cuando ya era sacerdote.
“Aquí lo terminaron arrinconando a pesar de haber conseguido darle durabilidad a los vinos de guarda, los primeros de España que viajaron por mar, después de haber sido criados en Labastida, haciendo la travesía hasta América sin agriarse, en las bodegas de barcos como el Belisario o El Primavera”.
EL VINO ya podía soportar largos viajes y conquistar lejanos mercados.
«Viaje de vuelta al pasado»
Se refiere Iñigo a la bodega, presentando su reciente travesía como ‘un viaje de vuelta al pasado’, en pleno siglo XXI, habiendo finalizado el ‘éxodo’ de estos veinte años con una vuelta a la casa madre. Se le siente contento y, a la vez, luchando con un cierto vértigo contra las incertidumbres del momento, en medio de la tormenta global que afecta a la DOCa Rioja.
Durante los primeros meses de este año estuvieron preocupados por sus formidables vinos blancos, ya que ahora perdían la maquinaria con su gran equipo de frío.
PINTOR cambiando el color de las paredes interiores de la bodega.
La bodega primigenia estaba el martes pasado en pleno zafarrancho de combate: Una cuadrilla de obreros pintando salas, acondicionando tolvas, moviendo barricas, trasegando vinos… No olvidemos que hace poco han entrado en la bodega, por vendimias, más de un millón y medio de kilos de uva.
“Hay que hacerlo mejor que nunca, sacando todo el partido posible, como ya se venía haciendo, a las 300 hectáreas de viñedo, donde palpitan 600 parcelas diferentes», donde un año más han tenido que decidir en qué momento se vendimiaba cada una de ellas. Hablan indistintamente Iñigo y Javier, asintiendo César con la cabeza.
EL edificio «madre» está en obra… como el futuro de la propia cooperativa.
Mientras hablan nos van presentando sus vinos. “Aquí personalizamos las viñas, las uvas, y cuidamos cada acción con detalle y precisión, haciendo un traje a medida a cada finca, porque se trata de eso, de que se reconozca su origen, para que Labastida hable y se exprese”. En mi libreta voy recogiendo sus palabras una a una cual simientes de futuro.
BARRICAS durmientes en la bodega madre.
Este artículo pone de manifiesto de qué manera el ser humano es capaz de abordar la adversidad. Y de cómo una vieja frase, ‘la unión hace la fuerza’, se ha encarnado en los NOVENTA socios de la cooperativa vitivinícola de Labastida que siete meses después de luchas calladas ha asentado las bases que les puede permitir salir airosos de una situación difícil. Costará, pero tienen el empeño, la ayuda, la fuerza y la fe en conseguirlo.
El éxito no está en la victoria, sino en la lucha misma. Así es como lo concibo. Y como se deriva de las palabras de ellos tres.
LABASTIDA en una acuarela de Joserra Elorriaga Zubiagirre.
«Este año hemos vendimiado dos veces»
– Os he imaginado trabajando como locos, entregados en cuerpo y alma al proyecto, en silencio ¿Cómo han sido estos siete meses, desde abril de 2023?
Algunos compañeros dicen que este año hemos vendimiado dos veces. Hemos sufrido bastante entre abril y mayo. Aquella fue nuestra primera vendimia. Vivíamos en medio de la total incertidumbre. Hemos tenido casi 1500 barricas vacías, con el vino pululando de una bodega a otra, con el peligro de que el vino se estropeara.
IÑIGO Rubio en 2019 / y el pasado martes, remangado en la bodega.
Ha habido que trabajar duro, pero aquí nos hemos remangado todos, y hemos echado el resto, hemos corrido y sacado el trabajo adelante. Y luego está la parte empresarial, el proyecto en sí, que ha sido el motivo de la caída.
.- Albert Einstein escribió en 1935 “la crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países porque la crisis trae progreso”.
Como tenemos el apellido de Sociedad Cooperativa después de nuestro nombre, hay mucha gente que nos cataloga como un proyecto cooperativo al uso, de hecho Labastida ha sido un proyecto cooperativo de cierto fracaso, quien no quiera verlo es porque tiene una venda en los ojos.
EL Blog aprovechó el ‘Press Trip’ para preguntar por estos meses de silencio.
En 2003-2004 realizamos una inversión desproporcionada para la capacidad de la generación de valor que tenía la sociedad. Veinte años después, en 2023, hemos tenido que deshacernos del inmueble. Eso no quita para que no destaquemos la importancia de los valores del humanismo, el trabajo en sociedad, la importancia de las familias, todo lo cual ha estado muy presente en el quehacer de cada día.
¡NOVENTA familias de Labastida!
.- Detrás de esta historia, o delante, hay 90 familias de Labastida!
Así es. Si algo tenemos que empezar a poner en valor, que hasta ahora hemos sacado poco pecho, es de esas 90 personas que están detrás de este proyecto. Ellos son los que están detrás de todo.
CON la llave del diálogo en Labastida, abriendo puertas.
.- ¿Cómo fue el proceso de la venta del inmueble a Muga?
Fue complicado. De hecho, el comprador, bodegas Muga, llegó a publicar en prensa que se habían hecho con nuestros mejores 200.000 kilos de uva, cosa que no era cierto.
Pero entonces sucedió algo que precisamente habla muy bien de la actitud de nuestros socios, de lo involucrados que están. Ellos votaron por unanimidad en la asamblea ordinaria del pasado mes de julio a favor de no vender ni un kilo de uva de la cooperativa a nadie.
LA noticia se publicó el pasado mes de enero de 2023.
.- ¿Qué ofrecía Muga a los viticultores de la Cooperativa?
Cuando se rumoreaban precios muy bajos de 55 céntimos el kilo de uva para el agricultor, Muga ofreció pagar el kilo de uva por encima de 1,20 euros. La oferte incluía que el socio no tuviera que vendimiar sus parcelas, cuya vendimia la llevaría a cabo la propia Muga.
El viticultor de Labastida, que tantas penurias ha pasado, votó sin embargo que todos los kilos de la Cooperativa se debían quedar aquí, precisamente en este momento, cuando estamos haciendo una apuesta por elaborar, por situar un valor añadido en nuestros productos.
VITICULTORES, tan grandes como pequeños en el marco de la Sierra.
Un sector del que te tienes que enamorar
.- Eso os llenaría de orgullo y emoción.
En determinados aspectos ha sido duro; pero sí, fue emocionante ver la respuesta de nuestros socios. Todavía me emociono al recordar reacciones como ésa.
.- ¿A qué os enfrentáis ahora?
Cómo en el resto de la Comarca aquí también tenemos un problema de relevos generacionales. Y con el precio de la hectárea de viñedo, que está desorbitado, hay socios que quieren ser viticultores y no pueden.
EL OTOÑO se ha posado sobre la Comarca.
O pueden porque tienen la mayor parte de las inversiones realizadas por su padre, pero se vive mejor saliendo a las dos de la tarde de otras empresas, sin tener que mirar al cielo, o trabajar muchos fines de semana.
.- El vuestro es un sector para sentir y escribir historias de pasión.
Es un sector del que te tienes que enamorar. Yo soy ingeniero industrial, así que soy algo más frío de carácter, pero es cierto que este sector engancha. Por eso estamos aquí en este encuentro tres locos, y un cuarto al que hemos convencido para que se quede, para poner Labastida en el mapa junto con otras bodegas no cooperativas del pueblo.
IÑIGO, con Labastida al fondo de casi todo lo que hace.
.- ¿Cuál es titular que quieres transmitir a vuestros socios y a los consumidores vascos?
Otros proyectos cooperativos de Rioja, y de Rioja Alavesa, han fracasado, pero nosotros estamos aquí para intentar cambiar el rumbo de la historia. Si dejé la aeronáutica, si dejé atrás Alemania, ha sido para intentar ser los mejores en Labastida, en Rioja Alavesa y en Rioja. Para eso estamos aquí.
¿Ya sabes dónde te metes?
No es una entrevista al uso, ni una rueda de prensa. La cata de sus magníficos vinos continúa. Entre copa y copa, aprovecho para plantear otras cuestiones a Javier Cereceda, el director técnico de la nueva “Manuel Quintano Labastida».
JAVIER Cereceda se explica en la bodega junto a sus compañeros. .
.- ¿Qué idea transmiten hoy las cooperativas en el mundo del vino?
Un amigo mío que tiene un pequeño proyecto personal con su mujer, me dijo categórico “las cooperativas tienen que desaparecer”, lo mejor es que 5 ó 6 viticultores busquen un asesor, un tío como tú, que les haga los vinos”. Pero es que eso, bien hecho, es una cooperativa.
.- ¿Cuál es el sambenito de las cooperativas?
La mala fama de algunas está en que son ‘granelistas’ (venden vino a granel), además de decantarse por la búsqueda de la mayor producción de uva, etc. Es algo que no se lo han colgado a nadie en particular. No. Se lo han ganado las cooperativas a base de actuar así durante años.
LAS PAREDES de la bodega están cambiando de color.
Cuando acepté el trabajo en esta cooperativa, varias personas me dijeron “¿pero tú dónde vas? ¿ya sabes en qué sitio te metes?».
Un reconocimiento que cuesta el doble
.- ¿Cuál era tu respuesta interior, lo que tú te decías a ti mismo?
Cuando vinimos ya sabíamos, y sabemos, que el reconocimiento nos iba a costar el doble o el triple que a un pequeño proyecto. Gusta más el proyecto de un tío que deja todo y se pone a hacer vino que esto, con independencia de que los vinos estén mejor o peor. Y eso les pasa a todos, a críticos de vino, a periodistas, a todos…
IÑIGO escucha atentamente las palabras de su compañero Javier.
.- Entonces…
Eso de por sí ya era un reto. Además, aquí tenemos la cabeza muy dura, y no vamos a dejar de insistir. Así que vamos a seguir.
El problema no es ser cooperativa, el problema sería si trabajáramos como históricamente han hecho las cooperativas. De hecho aquí hubo una obsesión por ocultarlo, cuando en el otro inmueble se puso “Bodegas Labastida”, y yo siempre lo he dicho: “que no pasa nada; que sí, que somos Cooperativa”.
UVAS tintas decoran las columnas de la ermita fortaleza del Cristo.
.- Lo sois, con una gran actitud.
Esta cooperativa tiene un técnico de campo, un ingeniero de campo desde 2004, cuando muchas bodegas no cooperativas no lo tenían. Así que la voluntad de hacerlo bien no es de ahora, sino de siempre. Luego el acierto o no acierto es otra cuestión, pero hacerlo bien es nuestra divisa.
CÉSAR, Javier e Iñigo posando cual pioneros para el Blog.
Lo que viene…
Hablamos. Sus ideas se escuchan alto y claro. En la bodega pareciera que se trabaja contra reloj. Se cambia el bicolor de las paredes (parecido al de los toriles de las plazas de toros) por un lucido gris hormigón, se acomodan las barricas, se prepara una buena iluminación interior. El tránsito por bodega te invita a ver una exposición palpitante de depósitos, tinas, fudres…
VINOS de «Manuel Quintano Labastida» catados el pasado martes.
“Antes teníamos un batiburrillo de marcas de vino: ‘Montebuena’, ‘Castillo de Labastida’ y ‘Solagüen’ se van a llamar ahora “Labastida” a secas, aunque en el País Vasco añadamos debajo en letra más pequeña “Solagüen”. Por su parte, los Manuel Quintano seguirán con su nombre».
Coinciden en cierta manera con Tim Atkin: los vinos de este 2023 serán “súper redondos y de gran estructura”, destacando el enólogo Cereceda sus magníficas añadaz del 19, el 20 y el 21, esta última sobre todo.
NAGORE, de Turismo, abraza vinos de «Manuel Quintano Labastida».
Vienen años duros, preveo, y se lo digo. Ellos lo saben. “Tenemos que seguir escalando muros. Hay que insistir, y si hace falta tiraremos la puerta del futuro a cabezazos», adelanta Javier Cereceda con convicción.
LAS últimas palabras para César Castro.
Es entonces cuando toma la palabra César Castro, expresando ideas contundentes:
“Llevo 23 años aquí, dándole a esa “puerta” durante todo este tiempo. No hay en ningún lugar de España mejor viñedo que éste de Labastida y de Rioja Alavesa. Así que voy a insistir dándole duro al proyecto durante otros 23 años”.
Suscríbete a nuestra Newsletter
Acepto que Blog Rioja Alavesa utilice mis datos para acciones de marketing
Recibe nuestras novedades
Newsletter
Acepto que Blog Rioja Alavesa utilice mis datos para acciones de marketing
Mucha ilusión y grandes profesionales, con el viento a favor todo irá bien. Seguro que todo saldrá bien, argumentos hay de sobra.
Mucha suerte para el presente y futuro de Labastida
Muchas gracias, Carlos
Gente humilde, trabajadora, ilusionada, profesional, que motiva el progreso de un proyecto poco común. Una cooperativa que lucha por tener en el mercado el mejor vino posible; orgullosa del lugar en el que crecen sus viñas y trabajando meticulosamente para obtener de ellas las mejores uvas posibles. Y es que sin buenas uvas, no puede haber buenos vinos; y para mí, sin buenas personas, no puede haber buenos proyectos.
Muchas gracias, José Manuel
Una FE tan grande en lo que hacen solo puede traer cosas muy buenas. Paciencia.
Gracias, Carlos
Lo están haciendo pero que muy bien los de Salagüen. Aurrera con las cooperativas. Vaya tres a cañón: Iñigo, Javier y César. Como para no salir adelante!!
Eskerrik asko, Juan
Desde Urrutia Edariak qué vamos a contar de esta bodega que no hayamos contado hasta ahora. Tenemos la cuenta perdida de los años que llevamos trabajando con ell@s y siempre con un trato exquisito, desde gerencia y hasta cada uno de los trabajador@s de la bodega. Siempre solidarios junto a nosotr@s con asociaciones de enfermedades raras como Ataxia de Friedrich, Vhio, Aswe … para nosotr@s no es una bodega sin más, es una gran familia. Eskerrik asko eta TOPA BIZITZAREN ALDE !! GORA KOPAK !!
Eskerrik asko, Igor
Qué bien reflejas la grandeza de la gente de Labastida, que hacen que salgan no sólo grandes vinos sino que engrandecen también al propio municipio
Gracias, Nagore
Julio, has tenido la virtud de extraer el proyecto de bodega y solidaridad que tiene la cooperativa de Labastida.
Les deseo que avancen en su nueva idea, que los frutos ya vendrán.
Eutsi eta aurrera.
Eskerrik asko, Jesus Mari