Los fuegos de la Concepción consisten en prender hogueras llamadas marchos, mañas, luminarias, lumbradas, lumbreras, fogatas, etc., la noche víspera de la Inmaculada Concepción en señal de alegría, regocijo y júbilo a la Virgen de la Inmaculada Concepción.
Estos fuegos de la Concepción en Vasconia conservan las mejores representaciones en Rioja Alavesa. Fuegos que son símbolos de alegría y de cohesión social. Probablemente sea la costumbre más antigua de todas las que se celebran en Rioja Alavesa.
José Ángel Chasco *
Los protagonistas de esta fiesta son la Virgen de la Inmaculada Concepción (sentido religioso cristiano), el fuego (elemento pagano) y las soldadescas y vecinos (sentido militar) formadas antaño por jóvenes vestidos de soldados. Una campaña de marketing y de propaganda, desarrollada conjuntamente entre la iglesia y la monarquía en el siglo XVII, sirvieron para crear y divulgar la fiesta de la Inmaculada por toda la península Ibérica.
Fuegos de la Concepción en Rioja Alavesa
La fiesta de la Purísima Concepción, advocación religiosa cristiana, probablemente suplantó y sustituyó a la figura de otra diosa pagana anterior de carácter purificador y de nombre desconocido, que en la antigüedad fue venerada y se le dio culto. Fiesta cristiana superpuesta al paganismo. Fuego purificador y santa Inmaculada Concepción. Una misma costumbre con dos elementos que se complementan y refuerzan: el fuego sanador y purificador, al igual que la santidad de la Madre de Jesús.
Resulta difícil de precisar si el origen de estos ritos del fuego, como son la quema de hogueras, marchos y mañas, provienen de tiempos de la civilización greco-romana o de una cultura indígena anterior. Vesta era la diosa pagana del fuego que ardía en el hogar y que no se unió a ningún dios para conservar la virginidad. Las vestales eran las doncellas sacerdotisas que daban culto a Vesta, al fuego del hogar doméstico.
El paralelismo con la Purísima Concepción es evidente. Culto al fuego y a la virginidad en ambos casos, aunque en el tiempo de celebración anual difieran. Las fiestas vestalias tenían lugar el 7 de junio y los fuegos de la Concepción el 7 de diciembre. En los pueblos de Rioja Alavesa ha sido tradición el encender una hoguera a las puertas de cada casa la víspera de la Inmaculada Concepción.
El fuego estuvo considerado como un elemento sagrado, de mediación entre los dioses y los hombres. El fuego es un trocito de Sol en la Tierra. Las hogueras poseían carácter sagrado. Representaban la pureza de la Virgen y, por tanto, los que las saltaban eran purificados.
En la actualidad va perdiéndose el sentido religioso de culto y el reconocimiento a la Virgen de la Inmaculada, derivando hacia el carácter lúdico. Las hogueras son puntos de reunión y encuentro entre los vecinos para comer, beber, hablar, cantar, bailar y saltar.
Hoy predomina el sentido festivo. Las hogueras dan calor y luz en la oscuridad de la noche. Son elementos que atraen a la gente. Fomentan la comunicación intergeneracional. Son un elemento socializador para los vecinos. El Sol y el fuego socializan a la gente.
Los nombres de marchos y mañas en Rioja Alavesa.
En Rioja Alavesa a las hogueras se les llama “marchos” y en la Montaña Alavesa “marcha”. El Diccionario de la Real Academia de la Lengua define al vocablo marcha de esta manera: “Se llama en la Rioja la hoguera de leña, que se hace en las puertas de las casas, en señal de regocijo” (Diccionario de Autoridades, años 1726-1739).
La marcha de la hoguera era el recorrido o trayecto que andaban las soldadescas, milicias, chavales y vecinos por todas las calles y plazas en donde había hogueras encendidas. Solían recorrer doce hogueras durante la marcha, identificándose éstas al final con el nombre de “marcha-os”.
Los marchos eran los fuegos que se iban encontrando al hacer la ronda y las marchas las hogueras.
La hoguera es alimentada con tablas y maderas viejas, gavillas de sarmientos, cartones, pellejos inservibles de vino y de aceite o con cualquier otro trasto viejo.
Mañas de manojos de espliego
Por el contrario, las mañas están hechas de manojos de espliego de monte. Son mini hogueras que se portan en las manos como si fuesen antorchas.
Los abuelos confeccionan las mañas a los nietos. Elaboran pequeñas gavillas de mano con el espliego recogido en el campo. Precisamente, el nombre de mañas viene de mano y hace referencia a las pequeñas teas que los niños portan ardiendo en las manos.
Una maña es la gavillita que un niño puede portar en la mano. De ahí le viene el nombre a estas teas, que nacieron como unidad de tamaño para los cultivos de hierbas, lino y cáñamo. Las mañas también eran una medida e impuesto, que los vecinos pagaban al cabildo eclesiástico como contribución a los diezmos y primicias de las parroquias. El género o producto de las mañas estaba formado por pequeñas gavillas de mano de lino y de cáñamo. Esto aconteció durante los siglos XVI-XIX.
Innumerables hogueras en todos los pueblos de Rioja Alavesa
Fue tradición el prender innumerables hogueras o marchos en todas las calles, plazas y puertas de las casas de todos los pueblos de Rioja Alavesa.
Las hogueras-marchos y las mañas son vestigios paganos que han quedado de esta fiesta religiosa de la Purísima Concepción como fórmula de acción de gracias, júbilo, regocijo y alegría por haber logrado la victoria de los soldados ante los enemigos.
Los fuegos de la Concepción como la Ronda de Labastida, la quema de mañas en Leza, Navaridas y Samaniego, el prendimiento de marchos u hogueras en Elvillar de Álava, Lanciego y Lapuebla de Labarca siguen vigentes en la actualidad. Hasta hace pocas décadas estas costumbres también estuvieron presentes en Elciego, Kripan, Laguardia, Moreda de Álava, Oyón y Viñaspre.
Leza, Navaridas y Samaniego destacan por la quema de mañas y del marcho. Algunas mañas de Navaridas son enormes y son conocidas como mañones. Miden cerca de dos metros y necesitan atarse por seis sitios diferentes.
Con los rescoldos de la hoguera, formados por las cepas quemadas, y varias parrillas asan castañas y choricillos. El vino de Navaridas sirve para regar las viandas, que son consumidas acompañadas con un pan tierno.
Los vecinos de Samaniego queman, mediante el ritual purificador de las mañas, el aromático espliego recolectado días antes. Es tradición en la villa de Samaniego confeccionar mañas y mañones para quemar el 7 de diciembre, víspera de la Inmaculada Concepción.
Costumbre que, al igual que acontece en Navaridas o Labastida con las hogueras, sirve de ritual purificador del mal y de agradecimiento a la Virgen por el apoyo dado a los soldados en las batallas. Purifican el aire que respiran, hasta dejar el pueblo con un olor muy agradable a espliego.
La crónica más antigua, de 1874
La crónica más antigua que tenemos en Rioja Alavesa sobre los fuegos de la Concepción la hizo el historiador y escritor de Laguardia Miguel Martínez Ballesteros, autor de “El Libro de Laguardia” (1874).
Sobre esta festividad Miguel Martínez Ballesteros escribió una crónica, que aquí recogemos en parte:
“Sonaron las ocho de la noche de la víspera de la Concepción; y todas las campanas de las Parroquias y del Convento se echaron á vuelo, llenando de piadoso júbilo al vecindario”.
“Por todas las calles ardían grandes hogueras (marchos) de aromáticos arbustos, distinguiéndose por su magnitud las del frente de las casas de los propietarios, que eran continuamente alimentadas, por los criados y jornaleros que hacían durante todo el año los cultivos todos de las huertas, tierras, viñas y olivares, porque unos mismos ya de padres á hijos los practicaban”.
En nuestros días, independientemente del origen y significado que se les quiera dar, los fuegos de la Concepción en Rioja Alavesa sirven para congregar a los vecinos junto al marcho (hoguera) y las mañas, confraternizando ante unas viandas asadas y un buen vino. Es una forma lúdica de hacer pueblo y de estrechar los lazos de amistad entre los vecinos.
*Etnógrafo, de Moreda.
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! Qué lujazo el mantenimiento en la Rioja Alavesa del siglo XXI de estas tradiciones antiquísimas que se han perdido en otros sitios! ¡Y qué lujazo la narración de José Angel y las fotos de Josemi! Gracias a ambos por transportarnos a nuestro remoto pasado.
Muchas gracias, Miguel Larreina. Saludos cordiales.
Las Mañas en Navaridas nunca dejaron de celebrarse …nos reunimos cada año, casi en invierno, haga el tiempo que haga, mayores y pequeños …Las antorchas de espliego hechas por padres, abuelos, etc., nos calientan el cuerpo y el corazón y aúnan al pueblo. Una fiesta de ayer, de hoy y de mañana.
Muchas gracias, Maria del Mar Duran. Qué mágica y hermosa herencia, calor del fuego humano para cuerpos y espíritus. Un cordial abrazo.
Todo aquello que genere cohesión social es muy bueno!
Imagino a nuestros antepasados haciendo estas mismas cosas, hace 500, 1000 años atrás… Incluso antes (aunque da vértigo ir más allá en el tiempo). Siento la cálida caricia de ese pensamiento
Muchas gracias, Arene Amnezaga. Hermoso pensamiento que genera el artículo del etnógrafo José Ángel Chasco. Un cordial abrazo.
Muy interesante artículo de Chasco y fotos magníficas las de J. Rodriguez. Es admirable que se conserve una tradición tan viva. Enhorabuena alaveses por ello
Muchas gracias María A Beguiristain. Saludos cordiales.
José Ángel, todas tus aportaciones etnográficas son muy interesantes. Todos estos datos, y más, redactados por ti se incorporarán al nuevo tomo del Atlas Calendario festivo tradicional que estamos elaborando los Grupos Etniker. Las fotos son muy interesantes…
Muchas gracias, Gurutzi. Un cordial abrazo