Nov 27, 2018

Olivo y Aceite ya tienen libro en Rioja Alavesa

EL BLOG muta hoy en Olivo bicentenario para hablaros del LIBRO que recoge por fin los saberes y sentires de los hombres y mujeres de Rioja Alavesa sobre el compañero que ha dado luz y alimento a la Comarca.

El olivo de Rioja Alavesa

FLORES del olivo, una de las muchas fotografías del nuevo libro, presentado hoy en Gasteiz.

Antes de hablar desde el alma del olivo riojanoalavés, recordar y subrayar una vez más que el Aceite de Oliva Virgen Extra se ha convertido en un producto con Label Vasco de calidad y Ecológico… Aún así, puede que sea el gran desconocido de Euskadi, motivo por el cual es aún más importante lo que hoy aquí contamos.

INFORMAR QUE el magnífico libro «El olivo de Rioja Alavesa, un compañero centenario» se ha presentado esta tarde en Vitoria-Gasteiz, en la Sala de Cultura de La Florida, una obra coral impulsada por Fernando Martínez-Bujanda Ruiz-Carrillo, escrita por Antoni Juan Pastor -que ha realizado las entrevistas- en las que participan gentes diversas de la Comarca con su profundo afecto por el árbol milenario. Es un libro humano, con personajes formidables, que se lee con emoción.

El olivo de Rioja Alavesa

PORTADA del nuevo libro que celebramos, al que damos la Bienvenida.

Tanto entusiasmo ha levantado en mí esta publicación, que para hacer un resumen del libro… este periodista se transfigura hoy en Olivo Bicentenario nacido en el año 1800 en Moreda, para escribir la valoración poética que inspira el libro, celebrando así su publicación:

Hoy tengo el alma llena de aceitunas / que muele en su almazara la memoria / para mojar el pan de la infancia perdida.

Precisamente hoy martes, 27 de noviembre de 2018, ha aumentado el caudal de palabras en pro del olivo y del aceite con este libro, “El Olivo de Rioja Alavesa, un compañero centenario”. Una obra coral llena de voces actuales, con las que se cantan los olivos y el aceite de Rioja Alavesa.

El olivo de Rioja Alavesa

PORTADA y Contraportada abiertas. Lo obtenido con la venta se destinará Contra el Hambre. 

Comencemos por los refranes del final del libro (de 278 págs.). Me quedo con uno: “Sin tierra y olivares, qué sería de las ciudades”. Este libro recoge 34 entrevistas realizadas por Antoni Juan Pastor, en un periplo formidable y emocionante, donde el entrevistador expresa su amor por Rioja Alavesa, situando hoy en espacios similares al olivo y a la viña.

En una de esas entrevistas, José Ángel Chasco Oyón, nos cuenta desde Moreda que no sabemos si fueron los romanos quienes trajeron los olivos hasta Rioja Alavesa. En un salto en el tiempo, Chasco nos asegura que en el siglo XIX, salvo en Salinillas de Buradón, había olivos y trujales en toda Rioja Alavesa.

El olivo de Rioja Alavesa

EL escritor y etnógrafo José Ángel Chasco Oyón, es uno de los entrevistados.

En otra conversación de Antoni Juan Pastor, desde Lapuebla de Labarca, José Carlos Córdoba Medrano recuerda que su madre Encarna no permitió que se arrancaran olivos para plantar cepas. “Lo olivos -dijo ella tajante-, los olivos no se tocan”. “No sabes cuánto me alegro de haberle hecho caso”, confesará José Carlos al escritor del libro.

El olivo de Rioja Alavesa

JUANMA Lavín Santamaría posa junto a uno de los olivos más antiguos de la Comarca.

Desde Lanciego, la bodeguera Itxaso Compañón Arrieta nos informa que están trasplantando olivos viejos de un finca recién comprada, con la siguiente idea: la de situar esos olivos alrededor de una viña.

En el mismo pueblo, Ricardo Pérez de Azpillaga Calleja, nos dice que a un árbol como el olivo, que está ahí desde antes de que él naciera, “tienes que respetarlo como a un dios”.

El olivo de Rioja Alavesa

LA bodeguera de Lantziego, Itxaso Compañón, enamorada del Olivo de Arróniz.

Desde Yécora, José María Jalón Lacalle, ha calculado que en esa localidad se arrancaron en su día unos treinta mil olivos.

En una comida en la bodega Ondalan de Oion, el autor del libro ha recogido un verso en el que hablan las almendras del pueblo:

Soy almedra tostada / de lo bueno lo mejor / probadme con atención / y luego podréis decir / qué buenas son / las almendras tostadas de Oyón.

Si hablan las almendras, bien puede hablar por vez primera un olivo bicentenario.

El olivo de Rioja Alavesa

UNO de los 350 olivos de Carravalseca, de Bodegas Primicia, en Laguardia.

En el recuerdo más antiguo de Enrique Martínez Bujanda está el día que su padre “traía el aceite nuevo a casa para catarlo, un día que se convertía en fiesta, en el que se cenaba unos huevos fritos hechos con el aceite nuevo”. Unos huevos fritos que sabían a gloria bendita.

El olivo de Rioja Alavesa

BOTELLA de Aceite de Oliva Virgen Extra de Rioja Alavesa, en una imagen del libro.

Antonio Ruiz de Gauna Martínez, desde Barriobusto, cree que en el cercano pasado la gente era más feliz que hoy: “Solo sé que antes la gente venía del campo cantando y ahora vienen jurando”. Un tiempo en el que había 600 vecinos, con cuatro y cinco hijos en cada familia.

Sobre los olivos de Barriobusto, nos cuenta que posee 500 en producción… y eso que han tenido que arrancar el año pasado cien olivos de un golpe.

El olivo de Rioja Alavesa

SON muchas las bodegas que tienen Aceite, además del Vino del que viven.

Hay dos mensajes claros, que vuelven a escucharse desde Moreda, los pronuncian Aitor Marauri Oliván e Iker Díaz de Cerio Hernáez: “Se podría hacer un aceite Premium”. Y dos: “Nosotros no vendemos  aceite, vendemos sensaciones”.

Desde esa misma localidad, Jesús Eraso Díaz de Cerio constata que ahora mismo “todavía hay olivos y olivares abandonados”.

El olivo de Rioja Alavesa

TRUJAL de Moreda y José Ramón Ceballos Txasko, ambos nacieron en el año 1947.

José Ramón Ceballos Txasko, defiende el olivo, lo ampara y lo impulsa, recordando que después de la filoxera que arrasó con el cultivo de la viña a principios del siglo XX, quienes sobrevivieron bien fueron los que tenían olivos.

Su tío Eugenio Ceballos García, el hermano de Nunilo, conserva en la memoria las jornadas enteras que ha pasado en el olivar recogiendo aceitunas mientras nevaba. Es verdad que él llegó a arrancar más de doscientos de sus olivos, de igual manera que recuerda aquel refrán que asegura que “de entre todos los árboles frutales, el olivo es el mejor, porque de noche y de día alumbra a nuestro Señor”.

El olivo de Rioja Alavesa

EL Diputado de Agricultura de Álava, Eduardo Aguinaco, en las páginas del nuevo libro.

Así nos vamos al comienzo del libro, donde el diputado de Agricultura, Eduardo Aguinaco López de Suso le llama “noble árbol”, señalando que es de justicia reconocer que “el aceite ha dado vida a Rioja Alavesa y muchas veces no ha sido correspondido”.

El Viceconsejero de Agricultura del Gobierno Vasco, Bittor Oroz Izaguirre, destaca en euskera y castellano que hace apenas unos meses se presentó el primer Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE) con doble certificación: Eusko Label y Ecológica.  Oroz ve este aceite como un perfecto complemento con el vino.

El olivo de Rioja Alavesa

EL Viceconsejero  de Agricultura, Bittor Oroz, también forma parte del libro.

El impulsor de esta magnífica obra coral, Fernando Martínez-Bujanda Ruiz-Carrillo, nos deja una frase de honda raíz: “Si la agricultura se salva, y salva al planeta, lo hará privilegiando la dimensión local, las variedades tradicionales y autóctonas, la pequeña escala”.

El olivo de Rioja Alavesa

FERNANDO Martínez-Bujanda Ruiz-Carrillo, impulsor del libro.

Muchos de los olivicultores vascos harán suya la emoción del poeta italiano Emilio Coco (que hoy tiene 78 años) cuando en su poema titulado “Nos endulzaba el hambre”, recuerda:

“Los que tienen mis años han crecido / entre hogazas de pan y las olivas… / De vez en cuando y sólo como premio / un hilillo de aceite iba endulzándonos / el hambre mientras dábamos las gracias / a un Padre Eterno harto generoso”.

El olivo de Rioja Alavesa

PRODIGIO de Comarca que ofrece Vino y Aceite.

Alguien me ha contado que un periodista de Blog Rioja Alavesa preguntó a uno de los olivicultores de Moreda si existen coplas, o si hay poesía, o canciones o bailes dedicados al olivo en Moreda. Y puede que no existan…

Pero, ah amigas/amigos, existe un libro recién horneado en Álava, titulado “El olivo de Rioja Alavesa, un compañero centenario”. Viene a traernos un pedacito de cielo a la tierra alavesa.

El olivo de Rioja Alavesa

IMAGEN de las olivas recogidas camino de convertirse en ‘óleo divino’.

El tiempo pasa sin parar. El olivo vive con su cuerpo leñoso, con su piel horadada de siglos,  asentado en la silla de la eternidad, mirando a Rioja Alavesa, contemplando el mundo, dando fruto. Cantando la paz en el pico de una paloma.

Como dijo el poeta, ese “óleo divino”, ese fruto verde, forma parte de nuestros genes. Se asienta en nuestro corazón… Y en nuestra garganta.

16 respuestas a “Olivo y Aceite ya tienen libro en Rioja Alavesa”

  1. Dalmacio dice:

    Tengo el libro casi leído: es estupendo, FERNANDO MARTÍNEZ BUJANDA. No he podido estar en la presentación que hoy se ha hecho en Vitoria. He perdido la oportunidad de saludar a Fernando, pero desde este medio, le doy un abrazo

  2. Miguel Larreina dice:

    Bien venida a esta obra coral, con Fernando cómo magnífico director del coro de aceituneros y oleofilos. Gracias a todos ellos por mantener vivo ese cultivo centenario, por permitirnos ver en el paisaje de la Rioja Alavesa Oriental, por mil lugares escabrosos y áridos, la bella silueta de ese árbol símbolo de la austeridad, la fortaleza, la inmortalidad, la paz.

  3. José Ángel Chasco dice:

    Estos días en Moreda, Oyón, Lanciego, Yécora, Barriobusto y Labraza, entre otras localidades más de Rioja Alavesa, los campos y calles huelen y saben a olivas y aceite. Están en plena recolección de las aceitunas. Por cierto, un año espléndido y generoso en cosecha. Los olivares y los trujales llevan días funcionando a pleno rendimiento.

    Felicitar a los autores por el libro, a Fernando Martínez-Bujanda, a Antoni Juan y a todos aquellos entrevistados, que han dado su testimonio y expresado sus más sinceros y espontáneos sentimientos de amor ante un árbol tan noble y querido.

    Aclarar que la romanización si trajo a nuestras tierras los cultivos tanto de la vid como del olivo. Sin embargo, a la Península Ibérica fueron los comerciantes fenicios quiénes trajeron ambos cultivos, anteponiéndose a los romanos. En la villa romana de Santa María de Moreda se han encontrado restos arqueológicos de ánforas, dolias, un tremís, etc., junto a abundante cerámica romana (sigillata Hispánica), que nos confirman el cultivo de la tríada mediterránea del cereal, vid y olivo. Las ánforas y dolias son las antecesoras de las tinajas y orzas que hemos conocido usar a nuestros madres y abuelas.

    El olivo y la aceituna nos han proporcionado muchas cosas. Como bien dices, Julio al principio, luz y alimento. Aún recuerdo los candiles de las casas y las lámparas de la iglesia arder con aceite de oliva. La cocina tampoco se puede entender sin el aceite, presente en todos los platos del día a día. Además, la leña del olivo nos calentaba en las cocinas de fogón bajo y servía para cocinar en las cocinas de chapa o económicas.

    El aceite, aparte del empleo gastronómico y culinario, ha sido utilizado en la conservación de alimentos. Todavía recuerdo los chorizos de domingo dentro de las tinajas de aceite. La ropa se lavaba con jabón obtenido de las madres o residuos del aceite gastado. Los remedios caseros de la medicina popular hacían que nuestras madres nos aplicaran aceite sobre las quemaduras. También, lo hemos tomado en ayunas como laxante. Y nuestros padres con cera y aceite elaboraban un producto llamado “cerato”, con el cuál se untaban las manos para agarrar mejor el mango de la azada y así poder cavar mejor viñas y olivares.

    Siento no haber estado en la presentación. Me acabo de enterar a través de este artículo. Una vez más, Julio, hay que felicitarte por informar y dar las noticias con primicia, adelantándote a otros medios de comunicación.

    Espero que el libro tenga una segunda presentación. Que sea para Rioja Alavesa y se haga en Moreda, bien este invierno o en la próxima fiesta del Aceite de Álava a celebrar en Moreda en el mes de marzo de 2019. Así, podremos asistir todos. Enhorabuena a los autores. El olivo y el aceite, como árbol señorial antiguo, forman parte también junto a la vid y el vino del paisaje cultural de Rioja Alavesa.

  4. A Fernando y todo el equipo. Gracias por permitirnos saborear la alegría del aceite recién llegado. En nuestra casa nos freían pan y huevos para desayunar, ese día llegábamos tarde a la Escuela. El pan sabía a gloria. La sartén bien metida en las arandelas de la chapa y los panes bailando por el aceite. En la sartén medio dedo de un aceite un poco verde.
    Lo mejor de vuestro libro es su causa solidaria.
    Gracias a todos.

  5. Mikel Larreina dice:

    Enhorabuena Fernando por recopilar estas historias sobre un árbol callado, a la sombra de la vid en nuestro territorio. Gracias por poner el foco en el olivo!

  6. Iñaki Larreina dice:

    Una obra necesaria y que se echaba en falta en esta tierra! Felicidades Fernando por esta iniciativa y por cómo la has enmarcado en esa apuesta por Rioja Alavesa como un territorio sostenible a todos los niveles. El libro es didáctico y muy entretenido y variado, puesto que al incorporar tantas historias y tan diferentes se hace aún más interesante. Zorionak!

  7. Rosa Gomez de Segura dice:

    Sinceramente, no sabía que hubiera olivos ni almazaras en Euskadi. Ni que Álava tuviera aceite de oliva extra virgen. Todo lo que escuché ayer en la presentación de este libro en Vitoria fue una agradable sorpresa. Destacar el nivel literario, poético, del director del blog. Le hubiera escuchado lo que hiciera falta. Enhorabuena.

  8. Fernando m. Bujanda dice:

    Como representante de los más de 60 personas que hemos trabajado en el libro, muchas gracias a todos.

    Ayer, en la presentación de libro, tuve muchísimas sensaciones agradables, la compañía de la familia y de la gente amiga, el recuerdo de los que no pudieron estar, de las personas que a miles de kilómetros están sufriendo sin tener culpa de nada y que ONGs como Acción Contra El Hambre pone su granito de arena en ayudarles.

    La tarde fue entrañable, y mis compañeros de mesa, Alberto Alecha, Iñaki San Miguel y Julio Flor -qué lección de periodismo-, junto al saber hacer de Alberto Lopez de Ipiña, estuvieron magníficos.

    La gente de Slow Food de Araba, como siempre, de 10.

    A las autoridades que estuvieron, muchas gracias por poder observar de ellos su valor humano, importante en estos momentos.

    Acabo, gracias a todos, y espero que esto nos sirva para valorar, en su justa medida, el mérito auténtico de este cultivo minoritario que simboliza la fuerza, la victoria, la resistencia, la paz, la prosperidad, la esperanza, y la bienvenida.

    Todas estas cualidades, deseo que sigan simbolizando a nuestro sector oleícola, y que este sienta el orgullo y la dignidad de su labor agrícola, una de las más útiles, delicadas, importantes y bellas que existen.

    • Blog Rioja Alavesa dice:

      Muchas gracias, Fernando M. Bujanda. Esta noche publicaremos un artículo de Miguel Larreina González sobre los beneficios (para Euskadi y La Rioja) que nos traería la anhelada Declaración de UNESCO como Patrimonio Mundial. Pero el jueves publicaremos un resumen de lo que se dijo ayer tarde, el día de la presentación del libro «El Olivo de Rioja Alavesa. Un compañero centenario». Mientras tanto, qué buena divisa la del sentimiento de dignidad que cantas ante la labor agrícola de los olivicultores de la Comarca, tocada por la utilidad y la belleza. Un abrazo

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