Ene 15, 2023

Cuando Laguardia escribió a Carlos III y Fernando VII

Cuando Laguardia escribió a Carlos III y Fernando VII

PRIMERA de las cartas, dirigida al rey Carlos III.

Hace más de 225 años Rioja Alavesa contó con un “consejo regulador” para Laguardia y sus aldeas, que a finales del XVIII, a través de la Junta de Cosecheros de esa localidad, ya exigía calidad en los vinos y controlaba los precios mínimos de la uva.

Aquella Junta providencial defendió con unidad a los pequeños cosecheros, llegando a escribir en dos ocasiones a la Casa Real, pidiendo amparo, en 1796 y 1833.

El sacerdote de Laguardia, Antonio Mijangos, se ha convertido a sus 85 años en investigador, en ratón de biblioteca y archivos, en escritor que ya ha redactado cuarenta folios de un apasionante trabajo realizado en su Laguardia natal.

Cuando Laguardia escribió a Carlos III y Fernando VII

ANTONIO Mijangos con algunas de las fotocopias del Archivo de Laguardia.

No sabemos aún si su tarea le llevará a escribir un libro, pero antes de terminar su trabajo, entusiasmado con los datos obtenidos, ha querido contarlo con detalle al Blog Rioja Alavesa, que hoy lo publica en exclusiva, porque como dice este sabio de Laguardia “de la importancia de este asunto nadie sabe nada”.

Aún le queda tarea e investigaciones por realizar hasta llegar a la Filoxera, a principios del siglo XX, concretamente hasta 1905, cuando la plaga de este parásito de la vid provocó un ataque generalizado en todo el viñedo alavés.

El primer “Consejo Regulador” de Rioja

LIbro-Dos-Bai

LEGAJO que trata el asunto de la Junta de cosecheros de vino.

“Es curioso lo fino que hilaron aquellos -estima Antonio Mijangos-, pues la Agrupación de Cosecheros controlaba a través de la Junta las cosas importantes: que nadie se riera del trabajo de los más pequeños productores de vino, que existiera un fondo de solidaridad para quienes lo perdían todo o se quedaban sin recursos económicos, que contribuyeron a la construcción de la carretera que por Herrera nos conectaba con Vitoria…

“Y más. Aquellos anónimos gigantes controlaron hasta los más pequeños fraudes, los pequeños robos, evitando sobornos y corruptelas… Son una lección de unidad, imaginación y resistencia para este siglo XXI. Con ellos tuvimos el primer consejo regulador en pleno siglo XVIII para Laguardia y sus aldeas”, valora Mijangos.

En realidad hubo dos “consejos reguladores”, si los podemos llamar así, el de un solo señor aliado con los cosecheros más fuertes del pueblo, y el “consejo regulador” que con las acciones de la Junta de Cosecheros implantó un sistema equitativo y sin sobornos.

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MUCHA Historia tras las murallas de la ciudadela de venerable antigüedad.

Julio Flor / Laguardia

Doscientos treinta y seis años después nadie sabía nada en Laguardia de la Junta de cosecheros. Ni de la revolución tranquila que protagonizaron, permaneciendo en el olvido a pesar de conseguir que su pueblo floreciera y la vida se acelerara. A pesar de su unión, de su fortaleza sin insolencia, con sus virtudes y defectos, de su valentía sin ferocidad.

Converso con Antonio alrededor de una mesita en una esquina de la cafetería Arbulu, situada en el corazón de la ciudadela de venerable antigüedad, rodeados por sus calles estrechas con edificaciones adosadas, donde las casas son muralla en una de sus caras, con adarves y matacanes. Vetusta Laguardia de gentes sólidas que ha saltado por encima de mil vicisitudes.

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DOCUMENTOS en las manos lectoras y escritoras del sacerdote Mijangos.

¿Dónde queda escrita la Historia cuando se olvida? En este caso en los Archivos de Laguardia. ¿Y si no los hubiera? Entonces en las piedras y en los templos funerarios del pasado, como ha sucedido con los Dólmenes. En este caso, en las murallas levantadas en la colina de Laguardia. O en las lagunas que circundan el pueblo.

Quizá en el aire, la Historia está escrita en el aire. En las nubes que coronan la Sierra. En el agua del río Ebro que desembocó en los siglos XVIII y XIX en los mares y océanos de la Tierra… Aunque quizá el olvido sea lo único que no tenga fin.

ESCRITO-LAGUNA

¿EN las lagunas de Laguardia? (Foto Jose Miguel Rodriguez Martinez).

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¿EN la superficie de las aguas del Ebro? (Foto Jose Miguel Rodriguez)

ELVILLAR-BELLA

¿ESTÁ la Historia escrita en el aire? (Foto Jose Miguel Rodriguez)

Rescatar la memoria de Laguardia

.- ¿Cómo y por qué inicias esta investigación viajando en el tiempo entre los años 1787 y 1845?

Estando en Archivos del Ayuntamiento de Laguardia, un día del pasado mes de octubre la archivera me dijo que existía una documentación muy interesante del siglo XVIII sobre la Junta de cosecheros de vino de Laguardia.

.- Picasso decía que la inspiración existe, «pero te tiene que encontrar trabajando». ¿Habías oído hablar de la tal Junta de cosecheros?

Sinceramente no. “¿Cómo que Junta de Cosecheros?”, le pregunté a la archivera. De esta forma empecé a leer el libro de Actas de dicha Junta. Luego vinieron otros libros y legajos.

Ano-y-Firma

EL año que se envió la Carta a la Corona y una de las firmas.

.- ¿Qué fue lo primero que te encontraste?

Lo primero fue una relación de pequeños cosecheros, que en un principio fueron 124. El mayor de ellos producía 2200 cántaras de vino. También comprobé que la Iglesia fue la mayor cosechera de Laguardia, recogiendo 2900 cántaras por parte de la Primicia, además del tercio que debía entregar a los canónigos de Calahorra, con otras 2200 cántaras más.

.- O sea…

Significa que los clérigos manejaban 5100 cántaras en Laguardia.

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LA Iglesia fue la mayor cosechera de Laguardia en aquellos tiempos.

.- Sabemos que cada cántara contiene 16 litros de vino.

Es una época en la que por culpa de la política que estaba llevando a cabo el ayuntamiento de Laguardia, los cosecheros empiezan a descepar, a quitar cepas porque no les resulta rentable el negocio del vino.

Carta al rey Carlos III

.- Una crisis en toda regla. ¿En qué derivó?

Firmas-Carta

FIRMAS que rubricaron las peticiones de una época.

En una carta que le enviarían al rey Carlos III, contando a su majestad (el 30 de octubre de 1796) que Laguardia había llegado a producir 200.000 cántaras, habiendo bajado la producción a 100.000. ¿A qué se debe? Ahí le hablan al Rey del fraude, los abusos, o las imposiciones de un grupo monopolista en Laguardia.

.- Esto a finales del siglo XVIII.

Resulta que el sistema era el siguiente. El ayuntamiento de Laguardia sacaba a pública subasta el cobro de los impuestos por la venta de sus propio vinos y por la entrada de vinos de fuera de Laguardia.

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CARLOS III, recibió noticias de Laguardia.

El señor que controlaba y obtenía el cobro de los impuestos pagaba 15000 reales al ayuntamiento, controlando todos los movimientos del vino, además de a los arrieros que venían de Bizkaia y Gipuzkoa a comprar con pellejos. Aquellos tenían que acudir a él, que les llevaba a las bodegas que más le interesaban.

.- Ahí entraba la “mordida” del tal señor.

Exacto, porque él les llevaba a las bodegas que le daban por ello una mayor propina, que eran aquellos a los que les debía ese favor. De esta manera los cosecheros más pobres, que no tenían dinero para sobornar al señor, se quedaban a dos velas.

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ANTONIO se refleja en el texto del Fuero de la Población de Laguardia.

Los cosecheros más humildes se quedaban sin vender el vino, y cuando viene la siguiente cosecha tienen que vendérselo a los grandes propietarios de Laguardia, porque el control de ventas hacia fuera estaba en manos de aquel señor, así que en un primer momento decidieron dedicarse al cereal, arrancando las cepas de sus viñitas.

Esa había sido la razón por la que la producción de vino bajó de 200.000 cántaras a 100.000.

.- ¿Qué dicen en la carta que escriben a la Casa Real?

Le dicen al Rey que están padeciendo un monopolio, un abuso impresionante por parte de aquel administrador del ayuntamiento, y le ponen un ejemplo muy curioso. Le dicen: “De las 100.000 cántaras de vino que produce Laguardia, 25.000 cántaras nos bebemos en el pueblo, para lo cual hay instaladas cuatro tabernas”.

TUNEL-DEL-TIEMPO

EN ocasiones uno entra en Laguardia atravesando el túnel del tiempo.

En 1800 Laguardia tendría más de 3000 habitantes

.- ¿Cuántos habitantes tenía Laguardia entonces?

De 3000 a 3500 habitantes, porque date cuenta que en 1805 en la Agrupación de Cosecheros hay 154 cosecheros, así que multiplica ese número por 7, lo que nos lleva que solo en cosecheros son más de mil habitantes. El número de peones es el doble que los cosecheros. De ahí la cifra que te doy, que entre todos se bebían 25000 cántaras, es decir 400.000 litros de vino.

.- Diríamos que aquellos podían ser pobres económicamente hablando, pero no eran del todo infelices.

Jajaja. En Laguardia de entonces había cuatro tabernas que controlaban el negocio, donde el pequeño cosechero no podía vender al menudeo, tenía que estar esperando a que el Administrador puesto por el Ayuntamiento les dijera “hoy vienen a probar tu vino”.

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LA HISTORIA nos hace pensar, indignarnos, emocionarnos. También reír.

.- ¿Era aquel una especie de “consejo regulador” en ciernes?

Exactamente, si bien era un solo señor aliado con los cosecheros más fuertes del pueblo.

.- ¿Cuál era el contenido completo de la carta a Carlos III?

Aquellas 25000 cántaras que bebía el pueblo no pagaban impuestos, así que quedan otras 75000 cántaras, por las cuales el administrador cobra real y medio por cada carga de vino, que cada carga de vino eran 121 litros, que multiplicado por 1,5 reales salen más de 21000 reales, de los cuales paga 6000 reales a los obreros. A lo que había que sumar las propinas que le daban los arrieros, los compradores, etc.

.- ¿Había alguna otra imposición?

La de las cofradías que eran propietarias de tierras. Ellas elaboraban su vino, trabajaban conjuntamente las tierras, pero este grupo les obligaba a vender la uva, y les explotaba en la venta de la uva. Todo esto se lo van a contar en la carta al Rey.

EL-CALADO

CALADOS de Laguardia, donde también está escrita la Historia.

.- ¿Qué iba pasando en tu cabeza mientras en el Archivo Municipal recopilabas estos datos? ¿Cuáles eran tus pensamientos respecto a los compatriotas de otros tiempos?

Empecé a sentir una gran admiración por aquellos, por su capacidad de organización y reacción frente a los distintos monopolios, frente a la discriminación y la injusticia que sufrían. Ante el monopolio de varios señores no se dedican a protestar, sino que apelan al Rey. Aquella carta la firmaron 124 cosecheros de Laguardia.

.- Con la lejanía física que había entonces respecto a la Corte de Madrid…

Tuvieron que pagar a un emisario, a un señor que fuera a Madrid, se moviera y conectara con gentes del Consejo Real, hasta que se presentó por fin el pliego al Rey.

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ANTONIO ha recopilado la información en el Archivo del Ayuntamiento.

La cuarta petición al Rey «es genial»

.- ¿Cuáles fueron todas sus peticiones?

Primero que se prohíba a los vecinos comprar vino, para evitar el monopolio de los grandes que no permitían de ese modo la venta del vino de los pequeños..

La segunda. Que las cofradías sean libres de hacer su vino y de nombrar su administrador.

Tercera. Que el administrador general del cobro de arbitrios sea nombrado por el Ayuntamiento, pero no tenga nada que ver en el cobro de los arbitrios, siendo un simple peón municipal.

Y la cuarta, que es genial. Que se cree un fondo de compensación para los cosecheros que no puedan vender su vino.

FUERO-POBLACION

FUERO de Población, situado a la entrada del Ayuntamiento.

.- Un fondo de solidaridad, ¿no?

Eso es. Incluso señalan dónde se pueden encontrar las fuentes de financiación de ese Fondo. “Que a toda aquella cosecha que entre en Laguardia sin el permiso correspondiente de la Junta de Cosecheros se le confisque lo traído, se ponga a la venta y ese dinero vaya al Fondo”.

.- ¿Desde cuándo funcionó aquella Junta de Cosecheros?

Se crea a raíz de los abusos y de todo este estímulo que te he contado, concretamente en 1796.

Ante las propuestas de los cosecheros, el Ayuntamiento nombró a unos expertos para que las estudiasen. Lo cual es previo al envío de la carta al Rey. Así que escribieron su carta, la presentaron en el Ayuntamiento para que diera su aprobación y se la enviara luego al Rey.

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.- ¿Sabemos quienes fueron aquellos expertos?

Uno de ellos era el propio alcalde, un hombre muy preparado llamado Bonifacio Martínez Ballesteros. Este buen señor hace un estudio, tras lo cual les dice que la primera propuesta de que no se pueda comprar vino es contraproducente, porque el que no ha vendido vino se va a quedar con él.

El Ayuntamiento mueve ficha

Con la segunda y la tercera propuesta se mostró totalmente de acuerdo. Y sobre la cuarta propuesta de crear el Fondo, el alcalde les dice que “si las propuestas se aprueban por el Rey, y funcionan, el Fondo no va a hacer falta”.

Partiendo de estas propuestas, en el Ayuntamiento se elaboran diez ordenanzas.

.- Así que previa a la contestación del Rey ya se habían puesto “manos a la obra”.

Libro-Uno

En las ordenanzas municipales hablan de la creación de una Junta de cosecheros formada por el alcalde del pueblo, dos eclesiásticos miembros del cabildo de la Iglesia de Laguardia que sean cosecheros, otros dos representantes de la autoridades con rango de nobleza y otros dos cosecheros del pueblo. Esa es la Junta, que tendrá que nombrar al administrador, además de a doce celadores.

.- .- ¿Cuál fue la respuesta del Consejo del Reino de su Majestad?

El Rey aprobó todo lo que se mencionaba en la Carta, que había tenido en cuenta todas las alegaciones planteadas por el alcalde. Lo curioso es que al Rey le enviaron todo. La propuesta inicial de la Agrupación de Cosecheros, las alegaciones del Alcalde… todo. Porque toda esta documentación que tengo la he sacado de aquella carta enviada al monarca.

Alcalde-Bonifacio

EL alcalde Bonifacio Martínez Ballesteros jugó un papel importante.

«Que se dé libertad a los cosecheros»

.- ¿Qué aprueba el Rey? ¿Se prohíbe o no a los vecinos “comprar vino para evitar el monopolio”?

El Rey aprueba que se dé libertad a los cosecheros, que era lo importante, y que se respeten las ordenanzas marcadas por la Junta de cosecheros.

.- “Libertad” sin intromisiones ni corrupción: grandes palabra para los cosecheros.

Sí. Libertad en el mejor de los sentidos, protegiendo a los más débiles.

.- Aquello debió ser una “pequeña revolución” en Laguardia.

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OCASIONES para celebrar la vida, como este baile en el Collao.

Claro. El origen del control de los vinos por parte de los ayuntamientos es económico. Los impuestos funcionan a base de personas que se hacen cargo de ello. El remate de la carne, y todo lo demás, en manos que cobran, controlan y hacen sus chanchullos.

.- ¿Florece Laguardia con las nuevas medidas / Florece el viñedo?

Año tras año se va a ver que aumenta la producción de vino y la calidad de vida. Ocho años más tarde pasan nuevamente de las 110.000 cántaras de vino. Luego ya no aparecen datos de la producción, sino todas las reuniones que se llevan a cabo.

.- ¿Cómo te imaginas aquella época?

Grabado-Laguardia

GRABADO de la villa de Laguardia, de los más antiguos que se conservan.

Pienso por ejemplo en el instante que llega un arriero con sus mulos y sus pellejos de vino. Había unos pellejos para funcionar dentro del pueblo, que los más grandes tenían cuatro cántaras, es decir 64 litros de vino. Y luego otros más grandes, que eran aquellos en los que portaban el vino los arrieros cargados en los mulos, que iban a Vitoria y a Durango.

.- ¿Cuál era el sistema, ya sin sobornos, para comprar el vino?

Llegaba un arriero a Laguardia, queriendo comprar vino. Busca al administrador que tiene una lista de toda la cosecha, y van comprando el vino por orden, al primero de la lista, luego al siguiente, y así. A la hora de probar el vino está el administrador, el arriero comprador, el cosechero y está el propietario.

Precio de la uva y Comienzo de la vendimia

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.- ¿Había un precio mínimo para la venta del vino?

Lo había, porque así lo señaló la Junta de Cosecheros, para no crear competencia desleal entre ellos, y evitar enfrentamientos. De hecho, a uno de ellos le pondrán una multa porque en vez de vender a 4,50, ha vendido a 5.

El administrador se ponía de acuerdo con los “sacadores”, que son los que llevan el pellejo, transportando el vino de las bodegas que estaban dentro de las murallas hasta el lugar donde estaba el arriero con sus mulas, que cada animal llevaba casi 200 litros de vino.

.- Cien litros cada pellejo de aquellos, entonces.

Me contaba el anciano mayor de Laguardia, Jesús Olano, que él conoció pellejos de 12 cántaras (192 litros).

Odre-Pellejo

ODRES o pellejos, ya se utilizaban en Grecia y Egipto.

.- Nos hablabas antes de los “celadores”. ¿Quiénes serán los doce celadores nombrados por la Junta de Cosecheros, y cuál era su labor?

Serán 12 agricultores miembros de la Agrupación de cosecheros que controlan al administrador, al arriero y controlan el vino. Esa será la primera labor que hizo la Junta, nombrando a dos personas en septiembre para que vayan al campo y comprueben el estado de las viñas.

Al mes siguiente, en octubre, se reúnen y señalan el precio de la uva y el día del comienzo de la vendimia. “De cuestas arribas (de Castejones y de Lapuebla para arriba) se empezará el día 14 de octubre, y de cuestas abajo será el día 12”. Los celadores eran cosecheros que iban rotando en el puesto, llevando dos libros. En uno de los libros van anotados todos los cosecheros y la producción de cada cual. En el archivo del ayuntamiento están los nombres y apellidos de todos aquellos, con su firma.

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ANTONIO sube al archivo municipal con vocación de rescatar la Historia.

Los Pazuengos, los Gallarza, los Irazu…

.- Muchos de ellos serán apellidos conocidos de Laguardia.

Bueno, los apellidos más poderosos de entonces han desaparecido, como Pazuengos, que llegó a ser alcalde de Laguardia durante la invasión francesa. Le quemaron la casa los de Laguardia por haber colaborado con el ejército invasor. De Laguardia pasó a Logroño, donde le nombraron alcalde de Logroño.

También está la familia Gallarza, antecesores de los militares Gallarza en el ejército de Franco. El Ministro del Aire, el capitán general Gallarza, don Joaquín. Otros apellidos son Irazu, que son los únicos que quedan hoy en el pueblo. En 1808, cuando el ayuntamiento requisa las tierras a la Iglesia y a las Cofradías, y las pone a la venta, fueron éstos los que las compraron. Lo que facilitó el mantenimiento de los franceses que estaban viviendo en Laguardia.

.- ¿Aparece en los libros la aportación del vino de Laguardia al mantenimiento de las tropas franceses?

CON-VECINA

EL saludo diario de sus vecinos en las calles del pueblo.

Entre 1808 y 1810 Laguardia estuvo aportando vino para el ejército francés que estaba acuartelado en Vitoria. Un vino requisado, no pagado a los cosecheros. No obstante le pusieron un precio y les contaron que les darían el dinero cuando hubiera posibilidades. En 1850 aún hay pleitos con la Diputación.

En 1809, de la Primicia de la Iglesia salieron 2500 cántaras para Vitoria. Y año a año aparecen 600, 700 cántaras.

.- Al terminar la guerra, la vida de los cosecheros volvería a la normalidad. Y la Junta de Cosecheros volvería a funcionar.

Y con ellos los celadores, sí. Pero ¿qué ocurre?, porque la idea era separar administrador y el cobro del impuesto. El ayuntamiento tenía que cobrar siete cántaras por cada carga de vino que llevaban, encargándoselo al administrador elegido por la Junta de Cosecheros, un funcionario que ahora no vive del remate de los ingresos que le produce el impuesto, sino que tiene un sueldo aparte.

Cuando Laguardia escribió a Carlos III y Fernando VII

VECINOS de Laguardia en una fotografía del año 1900.

.- Me lo estoy imaginando, Antonio.

Claro, porque le viene de maravilla tener el control del impuesto municipal, pues con ello tiene el control de los vinos. De esta manera se vuelve a crear el mismo monopolio del pasado, lo que motivó la movilización y una nueva carta al Rey.

Nueva carta al rey, ésta a Fernando VII

.- “No tenemos remedio”, que diría el otro.

Ante esto la Junta de Cosecheros, en el año 1833, apela de nuevo al Rey, en esta ocasión a Fernando VII

.- Aprenden de la historia, preguntándose “qué hicieron nuestros abuelos, los que fundaron la agrupación de cosecheros”.

Ahora le dicen al Rey que ha habido un error en la interpretación de las ordenanzas que aprobó Carlos III, el rey anterior. “No hemos conseguido nada porque sigue habiendo el mismo monopolio que en el pasado, ya que este señor está vendido a los grandes”.

Fernando-VII

FERNANDO VII, en 1833, recibiría una Carta de los cosecheros de Laguardia.

.- La primera carta al Rey fue escrita en 1796, y esta segunda se redactó 37 años después, en 1833, dos generaciones más tarde.

Exacto. Y entonces Fernando VII les contesta que está totalmente de acuerdo con lo que está proponiendo la Junta de Cosecheros de Laguardia, así que ambos reyes no se dejaron manejar por los poderosos de Laguardia.

Pero, y aquí viene lo bueno, los celadores tienen que llevar otro libro. Un libro de control con las entradas de vino al pueblo. El vino que los grandes propietarios compran de fuera, lo que les lleva al acuerdo de que no pueden entrar en Laguardia vino de Logroño o de Navarra.

.- ¿Cuál era la preocupación de entonces?

Pues mira, más allá de estos asuntos, aquellos querían abrir caminos hacia Vitoria y hacia Bilbao. Incluso en la primera carta que se envió al Rey en 1796 reflejan esta preocupación, diciéndole “los meses que van de enero a abril, aquí llueve y nieva mucho, se cierran los caminos y no se puede vender vino”.

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ALTO de Herrera, fotografiado la semana pasada.

.- ¿Qué significaba todo aquello en la vida diaria?

Sencillamente que los pequeños cosecheros de Laguardia tenían que vender su vino a los grandes cosecheros de Laguardia, por esa razón planteaban que los de Laguardia no pudieran comprar vino, que luego la comisión municipal consideró que era contraproducente, porque si en un momento de angustia no puedes vender vino a nadie, ni siquiera a los del pueblo, la pobreza aún va a ser mayor.

El alcalde militar que no fue de «ordeno y mando»

.- La historia, según has comprobado, está llena de enfrentamientos internos.

En 1833, cuando se escribe la segunda carta, destinada a Fernando VII, había problemas internos con los dueños de los pellejos, o con los señores que cargan los pellejos y los llevan, y otros problemas con el que va controlando todas las salidas, y tienen que legislar hacia adentro.

De esta manera regulan lo que tiene que cobrar cada cual, los sacadores y todos los demás. Pero ahí está la Junta de Cosecheros para ir solucionando todo esto.

ARCOS-DOS

ARCOS que contaron con el apoyo económico de los cosecheros.

.- ¿Emergió en aquel tiempo alguna figura fundamental, alguna persona destacada?

El Bonifacio Martínez Ballesteros, que fue alcalde. Aquel fue un terrateniente muy poderoso, pero con una gran cultura. Venía de origen militar, y durante todo el siglo XVIII fue de gran importancia para Laguardia.

Conocí al último Ballesteros, que tenía aquí una vivienda de su propiedad. Hoy ha desaparecido la vivienda y la familia. El famoso cuadro que hay por ahí de Laguardia antigua, fue propiedad de la familia Ballesteros.

Pero Bonifacio no era de ordeno y mando, o eso parece, porque en estos asuntos él se ofreció para llevar todo adelante.

.- ¿Qué hechos destacables sucedieron después de recibir la contestación del monarca Fernando VII?

ANTONIO-FUERO

ANTONIO viviendo los avatares del pasado, y nosotros con él.

En el libro de Actas se ve que todo esto va degenerando, con quejas permanentes de los cosecheros más fuertes, gente representativa del pueblo, como la familia Rabanera, y de otra familia que ya no está en el pueblo, los Echeverría, o los Irazu, que siguen en Laguardia. Todos estos piden que la venta del vino sea libre, que nada de administrador, que nada de celadores.

.- Entonces dejan a un lado la normativa aprobada, saltando por encima de la Junta de Cosecheros y del propio acuerdo del Rey.

El liberalismo económico

Eso es. Son las ideas liberales que están triunfando, pidiendo a la Junta, apelando a la Real Audiencia y Chancillería de Valladolid (órgano judicial establecido desde 1371), para que les diera permiso para vender libremente. Hay un Acta en la que se estudia el rumor de que a un cosechero de Laguardia la Cancillería de Valladolid le ha dado poder para vender su vino. “Vamos a estudiar ese caso -dicen- porque la ley es para todos”.

Cuando Laguardia escribió a Carlos III y Fernando VII

HABITANTES de Laguardia, fotografiados en 1924.

Empieza a haber quejas del control de este administrador, del control de los celadores. Así podemos ver cómo según avanza el siglo XIX, la Junta empieza a dejar y a delegar sus funciones.

.- ¿Qué pretendían?

Que el Administrador lo nombre el Ayuntamiento. Los celadores empiezan a decir que son muy mayores, que no hay relevo, y que por tanto esos celadores también sean unos funcionarios pagados por el Ayuntamiento.

.- Con lo cual la Junta empieza a disiparse, a disolverse, perdiendo su notoriedad.

Y empieza a emerger el liberalismo económico que va a regir los nuevos tiempos. El libro de Actas termina de escribirse en 1845, y la Junta desaparece. Ya no hay más datos. Ahora quiero entrar en el libro del Ayuntamiento para ver qué otros acuerdos se adoptan hasta que llega la filoxera, a ver quienes recogen las responsabilidades que tenía la Junta de Cosecheros.

Tonio-Senala

.- La Junta de Cosecheros estuvo presente durante 58 años, entre dos siglos. ¿Qué evidencia aquel periodo entre el XVIII y el XIX para ti?

Deja a las claras que los poderosos no son tan poderosos, sino que superan apenas un poco a la norma general. Luego esos poderosos son de origen nobiliario, gentes que no tienen el sentido de negocio, de competencia y de rentabilidad de los que luego serán los nuevos capitalistas del siglo XX.

.- ¿Te ha llevado a pensar, salvando todas las distancias, en ese viejo adagio de que “la historia se repite”, que hay ciertas similitudes entre aquella época y la nuestra?

Creo que en Rioja Alavesa se ha perdido el espíritu de cooperación y ayuda mutua que aquellos tuvieron. Allí había una defensa de los intereses comunes de todos, cuando hoy en día los intereses son muy distintos y cada uno va a lo suyo.

Folio-Antonio

YA no son legajos. Son los folios escritos por Antonio Mijangos.

Hoy en día los bodegueros grandes y el cosechero pequeño son dos mundos muy distintos. Entonces no había tanta distancia. El Pazuengos, o el Irazu tenían que estar esperando a que vinieran los arrieros a vender su vino, y el que tenía solo 300 cántaras de vino tenía que hacer lo propio.

«Hemos perdido la batalla del humanismo»

.- ¿El mundo se ha vuelto muy complejo, y los seres humanos no nos hemos puesto a su altura?

Las organizaciones actuales están para la defensa de unos intereses y de una rentabilidad mayor. Antes era unirnos por la necesidad y la supervivencia.

.- ¿Cuáles son las lecciones de la Agrupación de Cosecheros de Laguardia?

Cuando Laguardia escribió a Carlos III y Fernando VII

SUS investigaciones pasadas a papel, negro sobre blanco.

Veo una lección importante, tan importante como irrealizable. Detrás de esas organizaciones estaba la persona, la ayuda mutua, una colaboración, el humanismo diría. Los celadores no cobraban, a pesar de estar trabajando a lo largo de todo el año. Se unieron todos para vender el vino, para organizar la compra de los pellejos… O sea, se unieron partiendo de las necesidades humanas.

.- Y no crees que parte de ese espíritu de “ayuda mutua” sea ya posible.

El ser humano ha perdido la batalla del humanismo. En el momento que la libertad significa “yo soy el amo, puedo hacer lo que me de la realísima gana y no necesito del otro”. Entonces ya es la entronización del individualismo. “Y caiga quien caiga yo sigo adelante”.

.- ¿Dónde se mantiene aquel espíritu que estuvo presente dentro y fuera de las murallas de Laguardia?

Bajando-Agua

PEONES de Laguardia bajando el agua de Peña Parda, por San Cristóbal.

No lo sé… A nivel general quizá estuvo presente en la Rioja Alavesa de los emprendedores de 1980. Aquellos fueron los “últimos mohicanos”. Los que pensaron en el “Nosotros más que en el Yo”. La unión, el sentido de grupo, eso de los intereses comunes… eso se ha perdido. Eso está fuera de nuestra cultura económica.

.- ¿Qué nos dirán si le damos a leer esta historia, muy real, a un grupo de labradores de Rioja Alavesa?

Nos dirán que eran otros tiempos.

.- Protagonizaron una historia hermosa.

Hay que ver cómo surgieron desde la necesidad. Fíjate tú que cuando la Diputación decide hacer la carretera por Herrera, al fin, hacia Vitoria, los primeros que se implicaron fueron los de la Junta de Cosecheros.

.- ¡Lo que ha hecho el vino por esta tierra, eh!

AL-OCASO

LAGUARDIA en uno de los ocasos de estos días. (Foto Josemi Rodriguez).

Claro, de hecho la Junta de Cosecheros impone a sus socios un impuesto por cántara de vino para pagar los 60.000 reales que ha de pagar Laguardia por la carretera.

.- ¿Hay o no hay un cometa tras el que caminar juntos en la Comarca?

En esto soy pesimista. Si actualmente apareciera la estrella que siguieron los magos de Oriente, hoy nos reiríamos. “¿A dónde narices va esa estrella?”. Nos reiríamos, Julio.

.- ¿Dónde pones tú la esperanza en 2023?

En una reflexión muy seria para que contestemos sinceramente “¿A dónde vamos?”. Estamos haciendo realidad aquella idea de que “el hombre es un lobo para el hombre”.

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PIEDRAS / Pasado. El katximorro Aritz presente y futuro. (Josemi Rodriguez).

.- ¿También en nuestra pequeña Comarca?

¡Qué es la lucha por los precios! ¡Qué es la subida de las Eléctricas, del Gas, que es el buen dividendo de los Bancos en plena crisis! La competencia ha dejado de ser humana. Hay que decirlo claro, aquí se trata de aplastar.

.- Tus ideas son muy otras.

Lo son, pero no veo futuro para las ideas que yo tengo. Y sin embargo no estoy desesperanzado. Lo estaría si pensara que este camino lleva a una mayor pobreza, pero el capitalismo es tan inteligente que dice “al pobre que trabaja para mí, tengo que alimentarle bien para rinda como es debido”.

.- Algo similar nos contó el famoso economista Galbraith en Bilbao. Nos dijo que el Estado del Bienestar no se funda para amparar a los desprotegidos, sino para que el pueblo no monte una revolución.

ANTONIO-PP

Aspiro a una sociedad con los bienes al servicio del ser humano. Hay un mundo que está montado para acabar con los sentimientos. ¿Podrías imaginar que en 2023 todas las bodegas de Laguardia se unan para decir “vamos a pagar la construcción de los Arcos de la Plaza”? Pues bien. Ya los pagó hace siglos la Junta de cosecheros.

.- ¿Hay alguien, alguna asociación, que vendría a ser hoy la heredera de aquella Junta de cosecheros?

No. Y si lo hubiera fracasaría. Fracasaría porque las grandes bodegas pensarían “¿Para qué?”.

.- Pero ahí estuvo la Junta. Fueron parte en su día de la luz de la Historia.

Efectivamente, Julio. Y ahí queda lo que ellos hicieron. La constancia de que aquello existió. Quien quiera sacar alguna lección más de todo esto, que lo haga.

29 respuestas a “Cuando Laguardia escribió a Carlos III y Fernando VII”

  1. Kepa Urdangarin dice:

    Menuda novela, un formidable guión para Neflix, en el que solo falta una historia de amor al fondo. Enhorabuena Antonio Mijangos. Enhorabuena Julio Flor. He disfrutado como un niño.

    Eskerrik asko!!!

  2. Antton Guridi dice:

    Cuántas historias hay que recuperar del pasado! Y cuántas del hoy tiene el Blog que seguir contando sin parar!
    Aurrera beti!

  3. Txiki dice:

    Muy interesante. He agradecido mucho que no haya dos partes. Las magníficas fotografías ayudan, y mucho, para hacer la lectura más llevadera. El libro de Antonio Mijangos ya está medio escrito, ¿no?. Todos los cosecheros persiguiendo a trancas y barrancas un buen fin. Que nadie se lucrara con su trabajo, que el vino tuviera mayor calidad… casi he tomado con ellos un buen trago, jeje. Qué historia más guapa!

  4. Roberto Rodriguez Martinez dice:

    Qué magnífico trabajo de investigación.
    Me ha encantado.

  5. Mar Duran dice:

    Antonio Mijangos da en el clavo con su interesante y sorprendente investigación, recupera una historia antigua que es tan actual ¡Cuántos problemas de la Comarca se resolverían con unión, solidaridad y pensando en el bien mutuo!

    Y si lo extrapolamos al mundo, ese es nuestro único salvoconducto para el futuro. Bravo Antonio! Tus palabras son siempre sabías y tu nueva ocupación muy interesante: Descubrir tesoros que muestran lo que fuimos y lo que podemos llegar a ser.

  6. Interesante el trabajo de investigación realizado por Antonio.

    Pero si dicho trabajo nos puede parecer muy apropiado, en este momento, por los circunstancias por la que está pasando el sector vitivinícola, las ideas y reflexiones de Antonio en la entrevista sobre la falta de humanismo y solidaridad resultan súper oportunas, y sí que merecen la pena que las leamos despacio, las razonemos, y saquemos conclusiones.

    Antonio, sigue con tu labor de despertarnos de este letargo de insolidaridad, por el bien de la zona y de la colectividad.

  7. Eusebio Casado dice:

    Muy buena historia D. Antonio, un trabajo que me recuerda a los historiadores, pero sobre todo bien contada, se puede hacer una novela que seguro tendría mucho éxito.

    Gracias por revivir nuestra historia

  8. Arene Amezaga dice:

    Quiero dedicar un poema de Antonio Machado, otro Antonio, a aquella agrupación de Cosecheros de Laguardia y sus aldeas:

    … Y no conocen la prisa
    ni aún en los días de fiesta.
    Donde hay vino, beben vino;
    donde no hay vino, agua fresca
    Son buenas gentes que viven,
    laboran, pasan y sueñan

    Honor a todos ellos y ellas, que lucharon contra la corrupción, aunque hayan pasado más de 200 años. Honor como el que Julio y Antonio les han dedicado con este artículo. Honor que aquellos aún nos regalan con sus acciones.

  9. Kerman Aliseda dice:

    Hay que buscar mucho para encontrar entrevistas tan gozosas como ésta. Enhorabuena a los dos!

  10. Juan Aguilera dice:

    ¡Cómo se ha complicado todo para mal! Hoy el Consejo Regulador nos tiene en sus manos, nos explota miserablemente y nos sangra. Vivimos en la dictadura de los poderosos del vino. Contemplad la vida de aquellos, tan sencilla, con sus pequeños abusos, con sus corruptelas. Las sufrían, claro que sí. Estaban en una villa de tres y mil y pico personas. Sabían cómo y de qué manera luchaban y trabajaban por sacar sus hijas e hijos adelante. Pero… nada que ver con lo de hoy. Cuánto control, cuánto abuso, cuánta prepotencia, cuánto poder. Hoy los reyes están en la DOCa Rioja. Ya quisiera Carlos III, rey Castilla, de Aragón de las dos Sicilias, y todo lo demás, o el miserable Fernando VII, ja, tener tanto poder como los señores plenipotenciarios del Rioja…

    No sigo, porque me entra el desamparo. Así que enhorabuena a D. Antonio, y a Julio, y con retroactividad a nuestros cosecheros de entonces, mi más rotunda admiración, paganos de la carretera que nos une con Vitoria, de los Arcos de la plaza de Laguardia, dispuestos a unirse y luchar por lo suyo, garantes del Fondo para los que peor lo pasaran. Eso era un pueblo como Dios manda. Eso y no esta desproporción, que como diría Don Antonio Machado nos está helando hace tiempo el corazón.

  11. Tomás dice:

    Menudo trabajo, y quÉ gran información, y quÉ razón tiene Antonio a nivel social. MAGNÍFICO.

  12. Miguel Larreina dice:

    Ya felicité privadamente a Antonio por su interesante trabajo de investigación, pero ahora lo quiero hacer públicamente para estimularle y estimularnos en la Comarca a hacer ese libro sobre aquella época en la que el vino era el oro rojo, la fuente de dineros con la que se levantaron o remodelaron los pueblos de Rioja Alavesa. Gracias al vino de aquellos siglos XVI-XVIII se diseñó el paisaje urbano y rural que hoy maravilla al mundo.

    La Comarca era la más rica del País Vasco y hoy sale en el Eustat como la de menor renta disponible.

    Hay muchas enseñanzas de aquellos tiempos, algunas bien comentadas en el artículo del blog, que nos podrían ser muy útiles ahora. Por ejemplo, es interesante meditar cuándo surge la Junta de Cosecheros de Laguardia (coetánea por cierto de otras Juntas de Cosecheros como la de Logroño). Surge en una crisis de excedentes similar a la que vive la DO Rioja ahora, con un cambio climático hacia 1770 que propició que pueblos cerealistas del otro lado del Ebro se pusieran a plantar y plantar viña. Y eso se complicó con guerras y crisis económicas como en la actualidad. No es casual que la primera carta al rey coincida con los prolegómenos de la guerra de la Convención con los franceses que movilizó a 200 varones laguardienses a ir a luchar en Vitoria y Gipuzkoa, o la segunda carta al rey justo antes del estallido de la primera guerra carlista

  13. Julio Flor dice:

    Antonio, te estaba escuchando con suma atención el otro día en la cafetería de Laguardia con dos percepciones. Sobre la mesita del café Arbulu tomaban cuerpo y presencia aquellos anónimos gigantes que ante las dificultades miraron por su familia y por su Comarca. Me los imaginaba en la viña por la mañana y en sus reuniones por la tarde. Inmersos en sus debates y sus luchas. Satisfechos por los avances, la receptividad del ayuntamiento y la respuesta positiva de la Casa Real. Eso por un lado.

    Por otra parte, al final de la conversación, escuchando tu visión del momento actual, me preguntaba a mí mismo, querido Antonio, ¿qué salva a un pueblo? ¿Cómo proteger el mundo que te circunda, y a la sociedad en la que vives? Creo que esto es lo que está detrás del afán de aquellos. Una pelea en la que seguimos. Cada cual ha de encontrar una respuesta en el ámbito que sea. Por mi parte he encontrado en la Literatura algo que quiero compartir, del gran libro «Sobre héroes y tumbas» del latinoamericano Ernesto Sábato.

    «No eran las ideas las que salvaban al mundo, no era el intelecto ni la razón, sino todo lo contrario: aquellas insensatas esperanzas de los hombres, su furia persistente para sobrevivir, su anhelo de respirar mientras sea posible, su pequeño, testarudo y grotesco heroísmo de todos los días frente al infortunio.»

    Ese heroísmo de todos los días estuvo muy presente en el acontecer de aquellos siglos en Laguardia. Y debería en este siglo XXI cambalache atravesarnos el corazón.

  14. Antonio Mijangos Martinez dice:

    Gracias Julio porque has sabido ordenar, clasificar y aclarar todo lo que hablamos en el bar de Txema. Eres como los buenos cocineros capaces de hacer de unas sopas de ajo un plato estrella Michelin. Y muy agradecido a los han hecho sus comentarios pues animan a seguir leyendo papeles antiguos que nos hablan de personas que sufrieron y se enfrentaron a sus problemas.

    Podemos aprender mucho de la Historia, no copiarla. Las circunstancias y las personas son distintas, pero los valores de aquellos protagonistas son importantes. Nuestros antepasados eran pobres, pero no se dejaban pisar el callo. Y esto sí que lo podemos aprender. Te preguntas qué salva a un pueblo. Pienso que no son las ideas, sino las personas que estudian la realidad desde esas ideas y las hacen vida. La reacción de nuestros mayores partió desde el estudio de su propia realidad injusta y pobre. Lo que muchos ahora están haciendo en Rioja Alavesa, gracias a Dios. No dormirse en los laureles, estar en búsqueda, vivir la vida con inquietud es lo que nos hace progresar. Y de estos hay bastantes, hombres y mujeres. Lo vemos en tu blog y en la vida de nuestros pueblos.

  15. Raul Garcia Ezquerro dice:

    Zorionak Antonio!. Gente como tu haceis que dia a dia aprendamos cosas nuevas sobre nuestro pasado.

    Super orgulloso de nuestros antepasadxs de nuestro pueblo y de toda la comarca tras leer estas lineas.
    Cómo luchaban y reivindicaban, cuánto por aprender, que lección nos darían hoy en día y qué alto nos ponen el listón a quienes hoy nos toca tomar decisiones, grandes personas como Bonifacio, intentaremos hacerlo la mitad de bien que ellxs.

    Buen trabajo pareja!

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