AUTORRETRATO de Jose Miguel Rodriguez Martinez.
Veinte fotografías, como veinte cepas bien plantadas, se expondrán este miércoles 12 de octubre en la calle Mayor de Laguardia. El acto se repetirá el sábado 15 y el domingo 16 de octubre. Podríamos decir que es una carta de Jose Miguel Rodriguez Martínez a toda la Comarca.
El cazador de imágenes, el pastor de nubes, el amante de los contrastes y los suspiros del Paisaje Cultural del Vino y el Viñedo desmenuza para el Blog, con sus palabras, cada una de las veinte imágenes de la Expo.
ELABORANDO vino estos días, una de sus últimas imágenes.
Qué osadía por mi parte. Me gusta cómo suena Josemi, su libre expresión, su espontaneidad, pero sobre todo, él lo sabe, me enamora cómo mira, cómo fotografía con arte la dimensión de sus emociones.
Josemi y yo sabemos que tiene música en los ojos. Que de una mancha de luz recrea el firmamento. De una montaña compone una música de violines. Que hace de la belleza una convulsión. Del amanecer o del ocaso, un latigazo de ternura.
“Hace ya diez años que quería exponer mis fotografías en la calle Mayor de Laguardia, lo que por fin va a ocurrir este 12 de octubre, además del sábado 15 y el domingo 16”.
FOTOGRAFÍA de Josemi elegida por Correos para editar uno de sus sellos.
“En mi última estancia en el hospital le di vueltas a algunos asuntos pendientes, queriéndolos retomar. Uno de ellos era esta exposición. Así que cuando salí del hospital lo hablé con el alcalde de Laguardia, Raul Garcia, a quien le gustó la idea. Así empezamos a darle forma, poniéndole como título “Argazkiak Kaleetan” (Fotos en la calle).
“Como son veinte fotografías de un metro y medio de ancho por un metro de alto, la exposición suponía bastante dinero, así que el Alcalde se preocupó de buscar patrocinadores, encontrándolos en Bodegas Palacios y la Caja Vital”.
EL Alcalde de Laguardia ayudando a colocar la Exposición.
FOTOGRAFÍA de una imagen expuesta en la C/ Mayor de Laguardia.
“Les entregué a los tres un total de setenta fotografías, realizadas en los últimos quince años. Y les dejé solos para que hicieran una selección de veinte. Cada una de ellas tiene un significado para mí, porque a través de ellas transmito mis sentimientos. Ahí están mis emociones, mi manera de mirar, mis recuerdos, lo que en un momento hubo en Laguardia y ya no está…
LA PRIMERA es una bodega de la calle Mayor, muy especial, porque es la única que en Laguardia, de entre más de 200 bodegas subterráneas, posee tres grandes arcos de piedra. Me transmitía una sensación de antigüedad formidable.
LA SEGUNDA es el Portal de Páganos, la eligieron seguramente porque ellos han querido primar las imágenes de Laguardia. Es un atardecer con la fuente en primer término.
LA TERCERA es el Dolmen de San Martín, con una cepa cercana al objetivo. La fotografía tiene algo especial para mí, porque antes había allí un árbol, justo detrás, un árbol que ha desaparecido. La hice pensando en la ausencia del árbol.
LA CUARTA es el pastor Agustín con su rebaño de ovejas. Quería recoger el atardecer, y tuvimos que volver otro día para encontrar mejor luz. Le llamé para decirle que había que repetir la foto.
LA QUINTA para mí es muy especial. Están tres personas mayores con la boina y el bastón, Eugenio, Fernando y Jesús.
Aquel día salía del pueblo amurallado para ir a mi casa, y justo donde están ahora rehabilitando la fonda Pachico había un banco con tres señores mayores que conozco de toda la vida.
Les pedí que me esperaran un poco. Me fui a casa, cogí la cámara y volví lo más rápido que pude. Es la única foto que eligió el director de Bodegas Palacios para demostrar el trabajo que ha hecho la gente de Laguardia.
LA SEXTA es uno de los atardeceres con nubes que tanto me gustan a mí. De estas he hecho muchísimas. Ayer mismo hice unas cuantas buscando el contraste. El cielo azul es muy plano, no me transmite gran cosa. Prefiero las nubes, mirando sus formas me puedo pasar horas y horas.
LA SÉPTIMA no tiene nubes, pero tiene el color del atardecer sobre el dolmen de La Huesera. Te diré que me inspiran más las nubes que los dólmenes. Son piedras, como las iglesias, que también han hecho historia. Mirándolos, yo me pongo a pensar dónde acaba el universo, así de claro. O si acaba en algún sitio.
Hay gente que me dice “Josemi hoy tienes un buen día para hacer fotografías”, a lo que les digo, que ante tanto cielo azul ni voy a salir, porque veo un día en el que no hay más que luz, sin volumen, sin contraste, sin formas.
LA OCTAVA tiene que ver con una de mis salidas, con una helada de por medio. Siempre hablamos de lo mismo: luz, sombras y contraluz. Iba en la furgoneta cuando de repente empezó a salir el Sol, así que paré de inmediato el vehículo. El Sol y una helada potente hicieron todo lo demás.
No tengo un canon, ni una estética predeterminada. Influye mucho mi estado de ánimo. Puedo ver la imagen más hermosa, que dependiendo de mi ánimo digo “paso”, y no llevo ni la cámara. Pero hay días que digo “¡hostia, qué buena!”.
Soy ciclotímico, con eso te lo digo todo. Ha habido fotos que he perseguido durante todos los días de una semana, como aquella de Laguardia desde la lejanía entre la niebla. Y luego lo pienso y me digo “¡serás gilipollas, Josemi!”.
LA NOVENA son dos cepas en las que están naciendo los pámpanos. Me encanta ese nacimiento y renacimiento de la vid. El Sol se cuela entre los brazos de una de las cepas.
LA DÉCIMA es la Luna llena sobre Laguardia. No te puedes imaginar la cantidad de veces que la Luna me ha comido la cabeza, llevándome a investigar la mejor manera de fotografiarla. Hay que jugar con una serie de parámetros, con una luz determinada. Además… como es sabido, la Luna se mueve, y no tenemos la suficiente luz para plasmarla como es debido.
En este caso la iglesia de Santa María está quieta, pero la Luna debía tener suficiente luz. Si no se plasma bien, queda una sutil estela con mucha luz en su interior. Esta es una foto muy técnica y complicada. No te puedes imaginar lo loco que me he vuelto. No haces una fotografía y ya está, no, los cojones. He hecho cientos, miles de fotos a la Luna. De mil fotografías, por ponerte un ejemplo, habré hecho como mucho diez fotos buenas de la Luna.
LA UNDÉCIMA es el Collado con hojas de otoño. Me encanta el color, la sensación de melancolía, pero sobre todo el color del otoño. Y además es en el Collado, donde mi madre Encarna iba siempre. También yo voy como ella casi todos los días.
LA DECIMOSEGUNDA la hice cuando un día me llamó el bodeguero Saúl Gil Berzal para decirme que había contratado a una persona para que le labrara la viña con un mulo (se trata de Miguel Mato en la viña del Barranco de San Julián). “No te preocupes -le dije- que ahora mismo voy”.
Me gusta mucho, con el contraste de las nubes. Es una buena composición de colores.
LA DECIMOTERCERA es una prensa de Miguel, que está en la calle Mayor. Le hice fotografías en sus lagos porque sabía que dejaría de hacer vino en ellos. Esa prensa jamás volverá a utilizarse. Pero ahí está el documento de la fotografía, prensando las uvas después de sacarlas del lago.
LA DECIMOCUARTA es una imagen de vendimias. Aquel día estaban vendimiando un grupo de africanos. Ellos estaban dispuestos a salir en la foto… pero solo a cambio de dinero. Pero mis fotos no son para comerciar con ellas. Como ese año tenía un teleobjetivo, desde lejos, en un día de niebla, saqué la fotografía.
LA DECIMOQUINTA tiene que ver con las nubes del Norte. Ya sabes que con esas nubes detenidas sobre la Sierra yo tengo una paranoia. En la foto está el Norte enrevesado, como soy yo, con aristas, y Laguardia justo debajo.
LA DECIMOSEXTA es la iglesia de San Juan. Le he querido dar a la foto una sensación de antigüedad, por eso en los bordes le he dado ese giro clásico, como en las imágenes antiguas, además de un tono sepia de los que había antes. Que por cierto, no era sepia, ya que los líquidos que utilizaban se iban deteriorando, al haber hecho mal las mezclas, quedando al final las fotografías de aquella manera.
LA DECIMOSÉPTIMA muestra una pelea mía personal con los estorninos. Muy personal y de mala hostia. “Por mis huevos les tengo que sacar una foto”. Igual que con la niebla en la colina de Laguardia. Con los estorninos me he tirado años y años. “Ya vienen”, me decía, porque les intuía.
Colocaba el trípode en el mismo sitio, con mi tabaco y la música, y les decía “por favor, hacedme una figura, cojones”. Nada. Iban para allá, volvían, un cisco del copón, pero nada de nada. Hasta que ese día conseguí fotografiar ese cuadrado de estorninos en medio del cielo de Laguardia, con un atardecer genial. La foto me costó tres años.
LA DECIMOCTAVA es atómica. Aquel día iba con un teleobjetivo, porque gracias a él he conseguido acercar Laguardia a la Sierra más de lo que en realidad está. Había nevado y conseguí que Laguardia pareciera estar pegadita a la Sierra, como pasa en ciertos pueblos de Suiza. Es maravillosa.
LA DECIMONOVENA es básica, clásica, monumental, única. El pórtico de Santa María de los Reyes. Joder, qué te voy a decir a ti, Julio, que conoces cada detalle.
LA VEINTE es la última elegida por ellos, que han conseguido englobar en veinte fotos lo que es una parte importante de mi obra.
Ahí están los dantzaris de Laguardia bailando por Sanjuanes, saltando todos a la vez. Para hacer esa foto yo tenía una ventaja, que conozco bien la música, sé cuándo saltan y sé dónde me tengo que poner. Hay que ser de Laguardia para hacer bien esa fotografía.
.- ¿Con cuál te quedas si tuvieras que elegir una única fotografía?
La de los señores con boina, la de Eugenio, Fernando y Jesús. La quinta. La elijo por un solo motivo. Porque al verla me acuerdo de mi abuelo, de cuando iba a pedirle al bar la paga. Me gusta que los mayores sigan con la boina, como hacía mi abuelo Teodoro Martinez. Me retrotrae a la infancia. Por eso quise hacerla en blanco y negro. Ahí están con el bastón, matando el tiempo, pero juntos.
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Yo me quedo con la 17ª fotografía porque además de tener un magnífico encuadre muestra la paciencia de su autor para esperar tres años con tal de conseguir el objetivo deseado
Muchas gracias, Carmen
Cada una de las fotos de Josemi es una obra de arte que comparte con nosotros y que nos muestra lo importante que es la Naturaleza para el ser humano. El otoño sigue siendo la estación de referencia para los grandes fotógrafos. Josemi es uno de ellos. Sus fotos en blanco y negro son magníficas. Combina trabajo y naturaleza con el deber de recordar. Hay que desearle una buena salud. ?
Muchas gracias, Agustín
Qué bien se completan los buenos textos del Blog, con un escritor de altura, con las magníficas fotografías de Josemi Rodriguez. Dos genios, cada uno en su campo
Muchas gracias, Ainara
La Luna. Esa Luna de Laguardia. Qué maravilla!!!
Muchas gracias, Antton
Qué grande Josemi. Qué orgullo para Laguardia! Primeran!
Muchas gracias, Begoña
Gracias Josemi por estos 20 regalos, estas 20 obras de arte. No pares nunca de fotografiar, de crear.
Muchas gracias, Miguel
Josemi: Eres el alma de tu madre que recorre aprisa las calles de Laguardia. Tus fotos son tu radiografía. Aparecen tus sentimientos en la luz, los contrastes, las perspectivas de las fotos y provocan sueños y añoranzas. Es curioso cómo te encanta el color gris, mezcla de blanco y negro. Algún día me hablarás del porqué ¡Felicidades!
Muchas gracias, Antonio
Me quedo con la decimocuarta; trabajo, esfuerzo, dureza,…, pero sobre todo un homenaje a toda esta gente trabajadora, que sin ellas y ellos qué diferentes serían las vendimias en nuestra Rioja Alavesa.
Muchas gracias, Fernando
¡Cuánto trabajo! pero qué gozada, para el artista y para todos los privilegiados que podemos ver su obra!
Eskerrik asko, Josemi!!
Eskerrik asko, Julio!!
Mila esker, Jose Ignacio
¡Cuanta belleza!! En imágenes y en letras.
Esa Luna sobre Laguardia tiene magia.
Abrazo desde el Sur. ¡Enhorabuena !
Muchas gracias, Sole.
Abrazo desde Rioja Alavesa
Buen trabajo Josemi, veinte obras de arte!!!
Muchas gracias, Joseba
Eres grande y no hay mucho más que decir.
Gracias por acompañarnos todos los días
Muchas gracias, Mónica