Abr 01, 2019

Contra el silencio de la Historia

Iñaki Sagredo elaboró para el Gobierno de Navarra un trabajo sobre los Castillos de la Edad Media, realizando fotografías aéreas desde un autogiro. El historiador nos ha informado del número de castillos en Rioja Alavesa en la época que la Comarca formó parte del reino de Navarra.

Castillos en Rioja Alavesa

DICE el historiador Iñaki Sagredo que el viento de la Sierra llama a las ruinas por su nombre. 

Son detalles que la Historia había silenciado, aunque el viento y las piedras hablan, cuentan historias del pasado. En Rioja Alavesa hubo al menos SIETE castillos de realengo y OCHO fortificaciones de urgencia. Por entonces ya había viñas y vino.

Los siete castillos de realengo serían Buradón, Laguardia, Labraza, Toro, Herrera, Toloño y Asa. Y las fortificaciones de urgencia realizadas a principios del siglo XV estarían en Moreda, Elvillar, Viñaspre, Lanciego, Oyón, Kripan, Yecora, Samaniego…

Castillos en Rioja Alavesa

IÑAKI Sagredo se subió en un autogiro para fotografiar desde el aire los Castillos.

Castillos de la Sonsierra / Aventura e investigación

Fue a mediados de los años 90 cuando comencé a estudiar los castillos del reino de Navarra. Por entonces nadie tenía constancia de la cantidad de castillos que había en nuestro territorio. Algunos citaban seis o siete castillos como mucho. Pero lo cierto es que llegaban a CIEN, la mayoría destruidos tras la conquista del reino, y cómo no, silenciados en los libros de historia.

Iñaki Sagredo Garde *

De dicho estudio se creó la colección de libros titulada “Navarra. Castillos que defendieron el reino”. Cinco tomos donde se muestran los datos de cada fortaleza, desde sus documentos, su posible forma a través de un estudio de sus ruinas, el porqué de su ubicación y su relación con otros castillos. También realicé dibujos y a través de las fotos explicaba sus características.

Castillos en Rioja Alavesa

PORTADA de uno de los libros publicados por Iñaki Sagredo en Pamiela. .

Uno de los trabajos más arriesgados fue la de realizar las fotografías aéreas desde un autogiro donde apenas cabían dos personas.

Viajamos a cada sitio partiendo de Lumbier, en Navarra, llegando a zonas alejadas como Bilbao, Burgos, Bayona, o Ribagorza (Huesca). Para realizarlo fue necesario adaptar un depósito extra de gasolina que tuvimos que colocar debajo de las piernas. Era la única forma de poder regresar en los viajes largos.

Castillos en Rioja Alavesa

LAGUARDIA fotografiada desde el autogiro, un gran castillo que defendió el reino.

Este estudio fue sin duda una aventura no exenta de riesgo ya que hubo días de niebla, de vuelos con mucho viento que dificultaban el viaje o de problemas técnicos, incluso para traspasar el Pirineo debíamos buscar las corrientes de aire calientes para ascender los montes sin usar casi combustible, como hacen los pájaros para no consumir energía. Era necesario conseguir ahorrar gasolina para poder regresar sin problemas.

Volábamos y en cada lugar sacábamos varias tomas de fotos, dando círculos a diferentes alturas.

Castillos en Rioja Alavesa

EN la cumbre del Pico estaba el castillo de Marañón, de los más antiguos del reino de Navarra.

Ahora todo es más sencillo. Llegas a un lugar, sacas de la mochila un pequeño Drón que cuenta con una impresionante cámara 4k y manejas todo desde un teléfono móvil. Es la época de las tecnologías y hemos pasado del carboncillo de los dibujos a montajes digitales con el ordenador.

LA SONSIERRA

Gracias a las ganas y al interés de exponer todos los castillos, se consiguió estudiar desde el aire el impresionante sistema defensivo de la Sierra de Toloño hasta Codés.

Gran-Sierra

CASTILLO de Ferrera en el puerto de Herrera. En el horizonte el castillo de Toro y Marañón.

En primer término la cima de San León, castillo de Ferrera en el puerto de Herrera. En el horizonte el castillo de Toro y Marañón. A la derecha el cambio climático evidente y tierra de vinos, a la izquierda la influencia del Cantábrico. El hayedo y robledal junto con la humedad. La Sierra fue una barrera climática.

Esta cadena de montes es una zona traicionera como así nos lo comentaron varios pilotos. En la Sierra se produce la divisoria entre climas, y eso conlleva cambios drásticos en la dirección del viento que pueden poner en riesgo el vuelo.

Desde el aire se nos presentó un impresionante entramado de castillos que aprovechaban las cumbres para crear un sistema defensivo de película, con pequeños castillos situados a escasa distancia, donde cada uno está ubicado en un punto estratégico, viéndose, entre cumbres y oteando de igual manera la amplia llanura de campos y vides hasta el río Ebro, frontera antigua con el reino de Castilla.

En caso de ataque al Reino, las señales de fuego y humo comenzaban a visualizarse de cumbre a cumbre, con un código visual muy peculiar.

Castillos en Rioja Alavesa

LA SONSIERRA. La Cruz del Castillo (Fotografía desde el autogiro).

No era para menos, durante la Edad Media, esta amplia extensión fue campo de batalla entre los reinos de Navarra y Castilla que buscaron mantener el control de la región. Si los castillos roqueros vigilaban el horizonte, las villas en la llanura como las de San Vicente de la Sonsierra, Laguardia, Labraza y el Castillo de Asa, controlaban los accesos y puentes sobre el Ebro.

Algún día recrearemos ese sistema de señales y volveremos a activar el reguero de avisos mediante luminarias, como si fuera un chispeante recital de fogatas que creaban columnas de humo que eran visibles desde kilómetros.

Una ruta de avisos que seguían una trayectoria desde Conchas de Haro hacia el norte y hacia el este, partiendo desde el castillo de Buradón al de Toloño, desde aquí se podía transmitir la señal hacia Treviño-Zaldiarán, Vitoria o seguir la ruta de señales entre los castillos de Toloño a Ferrera, actual castillo en la cima de San León, luego el aviso llegaba al castillo de Toro, actual peña de la cruz del castillo, seguir con la señal hasta la cima de Marañón, de ahí al castillo de Punicastro en Codés, Monjardín, Estella, peña de Oro, sierra de Erreniega y Pamplona.

Es decir, en poco tiempo el aviso de un ataque podía llegar a las principales ciudades del reino de Navarra.

Castillos en Rioja Alavesa

EL CASTILLO de Marañón según un dibujo de lo que fue, en la cumbre del Pico La Población.

Este impresionante sistema defensivo fue arrebatado por el rey de Castilla, Alfonso VIII, al rey navarro, Sancho VII el Fuerte, en el año 1200; aunque fue devuelto tras vencer las tropas cristianas en la mítica batalla de las Navas de Tolosa, en 1212.

Durante siglos fue una región en constante alerta. Hay gran cantidad de datos referidos a luchas en esta región, con envío de hombres a las principales bastidas, datos de castillos asediados y gestas por defender esta parte del reino. De poco sirvió para los intereses navarros porque este amplio y rico territorio pasó a Castilla tras su conquista de 1461 y el posterior tratado de Bayona que confirmaba la posesión para Castilla. Estas conquistas trajeron una extraña divisoria. San Vicente hoy está en La Rioja, Treviño es Burgos y Navarra está más allá de Labraza.

LA BATALLA DEL VINO

Teniendo en cuenta lo que hablamos, en referencia a Rioja Alavesa que lleva mil años cultivando viñas y elaborando vinos, debemos contar una batalla relacionada con el preciado líquido, capaz de animar  a quien lo obtiene y de romper el alma a quien lo pierde

Así fue lo que sucedió en un punto entre Salinillas de Buradón y Haro.

Castillos en Rioja Alavesa

UNA historia de castillos y vino robado… podría ser el origen de la «Batalla del Vino» de Haro.

Quién sabe si este robo que relataré tiene que ver con el origen de la famosa batalla del vino de Haro que se celebra en la ermita de San Felices. Todo es posible puesto que nadie conoce el origen de esa tradición, hoy fiesta nacional y este suceso aconteció en las proximidades.

Corría el año 1410 cuando el alcaide navarro del castillo de  Buradón, Juan Martínez de Ciordia, dejaba constancia del robo del suministro de vino cuando este se dirigía a la fortaleza de Buradón. Este noble relató que ciertas gentes de Haro, bajo el estandarte de Castilla, le despojaron del vino que llevaba para el castillo, e incluso la bestia que traía la carga.

No debió ser plato de buen gusto para los defensores saber que no contarían con vino durante mucho tiempo y es más que probable que desde el otro lado del río, quizás desde Bilibio, la gente de Castilla gritara a los defensores para recordarles el obsequio navarro aprovechando que las peñas creaban un eco que podía ser escuchado a larga distancia.

Castillos en Rioja Alavesa

HERMOSA imagen de Labraza desde el aire (Fotografía Iñaki Sagredo).

Hoy nuestro paseo por los montes nos permite ver las ruinas de aquellos pequeñas fortalezas roqueras, donde sus piedras emergen entre la vegetación y nos muestra algún detalle de cómo eran. Gracias a los archivos medievales de Comptos conocemos parte de su fisonomía puesto que las obras facilitaban datos y situación de sus elementos. También conocemos los alcaldes o responsables de los castillos, incluso el nombre de los obreros y lo que cobraba cada uno por su trabajo.

Castillos en Rioja Alavesa

CASTILLO de Toro.

Son historias humanas de personas de a pie. Sin duda la historia más emotiva es la de los que no lucharon por el poder, sino por los suyos, por sus familias, por su forma de vida y por sus ideales.

En pleno siglo XXI, nos falta algo de ese espíritu y sobre todo más tiempo para disfrutar de la vida, que se nos va muy rápido.

¿En cuanto a mi aventura? Termina aquí, con gusto de explicar esta emotiva historia.

Hoy nos quedan esas ruinas que el viento de la Sonsierra llama por sus nombres, quizás también susurra el nombre de sus moradores y sus leyendas, quizás no sabemos escuchar.

 

* Historiador. Responsable de la empresa de arqueología Gestión Cultural Larrate.

6 respuestas a “Contra el silencio de la Historia”

  1. José Angel Chasco dice:

    Apasionante y arriesgada aventura la vivida por Iñaki Sagredo. Muy bellas las fotografías aéreas realizadas desde el autogiro. Un reportaje que me ha encantado, pero que me hubiese gustado que hubiera sido más amplio. Aunque, la verdad, podemos ampliar los conocimientos de los castillos del viejo Reino de Navarra en la Sonsierra leyendo el libro de la editorial Pamiela.

    Cita la fortaleza de Moreda. Ésta se encuentra en el término del Redondo y conserva la casa-torre con acceso en arco de medio punto y una saetera, el lienzo de la muralla este con cinco contrafuertes, un impresionante aljibe de agua, los pilares troncopiramidales del paso de ronda, etc… En la actualidad, esta torre fuerte se encuentra habitada por una familia Moredana.

    La antigüedad de esta fortaleza, como guarnición del reino de Navarra, se remonta al año 1275. Año en que Fernando de Castilla, apodado Fernando de la Cerda, se apoderó de la torre fuerte de Moreda. Al año siguiente su padre, Alfonso X el Sabio, en el convento de San Francisco de Vitoria, restituyó la torre de Moreda al monarca francés Felipe III (garante del reino de Navarra hasta alcanzar la mayoría de edad doña Juana). El pergamino del acuerdo muy poco conocido, guardado en el Archivo General de Francia, califica a la fortaleza de Moreda de «castra», es decir, castillo fortaleza.

    Durante los años 1429-1431, tiempos bélicos entre Castilla y Navarra, la guarnición de Moreda estuvo defendida por 15 soldados ballesteros a las órdenes del capitán Ferrant Sanchiz de Moreda.

    Quienes visiten Moreda pueden contemplar la fortaleza y muralla desde la calle del Molino, en la parte posterior del templo parroquial de Santa María de Moreda. Allí aguarda oculta y en silencio la torre y fortaleza de Moreda. Cuántos secretos del pasado estarán encerrados dentro de sus muros.

  2. Lo de Navarra, lo de sentir nuestra esencia milenaria, lo de comprobar nuestra vinculación al vino, lo de sentir que tan malo no debía de ser porque proporcionó riqueza capaz de construir hermosas Iglesias que ya no existen, castillos defensivos, palacios, conventos…. debió de ser porque representaba un gran valor de cultivo, de elaboración, de comercialización y de intercambio cultural y artístico.

    Esa perspectiva no la podemos perder, el Ebro representa un desafío al apostar por el Mediterráneo y nuestras tierras de la Sosierra se van asomando a su orilla con gentes que gozan de la vida, de la música, del juego, del vino, la mesa, el amor…

  3. Ana dice:

    Me gustaría que pasaras por la localidad de Viñaspre, pues tengo información de que también hubo un castillo.

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