JOSÉ Antonio Bilbao, Axpe, en uno de su campos de manzanos.
AXPE da nombre al caserío, a la sidra y el txakoli, al mismo agricultor y bodeguero. Axpe es una cueva de 400 metros de profundidad, situada junto a su caserío de Markina-Xemein, de la que emerge un río subterráneo, como decir que es agua cristalina de la cueva mágica de la diosa Mari, donde el siglo pasado los pastores de la zona traían sus ovejas a abrevar.
“Aquí vivieron los antiguos, cuando este río no se secaba nunca. Aquí cazaron, aquí se alimentaron, aquí en Axpe soñaron aquellos”.
REGATO que brota con fuerza del interior de la cueva de Axpe.
He venido un día de nieve hasta este caserío de Markina-Xemein para que la entrevista con Axpe sea un tributo y una ofrenda a la nueva temporada de la sidra, iniciada a mediados de enero al grito de “Gure sagardo berria!” / “¡Nuestra nueva sidra!” que ayuda a sobrellevar la existencia en todo Euskalherria.
MONTES del duranguesado, donde habita Mari, el día de la entrevista
Axpe y el periodista tienen todo un día por delante. Hay que visitar los manzanos, las viñas, la bodega de txakoli, la sidrería… Para combatir los cero grados que hace al aire libre, José Antonio preparará unas kokotxas y un rape a la brasa, al que dará un exquisito toque final.
Así que caminaremos bien abrigados, comeremos, beberemos y, no callaremos ninguno de los dos. En realidad ninguno de los tres, porque su perro Pichón, no dejará de murmurar y pedir comida, a Axpe y a mí.
Desde el principio, cuando la grabadora no estaba en marcha, José Antonio Axpe comienza evocando a sus padres, hablándome del aita y la ama.
“En la época que yo era chiquillo, en los sesenta, en la Markina rural, sin cines ni teatro, el padre nos juntaba a chicos y grandes muy cerquita de la cueva para contarnos cuentos y leyendas”.
Cuando dice “el padre”, se refiere a su aita Cipriano, casado con María Victoria. “El notario era muy español, así que María Victoria y Cipriano, eran para nosotros, los euskaldunes, Bitxori y Zipri”.
“Ah! -exclama Axpe, como si fuera el Tom Sawyer de Mark Twain-, los niños entrábamos con velas en la cueva hasta al lago del fondo, llegando un día hasta 350 metros de profundidad. Lo sé porque entramos tirando de una cuerda larguísima… Hasta que un día entró un grupo de espeleólogos que llegó hasta los 404 metros cueva adentro”.
BOCA de la cueva… la cantidad de historias que alberga en su seno.
Estamos junto a la cueva en un día en el que la nieve ha vestido de invierno el alto de Trabakua, de 400 metros sobre el nivel del mar. Aquí en Axpe, a unos 60 metros de altitud, no ha llegado el manto blanco, si bien en estos momentos, a las 12 del mediodía, estamos cerca de los cero grados de temperatura, cayendo granizos del cielo.
Antes de la granizada Axpe me había enseñado las viñas y manzanos que abrazan al caserío. Luego visitamos la maquinaria y los depósitos de sidra y txakolí. Dentro, en una mesa, nos esperaban dos copas y unas viandas. Y más allá, en la cocina, empezará a preparar las kokotxas, y en un fuego con sarmientos pondrá a asar el rape.
«De la escuela al tractor»
.- El otro día me dijiste por teléfono que tú pasaste “de la escuela al tractor”.
Yo era joven cuando el padre se enfermó.
Antes de eso mi padre tuvo la primera motosierra de la zona, así que iba y venía a otros lugares cortando árboles con aquella motosierra alemana. Entonces yo tenía 12 años y estaba estudiando. Mis padres querían que estudiáramos, pues no querían la agricultura para nosotros.
LA Madre Mari, la Dama, a la que dio forma Néstor Basterretxea.
.- Los padres siempre desean el mejor futuro posible para sus hijos.
Bai. Cuando el padre se enfermó, y ya no podía seguir trabajando, me daba pena dejar el caserío. Y aunque estudié para electricista, que tengo el título de montador instalador, un día fuimos a pedir a Extensión Agraria un consejo, para ver cómo se podía sacar dinero de la Agricultura.
.- ¿Qué te aconsejaron?
Había dos ingenieros allí, uno de Zaragoza y el otro de Navarra. “Mala empresa es el caserío, pero hay alternativas”.
.- ¿Cuál era su alternativa?
Flores y más flores. Pronto cumpliré 64 años, pero entonces, con 17, en 1976, no pegaba muy bien ser chicos y vender flores. Estaba mal visto, nos llamarían “marichicos”, pero nosotros queríamos ganar dinero. Los ingenieros nos aseguraron que ganaríamos mucho dinero, que tendríamos que traer semillas de flores de Holanda y Bélgica. “Y aquí a los camposantos se llevan flores”.
.- Está claro que les hicisteis caso.
Bai. Y tuvimos que volver a aprender nuevas cosas.
TULIPANES de Holanda
«Guernica, Gernikara»
.- ¿Qué le pareció al aita?
“Si es trabajo -nos dijo-, bienvenido sea”. El padre nos dio un poco de dinero, una mula y materiales. Así montamos el invernadero.
El plástico del invernadero lo tuvimos que comprar los hijos. ¿Cómo ganamos el dinero para los plásticos? Haciendo unas pegatinas en las que pedíamos que el Guernica de Picasso viniese a Euskadi. “Guernica, Gernikara” era el lema de nuestras pegatinas, para que el cuadro usurpado volviera a Euskadi.
.- Los creadores vascos estuvieron comprometidos con aquella misma reivindicación.
EL Guernica de Picasso sigue estando en el Reina Sofía de Madrid…
Pedimos la voluntad en dos Aberri Eguna. Así conseguimos el dinero para el plástico del invernadero, con aquellas pegatinas. Así pusimos en marcha el negocio de las flores, hasta que empezaron a incinerar los cuerpos, quedando las flores solo para bodas, lo que restó fuerza al negocio, que dejó de funcionar.
.- ¿Qué hiciste entonces?
Ya sabes lo que se dice: “renovarse o morir”. Así que cambiamos el negocio. Y a mí, la verdad, el vino y la sidra siempre me han gustado mucho.
.- En tu familia ya se había elaborado sidra, ¿o no?
Siempre. Y txakoli también. Aquí cada caserío tiene un terreno para diferentes variedades de manzanas. Sobre todo en aquellos terrenos que no se podían arar con vacas, con bueyes o con laias, allí se ponían los árboles frutales, bien manzanos, bien melocotones, pavías…
.- Pero en este nuevo negocio te ibas a quedar solo, ya que tu hermano mayor marcharía a navegar con la marina mercante.
Bai. Yo tiré solo para adelante, no me quedaba otra. La madre me ayudaba lo que podía, la Bitxori. Y el padre, bueno, estaba quince días aquí, y quince días en el hospital de Santa Marina, en Bilbao. Cuando ingresaba en Santa Marina yo me encargaba de todo, del puchero, del fregado y del lavado de ropa para llevarle.
Aquí hemos tenido que hacer de todo en la vida desde niños.
CAJAS con botellas de sidra y txakoli, en las dos últimas imágenes.
En la ejecutiva del sindicato EHNE
.- Cuando pusiste en marcha el negocio de la sidra y el txakoli, ¿te acuerdas cómo te planteabas el futuro?
Yo era baserritarra, estaba implicado en política lo que podía, que también estuve luego en el sindicato EHNE, en la ejecutiva, con Paul Nicholson y Manu Marañón. Recuerdo que nos reuníamos a las 10 de la noche en San Blas (en Abadiño) o en Bilbao, ¡hasta las 4:30h de la madrugada!, queriendo arreglar el mundo. Aquel era el mundo viejo en el que yo participé. No pudimos arreglar el mundo, pero bueno, lo intentamos.
.- Esa era otra escuela, la de la vida.
No me arrepiento de nada. Todo me ha dado algo de sabiduría y saber. Y paciencia. No he cometido ninguna atrocidad, ninguna. Un día lo dejé todo y me dije “me voy a comprometer solo con la sidra y el txakoli”.
.- ¿Ha sido para ti más que un negocio?
Más, ha sido mucho más: diría que la sidra y el txakoli me han salvado la vida. Sin ese modo de vida, seguro que yo ya no estaría en este mundo. Luego, la vida te da muchos golpes, y siempre los he superado aquí, en la bodega.
.- ¿Qué es para ti el caserío?
Es la esencia de todo. Donde han nacido mis padres, donde he nacido yo, donde he trabajado y trabajo. Aquí han vivido las distintas generaciones. Los que no se quedaron aquí, marcharon a Estados Unidos (Nevada y California) y Argentina, algunos de ellos han vuelto aquí arruinados, sobre todo los de Argentina.
CASA de sidra y txakoli el día de la conversación, con una viña al fondo.
Axpe, entre fogones y preguntas
Mientras hablamos, Axpe ha de acudir a la cocina para dar la vuelta al rape sobre las brasas del sarmiento, también le echa una ojeada a las kokotxas preparadas con ajo y guindillas.
Bajo el agua nieve que cae duermen los manzanos, con 20 variedades de manzanas para sus 20.000 botellas de sidra que saca al año. Muy cerca de ellos callan las viñas de Hondarrabi Zuri, una de ellas plantada en 2005 y la otra en 1980.
A estas altura de la mañana, ya hemos catado la sidra de los depósitos, haciendo lo propio con el txakoli.
.- Los vasco-argentinos han vuelto a la tierra madre, al caserío, que según Barandiaran es el lugar espiritual de los vivos y los muertos, donde de una manera mágica siguen viviendo.
Axpe, “debajo de la roca”. Axpe la sidra, Axpe el txakoli, con la imagen que me hizo Miguel Angel Lertxundi, con el mármol negro, la riqueza de Markina, que la mesa de la ONU está hecha con ese mármol.
.- ¿Y tú de qué estás hecho, Axpe?
De Cipriano Bilbao Urkiza y María Victoria Ibarlucea Alcibararrechuluaga. Mi madre es de Markina-Etxebarria, y yo de Xemein, que ahora está juntado con Markina.
¿De qué estoy hecho? En mis antepasados hay carlistas, un hijo del obispo de Calahorra que estuvo en el hospicio de Bilbao, y gentes que derribaron con su fusil al general Concha. Ya has visto la cruz en lo alto del caserío, lo que significa que fuimos nobles.
«Vive y deja vivir»
.- ¿Has disfrutado la vida hasta ahora?
Un poco. Siempre he estado trabajando, la verdad, a la vez que disfrutaba. Mi lema siempre ha sido “vive y deja vivir”.
.- ¿Tienes alguna queja?
No. He nacido en una familia que me ha querido mucho. Mis padres fueron maravillosos, y ahora tengo un buen hermano, aunque siempre estamos discutiendo, siempre chillando para hacer cualquier cosa, pero nos queremos. La sangre es así.
Pero si hablamos de quejas, con la Administración siempre he tenido problemas. Quizá soy un poco dejado con los papeles administrativos.
.- ¿Qué consejos te daba el padre para mantener la economía saneada?
“Cuando tengas diez, gasta cinco, y así te ira bien”. Y yo soy de esos que siempre ha hecho lo que me decía mi padre.
EL proyecto de Axpe dibujado en una tabla.
.- Esta mañana te ha llamado alguien para encargarte una comida en la Sidrería para varios comensales. ¿Sabemos, más allá de la sidra y la comida de las sidrerías, qué inquieta a los sidreros y txakolineros?
La gente viene a comer y a pasar el día, nada más.
.- ¿Qué debemos saber?
Que aquel que elabora sidra y txakoli es el casero que quedó en el caserío para sacarlo adelante. Los otros hermanos se han ido al mundo de la Pelota Mano, o la Cesta Punta… que en Markina tenemos la universidad de la Cesta Punta. De aquí han salido hombres y mujeres deportistas excepcionales. Pero la actividad de la Cesta Punta y de la Pelota Mano es para pocos años, y esos deportistas son luego los pescateros del pueblo, y los que regentan otros negocios.
Otros que marcharon a América iban de pastores para luego casarse y si, acaso, poder volver a Euskalherria.
PARED decorada con trofeos y recuerdos.
Entre el amor al caserío y el deseo de aventura
.- En tu caso, el hermano mayor se fue muchos años a navegar en la marina mercante, a recorrer mundo.
Yo también quise marcharme a navegar. Eso estaba hecho, me dijeron, pero en casa tuve broncas terribles con el padre para no dejarles solos. Tuve que llorar mucho, porque hubiese ido para conocer el mundo y ganar dinero.
.- Así que te sacrificaste.
Es mi mayor orgullo y amor por el caserío. El otro orgullo es hacer sidra y txakoli.
COMEDOR de la sidrería Axpe.
Estamos picando algo, mientras llega la comida, y Pichón pide constantemente comida. Casi gruñe, pero parece que habla. “Quiere tomar parte en la conversación”, bromea Axpe. Lo cierto es que los perros son grandes comensales. Y éste tiene un saque infinito.
.- ¿Echas algo de menos en tu vida?
Yo quise tener hijos con mi primera mujer, Arantxa, a quien conocí cuando tenía 19 años y ella 15. Estuve con ella hasta los 36 años, cuando murió. Luego con Maite. Y más tarde con María, que tenía un hijo de una anterior relación, y ya no podía tener más. Así que lo asumí.
Hoy tengo a Rosángela, que ella tiene dos hijos, uno lo trajo de Brasil, de 20 años, y otro de 12 que ha nacido aquí. Y bueno, nos conformamos. Si viniera algún Axpe txiki, sería bienvenido, como lo son los otros dos.
.- Así que mantienes esa ilusión, la de ser aita con 64 años.
Bai. Esa es mi esperanza y mi ilusión.
.- Pueden ser los que tiren del negocio de la sidrería…
Puede ser. No lo sabemos.
El papel de Karlos Arguiñano
.- ¿En qué piensas, con qué sueñas?
Con hacer el mejor txakoli y la mejor sidra que pueda. Mira, este año tengo en la bodega el mejor txakoli de mi vida. Anteriormente ya he recibido medallas de plata de España y Portugal. También sueño con vender mi txakoli en el extranjero, aunque es mucho papeleo para una persona sola.
.- ¿En qué momento está el txakoli y la sidra vasca?
Ahora estamos en la flor, ganando premios, como aquel en el que uno de nuestros txakolis fue el mejor vino blanco del mundo, el de Gorka Izagirre. Quiero resaltar la labor que ha hecho Arguiñano con el txakoli, lo que es impresionante.
MANOS del baserritarra explicando la poda de los manzanos.
Karlos siempre está hablando del txakoli, que él no dice si el txakoli es gipuzkoano, bizkaino o alavés, sino del txakoli vasco, que es como hay que hablar. Así es como nos tenemos que defender unos a otros.
.- ¿Cómo impulsar el txakoli en general?
Teniendo amor propio y decencia, que el txakoli es nuestro. Vamos, yo digo que el txakoli no tendría que ir al extranjero, sino que tendría que ser consumido aquí en Euskalherria.
Este año la manzana ha sido más pobre por la sequía y el calor, pero el txakoli ha sido más generoso.
.- ¿En qué momento está la sidra?
Yo creo que ahora con la DO la sidra está en un momento muy bonito.
.- Échale una ojeada al rape, que se nos va a pasar, Axpe, que estoy a todo lo que se menea, jajaja, a pesar de que no dejas de llenarme la copa de txakoli.
«Nunca nos vamos a hacer millonarios»
Pichón no deja de pedir comida, permaneciendo a mi lado, murmurando su agradecimiento, al comprobar que tengo la mano generosa, implorando con su particular ronroneo el chorizo que Axpe ha partido en rodajas generosas.
PICHÓN pidiendo de comer, menudo saque el suyo!
“Tira ese txakoli al recipiente de madera -me dice al volver de la cocina- que he abierto otra botella y quiero que la cates”. Canta al caer el txakoli en la copa, que al igual que Pichón, éste también quiere hablar.
.- Ha llegado el momento de que te pregunte sobre Rioja Alavesa, su Paisaje, sus bodegas, sus vinos, sus gentes.
Conocer lo que se dice conocer, no conozco mucho. Tengo grandes amigos, como Oxer, algunos han venido aquí, y yo también suelo visitar Rioja Alavesa. He tenido la suerte de poder ir al Foro Rural Mundial, a la Toscana, con Gonzalo Saenz de Samaniego.
EVOCAMOS Rioja Alavesa con una imagen de Primavera.
.- ¿Cómo fue aquello?
De Bizkaia fuimos dos, Itxasmendi y Axpe. Otros fueron de Araba y Gipuzkoa. Fue estupendo y lo pasamos muy bien. De Rioja Alavesa te digo que su vino es muy grande, probablemente el mejor, pero yo soy de txakoli y de sidra.
Sidra y Txakoli. Nosotros hacemos lo que hacemos por amor, porque nosotros nunca nos vamos a hacer millonarios.
.- ¿A qué te sabe la palabra Agricultor?
Es el que cuida la naturaleza, el que vive en ella, es el gran guardabosques. No es un mandatario, sino aquel que pone lo bueno, lo cultiva, y quita lo malo.
MANZANOS, vecinos del caserío.
.- Tú tienes en total varias hectáreas de viñedo y manzanos.
De viñedo propio, entre Markina y Ea tengo seis hectáreas, y de manzanos para la sidra, entre lo mío y lo arrendado alcanzo a sumar otras seis hectáreas, además de otros árboles, como hayas o robles.
La ayuda «devota» del hermano
.- ¿Tiene nombre tu agricultura?
Diría que es una producción integral, a la que no le hecho nada, salvo a la uva sí, que a esa hay que echarla los tratamientos necesarios, porque si el mildiu nos gana la partida, ah amigo, se nos llena la boca de “ecológico y biológico”, y se nos sale el corazón latino de la camisa, pero si no tratas el viñedo te quedas sin cosecha para txakoli.
HONDARRABI ZURI, en los terrenos del caserío.
.- ¿Podemos comparar el txakoli con los vinos de Rioja Alavesa?
Cada tierra da sus notas. Aquí en Markina tengo unas tierras de arcillo solimoso calcáreo, además del mármol negro, que algo aportará a la calidad de la uva. Y en Ea tengo pizarra, arcillo limoso también, y la kresala. Con un precipicio de 60 metros y la mar. Allí pasan las gaviotas sobre el viñedo. Es un sito especial. Y yo mezclo ambos viñedos.
.- ¿Tu hermano Juan José siente la sidra y el txakoli igual que tú?
Mi hermano me ayuda, pero si le dijera que voy a dejar todo esto, se alegraría. Me ayuda de forma devota, porque sabe que yo solo no puedo llevar todo esto.
.- Los hermanos Bilbao sois ambos muy importantes.
Bai, pero él no se mete en bodega ni viene a hacer una cata.
LA Cruz del Caserío Axpe de Markina-Xemein.
Cómo se cata a las personas!
.- ¿Qué cuentas en una de tus catas?
Primero veo cómo es la gente que viene a la cata. Primero les “cato” yo a ellos.
.- Jajaja.
Sí, porque no se puede herir los sentimientos de ninguno. El que quiere con burbujitas, que lo tome. El que quiere sin burbujitas… Pero luego les cuento cómo hago la sidra, con cariño y amor, que toda mi vida la dedico a esto, y a la viña, que son labores culturales.
Cuando llega el momento, escucho a la enóloga, Zorione Martínez Ortega, que es de Sestao… ¿Qué te parece si pasamos a comer?, que aquello ya estará listo.
HAY que combatir el frío, él con txapela, yo con gorro.
.- Perfecto, pero aún te tengo que hacer alguna pregunta más.
¿Pero comiendo no se puede hacer?
.- Jajaja.
Así pasamos a la comida, hasta que de repente Axpe me cuenta una anécdota de su juventud, vinculada con Rioja Alavesa, que me lleva a encender la grabadora de nuevo. Una de esas anécdotas geniales que da la cosecha de la vida.
Maridaje de Viura con Hondarrabi Zuri
.- De Rioja Alavesa me has contado pocas cosas.
Bueno, te diré que en los comienzos del txakoli tuvimos que ir a Rioja Alavesa a comprar algo de uva.
UVAS Viura de Rioja Alavesa.
.- ¿Cómo que algo de uva?
Bai. Me sorprendió la Viura por la calidad que tiene esa variedad. Nosotros la vendimiamos algo más tarde de lo que hacen en Rioja Alavesa.
Había un patatero, Joaquín García, que venía de allí y nos traía la uva en la furgoneta, pero no te puedo decir de qué pueblo. Tenía un tío al que llamaban el Brujo. ¡Ah, aquella Viura!
.- ¿Cuántos kilos os traía?
Pues pocos, unos dos mil kilos, no más. Eso cada vez que venía. Con aquello hacíamos un coupage con la Hondarrabi Zuri.
EN esta parte de la conversación ya estamos ‘metidos en harina’…
.- ¿Qué tal resultó aquel matrimonio de uvas?
Rico, muy rico. Menudo éxito que tuve con aquella uva de Rioja Alavesa.
.- Joder, Axpe, seguro que uno de los premios que tienes fue gracias a la Viura de Rioja Alavesa, jajaja.
Bai. Ahora ya sabes que hay que analizar todas las uvas, que los Consejos Reguladores piden el ‘carnet’ de las uvas con su ADN. Ahora no se puede hacer aquello que yo hice, pero algunas trampillas hemos hecho todos cuando éramos jóvenes y estábamos empezando, jeje.
.- Al año siguiente añoraste la Viura, ¿si o no?
Jajaja, sí, algo huérfano me sentí entonces.
.- ¿Qué bueno, Axpe?
¡Qué gran clima es el que tenemos aquí en esta mesa tú y yo, eh Julio!
.- Tú eres la Hondarrabi Zuri y yo la Viura. No se diga más. Dame un poco más de ese rico txakoli de Axpe.
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Bella historia. Lo que da una vida de sí.
Aupa, Axpe!
Eskerrik asko, Jon
Una entrevista a corazón abierto. Se goza al leerla. Pareciera que estamos sentados a esa mesa con rape, kokotxas, sidra y txakoli. Para qué más!!!!
Muchas gracias, Jon
Sentimientos, tradiciones y bonhomía se mezclan en esta entrevista que nos transporta a una cueva milenaria en el corazón de Euskadi
Muchas gracias, Pedro
Homo «Axpe»s, siempre sonriente, siempre positivo, esencia del viejo mundo, es imposible pasar de largo rumbo al baserri de la «sorgina» Lourdes ( casualmente hoy) y no parar. Besarkada handi bat Jo»x»e Antonio!!?. Por cierto…; Axpe tiene contacto directo con MARI!!( mitología vasca).???
Eskerrik asko, Oxer
Por fin he podido leer las entrevistas atrasadas, Julio: a la buena gente de Salinillas, a la gente joven y entusiasta de UKAN, y al veterano y curtido baserritarra Axpe…. Un disfrute de contrastes y proyectos humanos o profesionales vivos».
Respecto a Axpe, es una personalidad trabajadora muy atractiva por su optimismo, reconocimientos a su familia y a terceros, además de haber logrado buenos resultados profesionales. Hay mucho mérito y empeño en lo realizado. Mi reconocimiento a las cosas que ha renunciado para dar cuerpo a todas y cada una de sus iniciativas profesionales y empresariales. Una personalidad realista y utópica muy bien conjugada en su construcción personal y profesional. A imitar…
Muchas gracias, Ángel
La entrevista con Axpe huele toda ella mejor que las kokotxas y el rape, huele a trabajo bien pensado, a sentido común, a vocación, a saber estar, sin prisas pero con ganas de hacer las cosas bien y mejorarlas en lo posible. Me imagino que te faltarán horas al terminar el día.
Axpe, deberías crear una escuela donde se enseñe al agricultor el bello oficio de amar y valorar su trabajo, sin estrés, ni miedos, con los pies en el suelo y la cabeza en su sitio, sabiendo hacer frente al presente. Soy mucho más viejo que tú, pero compartimos valores y criterios.
Muchas gracias, Antonio
Qué gran consejo el de nuestros mayores, que lo repite Axpe con sabiduría: «si ingresas 10, guarda 5».
Transmite una vida de sacrificio y de ilusiones… pero siempre con buen humor, y eso seguro que lo trasmite a sus creaciones de sidra y txakoli.
Muchas gracias, Alberto
Muy bueno el reportaje. mM alegro de que hayas tenido el honor de cruzarte con Axpe, es un krak donde lo veis, merece mucho ir a visitarle. Su sidrería es de la vieja escuela donde pagas por la bebida y el te deja su parrilla para cocinar tu comida en sus brasas. TODA UNA EXPERIENCIA!!!!
Mis mejores deseos para ti, Axpe. Tu amigo y el de AUPA HI, Asier.
Muchas gracias, Asier