ABEL Mendoza en una colina, leyendo la vida. (Foto Justo Rodríguez).
Con clima, suelos y viñedos repartidos en el universo de 144 pueblos que pertenecen a la DOCa Rioja, “aquí hace falta una diversidad mayor, pues un solo modelo nos estrangula”, defiende Abel. Lo que le lleva a ensalzar el acierto de aquel eslogan que reivindicaba “los mil y un vinos de Rioja”.
Desafiando los retos del momento actual, ante la incertidumbre que plantea la encrucijada del sector, Abel Mendoza vive entregado a la tarea de descifrar con precisión, casi diagnosticar, lo que necesita la DOCa, el viñedo, la gente que lo trabaja, el futuro del vino o el mundo rural en el que se desarrolla.
DONDE esté Abel, muy cerca se encontrará su esposa Maite Fernández.
No llueve desde febrero. Estamos a finales de abril de 2023 con 28 grados en el exterior de Bodegas Abel Mendoza, en San Vicente de la Sonsierra. Hablamos de Viña y Vino. De interpretar los signos de los tiempos. De desafiar la existencia. De descifrar lo que permaneciendo a la vista, algunos se han empeñado en no querer mirar.
Comenzaremos la entrevista con un prólogo, viajando a noviembre de 2020, año y medio atrás en el tiempo, cuando estuve con Abel por última vez, una entrevista que llevamos a cabo con mascarilla. Por entonces me acerqué a su bodega para soñar un nuevo futuro, cuando la COVID nos dejara respirar como es debido.
FRAGMENTO de la fotografía de Justo Rodríguez.
.- En noviembre de 2020 tú deseabas que tras la pandemia tuviéramos una sociedad más humana, más social. Tres años después, terminada la pandemia…
… Hoy tenemos una economía menos social. Antes se decía que la economía era menos social por razones coyunturales, pero yo creo que son estructurales. Está cambiando mucho todo, y a una velocidad de vértigo, y los modelos de los cuales la gente se puede sentir más satisfecha creo que tocaron a su fin.
No hay más que darse una vuelta por los pueblos de Rioja Alavesa-Sonsierra donde alegría-alegría tenemos la justa, e incertidumbre toda.
ENTREVISTA de Noviembre 2020, con mascarilla.
.- ¿Hacia dónde vamos?
Ahora mismo no tenemos un modelo prefijado. Es como ir sorteando los baches de los acontecimientos que suceden desde el punto de vista del consumo y de otra serie de vicisitudes, a nivel internacional incluido, porque cuando exportas vinos la gente también se protege.
Los chinos son ahora el tercer país ya en superficie vitícola, cuando antes parecía que con chinos y norteamericanos íbamos a arreglar el mundo del vino. Ahora nos damos cuenta que esto no es así.
.- El modelo de la DOCa Rioja ha sido crecer, crecer y crecer.
Crecer vendiendo botellas, sí. Un modelo que ya no funciona. El precio será una cosa, pero el valor es otra.
ENTREVISTA anterior a 2020, con los pies desnudos en un lagar rupestre.
Hoy encontramos grandes empresas que no van a comprar uva. Así que a ver qué hace ese viticultor que no tiene manera de entregar un kilo de uva. Y si además te advierten que hay que ajustar los costes porque el precio que se pueda avecinar con esos cerca de mil millones de litros que debemos tener dentro de esta DO, la verdad es que se complica todo mucho.
.- ¿Cómo navegas tú entre la alegría y la incertidumbre?
Desde el punto de vista personal yo no me puedo quejar de nada. ¿Fue adecuado el modelo por el apostamos Maite y yo? Quizá hicimos el nuestro, que es entender una forma de vivir. Maite y yo no hicimos realmente un modelo en el que pensamos que treinta años después estaríamos a gusto.
Hoy disfrutamos y sufrimos con ello, porque. defendiendo el conjunto del territorio, no se trata de que tú solamente puedas vivir bien, sino que además, en armonía, pueda servir para que otra gente pueda vivir con dignidad, ya que eso no es siempre fácil en el medio rural.
La crisis la paga el sector Primario
.- Al parecer tenemos un problema grande, el del relevo generacional.
No hay relevo generacional primero porque la incertidumbre se los lleva. Un chaval que se encuentre ahora con esta nueva crisis, una de tantas del mundo del vino, no está en esa condición que estuvimos en los años 80 o 90, donde por una u otra razón te agarrabas como una lapa a todo esto.
Ahora dicen “si esto no rula, borrón y cuenta nueva, nos vamos a hacer otra cosa”. ¿Significa eso que su grado de compromiso es menor? La verdad es que para dedicarse a esto tiene que existir una parte emocional y de compromiso con todo ese legado que ha podido pasarte tu padre. Pero claro, si el negocio en sí no es sustentable, podemos concluir que el modelo por el que se apostó era muy simple: “tú solo produce, que ya me encargo yo de vender”.
JOSÉ Gil, y Vicky Fernández, recogen el relevo de generaciones.
.- Todos sabemos quién es el primero que lo paga cuando llega una nueva crisis.
El sector Primario, el que produce y vende la uva. Ahora las cuentas son claras: 70 u 80 céntimos el kilo de uva, con 5000 kilos o 4000 kilos por hectárea… Ostras, es que va a ser difícil que con 70 u 80 céntimos de euro tengamos unos ingresos dignos. Y además queremos hacer una agricultura respetuosa, con mucha escala humana, mucha mano de obra.
Y además con el riesgo que conlleva aquello de una helada, un pedrisco, esa incertidumbre constante del agricultor.
.- ¿Cuáles son las razones para la alegría?
Alegría si se le permite a la gente una libertad de actuación mucho más amplia. Hay que poner menos trabas y hay que dejar que la gente haga lo que buenamente pueda, o entienda lo que debe ser hacer cosas nuevas.
CON Dino, que lleva trabajando en la bodega 14 años.
El modelo de la permanencia de un vino en barrica midiendo la calidad del vino, y la perspectiva de un negocio, hoy ya no vale. No se trata de demonizar la madera, sino de utilizarla de diferentes formas sin tener que exigir una serie de requisitos encorsetados por una serie de fórmulas para que todo entre en una DOCa.
“Pero oiga, ¡tenemos una DOCa que luego vende el crianza en un lineal a 2,70 euros!”. El margen que hay lo mismo me da que sea de Rioja, con todos mis respetos, que de cualquier otro sitio donde además les permiten producciones de 20.000 o 25.000 kilos por hectárea.
Los vecinos que lo están pasando mal
.- Hay quien piensa que para vender vino necesitamos ofrecer noticias positivas, pero la positividad tiene que estar arraigada en el territorio y en la gente.
RACIMO de primavera en la mano de Abel camino del otoño…
La positividad puede estar en mi negocio, en el de bodegas Macán, en el de Remírez de Ganuza, en Ostatu… Vale. Pero cuando tú hablas del nivel general, esa positividad es otra.
Hay vecinos nuestros que lo están pasando putas, como los vecinos que han tenido que vender la nueva bodega de la Cooperativa en Labastida, y mucha otra gente. No es una cuestión de hablar de positividad. ¿Por qué no nos planteamos qué modelo a futuro podemos defender? ¿Y cómo lo podemos afrontar partiendo de lo que tenemos?
Lo bueno está ahí. ¿Quién va a cuestionar el modelo de López Heredia? Pero Heredia no ha pasado de 700.000 botellas a 7 millones. Probablemente sigue haciendo las mismas botellas desde hace mucho tiempo. Eso sí, dándoles valor.
«¿QUIÉN va a cuestionar el modelo de López Heredia?»
«Sobran 18.000 hectáreas de viñedo»
.- ¿Qué nuevos planteamientos están por llevarse a cabo?
Seguramente el planteamiento de que nos sobran 18.000 hectáreas de viñedo y vamos a dejar de abrir el grifo para regar, que es bien sencillo. Aquí hay que utilizar la viticultura de pensar.
.- ¿Cómo es esa ‘Viticultura’?
Me refiero a la viticultura de interpretar las cosas como es debido. Si ahora tenemos unos años secos, que tampoco voy a decir que son los años más secos de la Historia, digamos que el viñedo siempre ha estado en los sitios más pobres. Y de ahí salieron, de las grandes bodegas de Haro, los magníficos vinos de su vida.
No los hicieron en las zonas de regadío, ni en la Ribera del Ebro, ni en las zonas más productivas.
.- Pero tú no hablas de dar un paso atrás.
UNA de las muchas cepas de Abel y Maite se reclina sobre el suelo.
Hoy sabemos mucho más que antes. Ahora debemos interpretar mejor. El objetivo indica que no todo es una tabla de Excel, con la que hay que contar. El objetivo es hacerlo todo sustentable, pero no poniendo una cantidad de oferta a través de súper abonados, de grandes recursos, de riego.
Si eso se quiere hacer, entonces habrá que trocear Rioja. No digo que eso suponga una Rioja Alavesa, una Rioja Navarra, o una Rioja de aquí.
«Hagamos los mil y un vinos de Rioja»
.- ¿Qué quieres decir con ‘trocear Rioja’?
Que si queremos mantener tal y como está ahora Rioja, está claro que esto no tiene futuro. Y si tiene futuro será sólo para unos pocos.
SIGUE con los pies en el Lagar, desnudos en la tierra desnuda.
Si por el contrario intentamos potenciar la Rioja de muchos proyectos… y había un eslogan que era maravilloso, los 1001 Riojas. Sencillamente eso. Hagamos los mil y un vinos de Rioja:
El de Carlos Sánchez, que ha venido de Madrid, el de la gente que quiere hacer cosas, sin ponerles trabas. O el del hijo de no sé quien, que solo necesita invertir en una bodega 250.000 euros. Demos libertad, que la gente hoy viaja y observa cómo se hace vino en un sitio y en otro. Seamos más abiertos, más permisibles. Ya veremos luego lo que dice el Mercado, porque si se equivocan, que cada palo aguante su vela.
.- ¿Tienes en la cabeza el modelo de esa “Rioja troceada”?
ENTRE los mil y un vinos de Rioja… el de Carlos Sánchez.
No hablo de extensión, ni de zonas geográficas. Hablo de modelos, de compromisos creíbles. Quizá tengamos que ser todos un poco más comprometidos con algo que no solo le llamemos vino.
La diversidad tiene que existir. No tiene que ser igual la que está aquí, que en Alfaro, que en Briñas o en Laguardia. Cada cual debe encontrar su singularidad, pero con un compromiso. ¿Se tiene que definir como viñedo singular? Ay amigo, ¡si la persona no es singular lo demás no sirve de nada!
.- ¿A quién tienes en la cabeza, además de referirte a los López Heredia?
BENJAMÍN Romeo.
Pues mira, Benjamín Romeo ha conseguido colocar 10.000 botellas a 120 euros. ¿Quién le va a cuestionar si es Reserva, Gran Reserva o Viñedo Singular? Telmo Rodríguez hizo lo propio en septiembre de 2021 con los ‘negociants’ de La Place de Burdeos. No se trata de encasillar un modelo, sino de enriquecer el propio modelo.
TELMO Rodríguez y Pablo Eguzkiza.
Credibilidad de una DOCa que destila el vino
.- En 2020 me dijiste “no podemos producir más de lo que vendemos, porque eso nos irá poco a poco estrangulando”. Y fíjate dónde estamos ahora, cuando existe un excedente de millones y millones de botellas en Rioja.
Y volvemos otra vez a dedicar recursos públicos, ¿dónde?, a destilar el vino. ¿Qué credibilidad das tú a una DOCa que se dedica a destilar vino?
Por el contrario, parece que es la única manera que tienen para volver a meter algo de dinero a quien produce la uva. Y piensas “vale, es el parche de hoy”, bien. ¿Pero es este el modelo del futuro? No creo que esto pueda durar mucho tiempo así.
LAS manos unidas de Abel y Maite han consolidado su modelo.
.- ¿Qué buenas propuestas podemos utilizar de lo realizado, y en qué hay que reinventarse?
Hay que repensar qué hacemos de aquí en adelante, y cómo lo enfocamos. La sostenibilidad no es el mero hecho de cumplir siete parámetros hablando de agro ecología. Y yo creo que la viticultura no tiene que ser una subvención continua.
.- En 2020 decías que hacía falta una zona libre de pesticidas, una “revolución verde”, mencionando una serie de pueblos: Labastida, Ábalos, Samaniego, San Vicente…, pidiendo que existiera un compromiso real.
Ahora nos lo imponen desde Bruselas con sus protocolos que son más que cuestionables porque parece ser que al final lo que se adapta a esa revolución verde es muy parcial. El otro día me contaba un viticultor de Ábalos que una empresa le ha dicho que “los que producimos 20.000 kilos de uva no les interesamos”.
BAJANDO a la bodega de Abel y Maite.
Viticultura a escala humana
Pues amigo, si alguien puede hacer viticultura a escala humana, creo que hay un abismo entre lo que demanda la empresa y lo que yo propongo. Porque ¿cómo integro a este señor que me podrá traer las mejores uvas y yo intentaré remunerárselas lo mejor posible? Parece ser que el modelo no va por una revolución verde.
.- ¿Qué puede hacerse atendiendo el modelo que tienes en la cabeza?
Dicen que no hay mano de obra para el viñedo. Vale. A la mano de obra, a esas personas, tendríamos que ofrecerles unas casas más dignas, habrá que subir su salario, y no utilizarlos dos minutos y a la calle. Y si quieren venir con sus familias, habrá que hacer vivienda pública en el medio rural.
.- David Sampedro asegura que el viñedo certificado en ecológico apenas llega al 2% en Rioja Alavesa.
FOTOGRAFÍA de una antigua vendimia, cuando la Tierra oculta su rostro.
El convencimiento de lo ecológico es personal y, además, lo tienes que hacer creíble. Si hablamos de zonas libres, sin pesticidas, ¿de qué me sirve ser ecológico si estoy rodeado de gentes que siguen utilizando herbicidas alrededor de mis viñas?
Hace falta un compromiso mucho más amplio… o te marchas, si eres Remelluri, y te pierdes por allá arriba, donde no hay nadie más que tú.
Yo tengo 58 parcelas. ¿Qué hago? Si en un edificio vivimos doce vecinos, tú entrarás con los zapatos limpios, pero si yo vengo con los zapatos sucios de asfalto y piso el portal, quieras o no quieras, tus zapatos limpios se impregnarán de brea y algo meterás en tu casa.
SUS tres últimos vinos, de un total de DIECISIETE diferentes.
Todos en medio de la incertidumbre
.- Eres de los que defienden la existencia de una Escuela de Formación Medioambiental para Vitivinicultores.
Tenemos un período desde que terminamos de vendimiar hasta febrero. A los paisanos hay que hacerles entender cómo funciona esto. ¿Cuánto dinero utilizamos para enseñarle a la gente a podar? Nada. Hay que hacer entender que cada piedra que respeten, cada árbol, sin tirar la lata de cerveza en el campo… Ahí tenemos que ganar todos.
Otra cosa es que tu objetivo sea comprarte un gran coche, o algo parecido. Lo mío es sencillamente una forma de vida. Y que la consecuencia de mi trabajo sea vivir lo mejor que pueda, pero tampoco se trata de que el único objetivo sea más, más, más y más. Para eso da igual todo lo demás.
.- Te siento en armonía con lo que te rodea, Abel.
Estoy a gusto conmigo mismo. Primero porque el vino nos permite viajar a mi mujer y a mí por el mundo. El 90% de la gente que aquí recibimos son extranjeros. Creo que se han cumplido con creces todas las expectativas, si algún día me las creé.
Siempre he vivido la cruda realidad que tenemos. Al final estamos todos en medio de la incertidumbre. Nos da para vivir y vivimos, viajamos con toda ese gente que viene. Hoy con un japonés y mañana con un americano. Y compartimos mesa y mantel. No nos dedicamos al negocio puro y duro.
Soy feliz revolviendo salsas, haciendo todos los vinos que pueda, intentando aportar valor a la zona en la que vivimos, y en el conjunto de Rioja si puede ser.
OBRA del artista José Uriszar, donde Abel y Maite se besan.
«ABEL y Mayte pisando la Malvasia», ha escrito el autor Uriszar.
Pasión por las viñas
.- ¿Tienen futuro las nuevas generaciones de vitivinicultores? ¿Lo tienen más difícil que lo tuviste tú en los años 70/80 tras la crisis del petróleo?
No lo tienen más difícil. Hoy cuentan con la cobertura importante de sus padres. Han viajado más de lo que viajamos nosotros. Tienen acceso a informaciones que no teníamos entonces. Ahora los bodegueros son más generosos contando muchas de las cosas que hacen.
.- Tú lo tuviste más complicado.
Salíamos de una Dictadura, no teníamos cobertura en Europa, y había quien nos decía que “nos dedicáramos a arrancar chimeneas y no al vino, que es un trato de borrachos”. Pero yo me busqué la vida siendo un agricultor a tiempo parcial, dedicado a las viñas, que era lo que me apasionaba.
DOS generaciones, Abel, Vicky, José y Maite.
CON Jade Gross, para quien Abel y Maite han sido buenos maestros.
Nos decían que no venderíamos una botella de vino en la vida. Rioja eran entonces 40 bodegas. Ahora hay 600, si bien las que mueven el bacalao seguirán siendo 30 ó 40.
Si los jóvenes tiene actitud, si son tozudos, tengan la discrepancia que tengan con sus padres, faltaría más, tirarán para adelante. A algunos les llevará más tiempo que a otros, pero ostras, se sale. Porque el que tengas al lado te ayudará. Tienen un futuro a largo plazo fantástico, eso sí, con años malos, buenos y regulares.
El problema es el de siempre: “¿Cuánto quieres crecer?”
.- Maite y tú seguís produciendo 80.000 botellas al año.
«RISUEÑO», apellido que ambos recibieron de sus respectivos abuelos.
Esas son las botellas que elaboramos desde el año 1989. No hemos movido el tinglado. Lo que hemos hecho ha sido diversificar los vinos, haciendo cosas diferentes.
Los «vinos silenciosos»
.- ¿Qué cosas diferentes habéis hecho en estos dos últimos años?
Hemos sacado el Risueño, un rosado, además de un vino naranja. Y luego estamos mezclando todas las uvas en el grano a grano en fudres más grandes, intentando “un paso atrás” entre comillas, sabiendo lo que quieres buscar. Que no sea un vino de moda, sino lo mejor que pueda encontrarse entre viñas, con cuatro o cinco variedades.
GRANO a Grano, una de las fotografías de la bodega.
.- Eres un impulsor de los jóvenes de San Vicente. La tuya es una viticultura de generosidad. Tú encarnas lo que empezamos hablando al comienzo de la entrevista. Menos mercado, más humanidad.
Es lo que me creo, porque el mercado va a llegar por añadidura. El enoturismo parece que es poner una tienda y vender botellas, pero para el público que busca los vinos silenciosos, como los llamó Antonio Remesal… Ésos que vienen buscándolos son otro tipo de gente. Gente que persigue otras cosas.
Cuando estamos haciendo un vino fermentado con pieles, mi objetivo es volver a elaborar algo que se hacía hace mucho tiempo. Buscando el origen del vino, sin utilizar un solo aditivo. ¿Significa que es una solución a futuro? No. Cada vez que hagamos algo tiene que tener un sentido. Y yo quiero contar qué hay detrás de cada botella.
GUARDAVIÑAS, otro de sus últimos vinos.
.- ¿Qué hay detrás de tus diecisiete vinos diferentes?
El lugar donde estás, las variedades que tenemos, la luz que nos ilumina hoy, el gris de mañana… Todo eso tiene que sentirse en el vino. No será el mejor vino del mundo, pero ofrecerá sensaciones muy placenteras.
Cómo no voy a ser positivo, Julio, si el vino me lo ha dado todo. Todo. Cada vez que otras personas del mundo vienen a mi bodega, sé que yo también viajo por el mundo con ellos. No somos los que más vendemos, ni los más caros, ni los más majos, pero esta es una forma de vida con la que se disfruta. Y eso no tiene precio.
«… SI el vino me lo ha dado todo».
Trasladar a la gente a otro mundo
.- En su día se metieron contigo porque querías elaborar un vino blanco. ¡Mira ahora, cuando resulta que el mundo entero bebe más vino blanco que tinto!
También ocurrió con el Graciano, cuando compañeros míos comentaban que ya lo decía su nombre “que gracia no tenía”, y mira. Hay que jugar con todo esto que tenemos aquí, con toda esta diversidad y hacer propuestas.
Con las propuestas del vino hay que trasladar a la gente a otro mundo. Mi vino “Guardaviñas” no tiene absolutamente nada y tú no le llamas «vino natural», por esta parte oxidativa que aporta la oxidación en pieles. Natural es todo. Éste no tiene sulfitos. Los otros sí, pero todo lo demás se ha hecho con una agricultura lo más cuidada posible.
«TAMBIEN ocurrió con el Graciano».
.- Son años y años de experiencias.
Maite y yo hemos interpretado la producción que necesitábamos para hacer cada vino, lo hemos hecho mezclando cada variedad de uva en el momento adecuado. Y no hay más misterio. A partir de ahí llegarán las decisiones que tú irás tomando.
.- Tú no has seguido las modas del vino.
Nunca. Todo lo que he intentado hacer lo he hecho. Y todo ese tipo sin sulfuroso, rosados y demás, lo traje de los productores que he visto en Francia, en la zona de Jura. Y luego en otra parte de Italia.
Yo cato esos vinos y aunque me resulten raros al principio, al final dices: “he de interpretar esto en mi casa, con lo que yo tengo”. Ellos emiten un mensaje que a ti te gusta y te suena bien.
El problema es que en Rioja les cuesta mucho: “¿Así que vino fermentado con piel, eh?”. Da igual, buscad formas de encaje. Hay que ir a una diversidad mayor. Encerrarnos en un solo modelo nos estrangula.
«A ver qué sucede si continua sin llover»
.- ¿Tienes alguna nueva propuesta para la próxima vendimia?
A ver qué sucede si continua sin llover. Tengo que contar con el clima, y ahora no sé qué va a suceder este año. Imagina que esto va a ser seco-seco al principio y luego le da por llover el día San Juan.
Ahora es imposible saber qué voy a hacer en septiembre. No tengo ni idea. Quisiera seguir haciendo los diecisiete vinos que ya tenemos, pero no sé cuántos podré hacer.
.- Eso te lleva al día a día, al mes a mes, a interpretar el año cuando tengas la uva en la bodega.
VENDIMIAS de Abel y Maite, enmarcadas en los pasillos de la Bodega.
Mi estilo es ver qué sucede. Con esta sequía tan brutal, esa es otra, qué tratamiento tenemos que hacer. Genera incertidumbre y riesgos, sí. Pero eso es lo bonito. Hay que leer e interpretar lo que el campo nos dé.
.- Te conozco desde 2014, son pocos años, pero tú no has perdido empuje ni capacidad crítica, ni pasión, ni aptitud para interpretar lo que venga.
Cuanto más viejo soy, y ya tengo 62 años, más entusiasmo voy sintiendo. Me encanta cada vez que veo un proyecto nuevo de chavales, de gente que llega. Me encanta motivarles, pincharles, y si tengo confianza con algún padre, también me permito el lujo de pedirle que deje hacer a su hijo.
ABEL y MAITE, abrazados en la pintura de Uriszar, y en la vida real.
«Que el vino nos acompañe con alegría»
.- Te sobra pasión para compartirla con los demás.
La realidad es dura, es cruda, no es buena, con todos los movimientos geopolíticos del mundo que nos afectan a todos, pero es maravilloso que la gente del mundo entero siga viniendo aquí para ver qué nos motiva. Hay que enviar a esa gente a conocer los proyectos de los jóvenes, que son diferentes. Esa es la grandeza que tiene este mundo.
¿Cuál sería el atractivo si yo hago 17 vinos y todos fueran iguales? Diecisiete vinos entre variedades, diversidad, naranja, Guardaviñas, Graciano-Garnacha, Graciano solo… Toda una rica diversidad.
Los elaboro para que cada uno de ellos sea diferente, por concepción de variedades de uva, por dónde están criados, por la manera de elaborar… Esto no es hacer pucheros. Y hay que esperar un año.
INTENTAR descorchar el espíritu de Abel en una conversación generosa.
.- “Interpretar” ha sido hoy el verbo de nuestra conversación, lo que se mueve en la crisis global del vino, interpretar la DOCa Rioja, interpretar la viña, las uvas, interpretar el vino…
Y si es en comunidad, mejor, porque eso es lo que nos hace grandes. El compromiso tiene que ser “el vino no es leche, no son patatas, no es trigo”. El vino es algo que la gente decide consumir cuando, con perdón, les sobra dinero.
Los vitivinicultores podemos querer que la gente consuma más vino, y más ahora con las campañas anti-alcohol que sufrimos. Pero se trata de cómo logramos conectar todo esto para que dentro de esa lindeza que nos podamos permitir como individuos podamos disfrutar del vino como un elemento que nos acompañe con alegría.
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Muy grande, el señor Abel Mendoza. Enhorabuena por tan magnífica conversación.
Muchas gracias, Juan
Parece que se han formulado todas las preguntas posibles con respuestas sabias y enriquecedoras. Las cargas de profundidad deben llegar a todos los rincones de la DOCa Rioja. Ojalá puedan variar el rumbo de este transatlántico. Merece la pena. Mañana será tarde
Muchas gracias, Antton
Necesitamos gente así, como Abel Mendoza, abierta a los tiempos, que desde sus 62 años piense en los jóvenes, en los viticultores que venden la uva, en la comunidad rural, en los trabajadores extranjeros, en la libertad personal y de empresa. La precisa el mundo del vino, y el conjunto de la sociedad. Gente de mente abierta y corazón ancho.
Muchas gracias, Arene
Abel Mendoza, qué buen tío!
Muchas gracias, Rodrigo
Qué bonito artículo, Julio
Enhorabuena
Muchas gracias, José
Un intérprete de lujo. La foto desde un alto, con el Ebro y las viñas al fondo, a la altura de este Panorámix que le da tantas vueltas al mundo del vino
Muchas gracias, Gotzon
Profunda reflexión sobre lo que hay y sobre lo que pueda venir. Y, sobre todo, la reivindicación del trabajo bajo criterios propios.
Particularmente emocionante el comentario relativo a cómo actuar con la gente que venga a trabajar aquí. Ese comentario ya define a Abel Mendoza. Grande.
Muchas gracias, Alberto
Muy buena entrevista, Julio. Rioja debería escuchar a Abel.
Muchas gracias, Tim
Cuanta paz y confianza de cara al futuro transmite este trabajador incansable y sabio que habita entre los viñedos y su bodega… con sus magníficas reflexiones.
Muchas gracias, Lea
Conocimiento, hondura y entrega apasionada al trabajo… generosidad por los cuatro costados, y una manera de combinar sabiamente el interés individual y el colectivo.
Abel Mendoza, su mirada y perspectivas nunca decepcionan.
Muchas gracias, Amaia
Para mí Abel es todo un descubrimiento. Una magnífica forma de pensar y afrontar la realidad.
Muchas gracias, June
Mucho sentido común, mucha experiencia y conocimiento de la realidad del mundo del vino. Ideas muy claras basadas en realidades evidentemente. Un Maestro en definitiva
Muchas gracias, Pedro
¡Sobran 18.000 hectáreas de viña en la Denominación Rioja! Este viejo vitivinicultor riojano buen conocedor de su Denominación precisa la cifra maldita: ni doce ni veinte mil hectáreas, dieciocho mil. Concreta el excedente en el 27% del viñedo riojano, equivalente a unos 130 millones de kilos de uva o de botellas de vino cada año.
Muchas gracias, Miguel
Hola , me puede decir alguien qué dice el Consejo Regulador de la DO CALIFICADA RIOJA de estas asertaciones tan fundadas ( ya que corresponde a un viticultor / elaborador/ bodeguero, sexagenario ).
Muchas gracias, Juan Carlos
Gracias #blogriojaalavesa por compartir y divulgar.
Yo tuve la suerte de tener esa conversación en persona con el Sr. Abel Mendoza y su mujer Maite. Fue muy gratificante, la guinda a mi viaje último, que cerré ayer sábado 27 de mayo en San Vicente de la Sonsierra, por la DOCa Rioja, después de seleccionar bodegas de esa viticultura familiar histórica, de lo que yo llamo la savia nueva de la DOCa. Gracias Abel, Maite. Volveré con más tiempo, me quedó trabajo por hacer, proyectos seleccionados para visitar.
Muchas gracias, Roberto