JESÚS Mendoza, Enólogo del Año 2024 para Tim Atkin y Drinks Business.
“La Enología es tan apasionante que te plantas con 50 años y quieres durar otros 50”.
SOSTIENE su carrera elaborando el vino de Bodegas Remírez de Ganuza.
Hace 27 años no vislumbraba toda la complejidad ni la magia que tiene su oficio en el mundo del vino, en el que acaba de ser consagrado por descubrir conocimientos que no están escritos en los libros.
“Esto es un trabajo para levantarte pensando en lo que vas a hacer, incluso habiéndolo soñado, por eso digo que soy enólogo despierto y dormido, las 24 horas del día”
Jesús es un caballero andante de la enología, aunque por estos lares no haya molinos de viento, ni lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco o galgo corredor, ni Sabio Frestón, venteros o bachilleres.
Aquí hay viñas centenarias, miles de viticultores, cientos de enólogos, Cambio Climático, y vino, mucho vino, lo que bien mirado alumbra en sus entrañas algo épico, legendario. Aquí hay aventura, pasión, locura, y un amor por los miles de vinos que te roban sin darte cuenta la cordura y hasta el propio corazón.
Si el enólogo es compositor e intérprete de viñas y paisaje, Jesús quiere conocer las partituras de sus colegas. No se trata de escuchar al batallón de enólogos de Rioja, o del mundo, sino de leer la sinfonía que atesoran sus creaciones, de citarse con el genio que vive en el interior de un sinfín de botellas de vidrio.
“No sería capaz de hacer mis vinos sin saber lo que están haciendo los demás. Quiero conocerlo todo para saber qué camino trazar. Créeme si te digo que sé bien lo que hacen todos los demás en la Comarca, habiendo escuchado con atención las diferentes músicas del terroir”.
JESÚS descorchará dos vinos para el Blog, y un río de palabras.
Una bonita sorpresa
.- Hoy protagonizas con tus dos flamantes reconocimientos una de las noticias del Año en Rioja.
Lo celebré en Londres con buenos amigos. Habíamos ido al Evento de Tim Atkin, pero no me esperaba que el Master Of Wine me situara en su Pódium.
.- «Jesús Mendoza, Enólogo del Año 2024 / Winemaker of the Year».
En ese Pódium ha habido en el reciente pasado grandes nombres, Marcos Eguren, Álvaro Palacios, Abel Mendoza… gente muy consolidada, con un trabajo impresionante detrás.
Fue una bonita sorpresa. Es un premio personal que comparto con todo el equipo de la bodega Remírez de Ganuza, porque somos en campo y bodega una orquesta en la que todos tenemos que estar bien afinados.
.- Con un premio ya hubiera bastado… ¿Qué repercusión han tenido ambos galardones?
Mucha a nivel mediático. Lo que me ha hecho más ilusión es toda la gente que me ha felicitado. Te reconforta porque son muchos años y esta es nuestra vida.
DOS galardones para el mismo año.
.- Tienes 50 años y, si todo va bien, te quedan muchos para disfrutar del vino y la bodega. Pero tú llegaste a esta bodega de la mano de Fernando Remírez de Ganuza y al poco tiempo os dieron 100 puntos Parker.
Aquello ocurrió en 2010, como sabes, por una botella elaborada en 2004.
EL vino 100 puntos Parker, cosecha de 2004.
Al minuto siguiente a seguir trabajando
.- Han pasado 14 años entre los 100 de Parker y estos dos premios.
Han sido tres premios fabulosos, pero al día siguiente, al minuto siguiente, hay que seguir trabajando con más ganas.
Un premio así te hace ilusión, pero se debe tener esa misma ilusión por venir a la bodega en el día a día. Ser Enólogo del Año no me hace levantarme con más energía. Esa fuerza es algo interior que ya está dentro de mi.
.- ¿Cuál es el mejor premio para un enólogo?
Cuando la gente lee una Carta en un restaurante con muchos vinos y elije cualquiera de tus vinos. Que lo hagan durante años, y no porque seas novedad ese año. Para hacer marca de verdad en el mercado internacional uno necesita una trayectoria de 30 años.
Te “premian” cuando habiendo tantos y tan buenos vinos, la gente elige tu blanco o tu tinto para compartirlo un día con amigos. Ir a Londres o a Nueva York y ver botellas tuyas, o a México… que te digan que el vino “está muy bien”, en fin, no hay mayor recompensa que esa.
CABALLERO de fino olfato.
.- ¿Te llamó Fernando Remírez de Ganuza?
Se enteró al minuto, como tú. Estaba casi más ilusionado que yo. No me lo dijo él, sino mi esposa, su hija Cristina. Una ilusión que compartían mis padres, mis hermanos, mis amigos. Todos llamándome aquella tarde.
«La sabiduría de todas las cosas»
.- El poeta norteamericano Whitman escribió “… subí a las colinas, miré los cielos apretados de luminarias, y le dije a mi espíritu: cuando conozcamos todos estos mundos y el placer y la sabiduría de todas las cosas que contienen, ¿estaremos tranquilos y satisfechos? Y mi espíritu dijo: No, ganaremos esas alturas solo para seguir adelante”.
AFORTUNADAMENTE el Sol sigue adelante. (Foto Josemi Rodriguez).
Bonito texto. Yo sigo adelante porque esta es mi vida sin trampa ni cartón. Soy muy feliz siendo enólogo. Es lo que quiero seguir haciendo.
.- “Esta es mi vida”, dices. ¿Cuál sería el balance personal de todos estos años como Enólogo?
Soy Director Técnico del primer vino de Remírez de Ganuza desde el 2001. Cuando Fernando apuesta por mí yo tenía 27 años y mucho que aprender. La falta de experiencia la suples con ganas y vas aprendiendo con el trabajo diario, porque hay cosas que no están escritas en los libros.
Lo mío ha sido esfuerzo y dedicación absoluta. Para mí esto es algo vocacional. Es aquí donde me he dejado los mejores años de mi vida. Los he dejado porque no sé trabajar de otra forma y porque este mundo me gusta.
JESÚS dirigiendo una Cata de sus vinos en el Palacio de Samaniego.
Siempre le digo a Cristina que “el día que me cueste levantarme de la cama para ir a trabajar, algo estará pasando”. Mis ganas son terribles y dicen mucho del amor que tengo al oficio.
«La historia de una pasión desmedida»
.- ¿Cuál ha sido la historia de tus 23 años de enología diaria?
La historia de una pasión desmedida. Te tiene que gustar mucho esto. Parece muy bonito desde fuera, pero aquí hay mucho trabajo y una exigencia personal muy alta. Soy yo mismo quien se marca las exigencias.
.- ¿Cuál es el listón de tu exigencia?
Mira, ahora estamos haciendo las mezclas de la cosecha 2021, que embotellaremos con la primavera avanzada.
Cuando me pongo a catar yo sé que no pretendemos hacer “buenos vinos”, no; aquí queremos hacer muy buenos vinos. Me exijo tanto que hay veces que lo llevo al extremo de que los demás me dicen que me vuelvo medio loco.
.- Me transmites que a veces vives tu profesión con… una cierta agonía.
Sí, así es. Te diría que todo está controlado, pero yo no puedo estar relajado. Ni con lo mío ni con lo que hacen los demás. Y te diría que sé muy bien en la Comarca lo que hacen todos los demás.
.- ¡Qué me dices! / ¿De qué manera, y por qué razón?
Yo quiero saber qué está haciendo Ostatu, qué está haciendo Abel Mendoza, qué hace Oxer, lo que está haciendo José Gil, lo que hace Miguel Merino o Miguel de Cupani…
CRISTINA y JESÚS en la jornada organizada por los «Martes of Wine».
«Quiero conocerlo todo»
Te hablo de productores pequeños, pero con los grandes me pasa igual. Quiero conocerlo todo para saber qué camino he de trazar. Quiero tener en mi cabeza esta gran diversidad que aquí existe.
.- ¿Qué datos te ofrece el conocimiento enológico de todos los vinos?
Buah, me da una riqueza brutal porque aquí hay mil vinos, mil estilos, mil personas, diferentes vinos, y al final me hace salir de mi zona de confort. Creo que no sería capaz de hacer mis vinos sin saber lo que están haciendo los demás.
.- Fue el enólogo Miguel Ángel de Gregorio quien acuñó el concepto de los “Mil vinos de Rioja”, tal y como nos contó Alberto Gil en su libro.
Yo lo llevaría a los dos mil Rioja.
LIBRO sobre Rioja, del periodista Alberto Gil.
.- ¿Los aprecias a todos?
Sí, sí, y hablo de vinos y de productores. Unos me agradan más que otros por cómo veo yo el gran vino, pero a todos los tengo en consideración
Tal y como yo lo veo, con mi gusto, unos vinos tienen más verdad que otros. Ojo, no te estoy hablando de los vinos mejor puntuados, no. Porque veo vinos con puntuaciones más bajas y me parecen injustas. Sean de Atkin, de Luis Gutiérrez o de algún otro.
JESÚS Mendoza en una fotografía del Master of Wine Tim Atkin.
El Tempranillo de mayor frescura y vitalidad
.- Aquí hay muchos vinos que no han sido catados. Pero dime, ¿cómo ves tú el gran vino?
En esta zona hay algo muy especial. En España se trabaja mucho la Tempranillo, pero nuestro Tempranillo es el de mayor frescura. Un Tempranillo de gran vitalidad, ese Tempranillo tan cristalino sólo se da aquí.
.- ¿Son esas las características que ha tener el vino de la zona, frescura, vitalidad, pureza…?
Sí, porque eso es lo que transmite nuestro Tempranillo cuando tú lo elaboras. Si cuando embotellamos un vino, y luego lo catamos, no es reconocible al llevarlo a la boca, entonces los enólogos le estamos robando su esencia a la zona, al varietal.
VINOS de Bodegas Remírez de Ganuza.
.- Ahí es donde entra el factor humano, la mano del enólogo, parte importante del terroir.
Está el clima, el suelo, las variedades, los marcos de plantación, el portainjertos, etc., pero en todo esto es indispensable el factor humano, la persona. Una misma parcela interpretada por cinco personas pueden traducirse en cinco vinos diferentes. Quien sea capaz de reflejar mejor el lugar, para mí ese es el más acertado.
La música que suena en las viñas
.- ¿Manda la tierra, entonces, manda el lugar?
Este sitio que tenemos aquí es inmejorable. La grandeza del ser humano es saber interpretar bien este lugar. Si un mismo varietal se parece a otro que se reproduce en dos zonas diferentes, joder, ahí el factor humano está por encima del sitio y del lugar. Y diría, a la vez, que el factor humano se tiene que fijar más en el lugar para transmitir el origen.
.- Queda claro que con las 80 hectáreas de viñedo de Remírez de Ganuza otro enólogo haría vinos diferentes.
Por supuesto. Es igual que dos cocineros que tienen la misma materia prima, el mismo rodaballo, el mismo besugo, se cocinará para dos platos diferentes. Más calor, menos calor, más altura, menos brasa, menos ahumado… Y los dos platos pueden ser buenísimos, sí, pero distintos.
CEPAS se contemplan en el agua de una viña encharcada.
.- ¿Escucháis los enólogos la misma música en el viñedo… que luego componéis o interpretáis con la personalidad de cada cual?
Estoy seguro de ello. Aquí hay grandes elaboradores que tienen un estilo muy propio. Estoy pensando en alguno que tiene una reputación brutal en el mercado, en alguno que hoy en día no está recibiendo las mejores puntuaciones, como las recibieron hacen quince años.
La personalidad de cada bodega
.- Porque el crítico de vinos ya es otro.
Sencillamente por eso, porque el prescriptor ha cambiado.
TIM Atkin valora los vinos de Remírez de Ganuza en frente de Jesús.
Yo pienso que lo que no podemos hacer es modificar el gusto de una bodega simplemente porque nos condiciona el gusto del prescriptor. Esos cambios de timón no son buenos, porque cada bodega ha de tener una personalidad.
.- Si tú quieres saber cómo han interpretado los “mil vinos” los diferentes enólogos es porque quizá quieres conocer qué cantidad de músicas hay en el paisaje de Rioja Alavesa-Sonsierra.
Por supuesto. Es que, joder, si vamos a Leza, o a Navaridas, o venimos a Samaniego o vamos al paraje de San Vicente, podemos ver cómo en cada lugar hay cinco elaboradores haciendo cosas diferentes, pero voy y cato las cinco, y las cinco son buenísimas. Pero todas son diferentes. Eso está pasando también en Bierzo, o en cualquier parte de España.
.- Al igual que pasa en la música, ¿también hay modas en el vino, porque lo que se lleva ahora es un blanco con Viura y Malvasía?
En el vino también hay modas, sin duda.
.- ¿Está el Enólogo del Año que tú eres sometido a la moda?
No. A ver, Remírez de Ganuza lleva una trayectoria de años, y quien consume nuestros vinos, quien nos conoce, más o menos conoce nuestro estilo.
PLAZA intramuros de la bodega donde gira parte de la vida de Jesús.
Sabrosura del vino de Remírez de Ganuza
.- ¿Es tu estilo el que conocen?
No. Es el estilo de Remírez de Ganuza. Lo que yo puedo hacer es afinar el estilo, pero sin que de una añada a otra haya un cambio excesivo. Nuestra viticultura es casi toda de viña vieja, de producciones limitadas.
Nuestro vino tiene corpulencia y tiene sabrosura, así que no puedo hacer un vino muy distinto.
.- Has dicho sabrosura.
Es una palabra que utilizo mucho porque los grandes vinos son para mí más o menos musculados, más o menos potentes, pero tienen que tener sabrosura.
.- Diría que es una palabra del Caribe, aunque con esa palabra allí están hablando de otra cosa.
Digo sabrosura para anteponerla a esos vinos sumamente delicados, perfilados. Creo que es más difícil hacer los vinos que tengan sabor a vino. Hay que tener mejores viñas para hacerlos.
.- ¿Y si hay un cambio de timón, Jesús?
Tiene que ser muy suave, que no se note. Lo que no se puede hacer es porque ahora se lleven los vinos más sencillos, más frágiles, menos madera, más inmediatos… No, no, esto es una moda de los prescriptores, algo globalizado en el mundo.
¿Cuando un vino es un gran vino?
.- De hecho se sabe que Robert Parker consiguió con sus valoraciones que se hicieran vinos a su “imagen y semejanza”, más propios de Burdeos.
Hablamos del Parker de hace 25 años, a quien le gustaban vinos más bordeleses, más concentrados, guardados en barricas nuevas. Pero ahora nos hemos venido a todo lo contrario, a vinos más sencillos, más ligeros, más fáciles de beber, con no tanta madera nueva, que ahora se penaliza.
CIPRESES de Remírez de Ganuza que «acongojan al cielo con su lanza».
.- ¿Cuándo un vino es un gran vino?
Probé hace poco un vino de Burdeos en una cata a ciegas, de los buenos, de la zona del Médoc, un vino de 2004. Tenía madera nueva, pero no había perdido el origen por tenerla. Esos son los grandes vinos, cuando mantienen el origen.
.- En esa bodega del Médoc había un gran intérprete “musical”.
Exactamente. Y era un 2004, un vino musculoso que había envejecido muy bien. Y lo había hecho con origen. Esto es lo difícil. El gran vino tiene que disfrutarse cuatro o cinco años, pero que también sepa perdurar.
EN una balconada de la bodega, con Samaniego detrás.
«Mirar mucho para hacer poco»
.- ¿Trabajas con libertad como enólogo marcando el rumbo de los vinos de Remírez de Ganuza?
En la parte enológica trabajo con una libertad absoluta, si bien ya está definido el estilo, porque si funciona, para qué tocarlo. En los vinos nuevos que estamos haciendo, como el Único Viñedo, que sacaremos próximamente, ahí he dado rienda suelta a mi creatividad. Si bien todo lo comparto con la Propiedad de la bodega, con Jose, con Fernando, porque me gusta decidirlo entre todos. Pero no se trata de hacer un vino de moda, sino de hacer un vino que es diferente desde que nace en el viñedo.
.- ¿En qué medida un enólogo es un investigador que abre nuevos caminos?
En una gran medida. A mí me gusta mirar mucho para hacer poco. Me gusta elaborar con precisión, que todo vaya bien. Aquí no hay recetas. Los años, climáticamente hablando, son diferentes, y se comportan de manera diferente en la crianza. La receta te puede orientar, pero ahora hay que adaptarse al Cambio Climático.
.- ¿Es el Cambio Climático un General que va a mandar mucho en estos campos?
Nos va a mandar muchísimo, es más, ya estamos cambiando muchas cosas. En el campo ya hemos cambiado fechas de vendimia, variedades de uva, la herramienta del agua para poder regar en un momento puntual… No digo que tengamos que poner riego. Si todo lo manejamos como es debido, hará que tengamos mejores vinos. Y todo esto era impensable hace 15 años.
Viñas propias en San Vicente de la Sonsierra
.- Creo que el Graciano es una variedad que está reclamando el Cambio Climático.
Así es. Nosotros tenemos Graciano desde hace 30 años, que ahora son maravillosos, pero yo los he elaborado en 2002 y maduraban lo justo, cuando ahora maduran perfectamente. En ese sentido Fernando Remírez de Ganuza ha sido un visionario en este tema, porque él ya notó pinceladas del Cambio, porque los grandes Gracianos estaban en Rioja Oriental.
.- ¿Os carga de una mayor pasión el reto del Cambio Climático?
Por supuesto. Lo malo de esto es que vendimiamos una vez al año, y nos la jugamos. No somos cocineros que todas las semanas compran buena mercancía. Y el fallo/error los subsanas yendo a por otro rodaballo.
.- Tú tienes viñas propias en las que trabajas el fin de semana…
Sí. Mis uvas vienen a Remírez.
.- ¿Si fueses el propietario de una bodega, interpretarías tus viñas como lo estás haciendo en Remírez de Ganuza?
Te voy a ser muy honesto. Aquí estoy implicado en el proyecto al 100% desde que llegué, por lo que actúo como si ésta fuera mi bodega.
Mejores vinos que nunca
.- ¿Hacia dónde quieres llevar el rumbo de este barco?
Aquí no se deja de soñar nunca. Sí que es verdad que jamás habíamos tenido en la historia de la bodega tantas y tan buenas viñas, porque la Propiedad no deja de comprar joyas que nos apetece comprar. De esta manera tenemos mejores uvas y mejores vinos. Te diré con total sinceridad que nunca en la bodega se han hecho mejores vinos que ahora. Y una cosa, lo que estamos haciendo hoy costará seis años más para que salga al mercado.
.- ¿Quiénes eran hace veinte años tus “Enólogos del Año”, los tuyos?
Algunos no me llevan más de diez o doce años, los he citado antes, Abel Mendoza, Juan Carlos López de Lacalle, Marcos Eguren, Jesús Madrazo, Álvaro Palacios, y en diferentes zonas.
CON Jade Gross, para quien Abel Mendoza ha sido un buen maestro.
JUAN Carlos López de Lacalle y su hijo Carlos.
Son estilos distintos, pero yo prestaba mucha atención a todo lo que hacían. Y más que escucharles a ellos, me gustaba escuchar a sus vinos, porque cada uno te contaba su historia. Es todo tan apasionante que te plantas con 50 años y quieres durar otros 50.
.- Jajaja
Hay que seguir viviendo para seguir aprendiendo. Hay que pasar una vendimia, hay que probar, catar, adquirir más conocimiento, hay que volver a elaborar, hay que vivir.
JOSÉ Ramón Urtasun y Fernando Remírez de Ganuza, fundamentales.
«Una esponja andante»
.- Hace 27 años no vislumbrabas toda la complejidad ni la magia que tiene tu oficio en el mundo del vino.
Entonces era un inexperto y, joder, creía que sabía algo, jeje.
.- ¿Qué les dices a los enólogos que hoy tienen 27 años que terminaron la universidad y han hecho sus prácticas en otras bodegas del mundo?
Les digo que este es un mundo muy bonito, pero que es un mundo hecho para listos.
.- ¿Qué les quieres decir?
“Que si quieren ser funcionarios viniendo a trabajar a las 8:00h. y marchándose a las 17:00h. éste no es tu trabajo, porque te van a adelantar por la izquierda y por la derecha”.
Esto es un trabajo para levantarte pensando en lo que vas a hacer, incluso habiéndolo soñado, luego estás trabajando y al salir te lo llevas a casa. Esto exige mucho, mucho, porque necesitas ser una esponja andante y tener una profunda sensibilidad que tú te has forjado.
La viña de Valseca
.- En el comienzo de tu trabajo estaba Fernando, que confió en ti. Pero dime si en tu origen vitícola estaba tu padre.
CON Fernando Remírez de Ganuza, creador y alma de la bodega.
Por parte paterna y materna yo vengo de una familia de viticultores de San Vicente de la Sonsierra. Cuando nací, el vino y la viña ya estaban muy presentes. Mis abuelos eran mayores. Yo pasé mucho tiempo con mi padre Luis Mendoza, que en su infancia hacía vino con mi abuelo Luis. Elaboraban el vino en su lago, luego lo subían a la cueva y lo iban vendiendo.
Todavía tengo la bodega en San Vicente, clásica, de lagares, cubas y tal. La hemos tenido alquilada a un amigo de mi padre.
.- Has mamado la viticultura por los cuatro costados.
Tanto que me gusta mucho el campo, pero mucho, siendo una vía de escape los fines de semana, ya que tengo casi cinco hectáreas, muchas de ellas son un castigo de viña, viñas viejas de más de 100 años, en ladera, que hemos ido comprando Cristina y yo con el dinero que hemos ido ahorrando. Viñas que dan uvas excepcionalmente buenas.
.- Elige una de tus viñas, y háblanos de ella.
La viña de Valseca la compramos porque quien la vendió nos la quiso vender a Cristina y a mí. Había gente que le hubiera pagado más por llevarse el papel, arrancarla y ponerla…
«No eches herbicida, por lo que más quieras»
.- ¿Qué pasó para que estuviera dispuesto a venderos la viña a Cristina y a ti?
Mi padre tenía una parcela en la zona de Valseca, pero la tenía un poco más allá de ésta que hemos comprado, y desde que tengo uso de razón siempre pasábamos por allí. El hombre que la llevaba antes, que era el padre de ellos, la tenía como la niña mimada.
Cierto día pasé por allí y sus hijos estaban echando herbicida. “No eches herbicida, hostia, no lo eches, por lo que más quieras”, les dije, “que tu padre no echó herbicida jamás”.
.- Qué bueno, Jesús.
Ellos trabajaban en Vitoria, en la Mercedes, ya sabes, las cosas cambian. Pero bueno. “Si algún día la queréis vender, acordaros de mí”, les dije. Y fíjate, cuando me la ofrecieron me costó cerrar el trato de esa viña y otras dos un día y medio. Son viñas difíciles de cultivar, lo que habla de esa parte romántica de los recuerdos de mi niñez.
.- ¿Qué fuerza tiene hoy en día la palabra Macán, como se os llama a los de San Vicente?
Macán fue una palabra a la que le acompaña un cierto desapego. “Calla macán” era como decir “calla sinsustancia”, “que eres un macán”.
«Con su tesón me ha forjado como persona»
.- ¿La bodega de Rothschild & Vega Sicilia le ha dado entonces mayor valor?
VINOS de la bodega de Rothschild & Vega Sicilia.
Antes de que Macán se hiciera con la marca, ya había un grupo de amigos de San Vicente que elaboraron un vino al que llamaron así, un vino que no estaba registrado ni nada, al que metieron en botella y de manera artesana le pusieron una etiqueta con ese nombre. Algo que seguramente no saben ni en Macán.
.- Tú dedicaste el título de Enólogo del Año a la bodega y al propio Fernando. Ahora, al hablarme de tu padre, me has hecho pensar en la importancia de tu progenitor Luis Mendoza.
PADRES, hermanos y una sobrina de Jesús.
LUIS Mendoza habla con uno de sus nietos sentado en el tractor.
Mi padre es mi padre. Mucho de lo que sé me lo enseñó él. Mi padre ha sido muy exigente como viticultor. Con su tesón me ha forjado como persona. A mi abuelo por parte de madre, que también era un gran viticultor lo mató un rayo estando en el campo. Todo eso me lo han transmitido la familia.
IGLESIA de Samaniego vista desde el interior de la bodega.
.- Aún así, el día que te llamé tú te acordaste principalmente de Fernando.
Mi padre es muy importante para mí, pero en la bodega he estado mucho con Fernando, que es con quien he vivido el día a día durante todos los días de estos años. Es con el que más he discutido en mi vida. Hemos estado juntos en jornadas maratonianas catando vinos, y no solo nuestros.
Vino y Vida
.- Así es tu vida!
Con Fernando me he ido de vacaciones, dándole entre los dos más de mil vueltas a la cabeza para ver cómo íbamos a mejorar esto o lo otro. Y en comidas y cenas catábamos los vinos de otras bodegas. Y si íbamos al restaurante de Juan Mari Arzac, le pedíamos que nos sacara dos botellas tapadas de tales precios. Esa es nuestra vida, joder.
.- Alguien te preguntará si no te cansas, si no es demasiado monotemática.
No me canso, al contrario, porque yo soy enólogo las 24 horas del día, y me puede la pasión que llevo dentro.
.- ¿Qué huella quieres dejar?
La de un buen técnico que hacía bien las cosas, entregado al oficio en cuerpo y alma. Y que los que me hayan conocido me recuerden como una buena persona.
.- ¿Además de a vino, a qué te sabe la palabra Enólogo?
La relaciono con la vida y con mis amistades, porque no somos enólogos solo porque hacemos vinos. Me gustaría tener más tiempo libre, pero en cuanto puedo quedo con los amigos, quedamos a comer y abrimos cuatro o cinco botellas. Enólogo me sabe a vida. Es vida.
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No tengo tanto nivel como para entender todo lo que se cuenta en esta maravillosa entrevista. Pero lo que no entiendo me suena a música celestial, a un abrazo perfecto entre viñas, vino, todas las tierras y tod@s los viticultor@s
Gracias, Lea
Jesús es ilusión, vocación, trabajo, constancia, compositor e intérprete de viñas y paisajes, un enamorado del bien hacer, así los vinos que elabora y cría son fiel reflejo de su personalidad y del permanente estudio de la enología.
Un caballero y excelente persona.
Como me decía una Jefa que tuve en mis años en Diputación: «Al lado de una gran mujer (Cristina), siempre hay un gran hombre (Jesús).
Gracias, Fernando
Ciertamente el enólogo disfruta del premio diario de elaborar vinos que son apreciados por quienes se acercan a ellos, pero que te den un máximo galardón en tu profesión tiene que ser algo bestial.
Y que si, ha merecido la pena toda la aventura, el ser enólogo las 24 horas , el ser el receptor de tanta sabiduría (tanto familiar como empresarial) y no quedarse ahí. Siempre mejorando, atento a todo lo que se desarrolla a su alrededor.
Un gran trabajo, con su merecido reconocimiento.
Muchísimas felicidades, Jesús.
Gracias, Alberto
Así que ni más ni menos que dos grandes premios, muy similares, a la vez, para el Enólogo del Año. «De cien en cien y sin amontonarse», que decía el otro.
Seguro que ha llegado a pensar Jesús que uno de ellos quedaría mejor si se lo hubieran dado el año que viene. Bueno, zorionak bikoitza. Un doble Zorionak por esa acumulación de reconocimientos. Y sí, tus vinos son increíbles!!!
Gracias, Jon
Son muchas las piezas de orfebrería de este Blog, que se conjugan con verbos de altura. Entra bien el vino, y qué decir de la literatura, la reflexión, la poesía, perfectamente conjuntado todo con las imágenes. El periodismo aquí es calidad. Julio Flor te mira por dentro y luego nos cuenta a los lectores lo que hay con preguntas sobrias, de las que ayudan a seguir hablando hasta el infinito. Y todo tan pedagógico, eh!
Gracias, Ana
Inquieto, curioso, preciso, un grande al fin y acabo. Bravo Jesús😘
Gracias, Oxer
Cada vez que he podido hablar con Jesús o catar con él, he aprendido algo. Es el alma del vino en persona. Aquí No hay medias tintas, Jesús es una persona honrada y apasionada al servicio de una gran bodega que lucha todos los días para dejar a la Comarca en lo más alto. Más que merecido… diría yo, normal! Me ha gustado mucho la entrevista. Muy suya!
Gracias, Mathieu
Me encanta la entrevista, no es si no un fiel reflejo de cómo es en su día a día, tesón, esfuerzo, disciplina, pasión y mucho, mucho trabajo. Todos los que compartimos nuestro día a día con él nos sentimos tremendamente orgullosos y felices por los reconocimientos que ha recibido, son más que merecidos. Enhorabuena una vez más, te lo mereces.
Gracias, Maria Victoria
Una gran entrevista, si señor.
He leído la entrevista, por cierto, fantástica, tomándome una cerveza y la verdad que he pasado un rato genial.
Bien por Jesús, excelente profesional y mejor persona.
Y es que la quinta del 73 da para mucho…
Enhorabuena!!
Gracias, Pánico
Grande Jesús.
Lo conozco desde niño.
Tuve, hace más de 20 años, la gran suerte de visitar la Bodega y disfrutar de sus vinos y de su sabiduría.
Orgulloso de conocerte a ti y a toda tu familia.
A seguir con tu profesionalidad.
Un abrazo, Jesús.
Gracias, Roberto
Jesus es un GRANDE. Así de sencillo; su humildad, su tesón, su laboriosidad y su inquietud le han llevado a esos premios, que estoy seguro le gustaría disfrutar junto a quien confió en él, y que por desgracia, ya no está entre nosotros fisicamente (porque siempre lo llevaremos en el corazón y en la memoria)
ENHORABUENA querido Jesús, y mis felicitaciones a tu entrevistador por la belleza de su trabajo.
MANUEL Pascual
Gracias, Manuel