Jul 16, 2018

Vuelve a labrarse las viñas con los caballos (y II)

Alla-van

LA DANZA de labrar esta tierra de vino y viñas.

“Hay quien se queda horas mirando cómo trabajo con mis yeguas en las viñas”

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VENUS, Alfred Ferrís y Nina, un equipo que se entiende con pocas palabras, sin un solo grito.

El valenciano Alfred Ferrís trabaja estos días con sus yeguas bretonas en viñas de Elvillar, de Bodegas Bhilar, de David Sampedro. Pero a lo largo del año también labra las viñas del enólogo navarro Diego Magaña -que se ha asentado en Laguardia-; y otras tierras de viñas de la Bodega Ysios o la Bodega Artadi, de Juan Carlos López de Lacalle.

Antes de continuar en el Blog con la conversación iniciada la semana pasada con Alfred, es importante decir que ya no acepta nuevos trabajos en otras viñas de Rioja Alavesa. “Se trata de hacer las cosas bien, así que tengo suficientes hectáreas para trabajar con mis yeguas. Como diría el otro, ya no doy abasto”.

Todo parece apuntar que este oficio va a más en la Comarca. Un oficio que con Alfred ofrece toda la consideración debida a las yeguas que con él trabajan. Lo deja Alfred muy claro cuando recuerda que su abuelo Vicente García Ferrer tuvo una gran sensibilidad con una yegua que trajeron de la «sierra de Soria».

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AMANECE en las viñas de Elvillar, donde ya están laborando las yeguas de Alfred Ferrís.

Volvamos a aquella mañana fresca que olía a campo limpio y a Sol. A Paraíso olía.

Alfred Ferrís y yo conversamos bajo unas encinas de Elvillar, junto a sus dos yeguas bretonas, Nina y Venus. Habíamos dejado la conversación justo cuando hablábamos de lo mucho que les gusta a los tres el trabajo en las viñas -y me refiero a sus dos yeguas y a él mismo-, tanto que a veces han llegado a trabajar hasta once horas en un día!

Debemos precisar que Alfred hizo las once horas de aquella jornada, mientras las yeguas se repartieron la tarea entre las dos. Venus es la única que tiene nombre de diosa, pero… -permitidme que lo diga así- Alfred y Nina son dos colosos en una tierra de gigantes.

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VIÑAS, Sierra, Tierra, Alfred, Venus y Nina… Hoy no hace falta nada más.

.- ¿Protestan cuando llevan tantas horas trabajando contigo en las viñas?

¡Qué va! Pero hay que darles sus tiempos de parada y descanso para comer y beber. Los días de finales de junio, que son días muy largos, para las 6 de la mañana ya estamos los tres en el campo. Lo que nos pasa es que ciertos días hay que terminar algo, y se alarga la jornada.

.- ¿Qué eres tú para ellas?

En cierta forma soy un poco el líder, aunque ellas no lo entienden como lo entendemos nosotros. Digamos que tengo para ellas una cierta autoridad porque les doy de comer y de beber, les proporciono alojamiento y les doy muy buenos cuidados. Y al mismo tiempo soy su compañero de trabajo porque entienden que el trabajo es conmigo, con las herramientas y en el campo.

.- Esta relación ha existido entre humanos y caballerías durante siglos. Y se perdió… Es como si hubiéramos perdido algo importante.

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VAN y vienen. VIENEN y van, labrando, acariciando, mimando la tierra…

Los animales domésticos han desaparecido de nuestros entornos, pero antes, y sobre todo en los ámbitos rurales, había algún tipo de caballería (mulas y burros sobre todo), además de la vaca, la cabra, el cerdo, las gallinas…

Lo que es cierto es que a la hora de trabajar con los animales no todo el mundo valía, y tampoco todos disfrutaban.

.- ¿Qué sorprende a la gente mayor de Rioja Alavesa a la hora de verte trabajar?

Pues mira, les sorprende mucho… te lo digo textualmente con sus palabras: “¡Pero si no se os oye!”, “No estás maldiciendo!”, “No estás gritando!”. Antes eso era lo normal. Los animales funcionaban a base de palos y de gritos. Hoy en día eso no sería tolerable.

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“¡PERO si no se os oye!”, le dicen los viticultores jubilados que van a verle labrar.

.- ¿Cuáles son las palabras que utilizas con ellas?

Básicamente son cuatro comandos.

.- ¿El “so” sigue funcionando para pedirles que paren?

Eso es. El “so” para parar, que yo utilizo también un silbido. Para que avancen digo “arre” o hago el sonido de la rana con la lengua. Para que vayan a la derecha digo “aa”, para echar a la izquierda digo “hey”. Antes se utilizaban más palabras, que curiosamente eran muy comunes en muchas partes de la península.

.- ¿Cabalgas a veces sobre ellas?

Sí. Tanto con una como con otra, aunque es mejor Venus para cabalgar.

.- Y… ¿galopan?

Bufff, no te lo puedes ni imaginar.

Este invierno ha nevado varias veces en Rioja Alavesa. Pues las preparaba y nos íbamos hacia las faldas de la Sierra. Lo hacía para que se movieran, para sacarlas de la cuadra.

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CABALGAR con Venus sobre la nieve de Elvillar, bajo la curiosa mirada de la Sierra.

.- ¿Heredaste esta relación con los animales de algún familiar?

No. De hecho hasta los 19 años yo me crie en la ciudad, en Valencia. Pero… sí es cierto que mi abuelo, que venía de zona rural, tuvo mucho gusto y muy buen trato con los caballos. Él tuvo una yegua que trajo de la sierra de Soria, y otros animales, a los que cuidaba con una gran sensibilidad .

A mí los caballos me han gustado desde muy niño; y si me identificaba con un animal, era con un caballo.

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ALFRED engancha el arado francés al balancín del que tira Venus.

.- ¿Con qué tipo de utensilios trabajas en la viña?

Utilizo unos arados de origen francés, que son herramientas que van arrastradas por una cadena. El enlace entre el animal y la herramienta es un trozo de cadena. Las técnicas de trabajar son diferentes. Este sistema es más eficiente, a la vez que más cómodo y flexible para el animal y para el trabajador.

Aquí también se utilizó un arado de vertedera que iba arrastrado por un trozo de cadena. Y lo que llaman el ‘kirpis’ era la herramienta con la que se descalzaba la tierra debajo de las cepas, que en otras zonas se le llama el arado borracho, o arado curvo.

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DAVID Sampedro y Melanie Hickman cuidan sus 10 hectáreas con las yeguas de Alfred.

.- ¿Quiénes fueron aquellos propietarios que te convencieron para que vinieras a Rioja Alavesa?

Donde más trabajo es en Elvillar y Laguardia. En Elvillar con Bodegas Bhilar, con Melanie Hickman y David Sampedro, que tienen 10 hectáreas, y se trabajan las diez hectáreas con animales. En sus viñas no entra ni una maquinaria.

Hay otro chico navarro que se está afincando aquí y ya tiene tierras, que se llaman Diego Magaña, que tiene una bodeguita en Laguardia. Y luego hay dos bodegas muy reconocidas, que son Artadi e Ysios, a quienes les trabajo algunas viñas.

.- En total ¿cuántas hectáreas trabajas?

Ahora mismo unas 24 hectáreas.

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VENUS labrando las viñas de Rioja Alavesa.

.- ¿Habrá más animales trabajando en el campo durante la próxima década?

Yo estoy preparando gente. De hecho, Artadi ya tiene un caballo. La verdad es que yo no doy abasto. Si ahora quisiera, trabajaría el doble de hectáreas o más. Pero he renunciado a algunos trabajos. En zonas privilegiadas como Rioja Alavesa hay una proyección para que haya más animales trabajando en las viñas.

.- Los veteranos del lugar vienen a verte trabajar. ¿Qué te dicen?

Hay dos tipos de personas. Los que tuvieron mucha sensibilidad con los animales y les encanta venir y quedarse mirando cómo trabajamos. Te dicen “pero qué suave va… si no hay que decirles nada… pero si lo hace sola… ¡qué animal más hermoso!”.

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HAY UN estrecho vínculo, un lazo de unión entre el ser humano y la caballería.

Otras se sienten algo ofendidas, y te dicen “a mí me vas a dar lecciones, pues si mi padre esto o lo otro”. “Pero si yo no vengo a dar lecciones a nadie, yo solo hago mi trabajo”. Hay una persona de Elvillar que a veces se viene y se queda horas mirando cómo trabajo, por el aprecio que tiene por los animales.

.- ¿Es una pasión añadida trabajar en viñas que tengan más de cien años?

Trabajo varias viñas censadas en 1910, y puede que sean de antes. «¿Una pasión añadida?», me preguntas. Sí es una responsabilidad añadida. También un placer, porque…

me encanta ver cómo se hacían las cosas y, sobre todo, me gusta entrar un poco en la mente de aquellas personas que hace cien años o más hicieron  las cosas para descubrir por qué las hicieron de aquella manera.

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VER cómo se hacían las cosas antes de la llegada del tractor a las viñas…

.- Esas viñas históricas estarán especialmente preparadas para trabajar con caballos en los renques, entre las hileras de cepas.

Claro. ¿Cuál es la peculiaridad de este tipo de viñedo? Que están en marcos estrechos, pero precisamente esto permite que el trabajo con los animales sea más efectivo.

Te diré que trabajo con las dos yeguas. Primero con una, luego con otra. Y como hace calor, voy dándoles relevo por mayor comodidad de ellas. Hago una horita con una, una horita con otra. Y así.

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MOMENTO en el que Alfred cambia a Venus por Nina para seguir trabajando en las viñas.

.- Dime qué sientes cuando ves la maquinaria entrando a las viñas.

El problema es el daño que están causando al suelo. Las máquinas son utilísimas, pero el problema es que hemos perdido un poquito las referencias.

.- ¿Cuál es el problema del viñedo?

Que por los marcos que tiene, la maquinaria pasa exactamente por los mismos sitios. Y además muy cerca de las cepas. Y más en Rioja Alavesa, donde los marcos son más estrechos.

.- Pero con el tractor… se tiene una gran comodidad.

Es cierto. Puedes ir con aire acondicionado en tu cabina cerrada, sí, con tu música puesta, y el trabajo te cunde más… pero perdemos otro punto de vista, que tiene que ver con la sensibilidad hacia la planta, el suelo, y para producciones de calidad que es al fin y al cabo lo que se busca en Rioja Alavesa.

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PARAR y ajustar el arado, todo a mano, en buena compenetración.

Después de llover, en tierras con limos y arcillas calcáreas no se puede entrar con una máquina a una viña, porque haces un desastre, entrando con un tractor que pesa por lo menos 3.500 kilos y en condiciones que no son ideales.

.- ¿Qué tal te has adaptado a esta tierra y a sus gentes?

Muy bien. Estoy encantado porque es una zona que tiene bastante de mediterránea, pero es más húmeda y más fresca que de donde yo vengo. Eso me gusta mucho. Y luego, el paisaje, la tierra, me encanta. Y la gente en general muy bien. Yo soy muy fácil para las relaciones y luego no hago problemas de si alguien te dice esto o aquello.

.- Uno se puede tirar todo el día hablando contigo, ya me lo habían advertido.

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ALFRED Ferrís se ha adaptado muy bien a la Comarca, a su tierra y a sus gentes.

Ja, ja, ja. En algunos temas me gusta hablar. En mi trabajo soy una persona bastante solitaria, pero a nivel de comunicador me suelo defender. Y como formador de trabajo con tracción animal, no se me da nada mal.

.- En algunas de esas conversaciones supongo que te gustará que te acompañe una buena copa de vino de Rioja Alavesa, eh!

No viene nunca mal. No soy un experto en vino, pero sé apreciar el buen vino, y los matices.

.- Algunas bodegas para las que trabajas están reconocidas internacionalmente.

Pepe Raventos Burros

JOSEP Raventós tiene también un corazón sensible para las caballerías (foto Nuria Puentes).

Lo sé. Precisamente anteayer nos visitó Raventós, del Penedés (a quien asesoro en manejo de suelos con tracción animal). Me llamó porque estaban en Artadi. Y allí me fui con Juan Carlos, que estaban haciendo unas catas y probando unos vinos nuevos del año.

Yo no soy capaz de descubrir todos los valores que atesoran Juan Carlos López de Lacalle y Pepe Raventós, o su enólogo, Joan Muné, que es una pasada de tío. Pero al final reconoces la calidad de sus vinos.

Verdaderamente creo que en esta Comarca se pueden hacer cosas muy pero que muy bien hechas.

4 respuestas a “Vuelve a labrarse las viñas con los caballos (y II)”

  1. Floren dice:

    Preciosa entrevista

  2. Carmen Sarmiento dice:

    Entrañable entrevista, Julio.

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