Es la gente del pueblo, de toda edad y condición, la que colorea la portada del nuevo libro presentado el pasado viernes en Elvillar de Álava.
En la instantánea aparecen 282 personas. La mayoría duermen en el pueblo, pero también están los que encontraron trabajo fuera y disfrutan de Elvillar los fines de semana. O quienes vuelven al pueblo cuando pueden… además de una pequeña representación política comarcal y provincial asistentes al acto.
La publicación “Celebración del 350 aniversario del Villazgo de Elvillar, 1667-2017”, coordinado por Clara Ajamil y Francisco Javier Gutiérrez Páramo, recoge los actos de conmemoración del 350 aniversario del villazgo de Elvillar, donde están la crónica de los actos conmemorativos y el contenido de las conferencias impartidas.
“Nuestro título de villazgo no es sinónimo de independencia y aislamiento -había dicho el alcalde Gerardo Olano el 14 de mayo de 2017, día de la conmemoración de los 350 años-, sino de libertad y solidaridad en esta tierra privilegiada por su clima, sus vinos y sus gentes”
Si tomamos como referencia el 2017, y vamos 350 años hacia atrás, llegaremos a 1667, que, al igual que se hizo el 14 de mayo de 2017, se celebró con un menú similar al que saborearon aquellos que se desanexionaron de Laguardia hace ahora 352 años.
Como curiosidad -por dar dos datos investigados por Teófilo Aguayo- en aquel menú de 1667 se gastaron “ciento veinte reales en salmón secial, congrio, bacalao seco y sardinas”, además de “cuarenta y seis reales en “tres cántaras de Rivadavia” y noventa y dos reales en “doce cántaras de vino blanco”… ah, y ocho reales en «naipes».
En la publicación se habla de la nueva bandera de Elvillar, confeccionada para el 350 aniversario del Villazgo, que lleva la imagen del patrón local San Roque, la torre representativa de su antigua fortaleza y el monumental dolmen de la hechicera.
«Antes de Elvillar»
Bajo ese título se recoge la conferencia que ofreció el catedrático de Prehistoria Javier Fernández Eraso, que ocupa 73 páginas del nuevo libro.
“Las gentes que nos precedieron en los tiempos prehistóricos deambulan por la Tierra sin conocer ni fronteras, ni límites administrativos”, comienza escribiendo Fernández Eraso en unas líneas de introducción.
En aquella Conferencia de Fernández Eraso -ahora publicada en el libro-, el catedrático aborda el marco geográfico, la historia de las investigaciones, Elvillar en tiempos prehistóricos, los yacimientos en abrigos, un detalle de todos y cada uno de los dólmenes de la Comarca, además de las etapas culturales y una cronología de los yacimientos excavados.
También se publican en el libro otras conferencias de Teófilo Aguayo sobre el “Título de villazgo de Elvillar y su contexto histórico”, y de Salvador Velilla sobre “Elvillar/Bilar, de aldea a villa”, o la interesante fiesta “del Rey Pájaro de Elvillar de Álava, diversión, transgresión y reivindicación”, de Ernesto García Fernández, en la que da cuenta de unos festejos escasamente conocidos.
“El Rey Pájaro fue una celebración festiva juvenil cívica, organizada en la aldea medieval de Elvillar antes de constituirse en villa en 1667, siendo una fiesta de los mozos del pueblo de carácter carnavalesco”, cuenta García Fernández.
“Todos los años, a finales del mes de diciembre, se nombraba un joven como rey, el Rey Pájaro, al que todos debían obediencia. El poder del Rey Pájaro se ponía en práctica el día de los inocentes, el 28 de diciembre… Todos los mozos se disfrazaban y por supuesto el Rey Pájaro vestiría el traje más espectacular… con corona, caretas con pico de pájaro y capas emplumadas de colores chillantes”, según recoge el libro.
“Estas mascaradas parecen tener su origen en la confrontación de acuerdos de carácter jovial para la resolución de pequeños conflictos con los poderes políticos de la comarca”, cuenta en el libro Ernesto García Fernández sobre tan curioso patrimonio inmaterial… hoy definitivamente perdido.
Por último, el libro recoge un trabajo conjunto de los coordinadores, Clara Ajamil Gainzarain y Francisco Javier Gutiérrez Páramo, sobre la parroquia de “Nuestra Señora de la Asunción de Elvillar, a través del tiempo”.
La presentación del libro, de 308 páginas, sirvió también a modo de despedida del hasta hace poco alcalde, Gerardo Olano, que ha permanecido doce años al frente del ayuntamiento de Elvillar.
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