Jul 21, 2020

Pensando en la Vendimia de 2020

“Organicemos bien la vendimia complicada que se acerca”, se adelanta a lo que ha de venir el autor del artículo, que tras alabar el proyecto de Temporerismo de UAGA, propone reuniones entre las Administraciones y el sector del vino con la Pastoral de Migración de Álava, Cáritas Álava y la Fundación Ellacuría…

PARA abrir un nuevo campo de contratación a inmigrantes con una mirada más abierta y solidaria.

Vendimia 2020 en Rioja Alavesa

FACTORES diversos nos llevan a calificar de complicada la Vendimia de 2020.

Fernando Martínez-Bujanda *

En nuestros viñedos de Rioja Alavesa ya se comienza a ver el envero de los racimos. Ese término hace referencia en viticultura al hecho de que las uvas cambian de color, las tintas pasan del verde al azulado oscuro y al negro, y las blancas a una gama de amarillos.

Desde el final de este periodo del envero, hasta la maduración óptima de la uva para la vendimia transcurren aproximadamente unos cincuenta días, pero son tantos los factores climatológicos que influyen que este dato ofrece más incertidumbre que precisión.

Vendimia 2020 en Rioja Alavesa

IMAGEN de ayer lunes en un viñedo de Oyón-Oion, con el racimo en pleno proceso de envero.

Lo cierto es que nos estamos aproximando al examen final del viticultor, la vendimia. En un año muy complicado, a los fenómenos climáticos adversos, tenemos que unir las preocupaciones del desarrollo de diferentes patologías, que han hecho que nuestros viticultores hayan estado pendientes del cultivo muchas horas y que hayan incrementado el costo de dicho cultivo tanto en mano de obra, maquinaria y productos.

A todo ello hay que sumar el COVID-19 y sus limitaciones en mano de obra posible a contratar y las precauciones sanitarias a contemplar, sobre todo observando los rebrotes que están apareciendo en Cataluña, Aragón, Murcia, Galicia, Valencia, Andalucía o Euskadi.

Vendimia 2020 en Rioja Alavesa

EL mismo viñedo de Oyón con un racimo con el envero más avanzado.

En definitiva, un año vitícola muy complicado, pero si tenemos un poco de suerte en el resto de tiempo que nos queda para la vendimia, gracias a la profesionalidad y conocimiento de nuestros viticultores, estoy convencido que estamos ante un buen año. Seguro que la nota final será más que notable.

Vendimia 2020 en Rioja Alavesa

A 50 días de la Vendimia, Martínez-Bujanda escribe este previsor artículo para el Blog.

En estos momentos nos acecha un nuevo problema relacionado con la mano de obra necesaria para la vendimia, tanto en lo que se refiere a su falta como a su incidencia en la propagación del coronavirus, tal y como estamos viendo en regiones agrícolas vecinas. Decíamos antes que el COVID 19 está influyendo en la disponibilidad de mano de obra, traslados, convivencia, habitabilidad, precauciones sanitarias…

Es momento de ir pensando todo esto, para que luego no nos pille el toro.

Vendimia 2020 en Rioja Alavesa

VENDIMIADOR senegalés en viñedos de Labastida. (Archivo del Blog, octubre 2016).

El Proyecto de Temporerismo de UAGA es un modelo de referencia, donde tanto las condiciones laborales, alojamiento, habitabilidad, garantías legales en los contratos, hacen que pueda ser un modelo a imitar y promocionar. Nuestras administraciones están en la misma línea y su apoyo viene desde el inicio, lo sé por experiencia, tuve la suerte de estar representado a la Diputación Foral de Álava en la Comisión de Temporerismo.

Ahora bien, dicho proyecto de la UAGA en la corta vendimia 2019 atendió a 146 explotaciones de Rioja Alavesa con 603 temporeros, es decir, no llega al 20% del viñedo de Rioja Alavesa, así que necesitamos mano de obra para más de 8.000 hectáreas de viñedo vendimiadas manualmente, que si no se trabaja desde ya el Sector y la Administración de manera conjunta, nos podemos encontrar con un problema de difícil solución.

Vendimia 2020 en Rioja Alavesa

Si no lo hacemos bien, quedarán uvas en la cepas sin recoger, lo que no será solo por las restricciones del Consejo Regulador y la normativa de vendimia, sino por falta de mano de obra.

Propongo una alternativa en la búsqueda de mano de obra, teniendo en cuenta esos datos que nos informan de que cada 100 personas que se contratan para la vendimia, solo el 5% son del Estado español, y el 95% de origen inmigrante.

De ese 95% de inmigrantes, el 75% son magrebíes, y de este colectivo el 15% son de África subsahariana. El resto hasta el 100%, fundamentalmente son europeos del Este y de Portugal.

La Iglesia Católica ha mantenido un gran interés en la inmigración y en cómo la política pública afecta a las personas inmigrantes.

Vendimia 2020 en Rioja Alavesa

TORMENTA de granizo pasando de largo sobre Labastida, en mayo de este año.

Ellos saben que el sistema de inmigración existente ha dado como resultado un creciente número de personas que poseen una gran capacidad para desarrollar la labor de vendimia, pero no se les autoriza, viviendo en la sombra, mientras trabajan sin descanso en empleos que de otra manera no serían desempeñados, o en la propia vendimia a través de mafias, o de manera totalmente ilegal.

¿Por qué las Administraciones y el Sector no se reúnen con la Pastoral de Migración de Álava, con Cáritas Álava, con la Fundación Ellacuría, y entre tod@s se abre un nuevo campo de contratación, en un proyecto legal, de prestigio, humano, honrado, dando un plus a nuestras uvas y una nueva categoría que creo se merecen?

En un buen entendimiento entre las diferentes administraciones y la Iglesia, aprovechando que el Obispo de la Diócesis de Vitoria, Juan Carlos Elizalde, es el nuevo responsable de la Conferencia Episcopal del área de Migraciones y movilidad humana, Cáritas y ONGs dedicadas al trabajo específico con inmigrantes.

Vendimia 2020 en Rioja Alavesa

MANO campesina acaricia un racimo que se vendimiará dentro de 50 días, aproximadamente.

Se podría dar salida a ciertas situaciones que no tienen sentido en el siglo XXI, como la de esperar tres años para poder optar a un contrato de trabajo, o la de poder emplear a personas que ya están en Euskadi, ayudando de esta manera a reducir los riesgos de contagio del Covid-19, y bajo la tutela de las administraciones, Iglesia y diversos colectivos, para llevar a cabo una experiencia lo más reglamentada posible.

La propuesta que hago podría ser una salida ventajosa para todos, especialmente para el grupo de inmigrantes y los viticultores que con tanta inquietud están mirando la vendimia de 2020.

Todavía estamos a tiempo.

 

* Humanista y Técnico Vitícola.

26 respuestas a “Pensando en la Vendimia de 2020”

  1. Arene Amezaga dice:

    Me reconforta la alternativa del autor del artículo, que tiene en cuenta los Derechos Humanos, y en su propuesta trata de implicar a la Iglesia con su mensaje evangélico de que «tod@s somos herman@s».

    Tras esa buena idea de contratación de personas inmigrantes, quiero desear a los viticultor@s de Rioja que llueva con temple y no granice en estos 50 días de espera…!!!

  2. Joana Redondo dice:

    Luchan contra gigantes visibles y otros muchos imponderables invisibles. Me refiero a los agricultores, en este caso viticultores y viticultoras. Las enfermedades de la madera, las tormentas de piedra, el viento y los aguaceros, el mildiu o el oídio, contra la Covid-19 (este año), contra la rigurosidad de quienes quieren a los inmigrantes trabajando la tierra, pero luego no los quieren ver alternando en la plaza de su pueblos (como vemos en noticias que llegan estos días de Albacete, o de Lepe…). Luchan y luchan. En los tiempos de pandemia hemos visto lo fundamentales que son para los consumidores. Ellas y ellos luchan contra lo visible y lo invisible. El suyo es un trabajo admirable. Cada vez que preparo la comida (garbanzos, arroz, unas alubias, una buena ensalada), cada vez que me sirvo una copa de vino, que troceo el pan… pienso en ellas y ellos. Les doy Gracias. Está muy bien que pensemos en la Vendimia de 2020 (¡Cómo no!), pero yo pienso en todas las familias campesinas de Rioja Alavesa. En sus mil desvelos. Y sencillamente os hago este pequeño homenaje, con todo mi reconocimiento y mi cariño.

  3. Burzako dice:

    Soy consciente que las instituciones vascas están preocupadas por este tema. Pero hay que actuar y estamos a tiempo. El planteamiento de Fernando conjuga practicidad con DDHH y valores. El camino que debe imperar es el servicio público con principios éticos.

  4. Emilio Barco dice:

    Gracias Fernando por esta lección de humanidad práctica tan necesaria. A mí que soy un hortelano, como decía serlo el gran Juan Marsé, cuando le hablaban de banderas, me encantaría que para esta idea no hubiera fronteras como no las hay para el problema que describes. En Alcanadre también están las uvas enverando y en cincuenta días los viticultores de la ribera andarán con las mismas cábalas que tus paisanos. Ojalá te atiendan desde las dos orillas de ese río que para mí nos une, como nos unen ideas compartidas como la que planteas. Un abrazo y Aúpa

  5. Miguel Larreina dice:

    Excelente reflexión, Fernando. Preparemos bien una vendimia difícil.

  6. Sole Raya dice:

    Esperemos que se pueda hacer una Vendimia llena de esperanzas y Salud, y que ese examen final del viticultor tenga una buena nota, y el primer mosto premie en una copa el gran trabajo realizado. Desde el Sur va mi abrazo.

    • Blog Rioja Alavesa dice:

      Muchas gracias, Sole Raya. Hermoso brindis desde el Sur para todos los puntos cardinales en los que se sueñan y se viven sentipensamientos de viticultura y humanidad.

      Un abrazo desde Euskadi.

  7. ¿Y quién se pone manos a la obra? Los días pasan, solo faltan 49.

  8. ANTONIO MIJANGOS dice:

    También mi padre contrataba temporeros en vendimias. Vivían y comían en nuestra casa. Eran de los nuestros. Ahora son extranjeros, que trabajen, pero que vivan lejos. Si son de empresas de trabajo, mejor. Yo pago y la empresa se hace cargo de todo. Es la triste realidad. Debemos convencernos de que el camino de convivencia pasa por el mutuo respeto a los derechos de todos. No se trata de privilegios, sino de Derechos, tampoco se trata de cesión de derechos por nuestra parte para que se sientan a gusto.

    Para mí la causa fundamental del problema es el desconocimiento mutuo. Y tememos a lo desconocido y adoptamos una actitud de prevención. Se ha ganado mucho y se seguirá ganando más pues veo buena voluntad por parte de los viticultores.

    Aprovecho la ocasión para hacer una llamada de justicia HUMANA a los inspectores de trabajo: ¿Es humana la inspección acompañada de drones, helicópteros y policía? ¿Pretenden implantar el miedo? ¿Son los viticultores mafias a las que capturar por trabajar con cuatro peones y sus familias?

    Me sumo a la petición tuya, Fernando, de que el Obispo de Vitoria, como presidente de la Comisión Episcopal de Inmigraciones y Cáritas Diocesana de Vitoria haga oír su voz en defensa de los últimos que sufren en Rioja Alavesa.

    Un abrazo Fernando, y adelante, a seguir hablando claro.

  9. Juan Carlos Elizalde dice:

    ¡Por supuesto que me parece muy buena la propuesta alternativa! La he remitido a Cáritas, Berakah y Delegación de Migraciones. ¡Ojalá pueda cuajar!

  10. Dalmacio Martin dice:

    Fernando Martínez-Bujanda siempre ha estado embarcado en los Derechos Humanos. Ya estuvo en ‘otro mundo’ enseñando y aprendiendo de personas que comían una vez al día… si llegaba.

    Luego ha sido el creador del Olivo en Rioja Alavesa, donde mucho del trabajo de campo lo hacían personas que cumplían condena.
    Fernando, es un gran defensor de los Derechos Humanos, por eso no me sorprende que haga una propuesta embarcando al inmigrante con la difícil cosecha de este año y por esta crisis sanitaria.

    Yo aplaudo a Fernando. Y le doy las gracias por ocuparse y preocuparse de los más débiles.

    Ojalá alguien que tiene poder, empiece a mover la maquinaria rápidamente.

    Si no fuera así, perderíamos todos.

    Un saludo

  11. JOSE LUIS LOBATO dice:

    Me gustaría que se tomase en serio la estupenda propuesta que hace el autor, porque al fin y al cabo, somos dependientes de esa ayuda que se necesita de esa mano de obra, que si efectivamente se dan esas garantías de trabajo, contrato, etc. sería marcar un jalón más en la lucha contra la explotación de los más débiles.

  12. F. Bujanda Ciordia dice:

    A todos, tanto a los que habéis escrito vuestros comentarios, como los que de forma individual os habéis puesto en contacto conmigo, muchas gracias. Todos me habéis aportado y abierto nuevos puntos de vista en este problema, humano, del temporerismo.

    Sin duda, habéis logrado mejorar, ampliar y redondear, con vuestras colaboraciones, el artículo, inicialmente presentado.

    Me consta, según información reciente , que existen movimientos para poder solucionar el problema sanitario, jurídico y humano, que se puede presentar, en esta vendimia 2020.

    Confío en que nuestras administraciones, ONGs, Iglesia y vitivinicultores, sepan dar todo un ejemplo, y que Rioja Alavesa demuestre, una vez más, que los valores humanos priman sobre el resto.

    Gracias

  13. Miguel Larreina dice:

    ¿Son los viticultores mafias a las que capturar por trabajar con cuatro peones y sus familias? Esa pregunta retórica de Antonio Mijangos, con cuyo planteamiento coincido totalmente, me empuja a una reflexión que ya he trasladado extensamente en algún libro reciente. ¿Por qué los viticultores alaveses, el eslabón más débil de la cadena, deben abordar cada otoño con sus escasos medios un problemón social, demográfico, y sanitario de tal envergadura?

    Veamos, los viticultores de Rioja Alavesa recogen cada año unos 60-80 millones de kilos de uva con un valor de unos 50-80 millones de euros y unos beneficios que oscilan en años normales entre 10 y 20 millones de euros, y para ello deben contratar a varios miles de vendimiadores foráneos con un coste de más de 4 millones de euros y un follón de papeleos, burocracia y demás.

    Las bodegas procesan esa uva, comercializan el vino con un valor en origen de unos 300 millones de euros y un beneficio entre 40-60 millones de euros y un valor en destino cercano a los mil millones de euros. Las Administraciones perciben los importantes IVAs y solo Diputación por diversos conceptos perciben del sector vitivinícola alavés más de cien millones de euros que transfieren en buena parte a Gobierno Vasco.

    ¿Por qué siendo los viticultores los que menos sacan de este negocio vitivinícola son los que deben asumir la responsabilidad moral y legal de este follón? ¿Por qué nuestras grandes bodegas, el Consejo Regulador, nuestras Administraciones se ponen de lado como si este tema no fuera con ellos totalmente? ¿Hasta cuándo una Denominación que presume de líder va a permitir y propiciar la vergonzosa imagen que cada septiembre se ve en las estaciones de autobuses de Logroño y otros lugares o las noticias de mafias en tal o cual localidad?

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