DOLMEN de la Chabola de la Hechicera, uno de los primeros que levantó la Humanidad.
Julio Flor / Elvillar – Bilar.
Antes del amanecer, contempla conmigo estas enormes piedras del dolmen de la Chabola de la Hechicera. Te sentirás viva. Piensa en los humanos que hace 4.980 años las eligieron como sepulcro colectivo. En cómo movieron esas losas sagradas. Piensa en las hogueras que encendieron a su alrededor en las noches más oscuras. En cómo les invadió la trascendencia en amaneceres de plenilunio. Trata de sentir la honda emoción de los primeros habitantes del lugar.
Hemos llamado a aquel tiempo del remoto pasado el final del Neolítico. Desde entonces, ha habido en este hermoso lugar casi dos millones de amaneceres, el vértigo de 1.817.700 días de rotación y traslación alrededor del Sol.
LUGAR SAGRADO de Rioja Alavesa en el que nuestros ancestros quisieron perpetuarse.
El Dolmen de Elvillar ha sido excavado por distintos investigadores como aita Barandiaran, Juan Mari Apellaniz, José Antonio Mujika o Javier Fernández Eraso. Entre sus piedras antiguas se han encontrado los restos de 22 personas que estaban acompañados por puntas de flecha de sílex.
Una leyenda -que le ha dado nombre- le acompaña. Dice que es la casa de una bruja que canta en las mañanas de San Juan.
EN SÍ MISMO, per se, este Dolmen es un Patrimonio de la Humanidad.
Pero ahí estás tú, contemplando conmigo el Dolmen. Uno de los primeros que levantó la Humanidad. La sangre de aquellos humanos corre hoy por nuestras venas. Por ellas navegan los sueños. Miras el Dolmen casi cincomilenario, imaginas que en él quisieron perpetuarse, escuchas casi el crepitar de sus fogatas, la Prehistoria y las canciones antiguas que viajan en el vientre del viento de la Sierra y en el sonido de las campanas del valle, un tañido que llegó miles de años después…
EL primer dolmen que se localizó en Rioja Alavesa, en 1935. Hoy el más querido y visitado.
Entonces, una vez más, compruebas que la magia es un pensamiento elaborado, una emoción, tanto como el agua de las uvas de las viñas que un día se transformará en grandes vinos para celebrar la vida.
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Delicioso artículo que nos sumerge desde el ahora en la noche de los tiempos… bellísimo relato que acaba en una copa de vino.
Muy bien visto. Muchas gracias, Rafael Goikoetxea. Saludos!!
Julio, muy emocionante tus comentarios acerca de este Dolmen. Sin duda que haré una visita a este lugar mágico. Te felicito. Un abrazo. Alfredo
Muchas gracias, Alfredo. Os encantará (lo digo, porque imagino que no irás solo). Un abrazo.
Muy interesante. Cinco mil años y lo tenemos tan cerca.
Muchas gracias, Roberto Ojinaga. Saludos cordiales.
Gracias, Julio por este toque de humanidad.
Los caminos por los que hoy se desarrolla la investigación en Prehistoria pasan por muchos microscopios, por muchas analíticas impensables hace unos pocos años.
Está bien, es bueno, nos ayuda a reconstruir la historia.Pero muchas veces nos quedamos ahí, olvidando que nuestra obligación es recrear cada uno de los hechos acontecidos en los lugares que hoy llamamos yacimientos.
Por eso tu evocación de los miles de amaneceres, las hogueras, las gentes que vivieron allí el dolor y el duelo por la pérdida de un ser querido, nos hace pensar.
No, no son solo piedras, son algo más. Poseen el misterio evocador de la eternidad. Visitar un dolmen no puede quedar solo en los datos, el tamaño de las piedras o de los túmulos. Es necesario recrear cada uno de los acontecimientos vividos allí. Meditar y sentir el significado de todo lo que vemos.
Gracias por tus palabras tan bien juntadas, pues nos hacen ver más allá de las grandes piedras.
Muchas gracias por tus emocionantes palabras, estimado catedrático de Prehistoria Javier Fernández Eraso.
He de decirte que desde el primer día que caminé por la Comarca, llené la mochila de preguntas. Pensé en aquellos que ‘plantaron’ los dólmenes, los que edificaron los poblados más primitivos, los que pastorearon los ganados primigenios… los que plantaron las cepas, los que suspiraron bajo la imponente Sierra, los que rezaron en las hermosas iglesias. Después… he tenido la suerte de conversar con muchos de los habitantes de estas tierras, y con otros muchos que por su quehacer profesional -tan implicados como apasionados- me habéis ilustrado y enseñado a amarla, tantos sí, como tú y tu compañero universitario el profesor Mujika. Cómo no ver más allá de las piedras. Cómo no llegar al corazón mismo de las cosas, los grandes interrogantes, los pequeños quehaceres.
Aquellos humanos de la Prehistoria compartieron esta misma tierra que nosotros, el mismo Río, el mismo Sol, la misma lluvia. Todo existía entonces. El humano corazón en medio de la adversidad mayúscula (si la comparamos con la de hoy en día)
Gracias, admirado profesor. Mi enhorabuena, mi reconocimiento y mi abrazo.
Hola a todos
Estupendos comentarios !!
Gracias
Lourdes Hernández Lazkano
Muchas gracias, Lourdes. Saludos!
El Dolmen nos interpela y nos lleva a un sinfín de interrogantes. A pensar. Hace falta ese silencio de un amanecer bajo esa gran Montaña. He visto que vivimos en un mundo que piensa por nosotros, que a través de la publicidad nos quiere consumidores no pensantes (por ejemplo). El Dolmen nos pregunta lo inesperado. Y sí, verdaderamente, como seres pensantes, debemos saber qué
Muchas gracias
Muchas gracias, Txiki. He visitado este Dolmen muchas veces. Alguna en solitario, con calma. He visto a gente leyendo muy cerca, abrazádose… los más haciéndose fotografías desde sus distintos puntos cardinales. Diría… que el Dolmen es un poema pétreo. Ese Dolmen metió a Rioja Alavesa por la puerta grande en la Prehistoria. Ese Dolmen nos conecta con aquellos seres pensantes. A través de esa puerta nos damos las manos, rodeados de misterio. De preguntas. Que cada cual formule las suyas. Saludos cordiales.
Precioso, Julio. Me recuerda una serie estupenda… OUTLANDER. HAY lugares en el mundo que precisan de gente como tú. La mitología nos hace soñar y aprender. Un abrazo
Qué sorpresa, Florencio Torrelledó. Muchas gracias por tan amables palabras. Saludos cordiales.
Me fascina tu capacidad para contarnos la Historia a través del vino de Rioja Alavesa, y viceversa.
Muchas gracias, querida Carmen Sarmiento. A mí me sigue fascinando todos tus trabajos. Todo tu quehacer profesional, y humano. Abrazos
Julio, cuando vi el dolmen de la chabola de la hechicera de hace 5000 años de antigüedad, me impactó mucho ver esas tres piedras enormes en un equilibrio estable con enorme capacidad magnética de atracción. Se ve que era algo muy importante para ellos, como lo es el haberlo elegido como sepulcro colectivo.
Me pregunto cómo lo hicieron. ¿Seríamos nosotros capaces de hacerlo sin las tecnologías que nos ayudan?
Seguramente sí seríamos capaces de hacerlo con los más sabios de la tribu. Pero la admiración que despierta la pregunta por aquellos ya me parece importante.
Estimado amigo José Antonio Urreisti, como decía Isaac Newton «si he visto más lejos es porque estoy sentado sobre los hombros de gigantes», indicando que lo que una persona haya podido conseguir se debe a la aportación de sus compañeros.
Lo sabes mejor que yo, como científico que eres, Stephen Hawking publicó un libro titulado «A hombros de gigantes» en el que señalaba a tres personajes: Nicolás Copérnico, Galileo Galilei y Johannes Kepler, sobre cuyos hombros se habría podido apoyar el gran Newton. Pero además, Newton siempre sumó a Descartes y a Christian Huygens, que dedujo la fórmula matemática de la aceleración centrípeta para un cuerpo con movimiento circular uniforme.
Hoy nosotros debemos resaltar los hombros de aquellos pastores que pusieron las piedras a bailar sobre sus cabezas bajo la Sierra. Muchas gracias, José Antonio. Un abrazo.
«Pero si solo son tres piedras», dicen algunos por mi tierra. Les pasaré tu artículo…, o mejor no. Muy bonitas las fotos. Un abrazo.
Muchas gracias, Pere. Diles que vengan a verlo. Que las fotografías de este artículo se suceden en el tiempo, antes de que salga el sol hasta la luz del mediodía. No se trata de explicar en qué consiste este dolmen. Para eso hay otras publicaciones.
En el caso del Dolmen de la Chabola de la Hechicera los investigadores identificaron y señalaron un espacio ritual a la entrada, antes del corredor (no se aprecia en estas imágenes), y se consolidó la cámara. Diles a los de tu querida tierra, que lo pequeño no sólo es hermoso, sino exponencialmente sustancial. Recuérdales que un día -no muy allá en el tiempo- ellos fueron unas pocas células -sólo visibles al microscopio- agarrándose a la luz de la vida dentro del útero materno. Lo entenderán. Un abrazo.
Javier Fernández Eraso, Conchi de la Rúa, científicos, antropólogos, arqueólogos… Todos dan interpretaciones magistrales. Las necesitamos para entender algo, que como tú expresas divinamente, nos aparece como lugar sagrado.
La conexión ancestral del ser humano con la naturaleza se muestra a través de un arraigo y una fuerza telúrica inmensa en ese paraje. Esta primavera he visitado el dolmen con gentes de toda Europa: Franceses, italianos, luxemburgueses, etc. Todos me han agradecido la visita. Todos han quedado impactados por la belleza de este insólito monumento funerario y el paraje en que se encuentra.
Gracias por este delicioso artículo.
Muchas gracias, Amelia. Y muchos años compartiendo esta belleza cincomilenaria. Saludos.