Bodegas Valdemar, de Oyón, ha adaptado su bodega para visitantes con discapacidad cognitiva, auditiva, visual, o física, motivo por el que ha obtenido el Premio Internacional a la Mejor Experiencia Innovadora en Enoturismo.
Se trata del “Innovative Tourism Experience”, concedido por la publicación mundial especializada “Drinks International Challenge 2019”, un premio que analiza la labor de empresas del vino y los licores en el mundo entero.
HERMANOS Martínez Bujanda, Ana y Jesús, en una de las viñas de la bodega.
Entrevistada por el Blog Rioja Alavesa, la co-Directora de la bodega, Ana Martínez Bujanda, quinta generación de vitivinicultores, nos cuenta que el premio llega por el esfuerzo realizado… “si bien el mejor premio es la emoción de la gente que, con diferentes discapacidades, ahora se entera totalmente y por primera vez de lo que se cuenta a su alrededor”.
.- ¡Menuda manera de comenzar el año, Ana!
Ha sido una gran noticia para todos nosotros, si bien detrás de este proyecto hay por lo menos un año y medio de trabajo previo.
.- ¿De dónde parte la iniciativa de organizar visitas inclusivas para incorporar a los visitantes de bodegas con discapacidades varias?
UNA de las muchas visitas que recibe la bodega, con un joven en una silla de ruedas.
Hace poco más de año y medio vino a visitar la bodega una persona ciega. Entonces nos dimos cuenta que esa persona no se enteró prácticamente de nada.
Una de mis compañeras del Departamento de Marketing me lo comentó. Entonces empezamos a darle vueltas a la idea, al ser conscientes que había gente que, a no ser que hiciéramos algo, no se enteraría jamás de una visita guiada a una bodega.
.- Claro… porque ¡cómo se puede enterar una persona sordomuda!
Lo nuestro era antes una mera explicación hablada, como ocurre en tantas bodegas. También nos preguntamos ¿cómo se puede enterar una persona ciega?, porque en según qué cosas se quedan a medias.
.- ¿Qué hicisteis?
Nos pusimos en contacto con una empresa que se dedica a conseguir que diferentes hoteles sean accesibles a todos los públicos. Nosotros pensábamos que no sería difícil, colocando una rampa, una puerta, algunos carteles… Pero al final nos liamos la manta a la cabeza para que la visita sea totalmente inclusiva para todo el mundo.
En este momento, durante la visita a la bodega, en un mismo grupo pueden coincidir una persona ciega, otra persona sordomuda, otra en silla de ruedas y otras sin ningún tipo de discapacidad, haciendo todas ellas la visita y disfrutando igualmente.
.- ¿Cómo habéis tenido que acondicionar la bodega?
Además de quitar todo impedimento físico, en lo que es el recorrido de la visita a la misma, hemos dotado cada estancia de la visita con material audiovisual y con códigos QR para que cada visitante obtenga información detallada en su móvil … A los sordos les sale una explicación en lenguaje de signos, con imágenes; a los ciegos, una lectura táctil o braille.
LOS códigos QR forman parte de la visita a la bodega, con el lenguaje de los signos.
.- Habéis hecho una bodega muy sensitiva.
Nos hemos dado cuenta que hay tres sentidos que son los que nos unen a todos, como el tacto, el gusto y el olfato. Así que ahora es una visita mucho más sensorial que antes. Una visita de probar, de oler, de tocar.
.- ¿Qué os comentan las personas con discapacidad después de la visita?
Se van encantadas. Es más, hay gente que se va llorando. Porque claro, nosotros no nos damos cuenta realmente de lo que supone. Hay que decir que los visitantes que vienen en sillas de ruedas son los que cuentan con más bodegas accesibles, porque a nivel institucional han sido los más visibilizados, propiciando rampas y demás…
Pero, por ejemplo, para una persona sordomuda… es que no había absolutamente nada.
VIÑA de Valdemar, llamada «El Balcón de Pilatos», situada en Oyón.
.- ¿Cuánto tiempo estuvisteis preparando este proyecto?
Casi un año y medio. Nosotros también acudimos a unos cursos de formación y demás. E hicimos pruebas antes de abrirlo al público. Invitamos a gentes con distintas discapacidades para comprobar que todo estaba en su sitio. En una de esas pruebas participó un matrimonio de sordomudos de La Rioja que tendrían alrededor de 60 años. Los dos se pusieron a llorar al final de la visita.
.- ¿Qué os dijeron a través de la persona que tradujo su lenguaje de signos?
Que era la primera vez que por fin habían entendido la visita a una bodega. Que se habían acercado en cuatro o cinco ocasiones a diferentes bodegas, y que era la primera vez que conseguían disfrutar y enterarse de todo lo dicho.
VIÑEDO «Altos de Valdemar» -con la nevada que cayó hace un año-, en Oyón.
.- ¿Cuándo abristeis las visitas inclusivas?, y ¿de dónde viene la gente?
Las abrimos justo ahora hace un año, en enero de 2018, y nos viene gente de toda Europa. Este año habrán venido un 20% de personas con discapacidades varias, un total de 300 personas.
.- Caray!
Han venido grupos de Alemania, ciegos totales… Nos preguntamos ¿cómo se han enterado de que tenemos estas visitas inclusivas? Nos han dado ese premio a nivel internacional, pero anteriormente nos dieron un premio en León, eligiéndonos “como la Empresa Social…”, “pero si no nos hemos presentado a nada”, “ya, pero es que no hay nada más que lo vuestro en este campo”.
HAY agencias de Turismo Accesible que en Europa organizan estos viajes (Foto Valdemar).
.- ¿Y los de Alemania cómo se han enterado?
Por agencias de Turismo Accesible, pues esas personas acuden a esta agencias para que les preparen estos viajes. Y lo que ya no te sé decir es cómo esas agencias de turismo accesible se enteraron de nuestro proyecto.
.- A ti, Ana, humanamente, ¿qué te ha aportado este proyecto?
VIÑEDO «Alto de Cantabria», situado en La Rioja, en el monte que hay entre Oyón y Logroño.
Como persona me está colmando, y emocionando… El día que vino ese matrimonio sordomudo que lloró al terminar la visita, yo regresé al despacho de mi padre con lágrimas en los ojos.
“¿Qué te pasa?”, me preguntó mi padre.
“Que todo el esfuerzo que hemos hecho, todos los gastos, todo lo que tú quieras, solamente por este matrimonio, ha merecido la pena”, le contesté.
SALA de Barricas de una bodega que produce al año 1,8 millones de botellas.
.- ¿Qué otros horizontes nuevos habéis abierto?
Lo primero que hicimos fue una visita familiar. Creamos una visita, que es una preciosidad, especial para niñas y niños, con una yincana dentro de la bodega. Los adultos por un lado y los niños por otro, viendo cómo se elaboran los vinos… De eso se trata, es nuestra filosofía, poner los medios para que nadie se quede sin saber lo que es una visita a una bodega.
.- ¿Y la apertura de la bodega en EEUU, en el estado de Washington?
Aquello va a ser totalmente accesible para turismo inclusivo también… pero es un proyecto para crecer fuera del territorio nacional. La verdad es que nos enamoramos de aquello. Allí lleva viviendo mi hermano con su familia desde junio del año pasado, y confiamos, si el presidente Trump no continúa bloqueando la Administración… porque a fecha de hoy tenemos cerrada la posibilidad de obtener la licencia de bodega, porque mantiene cerrado la Administración de medio Estado.
LOS Martínez Bujanda en Washington, donde son la única bodega extranjera.
.- El tema está en todos los Medios de Comunicación…
Pensábamos abrir la última semana de marzo, pero ahora estamos a expensas de que se solucione ese conflicto.
.- La bodega está ubicada en el municipio de Walla Walla
Sí, en el Estado de Washington, en la parte sur, que casi limita con Oregón, a cuatro horas de Seattle en coche, pero con aeropuerto propio.
.- ¿Fuiste tú quien tiró del carro con el tema de la bodega inclusiva?
La visita inclusiva salió de mi departamento, y yo se lo propuse a mi padre y a mi hermano. Con la visita anterior para toda la familia, incluidos los niñ@s, me miraron con cierta preocupación, jaja, y ahora están encantados. Con este proyecto de la visita inclusiva me preguntaron si me veía capaz de ponerlo en marcha. Lo importante es que me apoyaron absolutamente.
NIÑAS y niños al comienzo de la visita especial para los más txikis.
.- ¿Cómo se llama tu departamento?
«Marketing, Comunicación y Enoturismo». Hemos crecido gracias a Dios. En este departamento empezamos dos personas, luego tres, y ahora somos cuatro. Mi hermano Jesús está en EE.UU, como te comentaba. Y ahora a mí me tocan muchas cosas de Dirección, con lo cual estamos un poco en todo.
.- ¿El jefe es vuestro aita?
Bueno, él es el creador de la bodega. Sigue viniendo, pero está más bien para tomar las decisiones estratégicas, para aconsejarnos y demás. Pero para lo que es el día a día lo llevamos sobre todo entre Jesús y yo.
.- Danos datos de vuestra bodega, lo que cantan las cifras…
UNA PARTE del almacén de botellas de vino de Valdemar en Oyón.
Producimos 1,8 millones de botellas al año. La bodega tiene casi 300 hectáreas de viñedo propio. Un finca grande en la zona de Tudelilla (Rioja Baja), que compró mi abuelo en un arranque que le dio. Pero el resto está en Rioja Alavesa, sobre todo en Oyón, que es de donde somos. Ahora hemos crecido por Labraza, Laguardia y Labastida. Y un poquito en Logroño, en el Alto de Cantabria, que es el monte que hay entre Oyón y Logroño, donde tenemos un viñedo solo para hacer vino blanco.
.- ¿Qué dice la historia de vuestra bodega?
Las instalaciones actuales de la bodega funcionan desde 1985. Pero lo que es la familia, llevamos metidos en el mundo del vino desde 1889. Este año celebraremos los 130 años de historia… Mi hermano y yo somos la quinta generación. Este va a ser el año 130 en Rioja Alavesa, y el año cero de Estados Unidos. Así que este año es muy importante para nosotros, y lo hemos comenzado muy bien, con la buena noticia del premio internacional.
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Siempre defenderé la sensibilidad para con todo el mundo. Y la superación de barreras para quien lo tiene más difícil.
La manera de innovar de esta bodega, que junta esas dos maneras de ser, merecía ese gran premio. Y mi aplauso más largo y entusiasta.
Muchas gracias, Begoña Tudela. Hacen con su proyecto de bodega sensitiva que innovar parezca sencillo. Quizá lo sea. O quizá lo hagamos difícil nosotr@s…
Saludos cordiales.
Enhorabuena a esta familia, por este proyecto que no refleja otra cosa que compromiso con su trabajo y con la sociedad.
Una gran aportación a la oferta enoturística de Rioja Alavesa.
Muchas gracias, Mariasun Saenz de Samaniego, presidenta de la Ruta del Vino de Rioja Alavesa. Saludos cordiales.
Bueno, bueno, no tengo palabras. Por amigos y familiares que están en esas condiciones de adversidad (ceguera y sillas de ruedas), yo también les daría un premio y un abrazo. Qué guay la gente pionera!!
Muchas gracias, Txiki. Saludos cordiales!
Más que el por el premio recibido, felicito a los hermanos Martínez Bujanda por su sensibilidad y buen hacer. Me permito decir lo siguiente: alguien que trabaja de esta manera sólo puede hacer buenos vinos. No los he bebido, así que los buscaré, los cataré y los beberé con placer. Brindaré por Ana y por el ejemplo que encarna con su bodega familiar.
Zorionak!!!
Eskerrik asko, Kepa Urdangarin. Me sumo a tu brindis… y lo amplío a todos l@s vitivinicultores-as de Rioja Alavesa. Saludos!!!
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios. Os aseguro que nos animan a seguir trabajando en esta linea. Los premios son bien recibidos pero lo que de verdad nos gusta es ver la bodega con personas disfrutando de nuestro enoturismo, independientemente de su situación personal. Gracias a todos.
Muchas gracias, Ana Martinez Bujanda. Zorionak por manera vuestra, tan colectiva e innovadora, de «disfrutar». Salud para seguir en esa línea los años que haga falta. Con tanta alma depositada en vuestro quehacer. Saludos cordiales.