Mar 19, 2023

Todos los sentidos en el vino, incluido el del humor

 

El sonserrano Eduardo Monge dedicó 20 años de su vida a transportar vino de diferentes bodegas de Rioja, a Bilbao, Donostia, Vitoria o Madrid.

Entrevista a Eduardo Monge de la bodega Monge-Garbati

HOY la furgoneta está solo al servicio de Bodegas Monge-Garbati.

En 2003 tomó la decisión que ha marcado su existencia, trabajando sus viñas, construyendo la pequeña bodega Monge-Garbati, a la que ha sabido dotar de vinos y sentido del humor.

Mil caminos tiene la existencia humana. El abuelo de Eduardo tenía cuarenta viñitas, corros pequeños de cepas y uvas a las que se entregó mientras pudo. Una pena que muriera tan joven. Su hijo Pedro se encargó, con apenas 12 años, del campo y las viñas. Todo parecía indicar que el nieto de Pedro, haría lo propio.

PEDRO-PETACA

ABUELO Pedro, alias Petaca, rodeado de cepas de una de sus viñas.

Pero las viñas tuvieron que esperar a que Eduardo Monge hiciera con su furgoneta más de dos millones de kilómetros y tuviera unos cuantos sustos por la nieve y el hielo sobre el asfalto…

Hasta que un día, por fin, decidió, como tantos de sus amigos enólogos y bodegueros, imaginar una vida llena de nuevos vinos, de proyectos personales, alguno de ellos cargado de buen humor.

“Mi padre fue fundador de la Cooperativa de San Vicente, pero yo me he dedicado veinte años a transportar vinos de otras bodegas, tanto de Rioja como de Rioja Alavesa. Repartía vino, mientras mi padre guardaba y cultivaba las viñas”.

Entrevista a Eduardo Monge de la bodega Monge-Garbati

EDUARDO Monge, de rodillas ante una de sus cepas centenarias.

«Dar ‘vidilla’ a este mundo»

Julio Flor / San Vicente de la Sonsierra

.- ¿Qué pasó para que dejaras el transporte por carretera?

Que estaba un poco harto. Además, tenía dos viñas que se las había comprado a mi padre. Bueno, realmente eran de una tía, que se las quería vender a mi padre, y él me preguntó si quería comprárselas yo. “Pues venga padre, sea”.

.- Tu padre había trabajado toda la vida como viticultor.

SUS-PADRES

EDUARDO con sus padres Luci y Pedro, siempre tan generosos.

Toda su vida, sí, en esas viñas que compré yo a mi tía, y en otras. Mi abuelo tuvo cuarenta viñitas, que las fue vendiendo, cambiándolas, para tener viñas más grandes. Eso era muy normal en San Vicente de la Sonsierra, al igual que ocurre en Rioja Alavesa.

Entrevista a Eduardo Monge de la bodega Monge-Garbati

MANO del viticultor de San Vicente de la Sonsierra.

.- ¿Cuántos hermanos o hermanas tenía tu padre?

Tenía tres hermanas. ¿Qué pasó? Que su padre, mi abuelo Pedro, murió joven. Así que a los 12 años mi padre se encargó él del campo, de las viñas, y de mil tareas más. Alguien tenía que hacerlo, y fue mi padre.

.- Supongo que te cansaste del trabajo como transportista.

Sí, porque hacía muchos kilómetros. Iba sobre todo a Bilbao, pero también a Vitoria, San Sebastián, Madrid… siempre llevando vino de diferentes bodegas. En el 2003 mi padre dijo que se jubilaba. Los últimos años yo hacía unos 115.000 kilómetros o más con la furgoneta, todo el día viajando, repartiendo vino aquí y allá.

BODEGA-VISIT

LA furgoneta de Eduardo, aparcada delante de su bodega.

.- “¡Ya está bien!”, dijiste.

En Navidad era una pasada, que por entonces había muchos más regalos y cestas que ahora. He llegado a ir a Bilbao y volver hasta tres veces en el mismo día. Cargaba por la noche en Rioja o Rioja Alavesa, madrugaba mucho, descargaba el vino, volvía aquí a cargar… O iba a Madrid, descargaba, volvía aquí, y cargaba de nuevo para ir a Bilbao.

El tránsito de transportista a vitivinicultor

.- Así que cambiaste de vida completamente.

Entrevista a Eduardo Monge de la bodega Monge-Garbati

En un principio no pensé en construir una bodega. Estaba muy interesado en los cambios de los vinos de Rioja. En San Vicente todos los amigos o son enólogos o tienen viñas.

Cuando Artadi y Sierra Cantabría empezaron con los vinos modernos, solía hablar con los Eguren del cambio de Rioja, que por entonces hacían unos vinos que me encantaban.

Entrevista a Eduardo Monge de la bodega Monge-Garbati

.- Viste llegar un mundo nuevo a tu vida.

Cuando mi padre me dijo que se jubilaba yo le comenté que estaba cansado de tanta carretera. Nunca había tenido un accidente, pero sustos tuve unos cuantos, sobre todo en invierno con la nieve y el hielo. “¿Por qué no me ocupo de las viñas que me van a corresponder y me hago una bodega?”, me dije.

.- Ya estabas casado con tu esposa Lorena Garbati.

Sí, pero ella no estaba tan ilusionada como yo con la viticultura. Era una época buena la del 2003/2004, que en los Bancos te daban lo que pedías. Decidí llevar las viñas de la parte norte del pueblo, ya que mi padre tenía viñas en los dos extremos, junto al Ebro, y luego éstas de aquí arriba, a 600 metros de altitud.

CEPA-BASTON

CEPA vieja apoyada en un «bastón» de hierro, bien cuidada por Eduardo.

APOYA-PIEDRA

CEPA centenaria apoyada en una piedra para seguir dando fruto.

CEPA-CAIDA

CEPA caída que, como tantos humanos, se ha vuelto a levantar.

.- ¿Qué pensaste?

En hacer una bodega pequeñita. Qué ilusión! Hablando con mis hermanas llegamos a un acuerdo y yo me quedé las viñas de la parte de arriba, que eran cinco hectáreas.

«En 2003 sabía de Viñas, pero no de Enología»

.- Entonces no sabías cómo se elaboraba el vino. ¿O sí?

Noo. Sabía de viñas gracias a las enseñanzas de mi padre, como cualquier chaval que desde los 9 años estaba pisando viña. Aprendes viendo. Me enseñó a podar, espergurar… Pero no a elaborar vino, porque él no sabía hacerlo.

Entrevista a Eduardo Monge de la bodega Monge-Garbati

.- Estoy imaginando qué pasó.

Sí, aprendí gracias a los amigos del pueblo. Cuando ellos dejaban su trabajo en sus bodegas, se pasaban por la mía a las 11 de la noche. Amigos como José María Pangua, que es enólogo, o Jesús Mendoza de Remírez de Ganuza, me ayudaron bastante. O Joaquín Sáez que trabaja en Eguren…

Tuve la suerte de estar muy bien arropado.

Enologo-Mendoza

JESÚS Mendoza, de Remírez de Ganuza, generoso con Eduardo.

.- ¿Con qué primeros vinos comenzaste?

Empecé con un blanco de mi viñedo centenario, este que ves junto a la bodega, donde hoy tengo NUEVE variedades de blanco, las que existían y las que yo he ido plantando. Luego llegó el “Viña Ane Autor”, y “Viña Ane Selección”. Así empecé.

.- Vuestra hija Ane ya estaba en este mundo.

Ane dio nombre a nuestra bodega y nuestros vinos. Hoy tiene veinte años. Nosotros arrancamos con la bodega en 2004. Saliendo al mercado en 2006, porque todo nuestro vino pasa por barrica.

BLANCO-9-UVAS

NUEVE variedades para el blanco Viña Ane Centenaria.

.- Habías dejado atrás la vida del transportista.

“Esto es lo mío”, me dije. Me sorprendía lo rápido que pasaba el tiempo cuando estaba en la viña: “Joder, si ya es la hora de volver a casa”, “Pero cómo es posible que ya se haya hecho de noche”.

Empezar con «buen pié» ganando en toda la DO

.- ¿Con qué pié empezaste en el mundo del vino?

Empecé con muy buen pié porque Mikel Zeberio sacó mis vinos en el DEIA, que tuvieron buena aceptación. Luego me llamaron para contarme que en el Villa-Lucía hacían unas catas para que me presentara a un concurso donde daban un único premio al “vino más innovador”.

FOTO-VILLALUCIA

EDUARDO y su esposa Lorena Garbati en el centro de la foto.

.- Lo veo venir, Eduardo.

El primer año había ganado Remírez de Ganuza con su ‘Trasnocho’. En la tercera edición quedamos tres como finalistas. Recuerdo que estábamos en Vendimias. Así que dejé de vendimiar para ir al evento. Acudí con unos primos que estaban haciendo un hotel en San Vicente, que bromeando me decían si ya había preparado el discurso.

Iba con unos vaqueros y una camisa. Les dije “¿Cómo me van a premiar, si a mí no me conoce nadie?”. Fue muy bonito ganar aquel concurso.

Entrevista a Eduardo Monge de la bodega Monge-Garbati

LA reseña periodística, inolvidable, cuelga de una pared de la bodega.

.- ¿Qué añada fue aquella?

Mi primera añada, la de 2004.

.- Fue un campanazo!

El vino se llamaba “Viña Ane Selección 2004”. No me lo podía creer. Pensé que era un evento normal, pero al llegar empezamos a ver televisiones, periodistas… Aquel premio me dio alas, me dio vida. Y para mi mujer también fue un momento feliz.

Empezar siendo en un concurso “el mejor vino de Rioja” de los muchos que se presentaron fue un subidón.

BODEGA-NEVADA

VIÑA Ane, con su viña centenaria cubiertas de nieve.

«Voy claramente a por la calidad»

.- A partir de ese buen comienzo ¿qué paso?

Trabajo y más trabajo. Luego vinieron otros premios. El año pasado una revista digital me otorgó en Logroño el premio “al mejor vino de La Rioja” y me lo dieron a mí con el blanco de las nueve variedades, el “Viña Ane Centenaria”.

.- ¿Qué has querido hacer con tus vinos?

Que trasladen la zona Sonsierra, sobre todo, y un poco de mi personalidad, porque a la hora de podar lo hago de una manera, y a la hora de seleccionar yo selecciono la uva tres veces antes de vendimiar. Voy claramente a por la calidad.

Entrevista a Eduardo Monge de la bodega Monge-Garbati

.- Explícanos eso de que seleccionas la uva tres veces antes de vendimiar.

Cuando empieza el envero al últimos del mes de julio, lo que suelo hacer es ir a las cepas y quitar algunas uvas para que estén sueltas y no formen ‘pelotas’. Luego a primeros de septiembre quito las uvas tardías, las que no maduran como las demás, esas van fuera, al igual que los racimos más grandes. La última selección la realizo justo antes de vendimiar.

Luego vendimiamos con dos tractores y dos remolques pequeños, donde metemos 1.800 kilos. El hollejo es muy duro, tampoco cargamos tantos kilos, que lo llenamos en hora y media, entrando enseguida en la bodega, pues tengo las viñas a cinco minutos.

.- ¿Qué más haces?

Si una cepa tiene entre 18 y 20 racimos, si son pequeñas le dejo entre 12 y 14, y si son más grandes, solo les dejo entre 7 y 8.

VINA-VERANO

UNA de sus viñas, fotografiada a finales del verano.

Premio en el hotel Domine de Bilbao

.- En estos 20 años, ¿qué otros momentos has vivido además de aquel primer premio tan sonado del Villa-Lucía?

Me dieron otro premio importante en Bilbao, en el hotel Domine, hace cuatro o cinco años, con vinos de diferentes denominaciones. Había vinos de Rioja, Ribera, el Priorat… unas cuarenta bodegas. Allí gané con “El Laberinto de Viña Ane”, del que luego te quiero contar una historia. Se me pusieron los pelos de punta, claro.

.- ¿Cómo conociste a tu esposa, la bilbaína Lorena Garbati ?

Hace mucho años en su familia andaban mal de los bronquios, así que los enviaron a veranear a Rioja. Fueron a Briones, y mi suegro solía venir aquí a las fiestas de San Vicente. Ahí fue donde conoció a mi suegra. Con el tiempo volvían todos los fines de semana de Bilbao. Lorena nació en la capital vizcaína, pero se pasaba aquí todo el verano y muchos fines de semana.

Entrevista a Eduardo Monge de la bodega Monge-Garbati

LORENA en una fotografía de la bodega Monge-Garbati.

.- ¿Estaréis enamorados de Bilbao, además de San Vicente?

Mucho. He sido muy amigo de Pedro Aurtenetxe, así que he ido mucho a ver jugar al Athletic.

.- Aquí en San Vicente tenéis una peña del club rojiblanco.

Muy importante, organizando una fiesta todos los años, juntándonos a comer unas doscientas personas de aquí y de allá.

Bodega familiar de 35000 botellas

.- ¿Qué me dices de este mundo del vino en el que te has metido?

NOMBRE-ICONO

Estoy orgulloso del camino recorrido. La verdad es que no esperaba hacer unos vinos de tanta calidad como los míos.

.- ¿Qué te hubieras perdido de haber seguido de camionero hasta tu jubilación?

Sobre todo las fiestas que hemos montado en la bodega, y toda la gente estupenda que he conocido. Me habría perdido muchas cosas, muchas vivencias extraordinarias, muchas emociones. Porque lo otro era monótono.

.- ¿Qué no sabe la gente de una bodeguita pequeña y familiar que produce 35.000 botellas al año?

No sabe que nosotros hacemos todo, que no tenemos horarios, trabajando sábados y domingos.

“¿Cuánto vale esta botella?”, te preguntan. Cuando le dices que 8 euros, te responden que les parece caro. “Usted no sabes todo el trabajo que hay detrás de ese vino”, les digo. “Caro es un botellín de agua, o una Coca-cola, pero aquí tienes que estar todo el día en la viña o en la bodega”.

Entrevista a Eduardo Monge de la bodega Monge-Garbati

EDUARDO nos muestra uno de sus vinos, con su mano de cepa.

.- A tu bodega les has incorporado el sentido del humor con el nombre de alguno de tus vinos.

Cómo no, el sentido del humor ha de estar en todo. El vino ha de tener toda la calidad que se pueda. Hay que poner en él todos los sentidos,  también el sentido del humor.

«Pijus Magnificus», un vino de película

.- Ahí está ese vino “Pijus Magnificus” sacado de la película “La vida de Bryan”, de los Monty Python,

Vi aquella película en 1979 en Logroño. Luego la he visto muchas veces más.

Vida-Bryan

FOTOGRAMA de la película «La vida de Brian», de los Monty Python.

Con la pandemia, en el 2020, cuando no sabía qué iba a ser de nosotros, le dije a mi mujer que quería hacer un nuevo vino de la viña centenaria con tres uvas diferentes.

“Y le voy a llamar Pijus Magnificus”.

“No te atreverás”, me soltó ella.

.- Te diría que te habías vuelto loco.

Eso me decía. “Estamos alcanzando fama con los vinos, Eduardo, a ver si se van a reír de nosotros”. Le contesté “que se rían lo que quieran, va a ser un vino caro y lo sacaremos con una botella especial”.

Monty-Python

GRUPO británico de cómicos, conocidos como The Python.

.- “No te vas a atrever”.

Lo primero que hice fue patentarlo, que no me podía creer que nadie lo hubiera pensado antes que yo. El primer año hicimos una barrica. Y antes de sacar al mercado las 245 botellas del Pijus Magnificus ya se agotó, vendiendo cada botella a 80 euros. A partir de ahora sacaremos 500 botellas, que es lo que da.

.- ¡Quién no ha visto esa película de los británicos The Python varias veces, quién no se ha tronchado de la risa con La vida de Bryan!

Un día Lorena me llamó para decirme “veo que has patentado el nombre ‘Pijus Magníficus’, porque acaba de llegar una carta a casa informándonos que Eduardo Monge tiene la patente del nombre. Eres un capullo”. Jajaja.

Entrevista a Eduardo Monge de la bodega Monge-Garbati

PIJUS Magnificus, cual botella para cava fue vendida de un soplo.

Sacamos la primera añada en julio de 2022. El proceso de ese vino es que metemos las tres variedades en un depósito pequeñito donde hacemos los remontados, bajamos el sombrero… lo típico. La cuestión es que tenemos muy buena uva, y buena barrica de roble francés, donde se pasa doce meses.

Capacidad para reírnos de nosotros mismos

.- Es una botella muy especial.

PIJUS-CAJA

LA botella «ánfora», con su nombre en grafía romana.

Entrevista a Eduardo Monge de la bodega Monge-Garbati

LA historia de un guión de cine hecha vino llegó a la prensa escrita.

Queríamos que se pareciera a un ánfora. Finalmente esta que ves es la que encontramos. El distribuidor de Barcelona me dijo que estaba pensada para albergar cava. Cuando recibí la botella de muestra la llevé al corchero, que me dijo que meteríamos un corcho de 45 en su cuello cortito. Al final salió todo muy bien.

.- ¿Algún proyecto más entre manos?

Este año hemos preparado una barrica de blanco porque amigos y conocidos me han pedido que hiciéramos otro vino con el nombre de la esposa de Pijus Mgnificus, que en la película se llama ‘Incontinencia Suma’

Icono-Barrica

Sabía que ese nombre no estaría patentado. Así que pedí la patente. Se lo he dicho a Lorena: Hay que dar vidilla a este mundo, y hay que reírnos de nosotros mismos.

.- Me querías hablar de “El laberinto de Viña Ane”.

Este es un vinazo. Quiero que contemples bien esta fotografía de la viña situada bajo el Toloño. Va de arriba hacia abajo, y aquí hay una vaguada, pero verás una franja donde cambia el color de la viña.

FRANJA-FALSAS

«VERÁS una franja de cepas donde cambia el color de la viña»

.- ¿Qué ocurre con esa franja?

Mi padre siempre la llamaba “de cepas falsas”. Esas cepas cuando viene la primavera, con la floración y la ligación, esas cepas no ligan como es debido, así que los granos serán muy pequeños. Esos granos, cuando los pruebas en octubre, antes de vendimiar, están verdes, no valen. Es uva mala.

Historia de las «cepas falsas»

.- Pero…

A mí me pasó algo curioso, pues cuando viene la floración, si no liga la flor se cae toda al suelo, y no tenemos granos en esa franja.

Entrevista a Eduardo Monge de la bodega Monge-Garbati

DIFERENCIA de color entre las «cepas falsas» y el verde de sus hermanas.

Es decir que no es una cepa falsa de las que sí liga pero los granos son pequeños y astringentes. No. En esa franja del viñedo unos años no tenemos uvas, pero el año que trae, la uva viene con el grano intermedio. Así que ese vino salió sin querer.

.- ¿Qué pasó?

Cuando en el 2004 cogí la viña, no ligó la floración hasta el 2009. Así que le dije a mi padre que la zona de “cepas falsa” había ligado. “Mira, mejor para ti, más uvas vas a tener”.

ENCUENTRO-fortuito

VIÑAS llenas de sorpresas, con «cepas falsas» y otros enseres.

.- ¿Por qué no se arrancaron aquellas cepas?

Porque dentro de las ‘cepas falsas’ hay otras cepas normales. Mi padre me decía que marcara las cepas con cintas y luego las injertara con unas púas, pero yo andaba muy liado con los comienzos, porque hice la bodega y seguía haciendo portes, hasta que lo dejé definitivamente cuando salí con mis vinos al mercado en 2006.

.- Qué ocurrió en el 2009 con “las cepas falsas” que resultaron ser otra cosa, y no falsas

Habían ligado todas las cepas. Cuando en septiembre miramos el grado, la acidez, el color, probé las uvas y sentí en la boca una explosión de fruta, de tal manera que al escupir la uva salía ‘tinta china’ de mi boca, increíble. “Hostias, pero qué es esto”. Nunca había probado un Tempranillo así.

PREMIO-2021

UN PREMIO más, del Diario de Vendimia 2021, para Viña Ane.

.- «¡Qué cosa la Naturaleza!», diría mi abuela.

Es el mismo Tempranillo, pero plantado en una vaguada de terreno, como una hondonada. Lo de esa franja es impresionante. Y el fruto que da, cuando lo da, es aún más cautivador.

La etiqueta del pintor José Urízar

Antes de vendimia, estando en la cama sin poder dormir, dándole vueltas a la cabeza, me dije: “Y por qué no lo vendimio con la familia, lo elaboro en un depósito pequeño, que sacaremos unos 1200 kilos, tres barricas, y planteo un nuevo vino”.

.- Todavía no tenías el nombre para ese vino con las cepas que fructifican cada 4 años…

Aquel año vino aquí por casualidad el pintor José Urízar, de Briñas, que es un gran catador.

DIBUJO-BAI

EL dibujo de Urízar se convirtió en etiqueta y dio nombre al nuevo vino.

A Urízar le conté que había hecho un vino nuevo de «cepas falsas». “¿Y qué es eso? Explícamelo”. Lo probó de la barrica, diciéndome que le recordaba al Cirsion de Bodegas Roda, un vino que hoy se vende a 210 euros la botella. “¡Pero qué me estás diciendo!”, le solté muy sorprendido, “joder, Urizar, acabo de crecer una cuarta”.

.- Algo más pasó con José Urízar.

Cuando ya se estaba marchando le propuse “tú que eres artista ¿por qué no me haces una etiqueta para este vino?” Y me dibujó ese cuadro que tengo ahí en la pared. Ese es el original. Yo había pensado llamar al vino “Cepas falsas”, pero a raíz del dibujo de Urizar le cambié el nombre por “El laberinto de Viña Ane”.

Entrevista a Eduardo Monge de la bodega Monge-Garbati

«EL Laberinto de Viña Ane» en mi mano .

CONTRA-ETIQ

CONTRA ETIQUETA de una historia singular.

Fue la añada 2009. El 2010 no me dio uvas. 2011 y 12, sí. 13, no. 14, 15 y 16, sí. 17, no. Y ahora va trayendo todos los años, aunque en el 2019 sólo dos barricas.

.- Ya no son “cepas falsas”, sino muy verdaderas.

No son cepas falsas porque cuando da uvas, las da perfectas, en racimitos pequeños.

.- Pero sigues escupiendo ‘tinta china’, ‘pintando’ con con tu boca el paisaje.

Es una cosa muy curiosa.

Entrevista a Eduardo Monge de la bodega Monge-Garbati

EDUARDO con su primer trofeo, posando para el Blog Rioja Alavesa.

Ampliación de Viña Ane

.- Este año 2023 vas a inaugurar la ampliación de la bodega. La pequeña bodega es ahora un poco más grande.

Sigue siendo pequeña para lo que hay por ahí. Y yo voy a seguir sacando 35.000 botellas al año. Lo que tengo ahora es un mayor desahogo, pudiendo hacer un poco mejor las cosas.

Ampliar-bodega

EL viticultor sonserrano en la zona ampliada de Viña Ane.

.- ¿Qué pasa con vuestra hija Ane? ¿Hay relevo para esta pequeña bodega de San Vicente?

Ay, madre. Ella da nombre a mi bodega y a mis botellas de vino. Eso ya es mucho. Ahora está estudiando Comunicación Audiovisual en Madrid, pero a ella le gusta cantar, y tiene un bonito proyecto entre manos, con un productor, y una gran voz que viene de su madre, que canta muy bien las jotas navarras, las más difíciles.

Ane ha grabado varios vídeos en Bilbao y Madrid. Luego te pongo uno (al verlo y escucharlo compruebo que hay una gran artista en Ane). Mira, aquí tengo una foto de cuando era niña vendimiando en una de nuestras viñas.

Entrevista a Eduardo Monge de la bodega Monge-Garbati

ANE Monge Garbati, con aquellas primeras uvas vendimiadas.

.- ¿Qué le dices a Ane?

Mirando la foto con ella le digo “esta es la primera uva que vendimiaste, y la última”, jajaja. A veces nos ayuda a etiquetar. Yo ya voy a a cumplir 60 años. Esto no me aburre para nada, la verdad. No sé lo que va a pasar.

Me daría pena que mi proyecto no siguiera adelante con ella, porque aquí hemos montado muchas fiestas, muchas juergas, y aquí hemos pasado media vida trabajando y disfrutando de lo lindo.

18 respuestas a “Todos los sentidos en el vino, incluido el del humor”

  1. Ada Sanchís dice:

    Qué bueno. Pequeña bodega, pero con tanto que ofrecer. Enhorabuena

  2. Azucena Marchante dice:

    He visto «La vida de Brian» al menos seis veces. De haberlo sabido hubiera reservado una botella de ese vino «Pijus Magnificus» en homenaje a la risa y la alegría. Al sonreír movemos al menos 12 de los 36 músculos que componen las expresiones faciales. Qué decir de los beneficios de la risa… casi tantos como los de los buenos vinos, o más. Los de Cádiz sabemos bien las dos cosas, jeje

  3. Juan Aguilera dice:

    Me ha sorprendido casi todo. Ese cambio de profesión -aunque tiene tela el mundo del transporte-, volviendo a comenzar casi de cero, levantando una bodega de la nada. Qué decir de la puesta en marcha del vino Pijus Magnificus. Qué grande. Qué ojo más preclaro para el marketing. Si se hace bien, la iniciativa personal puede resultar una gran palanca de éxito.

    Qué decir de la historia de las cepas falsas, de las que no había oído hablar jamás. Lo que enseñan esas cepas verdaderas que dan fruto cuando pueden o cuando quieren, a saber. Tan frutales, con su tinta china de calamar, jajaja. Qué listas son!!

  4. Maite dice:

    Mucho mérito, Eduardo y Lorena. El trabajo, la sabiduría, el amor y…el humor, han dado sus frutos.
    Qué la vida os siga sonriendo, suerte en todos vuestros proyectos!!!

  5. Karlos del Río dice:

    Qué reportaje tan bonito y tan humano, como son Lorena y Eduardo. Hacen unos vinazos espectaculares. Seguir así. Ya sabéis que pronto nos vemos. Un besazo

  6. MARIVI FREJO dice:

    Zorionak de corazón a Lorena y Eduardo. Me alegro infinito de todo lo que estáis consiguiendo, creo que os lo merecéis más que nadie, porque sois muy buenos y muy buena gente. Es una suerte conoceros, hablar de vosotros me llena de orgullo y satisfacción…como decía aquel. Un abrazo a los dos y por muchos, muchos años de vinos ricos y de risas

  7. Angel Alonso dice:

    ¿Qué decirte mi gran amigo?, o casi me atrevo a llamarte mi hermano.

    Tengo la gran suerte de haber conocido a Eduardo allá por septiembre de 2009, en un momento complicado para mí por diferentes razones.
    Puedo decir que soy un apasionado del mundo del vino en todas sus fases, desde el trabajo de campo hasta la bodega y posterior crianza.
    En aquella época recuerdo que solía hacer enoturismo por La Rioja y por otras zonas vitivinícolas de la geografía española.
    Después de visitar muchas de las bodegas “grandes” seguía teniendo mil dudas sobre cómo se hacían las cosas y es que en la mayoría de las bodegas te suele atender una señorita dándote una charla que se ha aprendido muy bien, pero cuando uno plantea una cuestión un poquito técnica, tratan de salir al paso sin aclarar duda alguna.
    Afortunadamente hay bodegas en las que te atiende gente como Eduardo, que vive con pasión todo lo que hace y explica sin tapujos todo tipo de consultas, tal y como lo hizo conmigo.

    Eduardo, Tt animo a continuar tal y como lo estás haciendo, porque gracias a personas como tú, otros podemos disfrutar de una buena botella de vino en un momento especial, en un lugar determinado y con la compañía de algún amigo que se lo merece.
    Gracias por poner tu alma en el vino. Gracias por ser buen amigo y mejor persona.
    Te auguro un futuro lleno de satisfacciones, te lo he dicho muchas veces….
    Un abrazo.

  8. Rafa dice:

    Tengo la suerte de conocer a Eduardo y su proyecto de Viña Ane. Una gran persona, enamorada de lo que hace, que crea unos vinos extraordinarios con unos matices propios y una gran calidad, que nos hacen disfrutar de sus vinos, tanto del blanco Centenaria como de la gama de tintos Autor, Selección, Laberinto y el más especial Pijus

  9. Vanessa Alutiz dice:

    Orgullo de familia ???

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Recibe nuestras novedades

Newsletter

Acepto que Blog Rioja Alavesa utilice mis datos para acciones de marketing

Rioja Alavesa
Hazi
Cuadrilla de la guardia