SIRVA la imagen para decir que navegamos durante cientos de siglos bajo esta Sierra eterna.
Se define “misterio” como el hecho cuya naturaleza, causa, origen o razón de ser no tiene aún la explicación debida, o no se puede entender. Ese enigma, esa intriga, el arcano del misterio, su profundo secreto, ha permanecido oculto, si bien nuestra tarea ha sido contar lo que sabemos, lo que hemos conseguido desvelar.
ÉSTE fue el primer dolmen que se localizó en Rioja Alavesa, en 1935, hace solo 86 años.
6720 años de prehistoria es la fecha más antigua de Peña Larga, pero hay piezas sueltas recuperadas en los niveles inferiores del poblado de La Hoya que pueden pertenecer al Paleolítico Medio, cuyo margen cronológico se sitúa entre los 300.000 y los 40.000 años.
HEMOS avanzado mucho en los misterios de los dólmenes de Rioja Alavesa, pero…
.- “¿Pudo haber Neandertales entre la Sierra y el Río?”, me pregunta el director del Blog.
“Pudo haberlos y pudo no haberlos. Se han encontrado industrias líticas correspondientes a aquella época… pero a ellos o a ellas no se les ha encontrado”.
Un misterio enorme permanece.
CERÁMICAS y huesos de animales domésticos encontrado en los dólmenes.
JAVIER Fernández Eraso. Catedrático de Prehistoria. Colaborador Honorífico de la UPV/EHU.
Para finalizar con la serie “Tierra de Dólmenes”, en esta última entrega nos vamos a referir a los dos últimos dólmenes, EL ENCINAL y LOS LLANOS.
No los juntamos porque sean dólmenes menores, o porque desmerezcan de sus hermanos ciclópeos, no. Sencillamente es una cuestión de falta de información o de resultados.
En El Encinal, durante la primera campaña de 1951, se recuperaron muy pocos artefactos y ningún hueso. De la segunda intervención de 2017 y 2018 solo se han publicado los avances preceptivos en la revista del Gobierno de Vasco “Arkeoikuska” (Niso et al. 2018; Ordoño et al. 2019).
EL VIAJE en el Tiempo que hicimos en 2018 inspiró esta serie. (En el dolmen LOS LLANOS).
El caso del dolmen de Los Llanos es muy similar, aunque fue excavado entre 1985 y 1987, no existe aún una memoria completa y solo tenemos los avances publicados en “Arkeoikuska” (Vegas, 1986, 1987, 1988).
Ambas arquitecturas megalíticas se emplazan muy cerca la una de la otra entre Elvillar y Kripan y junto con el de Layaza son las que están más próximas a la Sierra de Cantabria.
El dolmen de El Encinal se localiza en el término municipal de Elvillar/Bilar.
Se accede a él tomando la carretera-3228 que une las localidades de Elvillar/Bilar y Kripan, entre los puntos kilométricos 70 y 71 se accede al camino de parcelaria que conduce al término de Santa Agueda y, al final de éste, se continúa por la derecha y a 300 metros, a la derecha, se emplaza la arquitectura funeraria. Está provisto de aparcamiento y un panel explicativo.
Localización del dolmen de El Encinal. Vuelo Americano 1945/46.
Fue descubierto en 1943 por Domingo Fernández Medrano. Se trata de un sepulcro de corredor construido por “arenisca local. Túmulo poco acusado, salvo en el lado septentrional, donde se aprecia un montón de piedras hasta el nivel de la losa norte de la cámara sepulcral.
La cámara de planta poligonal, con corredor en el lado SE. Seis losas forman un recinto cuyo eje mayor mide 2,96 m y el menos 2,50, y una altura de 2 metros a juzgar por la altura de las losas laterales. Falta la cubierta.
El corredor, formado por cuatro losas, tiene una longitud de 3 m y una anchura media de un metro. Tampoco posee cubierta el corredor” (Barandiaran y Fernández Medrano, 1958, p. 145-148).
Planta del dolmen (Barandiaran; Fernández Medrano, 1958).
El dolmen ha sido objeto de intervenciones arqueológicas en dos ocasiones.
La primera en septiembre de 1951 por su descubridor. Esta intervención se centró en la cámara y arranque del corredor. Todo el interior se encontraba removido y se pudo recuperar un ajuar muy escaso, formado por huesos humanos rotos (un fragmento de maxilar inferior), dos percutores de arenisca, un punzón de hueso y doce fragmentos cerámicos lisos o con impresiones digitales. En la periferia, junto al túmulo se recuperó un hacha pulimentada de ofita.
EXCAVACIÓN de 1951 (Barandiaran; Fernández Medrano, 1958).
MATERIALES de la campaña de 1951 (Apellániz, 1973. Barandiaran; Fdez Medrano, 1958).
La segunda intervención se realizó entre 2017 y 2018 siendo dirigidas respectivamente por Javier Niso y Javier Ordoño. En ella se extrajo la tierra que había caído en el interior de la cámara y se excavó una zona intacta que no había sido localizada en la campaña de 1951 y, de igual modo, se localizó una parte intacta al final del corredor.
El ajuar recuperado está formado por una punta foliácea, “microlitos geométricos”, un raspador sobre lámina, tres productos de talla en sílex, varios fragmentos cerámicos fabricados a mano, junto a otros vidriados, un canto de cuarcita, un posible molino en arenisca, cuentas de collar, un botón de doble perforación en “V” y una chapa de oro. En un hoyo en el interior de la cámara re recogió un camafeo de época romana.
MATERIALES de la intervención de 2018 (Ordoño, 2019), con el camafeo romano entre ellos.
El rito funerario practicado en el dolmen fue el de inhumación por deposición de los cadáveres en superficie. En la campaña de 2018 se recogieron restos pertenecientes, al menos, de 19 individuos.
Hasta el momento se han publicado dos dataciones por carbono 14:
La primera cronología procede de un carbón recuperado en una zona del túmulo, que los excavadores afirman que se encontraba alterada y la segunda de otro carbón recuperado bajo el túmulo y asociado a un conjunto lítico. Hay que esperar al resultado de las dataciones de los restos humanos recuperados en la cámara. La data más antigua conocida hasta hoy no parece que tenga relación con la sepultura pues en esa época no se habían levantado aún, en esta zona, arquitecturas funerarias.
El dolmen ha sido objeto de restauración en dos ocasiones La primera en los años 70 del pasado siglo. Consistió en la construcción de un murete de piedra seca en una zona de la cámara en la que no se había localizado ningún ortostato y colocar morteros de cemento entre los ortostatos.
ESTADO del dolmen hasta la intervención de 2017.
La segunda restauración se realizó finalizada la intervención de 2018. Se restituyó en túmulo arrojando piedra sin ningún tipo de orden tal como se hizo en los dólmenes de El Alto de la Huesera y El Montecillo, y se aseguraron las losas entre sí mediante mecano tubos.
El resultado es el que se puede ver en las siguientes imágenes:
ESTADO actual de la cámara.
ESTADO actual del túmulo.
Se localiza en el término municipal de Kripan, en el paraje de Los Llanos.
Se accede a él tomando la carretera A-3228, que une las localidades de Elvillar-Bilar y Kripan, poco antes del kilómetro 73 se abre un camino asfaltado, en pendiente a la izquierda y, tras caminar unos 300 metros, se llega al dolmen. Posee un lugar de aparcamiento y un panel explicativo.
Imagen del dolmen Los Llanos. Vuelo Americano de 1945/46.
Fue descubierto por José Ignacio Vegas, Zoilo Calleja y Nunilo Ceballos en 1982.
Se trata de un sepulcro de corredor construido mediante losas de arenisca local. No se encontró la losa de cubierta.
Está compuesto por una cámara hexagonal, conformada mediante siete losas que delimita un espacio funerario de 2,90 por 2,75 metros, un corredor formado por 5 losas con unas dimensiones de 6 metros de largo por 1,30 de anchura y un túmulo, de planta circular, elaborado sobre una elevación natural teniendo como finalidad una mayor visibilidad del monumento.
El dolmen Los Llanos en proceso de excavación (Vegas, 1987).
Fue excavado por José Ignacio Vegas entre 1985 y 1987. Durante las excavaciones, se pudieron definir fases generales (Neolítico y Calcolítico), con tres niveles diferentes pertenecientes al Neolítico Final, a un Calcolítico Precampaniforme y un nivel con nivel Campaniforme.
El ajuar recuperado está formado por artefactos muy significativos dentro de cada periodo. En el nivel inferior, Neolítico, destaca un ídolo-espátula completo, piezas geométricas en sílex, un hacha pulimentada.
En el nivel Precampaniforme se localizaron ojivas foliáceas y puntas romboidales y con aletas incipientes manufacturadas en sílex. En el nivel Campaniforme, fragmentos de un vaso de estilo Ciempozuelos, un brazal de arquero, un anillo de cobre, cuentas de hueso y una de oro.
ÍDOLO-Espátula. (Foto J.A. Mujika).
El ritual funerario, como en todos los dólmenes riojano-alaveses, es el de inhumación mediante deposición del cadáver en la superficie del recinto funerario. En total, se ha podido establecer un NMI aproximado de 100 individuos.
Hasta el momento se han publicado cuatro dataciones obtenidas mediante carbono 14:
De estas dataciones se puede deducir que el dolmen fue levantado y utilizado por vez primera durante el final del Neolítico y que estuvo en uso a lo largo de todo el Calcolítico. En los textos publicados, su excavador señala una posible ocupación durante el inicio de la Edad del Bronce localizada a la entrada del corredor por medio de un conjunto de huesos quemados.
El dolmen fue objeto de restauración al finalizar las intervenciones arqueológicas. Se colocaron los ortostatos de la cámara en su emplazamiento original, uno de ellos estaba caído en su interior, se consolidaron los ortostatos y se aseguraron con morteros. En el interior de vertió una capa de cascajo para evitar el crecimiento de vegetación.
DOLMEN Los Llanos en su estado actual.
Ha pasado mucho tiempo desde que el Blog Rioja Alavesa tuvo a bien publicar un primer escrito titulado “Sentido y sensibilidad” en el que intentaba hacer una reflexión sobre la estación dolménica de Rioja Alavesa. Me lamentaba entonces de su estado, de las malas praxis que habían conducido a unas restauraciones lamentables… y ese ha sido el tono general de mis intervenciones cuando ha sido necesario.
Mi queja no es porque quiera sonrojar a nadie, aunque si se sonrojan bien está, pues será que aún le queda algo de sentido y sensibilidad.
A PIE de dolmen, Fernández Eraso ilustrando sus explicaciones. (Archivo del Blog).
He trabajado en Rioja Alavesa desde 1984, año en el que efectué el primer sondeo en el abrigo de Peña Larga, hasta 2017, colaborando con el Dr. Quirós en las excavaciones que él dirigía en la ermita de Torrentejo.
He sido testigo de cómo cambiaba el paisaje a lo largo de los años, he establecido contactos con muchas personas a los que he contado en qué consiste este extraño oficio mío, de los que he aprendido mucho de ellos mismos, de sus pueblos, de sus oficios y les he estimado y estimo como parte inseparable de mi vida.
La idea de crear un paisaje cultural del viñedo en Rioja Alavesa me pareció extraordinaria pues el paisaje es el reflejo de la unión del ser humano con la tierra que habita. Pero no se puede olvidar que lo que vemos hoy es solo el resultado de una vieja Historia que se ha forjado y consolidado durante miles de años por gentes muy diferentes.
LA foto nos sirve para ilustrar la caricia que de los humanos merecen estas piedras…
Por ello he creído que el paisaje y los hitos históricos que encierra no pueden ser, en ningún momento, dos realidades diferentes, dos entidades disociables. No se puede mimar uno, abandonando el otro. Por eso me he quejado amargamente, por lo descuidado que están los megalitos, por las malas praxis ejercidas sobre algunos de ellos, por el abandono de los abrigos rocosos de la Sierra que guardan nuestras raíces como pueblo.
No me he quejado por mi propio interés. Me quejo porque el patrimonio arqueológico es de todos y si se destruye o altera se atenta contra todos nosotros, cercenan parte de nuestras raíces. Termino como lo hacía en el primer artículo, evocando a Rodrigo Caro: “Estos Fabio, ¡ay dolor!, que ves ahora campos de soledad, mustio collado…”
AUTOR de los artículos, Fernández Eraso, y el profesor Mujika en el hall del Museo Británico.
BIBLIOGRAFÍA
APELLÁNIZ, J. Mª. (1973 ). “Corpus de materiales de las culturas con cerámica de la población de cavernas del País Vasco Meridional” MUNIBE. Suplemento nº.1.
BARANDIARAN, J. M. de; FERNÁNDEZ MEDRANO, D. (1958). “Excavaciones en Álava” ZEPHYRUS IX. Pp. 5-50.
NISO LORENZO, J.; ALDAY RUÍZ, A.; ORDOÑO DAUBAGNA, J.; LOZA URIARTE, M.; ALFARO SUESCUN, E.; FERNÁNDEZ CERSPO, T. (2018). “Dolmen de El Encinal”. ARKEOIKUSKA’17. Pp. 84-95.
ORDOÑO DAUBAGNA, J.; ALDAY RUÍZ, A.; NISO LORENZO, J.; LOZA URIARTE, M.; FERNÁNDEZ CERSPO, T. (2019). “Dolmen de El Encinal”. ARKEOIKUSKA’18. Pp. 72-77.
VEGAS ARAMBURU, J. I. (1986). “Dolmen y yacimiento de Los Llanos”. ARKEOIKUSKA’ 85. Pp. 20-22.
–(1987). “Dolmen y yacimiento de Los Llanos”. ARKEOIKUSKA’ 86. Pp. 20-21.
–(1988). “Dolmen y yacimiento de Los Llanos”. ARKEOIKUSKA’ 87. Pp. 13-15.
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Sencillamente genial!
Gracias, Begoña
Una lección magistral del catedrático, muy bien editada por el Blog, que llevó a cabo esta serie titulada Tierra de Dólmenes. Si estuviera editado en un librito, compraría varios ejemplares. Formidable propuesta!
Gracias, Arene
Un esfuerzo muy loable por parte del catedrático y del blog por detallar este aspecto de nuestro patrimonio.
Me quedo especialmente con la reflexión final, con esa pequeña queja sobre el mantenimiento de este patrimonio. Somos responsables de que pase de generación en generación, para el bien y disfrute de todos
Gracias, Alberto
El lamento profesional del catedrático Fernández Eraso, autor de esta gran serie publicada por el Blog, ante los desmanes llevados a cabo en la mayoría de las «restauraciones» de los monumentos megalíticos de Rioja Alavesa clama al cielo. Viene a dejar de manera cristalina -al final de su artículo-, en esta última entrega, que no se ha quejado por su propio interés. Está claro. «Me quejo -dice- porque el patrimonio arqueológico es de todos y si se destruye o altera se atenta contra todos nosotros, cercenan parte de nuestras raíces». Que alguien tome nota, por favor. Estamos a tiempo de corregir errores. Y si se mete la pata, se saca y se piden disculpas. No hablamos de cualquiera, sino del señor Javier Fernández Eraso, que en esto sabe muy bien lo que hay que hacer, y cómo hacerlo.
Gracias, Antton.
La buena restauración de los ocho dólmenes de Rioja Alavesa es una asignatura pendiente. Hagan caso al catedrático. Aprueben algún día esa asignatura desde las instituciones de Álava. El patrimonio, nosotros y las generaciones futuras lo agradeceremos
Gracias, Kerman
De esta serie, Tierra de Dólmenes, extraigo dos reflexiones:
1.- Mostrar mi eterna gratitud a Javier Fernández Eraso y al profesor Mujiika, por sus trabajos y divulgaciones sobre los dólmenes de esta tierra de Rioja Alavesa, a la que me consta que aman con pasión.
2.- En cuanto a nuestras Autoridades pertinentes, ante algunas restauraciones desafortunadas, decirles que tomen nota, (errores cometemos todos/as), que escuchen los lamentos de los que saben de esto y que con humildad se proceda a reparar cuanto antes lo dañado.- Se lo agradeceremos todos/as.- Gracias.-.Saludos cordiales.-
Muchas gracias, Francisco