Es el amor la esencia de la vida, / no hay vida sin amor.
Rosalía de Castro.
JUAN Jesús e Inma, una historia vinculada al Ebro y a los vinos con alma… y corazón.
Toda entrevista comienza por una palabra. El camino con un primer paso. La novela con una idea. Con un gran sueño empieza a edificarse una bodega. ¿Y el amor? ¿Es un flechazo, una emoción, un baile de neuronas? ¿Cómo arranca la maravilla del amor?
LOS ALMENDROS florecen por San Valentín… El amor puede hacerlo toda una vida.
A principios de este incierto año pregunté a unos pocos bodeguer@s con qué vino se enamoraron de su pareja. Algunos me contestaron de manera privada. Otros de manera abierta… Al final, para este día de San Valentín me he quedado con las palabras de Juan Jesús Valdelana.
“A Inma y a mí nos unió el vino desde que nos conocimos, ambos somos hijos de viticultores. Recuerdo que iba con Inma a todas las ferias del País Vasco: Tolosa, Gernika, Urretxu, Irun, Vitoria-Gasteiz… Todo era fascinante”.
Al leer una declaración tan generosa. Amor y Vino maridados. Decidí que esperaría un mes y medio, hasta el 14 de febrero, para publicar en el Día de los Enamorados el comienzo de esta historia.
INMA Villuendas y Juanje Valdelana, cuarenta y un años juntos, desde 1980.
“El vino que más nos emocionó a Inma y a mí fue cuando dimos el paso de editar todos nuestros vinos en Braille”, me dijo entonces Juan Jesús Valdelana.
“Ayudados por la ONCE pudimos traducir todas las características organolépticas de nuestros vinos y editarlas en nuestras etiquetas para que las personas invidentes pudieran leerlas. Nuestro primer vino en braille fue Valdelana crianza”.
EL VINO que más les emocionó, con la etiqueta en Braille.
Acudiendo a sus orígenes afectivos, corría el año 1980, “ una buena cosecha para nuestro amor”. Juan Jesús Valdelana e Inma Villuendas habían cumplido los 17. Él era vecino de Elciego, de Rioja Alavesa, a este lado del Ebro. Ella de Fuenmayor, al otro lado del gran río, en La Rioja.
Hace mes y medio le pregunté al bodeguero de Elciego por el vino que estuvo presente en los primeros encuentros de ambos, en 1980, en el que se enamoraron el uno del otro. Juan Jesús lo recuerda perfectamente.
“Era un vino de cosechero elaborado por mi padre Isidoro. ¿Qué nombre tenía el vino? Se llamaba sencillamente VALDELANA, un vino joven de Rioja Alavesa».
ESTE vino estuvo muy presente en sus primeros encuentros.
Han pasado 41 años. Tantos como vendimias. Los mejores para una vida humana. Cosecha tras cosecha, el matrimonio tiene hoy dos hijos, Judit, de 30 años, y Juan, de 28. La vida galopa. Como diría el poeta Pablo Neruda, “La vida tuya que es la vida mía / La vida que se llena… de años”.
Estos días de febrero he vuelto a hablar con Juan Jesús Valdelana. Partiendo de todas estas palabras previas, desarrollando la idea inicial, dándole más cuerpo.
Localicé a Juan Jesús por teléfono en su coche, que aparcó un instante en una calle de Logroño. Estaba repartiendo botellas del vino Seda, de Bodegas Valdelana, que recibió el premio al “mejor Tempranillo del mundo”, un vino que “cierta gente ha decidido regalar a sus parejas por San Valentín”.
FOTOGRAFÍA algo desenfocada, de cuando estalló la historia de amor de Juanje e Inma.
.- “Todo era fascinante”, dices… ¿Lo sigue siendo?
Sí, por supuesto, lo sigue siendo. Y han pasado 41 años.
.- ¿Cuál es el secreto para que siga siendo emocionante?
El amor es desprendido y generoso. El secreto del amor está en pensar y desear que la otra persona, que tu pareja, siempre esté bien, incluso partiendo de tu propio sacrificio, sin egoísmos. El enamoramiento es una etapa que dura dos años, pero cuando se pasa el enamoramiento surge lo que realmente es el motor de esta vida, que es el amor.
.- Tanto Inma como tú sois hijos de viticultores. ¿Ella también es de Elciego?
ELCIEGO a vista de pájaro, durante la última gran nevada de enero de este año.
Esto es algo que no se ha abordado en el Blog. Y es muy importante. Rioja Alavesa viene a tener entre 12 y 14 kilómetros de ribera del Ebro. Pero claro, al otro lado del Ebro está La Rioja. Esa proximidad, y sus puentes (que algunos los están dejando caer por desgracia) ha conllevado muchos matrimonios…
La gente de Baños de Ebro se han casado con personas de Cenicero, los de Elciego nos hemos casado con gente de Cenicero o de Fuenmayor, y los de Lapuebla de Labarca o los de Oyón han hecho lo propio.
.- Tu esposa es, entonces, originaria de Fuenmayor.
Exacto. Inma es riojana. Y su padre también fue viticultor, como el mío. Mi suegro fue contratista, pero lo que le motivaba de verdad era la viña. Es curioso que murió ya con 80 años montado en un tractor. El viñedo era su vida.
VIÑEDOS de Fuenmayor, situados al otro lado del Ebro.
.- ¿En qué momento estaba tu padre Isidoro en 1980, cuando os enamorasteis Inma y tú?
En cada pueblo de Rioja Alavesa iniciaron su tarea como cosecheros pioneros diversas personas: Doroteo en Samaniego, Luis Cañas en Villabuena, Isidoro Valdelana en Elciego, Luis Casado en Lapuebla de Labarca…
Ellos fueron los que dejaron de ser sólo viticultores, y pasaron a ser viticultores cosecheros. Antes entregaban la uva a una bodega hasta que decidieron dar ese paso con sus conocimientos ancestrales de elaboración de vino, transmitidos de padres a hijos.
ISIDORO Valdelana, con su hijo y sus nietos.
De hecho, mi bisabuelo Martin Valdelana murió víctima del CO2 pisando uva en un lago de piedra. Ellos tenían los conocimientos de la “piel con piel”, pisar con los pies la piel de la uva. De ahí viene parte de la esencia de la calidad de esos vinos. Somos muchos los que estamos en deuda con todos ellos.
.- En 1980 tu padre Isidoro ya era un viticultor cosechero. ¿En qué momento estaba?
En aquel entonces él estaba pletórico, porque mi padre es una persona de casi dos metros de altura, con una fortaleza increíble, que ha estado toda la vida labrando las viñas con sus mulas… “Mohína” se llamaba la que más tiempo pasó con nosotros.
DOROTEO Saenz de Samaniego, otro de aquellos pioneros.
A SUS 90 AÑOS, Luis Cañas, mano a mano con un joven en 2018, en la mesa de selección.
Todos estos hombres cuidaban de sus viñas, elaboraban su vino y luego montaban en sus furgonetas y se dedicaban a repartir sus vinos por todo Euskadi.
.- ¿Qué edad teníais Inma y tú cuando os enamorasteis?
Diecisiete años. No teníamos ni el carnet de conducir. Lo recuerdo perfectamente.
.- ¿Habéis sido los dos de celebrar San Valentín?
Sí, por supuesto. Era un motivo más de celebración. Al principio con nuestras carencias, porque no teníamos nada, pero éramos inmensamente felices.
El ARCOÍRIS alienta en la imagen el trabajo del viticultor. (Foto Josemi Rodriguez Martinez).
.- ¿Cómo vais a celebrar este 14 de febrero de 2021?
Lo celebraremos con los hijos, porque con ellos estamos viviendo una etapa muy dulce. El amor es extensible a todo, y nuestros hijos son parte de este amor.
.- Este es un 14F muy diferente, marcado como está por la Pandemia. ¿Cuáles son tus palabras para la Comarca?
He de decir que yo soy muy optimista, en parte gracias al salto que dio mi padre de viticultor a cosechero en los años 80. Cuando recogí su testigo, me centré en la exportación. Aquella exportación ha crecido, y el consumo de vino ha subido.
.- Aquella comercialización con furgonetas hoy es otra cosa.
CAMBIAN las cosas en la Comarca, pero el Sol seguirá siendo el mismo. (Josemi Rodriguez).
La Comercialización del vino es el último eslabón, porque tú puedes tener un viñedo como un jardín y un vino extraordinario, pero al final hay que venderlo. Mi pregunta es ¿Cuánto invertimos en comercialización? Sin un buen canal de ventas, los dos pasos anteriores no sirven para nada.
El actual cosechero que sigue aferrado a la tierra sin una infraestructura comercial, lo está pasando muy mal. Otros hemos apostado por la exportación, por la comercialización. Tengo a mis dos hijos que… Mira, Judit duerme fuera de casa más de la mitad de los días del año. Y Juan ha logrado que el vino Seda sea el mejor Tempranillo del mundo, lo que es un éxito para Rioja Alavesa.
JUAN Valdelana con su premiado vino SEDA de Oro, el pasado noviembre en Viena.
.- ¿Tienes algún lamento?
Ninguno. Ninguna queja. Nosotros nos levantamos para meternos en el trabajo y tiramos juntos para adelante.
«MI pregunta es ¿Cuánto invertimos en comercialización?«, plantea J.J. Valdelana.
.- Los mejores regalos de la vida no son los materiales, aunque regalar por San Valentín una caja de vino es siempre una buena idea.
Ahora mismo yo estoy en mi coche en Logroño repartiendo botellas de nuestro vino SEDA, que cierta gente ha decidido regalar a sus parejas por San Valentín.
.- ¿Ves?
Pero sí, lo más importante de la vida es lo que no se puede comprar con dinero. Lo que una persona jamás vendería por dinero, como el amor.
.- San Valentín es una de las festividades más antiguas establecidas de la iglesia Católica, de las que se celebran con mayor éxito.
La historia de San Valentín tiene casi dos mil años, porque al parecer los emperadores romanos no querían que los soldados de sus ejércitos se casaran. Pensaban que no se iba a la guerra de igual manera si tenías familia. Pero Valentín, un médico romano que se hizo sacerdote, decidió casarlos en secreto, sin que nadie lo supiera, lo que le convirtió en mártir, siendo decapitado en el 270 por orden del emperador.
.- En una cena romántica que se precie, Juanje, no puede faltar nunca un buen vino.
El vino tiene que ser excelente, pero escúchame: lo más importante de consumir una copa de vino es hacerlo en buena compañía.
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Personalmente he sentido el artículo como un regalo por San Valentín.
Muchas gracias, Begoña Tudela, siempre tan gentil.
Juan e Inma me recuerdan mucho al ama y al aita. Esa sonrisa que enamora. Ah, el amor, qué regalazo !
Muchas gracias, Jon Artetxe. Cariñosa tu comparación. Feliz día de San Valentín… que es los 365 días del año
Es verdad, no estaría nada mal contar esos amores de frontera entre Rioja Alavesa y La Rioja… Un río tan majestuoso como el Ebro no debe ni puede ser un muro… Al contrario, un río forma parte de la unión entre dos comunidades tan distintas como cercanas
Muchas gracias, Arene Amezaga. Brindo por esa cercanía y todos y cada uno de los matrimonios que surgieron del caudal del amor. Un cordial abrazo.
Ni se me había ocurrido verlo así. Quiero decir, lo de maridar vino con amor, o amor con vino. Creo que es una manera natural de fortalecer una relación. Ellos lo han hecho desde la profesionalidad del viñedo y la bodega. Pero el vino, en su justa medida, creo que ayuda a las relaciones sociales, a las relaciones de cuadrilla. El mundo sería mogollón de aburrido sin el vino. Sería un mundo distinto.
En la vida diaria somos muchos los que en Euskadi maridamos el vino con la amistad, el encuentro, la celebración, los días especiales como San Valentín… Hay días de la madre, el carnaval, la fiesta patronal… (bueno, bien, ahora sabemos que no se puede por razones sanitarias). Entendedme lo que quiero decir, porfa. ¡Qué seria de todos estos días sin vino!!! No me lo puedo imaginar. El mundo es menos inhóspito sin él. Gracias al vino hay más amor, y muchos más matrimonios, no lo dudéis. Viva San Valentín. Gora ese maridaje entre el vino y el amor. Brindo por amores como los de Inma y Juan Jesús. Osasuna
Qué resalada eres, Txiki. Eskerrik asko por tu ánimo, por tu manera de verlo, tan natural y certera. El vino ayuda a vivir, es pura vida que dirían en Costa Rica.
Un cordial abrazo. Y sí, me sumo con entusiasmo a ese gora tuyo. Gora!
Cariño a los suyos, apego a su tierra, pasión por sus vinos… Podría seguir, pero creo que es suficiente para hacer una rápida fotografía de Juan Jesús.
Que el entusiasmo que pones en tus ideas no decaiga, sino que con la ayuda de toda la familia, ese entusiasmo vaya a más.
Qué importante es esa vitalidad en estos momentos!!!!
Muchas gracias, F. Bujanda Ciordia. Un cordial abrazo