LAGUARDIA se ha quedado vacía este año 2020 antes de tiempo.
En Rioja Alavesa vienen cerrando por decisión propia hoteles, restaurantes, bares, agencias de viajes. Qué decir del enoturismo en las bodegas (muchas se han visto abocadas al cierre por falta de turistas), o de su inquietud ante el grave golpetazo que sufre el Canal HORECA.
Hay días que la esperanza parece haber perdido el norte. La realidad se impone. El coronavirus se expande sin freno por Europa.
“La cruda realidad es la que es y no se puede maquillar -indica Iker Madrid, de Bodegas Casa Primicia de Laguardia-. La pandemia puede durar aún mucho tiempo. Hay que apelar a nuestras instituciones para que pongan todo de su parte, pues estamos en el mismo barco en medio de un gran temporal”.
SILENCIADA Villa-Lucía, en Laguardia, que permanece sin luces y sin clientes.
Por citar a unas cuantas empresas, en la Comarca han cerrado temporalmente el Hotel Villa de Laguardia, el espacio gastronómico Villa-Lucía, el hotel-restaurante Los Parajes, el restaurante Hector Oribe de Páganos, el restaurante Amelibia de Laguardia, la EnoAventura de Héctor Eraso, la Agencia de Viajes Thabuca Wine Tours cierra su despacho a pie de calle, a la vez que La Huerta Vieja abre solo de lunes a viernes al mediodía para dar de comer el Menú del Día a trabajadores de la zona…
“Cerramos el mismo día que el Gobierno Vasco anunció los confinamientos de los pueblos -indica Alejandra Álvarez, del restaurante Amelibia-. Respecto a la primera ola del virus, ahora estamos en peor situación, porque ya veníamos de meses muy malos y en este tiempo no hemos recuperado lo perdido”.
ALEJANDRA Álvarez, Alex, muestra pese a todo su sonrisa y su optimismo.
Alejandra Álvarez es la presidenta de la Asociación de Comerciantes de Laguardia. “La mayoría estamos cerrados. Los que aún se mantienen abiertos han decidido no cerrar para ver qué pasa, pero ya se han dado cuenta que no es rentable. En Laguardia está todo vacío, no hay apenas movimiento… ni tan siquiera por parte de la gente del pueblo”.
“Pese a que una mayoría ha echado la persiana, yo soy optimista -asegura Alejandra con una sonrisa-. Esa es mi forma de ser, pues nunca me pongo en lo peor. Creo que es más sano vivir así. Si luego nos toca sufrir más… ahora ni me lo planteo. Los que no hemos conocido la penuria, nos decimos que lo que nos está pasando no puede ser verdad”.
“Soy comprensiva, pero tengo una pequeña frustración -confiesa-. Se me hace raro que los 250.000 habitantes de Vitoria se puedan mover por la ciudad, y que las 11.500 personas de Rioja Alavesa no podamos movernos por toda la Comarca. Pero para qué pelear por esto, si tengo muy claro que en breve nos van a confinar a todos en nuestros domicilios”.
ANTE Casa Primicia, cientos de años de Historia que han tenido que cerrar.
El gerente de Bodegas Casa Primicia, Iker Madrid, subraya que no está en contra de nadie, para preguntarse a continuación si realmente los contagios del virus tienen lugar en la hostelería. “¿Qué pasa en el Metro, o en lo autobuses, qué sucede en los grandes supermercados o en los grandes almacenes… Cuando me lo expliquen bien, con criterios adecuados, entonces lo aceptaré”.
Como otros tantos bodegueros de la Comarca, Iker Madrid está muy inquieto al saber que la hostelería está “al borde de la quiebra”. Sabe que todo está entrelazado, que el quebranto de la hostelería afectará a las bodegas y, por ende, a los viticultores de la Comarca. “Verás tú la vendimia del próximo año 2021… Este año estamos mal, muy mal, pero las predicciones que yo haría para 2021 no son nada halagüeñas”.
EN LAS VIÑAS de Rioja Alavesa, dos generaciones de los Madrid hombro con hombro.
.- ¿Qué dice tu aita, qué comentan tus tíos?
Están en estado de shock. Porque es verdad que ha habido otras crisis, como la financiera de 2008, pero había que encontrar un socio, o un aval financiero… Ahora la crisis financiera está al caer, y la crisis de los negocios (porque si cae la hostelería, caerá la venta de vino), y está además la crisis sanitaria…
.- ¿Hay diálogo entre las bodegas de la Comarca?
Podemos hablar en la Asociación ABRA, pero ABRA no se encarga de vender vino. ABRA puede gestionar las ayudas. Pero aquí lo importante es saber quién ofrece, en este panorama de incertidumbre, una solución global. Esa solución es la esperamos de las instituciones.
LA propietaria de ‘Los Parajes’, el pasado 3 de septiembre en su querida Laguardia.
Chari García Ugarte es una mujer que se ha hecho a sí misma. Propietaria del hermoso hotel restaurante Los Parajes, situado en la plaza de Laguardia, acaba de enviar al ERTE a sus dieciséis trabajadores. “Tengo un pena terrible, Julio. Terrible…
“… pero no puedo mantener un negocio como el mío tan sólo con la gente de Laguardia y los municipios colindantes”.
Ella sabe bien lo qué son las crisis económicas. De hecho inauguró Los Parajes en mitad de la crisis financiera de 2008. “Pero ahora no entiendo nada -confiesa-. No entiendo que en el siglo XXI en el que vivimos un bichito nos pueda amargar la vida al mundo entero”.
DESDE el ático de Los Parajes, bajo la Sierra, edificios simbólicos de Laguardia.
Por la COVID están su hijo, su nuera y su nieto confinados en sus domicilios, pendientes de una segunda prueba de PCR. Ella misma ha de estar confinada hasta el próximo viernes. Por si fuera poco, no puede quitarse de la cabeza el tema de las cajas -en referencia a los ataúdes-. “Las cajas de todas esas personas que se han muerto solas en esta pandemia, sin el cariño cercano de sus familiares”.
Chari vive en esa fuerte contradicción: La de la persona que padece en cierta forma el virus en primera persona y, a la vez, la que ha de sostener su negocio al que se lo ha entregado todo. “Que hagan más test, más PCRs, lo que haga falta, que pongan más rastreadores, pero que no paren la Economía, por favor”.
«ECONOMÍA y Salud: hay que cuidar las dos», defiende la consejera Arantxa Tapia.
Como si fuera una contestación a personas como Chari García Ugarte, la consejera Arantxa Tapia, de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco, destacaba el pasado viernes 30 de octubre, en una entrevista para Radio Vitoria, la importancia de mantener, con moderación, el optimismo pese a la dureza del momento que vivimos.
“El mensaje es que tenemos que aprender a convivir con el virus y hacer una vida que nos permita continuar adelante con nuestra actividad, y no caer en la depresión”.
“El optimismo y el realismo tienen que ir de la mano. Hay que tratar de no perder la actividad económica, mantener el pulso, porque de lo contrario no podremos mantener la equidad social. Economía versus Salud es una ecuación que no se puede plantear. Es Economía y Salud. Hay que cuidar las dos”.
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Como en todo, «…salvaguardar economía y salud» es una afirmación retórica cuya aplicación no es igual según qué sectores.
Ya no tenemos duda de que el sector agroalimentario y el farmacéutico y su eficaz logística, fueron capitales en la primera oleada de la pandemia para sostener la economía aunque fuera al ralentí. Lo mismo sucedió con la industria y la construcción que han podido seguir en activo y con buenos resultados siendo motor y arrastre de otras industrias auxiliares.
No pueden decir lo mismo ni el sector aeronáutico ni el automovilístico a menos que trabajaran ya en híbridos o eléctricos.
Sin embargo tenemos claro que los servicios personales de manera desigual, el comercio de proximidad, el turismo, la cultura en todas sus expresiones y el ocio gastronómico y de restauración a excepción del deporte de masas televisado, el consumo audiovisual y la producción on line de todo tipo de oferta cultural, se desintegran sin remedio en toda la cadena de valor. Ni las subvenciones a fondo perdido los rescatan porque los consumos se retraen sin remedio o se han desplomado.
Las reaperturas controladas y estacionales (como ha sucedido de mayo a octubre) han paliado, momentáneamente y de manera desigual, la debacle que todos constatamos en nuestra área metropolitana. Es pura supervivencia…
No hay que ser alarmistas pero los pueblos muy pequeños que necesitan movilidad y flujos de personas para mantener sus servicios están muy bien descrita su situación en el artículo.
Alguien dice con acierto que al no conocer épocas de escasez y pobreza como la actual el desconcierto es mayor. Tal vez debamos asumir que nos toca vivir una una época más austera y pobre y más o menos larga según territorios y estructura productiva. Evidentemente, esta situación será pasajera (más o menos larga) y nadie niega que hasta que no contemos con seguridades y vacunas eficaces costará remontar. Sin contar, claro, el sufrimiento, desajuste social y pérdidas de vidas e ilusiones que está situación acarrea.
Incluso la propia Educación reglada y las prestaciones sociales se nos antojan inseguras. Nunca han sido más necesarias la sensatez, la paciencia activa y la solidaridad humana con nuestros conciudadanos más desprotegidos.
Muchas gracias, Ángel Asensio. Un cordial abrazo.
Tiempos sombríos porque serán más difíciles. Y porque nos llenamos de dudas. Es verdad que el coronavirus se expande sin freno por Europa, pero no puedo evitar preguntarme -con dudas al respecto- si nuestros gobernantes se prepararon (especialmente en Sanidad) para aguantar la primera ola del virus, cuando ya había llegado a Italia y parecía que -no sé porqué- estábamos a salvo (cual si fuéramos unos elegidos). Me temo que ante esta segunda ola, para salvar el turismo y demás, han hecho lo propio.
Esta mañana he leído en el periódico DEIA una entrevista con el doctor Rafael Bengoa (ex consejero de Sanidad, y ex asesor del presidente Obama en asuntos sanitarios). Dice que «hay que pensar en atacar el virus y no en salvar las Navidades». Estoy totalmente de acuerdo. Es importante, esencial, la Economía, por supuesto; pero sin Salud no hay nada que hacer. Tiempos sombríos y llenos de incertidumbre.
Muchas gracias, Begoña Tudela. Un cordial abrazo.
Puede parecer que quienes no tenemos empleados, no estamos sufriendo tanto esta crisis. No es verdad.
Casi un año sin clientes ya que no ha habido grupos culturales ni turismo premium, que suele ser extranjero.
Trabajé sin descanso para una nueva promoción toda la primavera, pero todo se vino abajo. Trabajé para las cancelaciones otra vez… Y ahora sigo creando nuevas experiencias.
Este nuevo confinamiento perimetral nos ha dado la puntilla. Creíamos haber agotado el vocabulario de la resistencia, pero nos queda mucho por aprender. Y lo haremos. Aprenderemos a ser felices de otra manera, más genuinos, sin prisa, poniendo el foco en las personas. Sinceramente, todo eso ya estaba en mi ADN, pero lo voy a vivir mucho más intensamente
Muchas gracias, Amelia Pereira, agente turística, buena conocedora y amante del territorio. Enhorabuena por tu constante empeño, defensora de la calidad cultural que posee Rioja Alavesa. Un abrazo.
Es mucho Rioja Alavesa, mucho. Hay mucha potencia cultural, arte, un inmenso tesoro al aire libre, y qué decir de sus pueblos y bodegas. Los que cierran temporalmente es por fuerza mayor, por imperativo de esa difícil realidad que -como dice Iker Madrid- no se puede maquillar. Soy muy consciente de este difícil momento que vivimos. Pero todo volverá a resurgir, y con más fuerza aún si cabe. Aurrera, Arabako Errioxa!
Eskerrik asko, Jon Artetxe. Un cordial abrazo.
Eutsi goiari! Ánimo! Vuestra tenacidad y capacidad de trabajo serán un acicate para la esperanza y un futuro sin sombras
Eskerrik asko, Rafael Goikoetxea. Un cordial abrazo.
Sí, el mundo esta bastante enredado y perdido. Vivimos momentos complicados, pero de todo se sale. Se sale con paciencia, con solidaridad y co-competencia, es decir, competir colaborando, arrimando el hombro, compartiendo horizontes más justos y saludables para todos.
Muchas gracias, Lea Madariaga. Un abrazo.