En la actual Georgia hubo procesos de producción de vino sobre el 6.000 antes de Cristo, casi mil años antes de lo que se creía hasta ahora.
Los arqueólogos analizaron fragmentos de cerámica en los que encontraron ácido tartárico y otras sustancias que funcionan como «huellas dactilares» del vino y la uva.
Un grupo de arqueólogos ha encontrado evidencias de que en la actual República Democrática de Georgia hubo procesos de producción de vino sobre el 6.000 antes de Cristo, casi mil años antes de lo que se creía, según han informado los coordinadores del proyecto a diversas agencias de noticias.
La noticia ha recorrido este martes 14 de noviembre de 2017 los principales medios de comunicación de Europa, como la BBC, o TVE, y diferentes periódicos en sus páginas de ciencia y tecnología.
La excavación se centró en dos yacimientos neolíticos de entre 6.000 y 4.500 antes de Cristo llamados Gadachrili Gora -que da nombre al grupo de investigadores- y Shulaveris Gora, situado a 50 kilómetros al sur de la capital georgiana, Tbilisi, según señaló en un comunicado la Universidad de Toronto, que ha coordinado el proyecto junto al Museo Nacional de Georgia.
El enclave donde hasta ahora se ubicaba la producción de vino más antigua -entre 5.400 y 5.000 antes de Cristo- está situado en las montañas iraníes de Zagros, pero los nuevos hallazgos llevan a los expertos a concluir que esto ya se daba siglos antes en la región ubicada entre Europa oriental y Asia occidental.
Los arqueólogos se concentraron en recolectar fragmentos de frascos de cerámica, que luego serían analizados por científicos de la Universidad de Pennsylvania. Los resultados revelan que en los ocho recipientes encontrados había ácido tartárico, así como otras sustancias orgánicas que funcionan como «huellas dactilares» del vino y de la uva, según un estudio publicado en Proceeding of the National Academy of Sciences (PNAS).
Una de las principales adaptaciones al estilo de vida neolítico fue la vinicultura. «Creemos que es el ejemplo más antiguo de utilización de la uva euroasiática para la fabricación expresa de vino», afirmó Stephen Batiuk, coautor del estudio e investigador sénior del departamento de Civilizaciones de Oriente Próximo y Oriente Medio y del Centro de Arqueología de la Universidad de Toronto.
Esas fuentes recuerdan que el periodo neolítico se caracteriza por el inicio de actividades como la ganadería, domesticación de animales y desarrollo de herramientas de piedra pulida.
Sobre el material de los recipientes, Batiuk señaló que «La cerámica es ideal para procesar, servir y almacenar productos fermentados. Se inventó en este periodo junto con muchos avances en arte y cocina».
El investigador ensalzó las características de la zona sur del Cáucaso por su potencial en cuanto a horticultura, que generaría un auge del tratamiento de diferentes especies, así como la innovación de productos como el vino.
Las condiciones del entorno en el Neolítico, según indicó Batiuk, eran similares «a las que se dan en los cultivos de alta calidad que se encuentran actualmente en Italia y el sur de Francia».
«Nuestros estudios sugieren que una de las principales adaptaciones al estilo de vida Neolítico según se iba extendiendo por el Cáucaso fue la vinicultura«, dijo Batiuk, para quien los hallazgos «describen una sociedad en la que beber y ofrecer vino penetraba muchos ámbitos de la vida».
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Llena de emoción comprobar que el vino acompaña a las civilizaciones que nos han dado origen. Persas, Mesopotamia, los griegos especialmente, Cádiz parece que se anticipa en nuestra Península.
Se le unía a la Música, a la poesía, al amor, a los jardines, seguro que también a la guerra…
El alma, el corazón de la gente de Rioja Alavesa ha sabido recoger ese testigo de música, poesía, de amor, de paz, de viñas y vino. Sin vino el mundo sería otro. Más bárbaro sin duda. Muchas gracias, Victoria Cañas. Enhorabuena por ser una de las portadoras de tan poderosa tradición humana.
¡Perfecto! Los «homo oenopithecus» somos mil años más viejos de lo que creíamos. ¡Mil años más sabios!
Suerte que tuvieron los ‘georgianos’ y ‘georgianas’ de entonces, se llamaran como se llamaran. Gracias, Miguel. Saludos!