La pregunta se la hizo a sí mismo el poeta alemán Friedrich Hölderlin en su obra Pan y Vino (Brot und Wein). Más nítida aún, la pregunta sería ¿Para qué hacen falta poetas en tiempos de crisis? Se contestaba asegurando que los poetas son como «los sagrados sacerdotes del dios del vino, que de tierra en tierra peregrinaban en la noche sagrada».
La poesía, la literatura, el buen periodismo… deben ser cauce y caudal del pensamiento más exigente. Explorar, entregarse a la búsqueda de palabras necesarias. Echarse en brazos de la reflexión y la crítica. En tiempos de penuria, de helada o pedrisco, hay un mandamiento en marcha. Debemos resistir y sobreponernos. Curar heridas y continuar adelante sin falsas ilusiones.
Volvamos a las raíces, que la tierra pide ser escuchada, con su ritmo, con su cadencia, también con su disonancia. Escuchemos su voz como si la vid fuera siempre una mano generosa. La tierra pone su abrazo, pero no siempre. A veces pone el pie, parece que pisa, pero lo que hace es dejar huella. En tiempos difíciles la vida se encarga, por extraño que parezca, de acariciarnos con erudición. La tierra hace cantar el vino en las bodegas. Y siempre nos ofrece una flor en tiempos de penuria. Una flor.
La tierra no nos quiere de rodillas. Nos quiere de pié, dispuestos para el trabajo diario. La tierra es importante, pero el viticultor, ah el viticultor, querido Hölderlin, es a éste al que necesitamos en tiempos de tormenta. Su mano es la que siembra los frutos. La que los recoge. La que nos entrega generosa el vino en la noche sagrada.
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Mirar siempre para adelante.
Resistir siempre de pie.
Qué buena filosofía!!
A veces, no queda otra. Gracias, Paqui. Saludos cordiales.
Toda la experiencia del agricultor está en un quintal de trigo, en una hogaza de pan. Toda la angustia y la alegría del vitivinicultor se halla en una cepa vendimiada dentro de una botella. Necesitamos estas miradas de hondura. Ver siempre más allá, sin perder la perspectiva. Una mirada de décadas. De siglos. Eskerrik asko
Eskerrik asko, Kepa. Cómo no entender la preocupación por lo inmediato. Es el acontecer de la vida en el día a día. Quién no se va a preocupar!! Pero la Naturaleza nos pone tantas veces, a pesar de nuestra entrega, sin contar con nosotros, en «nuestro sitio», cualquiera que sea. Todo sea dicho con empatía y solidaridad ante los reveses de la existencia. Saludos cordiales!
Para ver bien para brotar y crecer, la poesía, la mirada poética siempre es necesaria. Este Blog la tiene.
Gracias, Isolina. Saludos!
Una mayor cercanía y relación con la Naturaleza nos sitúa en el mejor de los escenarios para la humildad y una vida más plena.
Nosotros también somos Naturaleza. Gracias, Rafael. Saludos cordiales.
Se agradece tu comentario. Saludos!
¿Vivir de rodillas? Nunca, no deberíamos permitirlo. En momentos de desaliento necesitamos recuperar las alas y volar, volar alto para ver en perspectiva y actuar.
Alas para una hermosa metáfora de ánimo. Eskerrik asko, Lea.
Rioja Alavesa me enamora y carga de energía por la fuerza e impulso que percibo de sus raíces. Ellos y ellas, los que están y estuvieron antes, son Tradición, esencia de la buena e Innovación sostenible, razonable, constructiva y justa para todos/as.
Nos enamora. Eso es! Gracias, Sola. Saludos!