Julio Flor / Periodista.
El viento. Hable el viento. La Sierra con las nubes asomadas al precipicio de la historia y la prehistoria, la etnografía, la arquitectura, las gentes, sus costumbres. Detenidas silenciosamente las nubes en sus balcones. Digan ellas lo que sea con su elocuente silencio. Las cepas, que hablen a través de los racimos de uva. Cante la viña haciendo un dueto con la bodega. La tierra maridada con los campesinos. El enólogo con su vino. Los enoturistas levantando las copas, mirándose a los ojos.
Las Campanas de las altas torres. Los cohetes de la Vida y la Fiesta. Todos con su mera presencia. Lagares, Dólmenes, Trujales, Chozos o Guardaviñas, Necrópolis…
Haciendo camino al andar. Mirándolo todo con detenimiento. La Ruta, ABRA, las Bodegas Familiares, las Instituciones, las Bandas de Música, los Grupos de Baile, los Gaiteros, el Master en Viticultura, la Bendición de los Campos, el Caminante del Alma, los Curas, las Aves del paraíso.
Hable ICOMOS. La UNESCO hable. Y callemos todas y todos.
Porque no hay palabras humanas que lo digan como es debido… El viento. Que hable el viento.
LA SIERRA, las nubes soñando, desde Samaniego.
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Preciosas palabras escritas por un gran periodista y que desde hace unos años viste con sabor de Rioja Alavesa.
Un abrazo, Julio
Muchas gracias, Dalmacio. Un abrazo.
Qué texto tan hermoso, Julio. No solo hay que dejar hablar al viento, hay que dejarte escribir a ti sobre el viento, el vino, las nubes…
Carmen, admirada y querida colega. Tú eres una de las voces del viento. Muchas gracias por hacerte escuchar con tu latido en este blog. Abrazo inmenso!
Escuchamos con atención. Con calma. Que hable
¿Lo hacemos? Muchas gracias, Jon. La calma nos viene bien, aprendamos de lo que cultivamos. Saludos!
Es un partitura ancha, compendio del Blog. Un resumen de tanta magia bajo la Sierra
Zorionak!
Eskerrik asko, Kepa. Esa, desde luego: MAGIA, es una de las palabras a conjugar. Suena ‘musicadamente’. Saludos cordiales!
Bonita declaración de amor de un hombre locamente enamorado, como tantos, de nuestra Ama Lur
Así es. Y que así sea… cada día más. Saludos cordiales, Miguel.
No hay palabras que hablen como habla todo lo que forma el conjunto de ese paisaje, pero las tuyas lo han sabido embellecer especialmente, aunque no puedas decir lo que diría el viento..
Muchas gracias, Karmele. Saludos!!
Ze polita! Qué belleza. Poesía!.
Eskerrik asko, Lea. Saludos!!
La capa del cierzo se acuesta en nuestra Sierra para expresarnos las diferencias de temperaturas y de cielos encapotados entre la Cornisa del Cantábrico y nuestro valle del Ebro.
Elige especialmente la tarde, se siente la frescura en los codos y en la nuca despejados de ropa y sirve de pronóstico para conseguir vinos finos. Al llegar el atardecer deja de solar esa brisa suave porque nuestras temperaturas bajan.
Un buen ciclo entre la brotacion y la vendimia cuenta con 50 días de « capa de cierzo ».
Muchas gracias, Victoria Cañas. Saludos.
Tal vez el viento tenga otro significado, tan solo distinto, acompañado con un poco de poesía.
Tal vez, Alberto. Seguro. Muchas gracias por decirlo, y escribirlo. Sin ‘viento’ no hay palabras, ni hay forma de pronunciarlas. Salud!