Vamos a continuar con la exposición iniciada en las dos anteriores entregas, encaminada a resaltar algunos de los principales rasgos que definen el carácter del paisaje del viñedo de Rioja Alavesa, realizada desde mi interpretación personal del territorio.
Mª Cruz Porcal Gonzalo*
Un paisaje del viñedo en donde el relieve desempeña un papel clave
PAISAJE DE Rioja Alavesa (Fotografía de Miguel Larreina)
Es evidente que los viñedos de Rioja Alavesa se ven favorecidos por unas óptimas condiciones climáticas y edáficas para producir vinos de excelente calidad. Pero, junto a dichos factores naturales, me gustaría resaltar, aunque sea muy brevemente, el relevante papel paisajístico desempeñado por el relieve.
En primer lugar, debido a la importante función que ejerce la Sierra de Toloño, la cual gracias a su disposición general Este-Oeste y a su altitud frena las influencias atlánticas del norte (en particular los vientos húmedos) y, a modo de muralla, abriga a los viñedos situados a sus pies, en la solana.
En segundo lugar, porque -como puede observarse en la siguiente imagen- los crestones calizos y el rosario de picos que conforman esta sierra, continua e imponente, representan un singular y atractivo hito paisajístico que siempre sorprende al visitante.
VIÑEDOS al pie de la Sierra de Toloño, la cual exhibe su geología compleja (M.C. Porcal)
He aquí los principales elementos que se perciben en esta fotografía orientada hacia el norte: viñedos ocupando la superficie cultivada, a distintas alturas, retazos de especies naturales arbóreas y arbustivas y, como telón de fondo, el farallón rocoso de la sierra de Cantabria-Toloño con su vertiente tapizada fundamentalmente por carrascales y quejigales.
En tercer lugar, porque bajo la aparente monotonía de las tierras deprimidas, cuando son percibidas en la distancia, se esconde un relieve muy accidentado que ocasiona que, a veces, el viñedo se encuentre en localizaciones inhóspitas de notables pendientes.
Este es el caso de la siguiente imagen paisajística en la que destaca el viñedo en pendiente orientada hacia el Oeste; asimismo las vides ocupan otras parcelas menores en alturas distintas. Obsérvese también la significativa presencia de vegetación arbórea.
BARRANCO de La Vega. Elvillar-Kripan (Las fotos, salvo la primera, son de M.C. Porcal).
Por último, porque tradicionalmente esa topografía accidentada, presente sobre todo en el piedemonte serrano y en buena parte de la zona central de la comarca, ha condicionado la existencia de un parcelario fragmentado, a lo que evidentemente también ha contribuido el sistema hereditario de la propiedad…
… de ello dan fe las cerca de 28.300 parcelas de viñedo alavesas inscritas en la D.O.Ca. Rioja con un tamaño medio de unas 0,47 ha./parcela. Ello no obsta para que exista también un entramado compuesto por parcelas mayores como resultado de factores distintos (obras de concentración parcelaria, reordenación efectuada al respecto por grandes bodegas, etc.).
La siguiente imagen aérea, correspondiente a los municipios de Elvillar y Lanciego, refleja con nitidez la existencia de un parcelario agrario irregular tajado de norte a sur por las cintas verdes de unos zigzagueantes barrancos que descienden hacia el Ebro.
PARCELARIO agrario seccionado de N-S o NO-SE por barrancos y carreteras. Pueblos de Elvillar y Lanciego. (Fuente: http://google.earth).
Por su parte, la mayor regularidad del parcelario se aprecia, por ejemplo, en esta fotografía que representa un paisaje vitícola de terraza, construido sobre depósitos aluviales, junto al río Ebro.
Un paisaje rural heredado, pero dinámico y vivo, en donde actualmente conviven tradición y modernidad
Los paisajes vitícolas evolucionan y se transforman al compás de factores diversos (avances técnicos y enológicos, oscilación de los precios de la uva y del vino, cambios y exigencias en la demanda del vino de calidad, normativa establecida –en este caso- por la Política Agraria Comunitaria y la Organización Común del Mercado Vitivinícola, requisitos de las Denominaciones de Origen, etc.), experimentando periodos de auge y decadencia y también de expansión y retracción superficial.
VIÑEDO en vaso y construcción tradicional entre Lapuebla y Elciego, en las terrazas altas.
Al igual que en otros muchos territorios vitívinícolas de España, Rioja Alavesa ha sufrido en las últimas décadas un importante proceso de renovación y modernización del sector, de suerte que actualmente conviven en él tradición y modernidad. Ello se hace patente en el paisaje, por ejemplo, a través de los marcos y sistemas de plantación, de la altura y densidad de las plantas, etc. o de la tipología y formas edificatorias de las numerosas bodegas que salpican el territorio.
Al hilo de ello, a mi juicio, merecen ser destacadas tres tendencias relativamente recientes: la creciente colonización paisajística del viñedo casi en régimen de monocultivo impulsada fundamentalmente desde los años 80 del pasado siglo y realizada a menudo a expensas de cultivos herbáceos; la gran expansión del cultivo en espaldera; y la proliferación de bodegas, muchas de ellas de grandes dimensiones y formas sorprendentes construidas por arquitectos de renombre.
VIÑEDOS de terraza aluvial junto al río Ebro, en Assa, en las proximidades del Puente.
En esta imagen orientada hacia el Noreste y tomada en las proximidades de Elvillar, el viñedo tradicional en vaso formado por el tronco y tres brazos convive con las nuevas plantaciones en espaldera de texturas regulares y geométricas que aparecen detrás amoldándose a la topografía.
Son muchas las bodegas que podrían citarse -pertenecientes a épocas y diseños arquitectónicos distintos- que a su funcionalidad tradicional han sumado su capacidad para atraer notables flujos turísticos. El edificio que aparece en la siguiente imagen corresponde a bodegas Ysios, del Grupo Pernod Ricard, con un espectacular diseño realizado por Santiago Calatrava, la cual se encuentra situada en Laguardia.
EDIFICIO de bodegas Ysios, en Laguardia.
Pero, los componentes más modernos y funcionales conviven en el paisaje con otros más tradicionales. Por ello, en los viñedos, a pesar de la abrumadora presencia del sistema de espaldera con sus postes e hilos metálicos perpendiculares a estos, y sus calles anchas y bien trazadas, perviven también viñas viejas de cepas en vaso (aunque la mayoría sean posteriores a la filoxera que diezmó las vides de esta Comarca en los albores del siglo pasado).
De la misma manera –como se ha adelantado ya- la tipología de bodegas es variada, reflejando una estructura empresarial heterogénea de grandes grupos bodegueros, bodegas de talla familiar y bodegas cooperativas; de grandes bodegas criadoras, grandes cosecheros-almacenistas y pequeños viticultores y cosecheros, etc.
VIÑEDOS en Elvillar. Al fondo destaca la silueta de la Peña de Lapoblación o León Dormido, ya en la provincia de Navarra
En suma, Rioja Alavesa alberga un paisaje del viñedo de gran valor y tradición histórica, que constituye la base de unos caldos de excelente calidad internacionalmente reconocidos.
Ese paisaje deriva del tipo de explotación que lo genera y del medio ecológico sobre el que se asienta pero, ante todo, es fruto del trabajo, del “Savoir Faire” y del conocimiento acumulado y de la capacidad de adaptación de viticultores y bodegueros a las coyunturas cambiantes.
Naturaleza y Cultura se funden en el Paisaje, lo que incita a descubrirlo, a estudiarlo y a vivirlo con todos los sentidos.
*Doctora en Geografía y Profesora Titular de Geografía Humana de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU)
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Buena trilogía del blog, recogiendo la objetiva mirada de una geógrafa de la talla de Mari Cruz Porcal. Especialmente interesante la fragmentación del paisaje recogida en esa foto aérea de Elvillar-Lanciego, que bien podria ser de Labastida, Lapuebla, Laguardia, Baños, Elciego, Villabuena, Navaridas,…
Como todo resumen tiene el riesgo de la simplificación, quiero puntualizar algunas ideas que algún lector poco avisado podría malinterpretar:
1.-A diferencia de otras Zonas de la DO Rioja, no hay en Rioja Alavesa un dualismo entre un paisaje vitícola de ladera y otro terraza aluvial, junto al río Ebro, pues esta última no supone ni el 5% del viñedo
2.-«… la creciente colonización paisajística del viñedo casi en régimen de monocultivo impulsada fundamentalmente desde los años 80…». Esta afirmación es cierta pero induce a confusión (y a pensar que aquí ha ocurrido como en Rioja Baja) si no se dice, por ejemplo, que hace 150 años Rioja Alavesa tenía las mismas 13.000 hectáreas de viña que tiene hoy corremos el riesgo de malinterpretar lo ocurrido.
3.- «…a pesar de la abrumadora presencia del sistema de espaldera con sus postes e hilos metálicos». Esta afirmación cierta para Rioja Baja no es exacta para Rioja Alavesa, donde el viejo viñedo en vaso supone un porcentaje muy importante.
4.-«…perviven también viñas viejas aunque la mayoría sean posteriores a la filoxera». Podría parecer esta redacción que se minimiza el porcentaje de viñas viejas de rioja Alavesa, cuando nuestra Comarca bate el récord no sólo entre las otras zonas de la DO Rioja, sino entre las grandes DO del mundo. Ser un viñedo prefiloxérico, si alguno queda en el mundo, no es ser viejo, es ser vetusto, cuasi-improductivo e inviable económicamente a corto plazo. Nosotros somos líderes en ese viñedo de 40-80 años, sabio, potente y muy rentable.
Muchas gracias, Miguel. Saludos cordiales.
Gracias a Julio Flor y a la doctora Mari Cruz Porcal por estos artículos elegantes y exquisitos, con los que he disfrutado mucho.
Me encanta leer cosas que aprecio y comprobar que mis intereses son comunes a otros muchos lectores del blog.
Gracias y espero que haya más entregas «geográficas»
Amelia Pereira
Muchas gracias, Amelia Pereira. Saludos!