Nuestro Paisaje 2017, con sus problemas puntuales de muy diversa causa, es alabado como uno de los mejores del mundo por todos los especialistas que nos visitan.
Ni pesimismo que niega los valores colectivos de la Comarca, ni triunfalismo que deforma la Rioja Alavesa real.
LA REALIDAD de Rioja Alavesa se analiza a menudo con datos falsos.
Leía esta semana en un periódico de Vitoria un artículo, excesivamente triunfalista para mi gusto, de una política alavesa: “Rioja Alavesa, oro rojo”, que recogía afirmaciones inexactas: “El avance de los vinos de Rioja en el mercado internacional es imparable…, Rioja Alavesa navega en ese mismo barco de éxitos. Nada menos que 60 millones de litros …” ¡Ojalá las bodegas de Rioja Alavesa exportaran 60 millones de litros! Lo cierto es que exportan solo la mitad.
Miguel Larreina González*
EL TRIUNFALISMO en los datos de exportación impide tomar otras medidas.
La juntera alavesa ha caído en el error de no fijarse que muchos de esos litros, aunque se exporten desde el País Vasco, no proceden de viñedos vascos (Rioja Alavesa y Txakolis) sino de viñedos foráneos (Mancha, Jumilla, etc.), como bien aclara el ICEX.
Además, buena parte de los 30 millones de litros que se exportan desde Rioja Alavesa son de Rioja Baja o Alta, hasta tal punto que no llegan a 7 millones de litros exportados los que podrían llevar en su etiqueta referencia a la nueva “Zona Rioja Alavesa”. Si la Juntera quiere corregir su error puede ver los datos que aporto en el libro “Rioja Alavesa en la encrucijada”.
El problema que tienen esos discursos triunfalistas es que deforman la Rioja Alavesa real y con un diagnóstico falso no se pueden hacer planteamientos políticos acertados.
LA RIOJA ALAVESA del siglo XXI no puede ni debe ser igual a la del siglo XX.
La realidad nos dice que la exportación de nuestros vinos y del conjunto de la DO Rioja está estancada en los últimos tiempos, incluso durante el 2016 y primera mitad del 2017 ha tenido un ligero retroceso respecto a los dos años anteriores.
La realidad nos dice también que Rioja Alavesa exporta barato (3,8 euros/botella), y que esos 30 millones de litros se concentran mayoritariamente en unas 40 bodegas de Rioja Alavesa: hay más de 200 bodegas a las que la exportación solo supone una ínfima o nula parte de su facturación.
Pero si no me gustan los triunfalismos referidos a Rioja Alavesa, aún me gustan menos los planteamientos pesimistas, como el que escuché la pasada semana en una “mesa redonda” con vitivinicultores, técnicos y algún político exponiendo a foráneos argumentos sobre la singularidad de la “Zona Rioja Alavesa”.
CRISIS agropecuaria y cambio climático propiciaron la expansión del paisaje vitícola.
En esa «mesa redonda» entendí que la Administración no ha hecho bien las cosas, que “las subvenciones a la Reestructuración de viñedo han sido un desastre, que se ha propiciado el arranque de viñas viejas, que se han hecho barbaridades paisajísticas, que complican nuestra proclamación de Patrimonio Mundial”, que los viticultores están peor que antes, cuando había un diferencial de precio a favor de nuestras uvas que hoy no lo hay.
El político presente, en absoluto responsable de la “Gran Reestructuración” que ocurrió hace 12-18 años, balbuceó alguna excusa: “es una ayuda europea y poco podemos cambiar”. En ese momento yo pude rebatir ese pesimismo pero callé porque allí habíamos ido a otro tema (a ensalzar a Rioja Alavesa y sus vinos) y porque tengo claro que, a menudo, ese discurso pesimista se debe a una estrategia narcisista de negar los valores colectivos de Rioja Alavesa para exaltar el “genio individual” y justificar un liderazgo cualitativo propio y exclusivo.
LAS ESTRATEGIAS productivas han cambiado afortunadamente respecto a las de 1970.
Pero lo que no dije en esa reunión lo quiero aclarar hoy: la vitivinicultura de Rioja Alavesa tiene puntos flacos, y de ellos hemos hablado alguna vez aquí, pero en su conjunto presenta un aspecto magnífico si la comparamos con otros momentos de su historia o con otras regiones vecinas.
En el gráfico que adjunto se puede ver esa tendencia creciente hacia el bienestar de nuestros viticultores en los últimos cuarenta años y que resumíamos así: “Asistimos a la recuperación del sector a mediados de los años setenta, luego los “felices ochenta”, el gran boom económico y vitícola de finales del siglo XX y principios de XXI, nueva crisis económica mundial que a los viticultores alaveses supuso un quinquenio (2009-2013) desastroso, hasta llegar finalmente a la recuperación de precios de este último trienio 2015-2017”.
EL VITICULTOR actual está mucho mejor que el de hace cuarenta años.
Pensar que los viticultores alaveses de hace cuarenta años estaban mejor que hoy porque su uva se pagaba un poco más que la de otras zonas de la D.O., intentar comparar el bienestar económico de los viticultores de hoy y los de hace cuarenta años es absurdo, son realidades incomparables.
Y en cuanto al supuesto “desastre de la Gran Reestructuración”, debo desmentirlo categóricamente con datos, entre otras cosas porque la recuerdo bien ya que me tocó llevar la dirección técnica del equipo foral en el periodo álgido (1999-2007). Cierto que entre las veinte mil parcelas vitícolas de Rioja Alavesa hay una veintena en las que su propietario hizo actuaciones exageradas que no nos gustan, pero de ahí a decir que se degradó nuestro Paisaje va un trecho largo.
DESCALIFICAR la Reestructuración en Álava es puro desconocimiento de lo que ocurrió.
Nuestro Paisaje 2017, con sus problemas puntuales de muy diversa causa, es alabado como uno de los mejores del mundo por todos los especialistas que nos visitan.
Las millonarias ayudas de Bruselas a la Reestructuración coincidieron con la concesión extraordinaria por la U.E. de derechos de plantación, así que buena parte de la ayuda a la Reestructuración en Rioja Alavesa fue a parar a esas 3.000 Has de nuevas viñas que nuestros agricultores estaban plantando en la zona cerealista de la Comarca, zona en la que se había hecho la concentración parcelaria en los años sesenta y setenta, por lo que la reestructuración no degradó el paisaje vitícola en esa zona; sino que ayudó a crearlo, subvencionándolo.
LA REESTRUCTURACIÓN permitió substituir el excesivo viñedo blanco por el Tempranillo.
Las ayudas a la Reestructuración también estimularon la renovación de 2.000 hectáreas de viñedo, sin que ello signifique que se propiciara el arranque del “Viejo Tempranillo Alavés”. Lo que se arrancaron fueron viñedos llecos, viñedos con problemas fisiológicos, y, sobre todo, se arrancó ese pésimo viñedo blanco plantado en exceso en los años setenta, cuya uva venía participando en muchos vinos tintos de cosecheros en una proporción (20-30%) muy superior a la deseada, lo que supuso una “mejora cualitativa” sin precedentes.
Ese tándem plantación-reestructuración hizo que se duplicara la vendimia tinta recogida por los agricultores de Rioja Alavesa, aumentó el tamaño medio de sus explotaciones vitícolas, abaratando los costos de cultivo y elevando los beneficios medios del agricultor hasta 3.000 euros/Ha, cifra muy superior a la habida en cualquier momento de la historia. Y en cuanto al valor patrimonial del viñedo se incrementó en casi 800 millones de euros más de lo que valía a principios de los años noventa.
CAMBIOS importantes para adaptarse al siglo XXI, que se hicieron “con cabeza”.
Y no hay que olvidar que, a diferencia de lo que ocurre en otras regiones, el gran beneficiario de aquella revalorización vitícola fue el agricultor, porque la Administración veló para que fuera el destinatario de los derechos de plantación.
Incluso los “románticos” que añoren aquel viñedo de mula, miseria y emigración de 1970 deben reconocer que los cambios habidos han sido enormes, planeados y realizados ‘con cabeza’, mirando por la prosperidad de los agricultores y respetando un paisaje vitícola que ha mantenido su belleza e integridad como en muy pocos lugares del mundo.
NUESTRO PAISAJE sigue siendo considerado hoy como uno de los mejores del mundo.
Ciertamente, actuaciones como la mejora de las retorcidas “carreteras” diseñadas hace cinco siglos para carros de tracción animal han “mordido el paisaje” pero solo un egoísmo extremo puede criticar actuaciones hechas para sacar a los pueblos de un aislamiento medieval y peligroso.
Veamos las cosas con perspectiva y con datos, muchos datos. No nos comparemos con Borgoña solo en una cosa, porque aunque es cierto que nuestra viña se cotiza “baja”, diez o veinte veces por debajo de las suyas, esa moderación ha permitido acceder a los agricultores a la propiedad de la tierra. Gracias a eso la economía de sus familias está muy saneada, los pueblos están vivos y no son un decorado de cartón-piedra, los viñedos son “nuestros” y no de un millonario americano o un grupo chino que hacen del viticultor un mero peón agrícola.
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Llevamos unos años que los políticos creen que saben de todo.
Pero lo cierto que saben mucho de nada, y lo peor es que para sacar un artículo en los periódicos, le preguntan al que habla mucho sin saber lo que decir.
En fin, son gente que se ocupan más de su ego que de estar pegados a los problemas de los viticultores.
No separar las grandes bodegas de las bodegas de cosecheros es un error.
Echar la culpa a Europa por el arranque de viñedo o las plantaciones… Es otro error de bulto.
Hoy el artículo de Miguel, aclara con nitided cómo estamos y cómo hemos sido en RIOJA ALAVESA.
Gracias Miguel por tu punto de cordura sin más interés que el camino de lo justo.
Gracias por tu comentario, Dalmacio. Saludos cordiales.
De verdad quiero ser positiva porque me parece que estamos viviendo situaciones políticas que están afectando a la salud de las personas que siguen las noticias porque disponen de tiempo y son patologías complejas.
Únicamente voy a añadir aquello de que un abogado y un pastor saben más que un abogado.
Me gustaría que pudiésemos contar con una administración más al servicio de las personas. Tenemos gente muy preparada a la que le gustaría trabajar más y ayudarnos. Estamos a tiempo de hacerlo. Necesitamos tutorías, personas a las que contarles nuestros problemas y las ilusiones. Todos podemos llegar a estar más preparados, algo podemos aportar.
Voy a añadir que nada más llegar a un gran edificio administrativo lo primero que necesito es pasar por los servicios porque me pongo muy nerviosa y estoy convencida de que todo lo voy a hacer mal.
Coincido con Norman Foster en que el cambio es lo permanente…
Al mismo tiempo recuerdo la época en la que en una mañana, nos reuníamos en Vitoria con Gordoa, con Ubillos y con José Ramón Manso de Zúñiga. Los tres ingenieros agrónomos de Diputación.
Las quejas de mi padre iban porque ‘os ha dado por la patata y nos tenéis abandonados’… En general se defendían diciendo que estábamos ‘muy divididos los de Rioja Alavesa, y es muy difícil contentaros’. Esta zona les pillaba lejos y teníamos mucho barro para unos zapatos pensados para la calle Dato y sus alrededores. Siempre conservaré el recuerdo de su Humanidad.
Las estrategias actuales pueden ser más ambiciosas, pero creo adivinar que nos quieren como votantes y les advierten de nuestro pragmatismo, de nuestro afán de futuro, de que estamos a bien con todo el mundo…
Acuden a consultorías carísimas en busca de planes sofisticados y en Bruselas te tienes que disfrazar de flamenco o escocés para que te reciban.
En Lakua, una mujer estupenda, funcionaria, me confesó que llevaba toda la mañana para conseguir una beca para su hijo, cosa complicadisima porque pese a la ayuda que le prestaban desde el departamento competente era complicadisima. Le di la tregua necesaria y a cambio fue muy amable.
Para mí las estrategias empiezan por situar objetivos que favorezcan el desarrollo social, económico y de presunción de inocencia hasta de nuestros errores…
La ambición es buena hasta para soñar, pero tenemos que ver de qué hablamos
Muchas gracias, Victoria, por tu tiempo, y todas tus palabras. Saludos cordiales.
Tras un corto pero intenso periplo por tierras toscanas (que el año pasado formalizaron la candidatura del territorio del Chianti Classico a Paisaje Cultural de valor universal) este escrito cobra más relevancia: efectivamente Rioja Alavesa no está por detrás de esa u otras regiones conocidas mundialmente y tiene unas potencialidades similares, cuando no mejores (la especialización vitícola, el modelo socio-económico mayoritario ligado al territorio y no tanto a acaudalados inversores foráneos…).
Pero hay muchísimos aspectos interesantes: imposible ver una botella de Chianti por menos de 7 € o un vaso de Chianti por menos de 3€, cómo los grandes vinos de autor más premiados han salido del corsé de la DOGC Chianti y simplemente tienen una Indicación Geográfica, al igual que vinos a 3-4 €/botella…ahí hay muchísimo camino por recorrer.
Saludos!
Muchas gracias, Iñaki. Saludos!
Entre el triunfalismo y el fatalismo, podríamos situar la apatía.
Creo que nadie en su sano juicio cree que los polític@s de aquí o de Bruselas, que son los encargad@s de defender nuestros derechos, ocupen esos puestos por su valía, formación o conocimiento del sector, nadie a estas alturas duda de que sus «méritos» son de otro tipo, que no merece la pena enumerar.
En cuanto a nosotr@s, l@s campesin@s de Rioja Alavesa, salvo contadas excepciones, nos hemos dejado llevar por una inercia de bonanza económica que nos ha adormecido llevándonos poco a poco a la situación actual de ninguneo por parte de todas las administraciones, tanto locales (Diputaciòn,Gobierno Vasco,Consejo Regulador…etc.) como Europeas. Las decisiones se toman sin contar con nosotr@s, pero probablemente no toda la culpa sea de ell@s, tenemos que darnos cuenta de que esta situación se va a perpetuar a no ser que seamos capaces de retomar el espacio que nos han arrebatado por nuestra incapacidad.
Gracias Iñigo Franco, por tu reflexión y tus comentarios. Saludos cordiales.
Gracias por vuestras aportaciones, coincido en casi todo. Interesante y cierta la frase de que un abogado y un pastor saben mas que el abogado. Interesante la frase de los responsables de Diputación de hace 50 años, coincidente con lo que hoy se oye.
Iñaki ya se que estás muy liado pero me gustaría leer un articulo tuyo en el blog referido a ese viaje por el Paisaje Viticola de la Toscana, un competidor nuestro en el objetivo de ser Patrimonio de la Humanidad
Gracias, Miguel. Saludos!!
Buen artículo y buenos y acertados comentarios.- La Rioja Alavesa en mi humilde opinión necesita «despertar» de ese letargo en que llevamos sumidos desde hace demasiado tiempo y esa labor es de todos, pero fundamentalmente de los jóvenes, que por cierto, salvo excepciones, que las hay, son a los que más «dormidos» encuentro.- Saludos cordiales.-
Gracias, Francisco. Saludos cordiales.
Si nos lo creemos de verdad, pero sabiendo qué somos, quiénes somos y qué representamos, de verdad, en este mundo del vino, podremos hacer algo interesante por esta zona de Rioja Alavesa.
La gente triunfalista me aburre y la pesimista me sobra. A mi lado me interesan las personas pro activas , las solidarias y que intenten defender el legado que hemos heredado de nuestros antepasados.
Poco puedo decir de lo que dice la juntera y la mesa redonda, ya que desconozco, de primera mano, dichas manifestaciones, pero observo, en general, que cada vez más hay mucho «abogado de secano» (por seguir con el comentario de Victoria Cañas), y eso hace perder sonido a las verdaderas y conocedoras voces de Rioja Alavesa.
Separemos las voces de los ecos, como diría el poeta, estimado Fernando. Gracias por tus comentarios, que echábamos en falta. Saludos cordiales!