Jun 23, 2019

Maderitas de fuego por San Juan

«¿Me puedes contar un recuerdo de tu niñez vinculado con las hogueras de San Juan?», ha pedido el Blog a las gentes de Rioja Alavesa, que hacen con sus respuestas una hoguera mágica de recuerdos en el Paisaje Cultural del viñedo, el vino y la pasión.

Noche de San Juan

CUANDO EL SOL se va, con el fuego de una estrella, y llega la noche…

La noche de San Juan, hermosa y misteriosa donde las haya, aquella noche de la infancia de tant@s, vinculada al fuego, a la luz, al verano, a la libertad y la fiesta.

Noche de San Juan

EL FUEGO, uno de los Elementos, unido a la mágica noche de San Juan.

Con el solsticio de verano surge un mundo de nuevas emociones. En la Comarca las cepas se han puesto sus galas. La floración de los pequeños racimos, el trigo haciéndose señor de las fincas más altas, la brisa cálida acariciando el valle entero, golondrinas y aviones pintando piruetas en el lienzo azul.

Cuentan los historiadores que el ser humano domina el fuego (Homo erectus) desde hace 1.700.000 años. ¿Lo domina o nos domina él a nosotros de mil maneras? No sabemos de dónde vienen las hogueras de San Juan. Sí sabemos la magia que sentimos cuando de niños nos dejaron hacer y deshacer nuestras fogatas, para vivir más intensamente.

Noche de San Juan

EL FUEGO cambió la Historia de la Humanidad.

En los ojos humanos bailan mil lenguas de fuego de una vida acumulada. Todos los artículos del Blog, las palabras entretejidas en más de cien entrevistas, los adjetivos y las oraciones, cada ‘viñedo de palabras’ se convierte hoy en maderitas por San Juan.

Una parte de tu niñez puede estar contenida en una candela a principios de aquellos veranos. Tus mejores deseos de entonces, los más inocentes… cuando el fuego danzaba sobre los rescoldos de la madera, trasladando tus sueños hacia el infinito, sobre la ardiente ceniza, mientras hacíamos un corro alrededor de las llamas.

Hogueras de Laguardia

Noche de San Juan

ANTONIO Mijangos recuerda para el Blog las hogueras de su infancia en Laguardia. 

“No había hogueras en Laguardia en la fiesta de San Juan. Era en la fiesta de San Juan Degollado, en agosto, cuando la Cofradía de San Juan Degollado organizaba la hoguera delante de la torre de San Juan. Se hacía al llegar la noche, una costumbre que desapareció al asfaltarse la villa”.

Recuerda el sacerdote de Laguardia, Antonio Mijangos, aquella hoguera de agosto de su infancia y la otra hoguera que se organizaba en septiembre, en la víspera de la Asunción de la Virgen de los Reyes, la noche del 14 al 15… Hogueras que desaparecieron en la espiral del tiempo.

Noche de San Juan

LA INFANCIA vinculada a las hogueras (Foto de la fogata de Oyón, de Manolo González)

No obstante, a nada que cierra los ojos, es capaz de ver a los niños saltando las brasas de la hoguera. “Era un símbolo de valentía. El niño que saltaba la hoguera era un líder entre nosotros”.

Son muchas las costumbres que han ido desapareciendo. Hay un lamento en el tono de sus palabras. “Ahora ya no se viven las cosas como entonces. Al morir lo típico de cada pueblo, va muriendo un poco todo esto. Somos tan universales que perdemos las particularidades, cuando aquí teníamos un patrimonio inmaterial rico, muy rico”.

Noche de San Juan

QUÉ dirían las campanas de Laguardia de las tradiciones que se pierden…

Antonio Mijangos nos habla de una pequeña hoguera que se hacía en los portales de las viviendas, en la noche del 7 al 8 de diciembre. “Esas pequeñas hogueras eran pequeños braseros, donde se invitaba a la gente a castañas asadas y a una copa de anís o de orujo. Era como decir “empieza la Navidad, empieza el nacimiento y la vida”…

“Esto no se ha perdido del todo, Julio, pues todavía en Laguardia se conserva la cofradía de San Antonio, que regala castañas asadas al pueblo. Antiguamente le llamaban “la primera cenada de Navidad”.

.- Una hermosa historia, Antonio!

Noche de San Juan

CASTAÑAS asadas… uno de los alimentos vinculados a las hogueras en Laguardia.

En el brasero donde se asaban las castañas ardían los sarmientos de las viñas. Cuando había hogueras, la gente saltaba sobre los rescoldos, y luego se bailaba alrededor de la hoguera, ofreciendo a todos los asistentes chocolate con galletas María.

.- Eso es lo que hacíamos nosotros de niños en Portugalete, en la Sanjuanada, la noche del 23 de junio, chocolate con galletas María y bizcochos.

Qué pequeño es el mundo, Julio; tu mundo y el mío unidos.

Noche de San Juan

AQUELLOS humildes bizcochos, tan ricos que aún saben a infancia.

.- Jajaja. Llamábamos a las puertas del vecindario para pedir unas pesetas para la chocolatada. Encendíamos la hoguera cuando llegaba la banda de txistularis, con los Tejada. Los días anteriores habíamos hecho acopio de maderas y muebles viejos, y en previsión de que nadie nos quemara la sanjuanada, los niños nos las apañábamos para montar guardia día y noche.

Genial, genial!

Noche de San Juan

EL FUEGO (con sarmientos) siempre tan atractivo e hipnótico en sus mil formas.

Samaniego, Leza, Oyón y sus hogueras de San Juan

“En Oyón, el día 23 de junio, al salir de la escuela –según Recuerda Fernando M. Bujanda– las cuadrillas de niños y niñas íbamos por el pueblo cantando “Eche usted, eche usted / alimentos a mi delantal / eche usted, eche usted / para celebrar San Juan”.

“Con lo recogido se hacía una merienda, y luego nos acercábamos a la hoguera que se prendía en la plaza, donde la gente jugaba y saltaba sobre las brasas”.

Noche de San Juan

FERNANDO Martínez Bujanda y sus recuerdos de las noches de San Juan. 

Hay un agricultor de Oyón -según cuenta Fernando- que la noche de San Juan coloca doce platitos y en cada uno pone una capa de cebolla. “A la mañana siguiente, según hayan expelido más o menos agua, él sabrá interpretar como se comportarán las lluvias en los doce meses siguientes”

Que sea efectivo o no, eso es lo de menos en este caso. “Lo hermoso es ese halo de misterio de una noche especial”, concluye Fernando.

Noche de San Juan

CÉSAR Bermúdez nos cuenta sus vivencias con las hogueras de Elvillar.

En Elvillar se hacía en invierno una hoguera en la Fiesta de los Marchos, a las puertas de la primavera.

“Antiguamente -recuerda el viticultor César Bermúdez– se hacía una pequeña hoguera por cada casa. Hemos conocido una gran hoguera en la plaza del pueblo, donde saltaba la gente joven, y luego había quien asaba castañas. Previamente, para todo eso, los jóvenes teníamos que ir a recoger las gavillas”.

Hay pueblos de Rioja Alavesa donde nunca ha habido hogueras, como en Kripan. Al igual que hay gente de la Comarca que nunca ha estado en una hoguera por San Juan.

Noche de San Juan

ÍNIGO Franco «recuperó» para Leza una fiesta viva en otros pueblos de Rioja Alavesa. 

En Leza, el viticultor Iñigo Franco Atorrasagasti recuerda que no había la costumbre de hacer una hoguera por San Juan. Cuando fue concejal de Cultura y Festejos en el Ayuntamiento de Leza, Íñigo se encargó de poner en marcha esta fiesta en Leza. “Ahora hacemos una hoguera y se invita a todo el mundo a un asado de chorizo, morcilla y panceta acompañado de vino y unos refrescos… Luego se salta la hoguera y, claro que sí, se pide un deseo”.

En Labastida, el 23 de junio es el Día de la Cencerrada, en el que todos los niños y niñas, y media docena de adultos, dan vueltas por las calles del pueblo arrastrando latas y botes de chapa atados con cuerdas, con el único objetivo de hacer el mayor ruido posible y decir -de alguna manera- “estamos vivos”.

“Me acuerdo que nos divertíamos muchísimo!!!”, recuerda Carlos Fernández. “Pero lo mejor de todo es que aún se sigue haciendo”, tercia Carlos.

Noche de San Juan

NO hay hogueras en Viñaspre, pero sí un «hombre pájaro» (su sombra) y fiestas por San Juan.

En Viñaspre no hubo ni hay hogueras, que sepa el vitivinicultor Roberto Oliván. “Lo mejor de estas fechas es cuando subimos el “Peku”, un muñeco que viene a ser el ‘hombre pájaro’ del pueblo. Por cierto, que le subimos el pasado viernes 21 de junio, empezando de esta manera las fiestas de San Juan”.

Las hogueras de Elciego

Desde Elciego la bodeguera Victoria Cañas nos hace una crónica intensa, entrelazada con un mar de  sus recuerdos, que vienen y van.

“Las hogueras en Elciego son una mezcla de… ¡tantas cosas! Las de San Juan eran las más festivas, pero estaban también las Lumbradas del 7 de Diciembre”.

Noche de San Juan

VICTORIA Cañas rememora con intensidad las hogueras de San Juan, en Elciego. 

“Las hogueras las organizaban las cuadrillas de chicos que iban escondiendo, sarmientos, cepas secas, alguna viga vieja o algún mueble antiguo. Se tiraban pocas cosas porque a todo se le buscaba infinitos usos.

“Se notaba alegría porque nos dejaban estar más tiempo en la calle. Se hacían varias hogueras, cerca del carrero. Vivían los trece hermanos, se les llamaba “los de Apro” porque su padre era Aproniano Palacios, y la animación con su cuadrilla era muy grande.

“Se esperaba la noche para lucimiento del fuego y los chicos saltaban por encima de las llamas haciendo exhibición de buena forma, los había audaces y hasta pisaban las brasas en carreras rápidas. Las chicas lucían guapísimas con las mejillas muy encendidas y sus vestidos de verano.

Noche de San Juan

“SE esperaba la noche para lucimiento del fuego…» (Fotografía Manolo González).

“Aparecían guindas, que se cogían en las huertas cercanas, y alguna botella de anís, moscatel y coñac con galletas surtidas.

“Cerca de la casa de mi abuelo había otra hoguera porque se contribuía con la leñera, algún tronco que las mulas arrastraban del campo y el cisco sobrante –recuerda con intensidad Victoria Cañas-. Había cierta licencia para robar, porque las gavillas de sarmientos se colocaban para que secaran bien en las tapias de los corrales y al día siguiente se comprobaba que más de uno había tenido alguna contribución forzosa.

“Las Lumbradas del 7 de diciembre tenían algún efecto purificador, pero las de San Juan eran más festivas y se buscaban más parejas, noviazgos que iban tomando cuerpo con la llegada de las fiestas de Santa Isabel, de San Roque y las Vírgenes de septiembre.

Noche de San Juan

¿QUIÉN DICE que no hay hoguera habiendo vino en la copa?

“Era época de jornales extra porque empezaba la siega, se daban unas manos de sulfato a la viña, y se había terminado la espergura y el desnietado. El Elciego existían más peones que en otros pueblos pequeños y los jornales dobles se notaban, se sabía que quedaba la trilla, la vendimia, las labores de cueva. Todo era muy manual. El hambre del invierno había pasado.

“La noche, el fuego y dos reales en el bolsillo hacían el resto… las tiendas fiaban con más facilidad. Eran noches de cigarras, de búhos cantando. Durante el día los vencejos hacían vuelos increíbles. Los pajares esperaban la paja limpia y se cambiaban las cuadras que iban cargadas y olían. Las basuras se llevaban al campo y las viñas lo agradecían. Ya digo, las hogueras son una mezcla de muchas cosas…”

Noche de San Juan

MANOLO González nos relata aquella época de su infancia en Oyón-Oion.

Las hogueras de Oyón

Desde Oyón-Oion, el cronista del pueblo Manolo González, recuerda el día de la hoguera con su tradicional «chocolatada» que “los chavalitos la solíamos celebrar en la huerta del Sr. Antonio Santander, al lado mismo de las aguas cristalinas de la «fuente vieja».

Manolo González recuerda e interpreta la fiesta: “Cómo olvidar el rito donde presurosos acudíamos a lavarnos la cabeza, pies y manos, queriendo testimoniar y purificar en el lavado quizás, el recuerdo del bautismo de Jesús realizado por Juan el Evangelista”.

Noche de San Juan

CHOCOLATADA en Oyón en las hogueras de San Juan.

“Las chicas estaban guapísimas –cuenta Manolo– con aquel pañuelo de seda anudado con tanta gracia al cuello, con sus labios pintados, con castañuelas en las manos y con aquel humilde delantal cantando por las calles y puertas de las casas aquel verso:

“Eche usted, eche usted / alimentos a mi delantal / eche usted, eche usted / para celebrar San Juan».

En los recuerdos de Manolo González quedan ya muy lejanos en el tiempo las Hogueras de la Purísima, de San Antonio, del Corpus Christi, de la festividad de Santiago, etc., manteniéndose viva la tradición de las dos únicas hogueras, la de San Juan y la de los santos patronos Vicente y Anastasio.

Noche de San Juan

JOVEN salta una pequeña hoguera por San Juan.

Mientras escribo sobre la hogueras, veo a los niños de Algorta alegres a la par que inquietos porque llega, ya está aquí, la noche a Euskadi… Una de las noches más hermosas. Bastará, como otros años, que el sol desaparezca del horizonte.

Entre los adultos brilla un destello de nostalgia por la infancia, y un deseo de luz exterior e interior. Un deseo de permanecer en la luz cuando la luz se va. De vivir cuando el fuego se extingue. Un fuego vital, una hoguera intensa, la pasión con sus chispazos inundando el alma.

Noche de San Juan

LAS fogatas que hace la Comarca durante todo el año con Sarmientos…

Un tesoro que proviene en el fondo de muy lejos, sin ser conscientes, de muy atrás, de un hechizo, casi un sortilegio, cuando el ser humano descubrió el fuego, que le daba calor y lo amparaba… Algo de todo aquello permanece, junto con la ensoñación y el misterio. Castañas, chocolate, galletas, anís, sarmiento, orujo, vino… Maderitas de fuego por San Juan.

10 respuestas a “Maderitas de fuego por San Juan”

  1. Maren Aldaia dice:

    Es hermosa la noche de San Juan. Nos vienen a la cabeza mil buenos deseos para la gente que queremos. Siendo niña todo lo pedía para mí, más tarde para mi familia y amigas cercanas. Luego para mi querido país, Euskadi. Hoy pido por la Humanidad entera

    • Blog Rioja Alavesa dice:

      Muchas gracias, Maren Aldaia. Qué hermosa progresión, si me permites decirlo de esta manera. Un mundo tan quebrado como el nuestro, precisa de tan alto deseo, de un sinfín de auténticos encuentros con el otro. Un cordial abrazo.

  2. Txiki dice:

    Me pregunto qué nos mantiene tan enganchados al fuego 1.700.000 años después… San Juan es una hoguera y -de una manera u otra- se seguirá celebrando, ¿no?

    • Blog Rioja Alavesa dice:

      Muchas gracias, Txiki. El fuego nos ofrece tanto… Una hoguera es siempre diferente pues las llamas nunca repiten las mismas formas. El fuego está dentro de la Tierra, en el firmamento, al amanecer, y -a través del corazón humano- pues la pasión y la energía se asocian con el fuego.

      La noche de San Juan porta además la magia de habernos acogido de niños y adolescentes. Está en muchos de nosotros como un bello juego de luces y sombras. Un bella metáfora de lo que tantas veces somos los seres humanos.

      Por si fuera poco, el Fuego es una de los Elementos fundamentales, junto con el Agua y el Aire… Hay ensoñación y misterio, qué más se le puede pedir!

  3. Kepa Urdangarin dice:

    Comparto con el sacerdote que «al morir lo típico de cada pueblo, va muriendo un poco todo esto». Con el tiempo las sociedades han ido dejando morir el legado del pasado. A la vez que digo eso, creo que las distintas sociedades van dando la espalda a lo que ha perdido su interés cultural, social, económico… Quién sabe qué no habrá perdido la humanidad dentro de 100 años. Lenguas habladas y escritas. Conocimientos. Folklore y bailes. Formas de relacionarse en vivo y en directo… No sé. Me apunto con don Antonio a la conservación de lo que es importante. De que eso sustancial no viva solo en los museos.

    Zorionak!!

    • Blog Rioja Alavesa dice:

      Eskerrik asko, Kepa Urdangarin. Decía un escritor que la tradición está ligada «al encuentro con las fuerzas de la vida». UNESCO y tantas otras instituciones velan por conservar de la mejor manera posible, y más viva, aquello que es Patrimonio de la Humanidad. Pero las sociedades, la ciudadanía también tiene algo que decir al respecto. Cada ciudad, cada barrio, cada pueblo, cada comunidad deberá ofrecer el oxígeno necesario para mantener con vida la vida; no sólo las costumbres, los ritos o el patrimonio inmaterial… sino al propio ser humano que en tantos lugares de la Tierra sobrevive a duras penas. Los Derechos Humanos son una gran hoguera, una llama que nos ilumina, más, son el propio oxígeno para el futuro… Este es un tema de gran interés, para sentirlo, y hablarlo.

      Un cordial abrazo.

  4. Begoña Tudela dice:

    Me encanta este maravilloso post. Por destacar, el relato de la bodeguera Victoria Cañas. Cómo vincula los trabajos en la viña con la vida cotidiana. En un párrafo dice «…las de San Juan eran más festivas y se buscaban más parejas, noviazgos que iban tomando cuerpo con la llegada de las fiestas de Santa Isabel, de San Roque y las Vírgenes de septiembre», para añadir en el párrafo siguiente: “Era época de jornales extra porque empezaba la siega, se daban unas manos de sulfato a la viña, y se había terminado la espergura y el desnietado».

    Los recuerdos que nos trae el fuego por San Juan! He pasado de verlo y sentirlo en mi piel subida a los hombros de mi aita. A saltar con los chicos sobre las brasas. En una sanjuanada de aquellas de mi juventud conocí y me enamoré de un amor que aún no se ha extinguido.

    • Blog Rioja Alavesa dice:

      Muchas gracias, Begoña Tudela. Los poemas de amor de tantos poetas están llenos de ardiente pasión. «Te quiero… -dirá Pablo Neruda- Y de esperarte cuando no te espero / pasa mi corazón del frío al fuego». Zorionak por ese mutuo sentimiento que «aún no se ha extinguido». Agurra!

  5. Estibaliz Gamboa dice:

    Buen trabajo, bellos recuerdos, entrañables testimonios. Mila esker!

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