Las apariencias engañan. Rioja Alavesa no tiene la oferta museística que merece.
Este pasado 18 de Mayo se ha celebrado el “Día Internacional de los Museos” y la efeméride me ha recordado que hace varias semanas hablábamos en este blog de Museos del Vino y que, por la helada y otros motivos, habíamos dejado el tema a medias, así que lo retomo hoy.
Miguel Larreina González*
Empezaré diciendo que la Diputación Foral, Institución competente en este tema de la difusión cultural y los museos, tiene una gran oferta museística en Álava, oferta que adolece de algunas debilidades como manifiesta el Plan Estratégico de la Diputación (2015-2019): “la importancia de los fondos propiedad de los museos forales no se corresponde con el número de visitantes que puedan apreciarlos”.
Para superar ese problema Diputación propone un “Plan Museístico de Álava”, con una redefinición de la política de museos enmarcada en una estrategia global de desarrollo y puesta en valor del Patrimonio Cultural alavés.
Si en el conjunto de Álava hay una gran oferta museística, también en Rioja Alavesa hay una buen número de pequeños museos, públicos o privados, de los que destacaría los siguientes:
El Museo del Poblado de La Hoya (Laguardia), es un museo inaugurado por Diputación hace treinta años que trata sobre el poblado celtibérico situado a tiro de piedra de la villa de Laguardia; estas gentes abandonaron el poblado hacia el siglo II antes de Cristo, tal vez por problemas de suministro de agua, y se instalaron posteriormente en el cerro de Laguardia donde se ha abierto un Centro de Interpretación del Estanque Celtibérico de la Barbacana que nos cuenta la segunda parte de la historia.
Muy cerquita de estas dos exposiciones, en Navaridas, se ha inaugurado recientemente otro museo precioso sobre la misma temática, en concreto sobre el poblamiento primitivo en el cerro de Castejón, conformando estos tres Centros de Interpretación un estudio magnífico y sin igual de las gentes celtas que se instalaron en esta comarca hace unos tres mil años.
Entre los museos referidos a la vitivinicultura o la etnografía, destaca el Museo Etnográfico de Oyón que inauguró la Diputación hace veinte años, con piezas soberbias recogidas por el Concejal Manolo González por toda la región, piezas que nos hablan de cómo era la agricultura en la comarca antes de la generalización del tractor a finales de los años sesenta del siglo XX. En el mismo Oyón está el Museo de la familia Martinez Bujanda y otro similar en Elciego de la familia Valdelana; en Laguardia, Faustino Ayala está embarcado en una aventura similar en su Casa-Museo el Calado de Morata, siendo el Centro Temático de Villa Lucía, iniciativa de los hosteleros hermanos Lavín, el proyecto privado más dinámico.
De una temática más amplia conviene citar el Museo de la Sociedad de Amigos de Laguardia o el Museo de la Ruta del Vino y el Pescado en Lagrán…
En definitiva, podríamos decir que esta pequeña comarca y sus alrededores está sobrada de museos, máxime si tenemos en cuenta que tenemos una parte importante del soberbio Museo Bibat de Gasteiz dedicada a los yacimientos arqueológicos de Rioja Alavesa o que los propias evidencias arqueológicas visibles en la comarca (dólmenes, castros, necrópolis, lagares rupestres, castillos…) hacen de ella un Parque Temático o un Macro-Centro de Interpretación de la Historia.
La realidad es que las apariencias engañan y no tiene Rioja Alavesa una oferta museística tan grande como se merece.
El hecho de que muchos de estos museos construidos con fondos públicos estén mal publicitados y desconocidos para el público foráneo y el hecho de que varios museos de gestión privada o municipal estén cerrados o con horarios restringidos, hace que hoy no haya un Museo Público sobre el Vino Alavés o sobre la comarca Rioja Alavesa o sobre la Historia de la Sonsierra o sobre el Paisaje Cultural de Rioja Alavesa.
El intento más serio de crear algo parecido lo hizo hace 35 años Diputación al crear un pequeño “Museo del Vino de Rioja Alavesa” en la antigua Casa del Vino (Palacio de Felix Mª Samaniego), pero la experiencia languideció al cabo de unos años, como hoy languidece todo el Palacio.
Ya hemos dicho en alguna ocasión en este blog que creemos que no se está resolviendo de manera proactiva y eficiente esta inmensa plusvalía que supone el conjunto del Patrimonio Cultural-Histórico-Paisajístico-Vitivinícola de Rioja Alavesa. Hemos dicho también que corregir esa deficiencia sería bien sencillo, proponiendo tres soluciones complementarias, a modo de las tres patas de un banco:
1.-Proponemos proyectos culturales pequeños, baratos y autofinanciables y que se distribuyan por toda la comarca, pues es obvio que Labraza debe contar su historia desde una perspectiva y con un proyecto distinto de Salinillas de Buradón. Así, planteamos un Centro de Interpretación de la Sierra en Lanciego o Leza (como embrión para un futuro “ Parque Natural Sierra de Toloño-Codés”); en Elvillar un pequeño “Centro de Interpretación de la Prehistoria de Rioja Alavesa”, del estilo del de Sara, que bien pudiera llamarse “José Miguel Barandiaran”; en Villabuena un “Museo del Paisaje del Viejo Viñedo”; en Samaniego un “Centro de Interpretación de la arriería y el Intercambio Comercial con la Montaña Alavesa”, en Lapuebla un “Centro de Interpretación del Ebro Alavés; en Elciego un “Jardín Mediterráneo”, en Labastida un Centro de Interpretación de los lagares rupestres y el vino medieval…
2.-Proponemos centralizar en Laguardia toda la información museística de la comarca, reconvirtiendo el infrautilizado Palacio Samaniego de Laguardia o el Estanque de la Barbacana en un “Centro de Interpretación de la Historia y la Cultura de Rioja Alavesa” que cohesionara la oferta de todos los centros y museos del entorno.
3.- Proponemos complementar la oferta con un Museo del Vino en Gasteiz, un Centro que vertebraría nuestra comarca con la capital y, dentro de esta, vertebraría la oferta museística del Bibat, del de Ciencias Naturales.
El Museo del Vino en Gasteiz debe ser un proyecto imaginativo, moderno, múltiple, funcional, nada de los mastodónticos museos a la vieja usanza que nadie visita o aburren hasta las moscas, nada de faraónicos proyectos que esquilman las arcas públicas, nada de Noé ni de egipcios, griegos o romanos, nada de una pretenciosa lección de viticultura-enología.
Rioja Alavesa y Álava necesitan un Museo que cuente la historia real de su vino, los valores etnográficos, su paisaje cultural, la belleza de sus viñedos, la magnitud de sus bodegas, la excelencia de sus vinos, sus monumentos, su oferta gastronómica, su naturaleza viva, sus posibilidades enoturísticas…
Como creo haber demostrado en los artículos de este blog relacionados con la historia del vino de Rioja Alavesa ( ver “Álava en la génesis del vino de Rioja Alavesa y viceversa”), entre esta comarca y Vitoria se construyó desde el siglo XIII un “autopista de vino” que ayudó conformar el Territorio Histórico de Álava y que buena parte de la historia de Vitoria se escribió con vino de Rioja Alavesa. Y esa historia debe contarla Vitoria.
El próximo día veremos cómo.
*Doctor en Ciencias Químicas.
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Dan ganas de exclamar «¡qué buena información!». Completa. Oso ona!
Gracias por tu valoración, Kepa. Eskerrik asko!
Un proyecto sin un bagaje de cultura que lo soporte, difícil de continuar.
Profundizar en nuestra cultura es reafirmarnos como personas y como colectivo.
La transmisión de los saberes entre generaciones es un acto de nueva convivialidad.
Gracias por tus palabras, Fernando. Saludos cordiales.
Interesante artículo. Parece que oferta sí hay, y que se debería avanzar en ordenar la oferta!
Eskerrik asko por el blog
Eskerrik asko zuri, Eneko. Gorrantziak!