May 13, 2019

‘Melocotones de Viña’… como saborear Rioja Alavesa

Un año después de su lanzamiento editorial, la novela “Melocotones de Viña” ha sido ya presentada en una docena de pueblos y ciudades por su autora Lola López de Lacalle, que allí donde acude lleva el nombre de Laguardia y de Rioja Alavesa en su labios.

Melocotones de viña

LOLA López de Lacalle -en el centro de la foto- en la reciente presentación de su libro en Bilbao.

En justa reciprocidad, el sacerdote de Laguardia Antonio Mijangos propone que se organice una ruta literaria y turística por Laguardia con la novela que transcurre en la villa amurallada, donde nació por cierto el padre de la autora.

Melocotones de viña

«GALEÓN varado en el cerro…», como presenta la escritora a la villa de Laguardia.

Después de recorrer un periplo viajero en sus presentaciones en Bilbao, Laguardia, Logroño, Santander, Guadalajara, Bergara, Amorebieta, y por unos cuantos clubs de lectura de Institutos de Enseñanza Media, la novela volvió a presentarse el pasado 29 de abril en Bilbao -ahora en el Salón de Actos de Bidebarrieta-, y el viernes 10 de mayo en la Casa Cultura Ignacio Aldecoa de Vitoria-Gasteiz.

Este jueves 16 de mayo toca en Durango, en la librería Urrike, a partir de las 19:30h.

“Melocotones de Viña”, de Lola López de Lacalle fue el año pasado uno de los cinco libros más vendidos de la Feria del Libro de Bilbao. La novela cuenta la historia de “dos mujeres de postguerra que sellaron en los años cuarenta un pacto de lealtad para proteger a sus familiares de un terrible secreto”.

Melocotones de viña

PORTADA de la novela, de la editorial Txertoa.

Desentrañando de qué manera decidió la autora situar a Laguardia como el lugar geográfico donde transcurre la vida de los personajes de ficción de la novela, Lola López de Lacalle nos ha querido contar que, antes de dar por concluido el libro, entregó una copia del manuscrito a cuatro personas de Laguardia, entre ellas el sacerdote Antonio Mijangos.

Melocotones de viña

LOLA López de Lacalle en la sala Garcetas donde el año pasado presentó la novela.

Confiesa la escritora que en un principio no citaba expresamente Laguardia en ningún momento. Lo cierto es que la villa amurallada estaba en su cabeza, pero al ir escribiendo el relato, Laguardia se había quedado como sobrevolando la trama, sin aterrizar, orillado, de tal manera que la localidad en la que viven las protagonistas quedaba para la imaginación de sus lectores.

Todo esto cambió cuando Lola López de Lacalle escuchó y atendió las opiniones y propuestas de uno de los lectores del manuscrito:

Melocotones de viña

EL SACERDOTE Antonio Mijangos defendió la presencia de Laguardia en la novela.

“Una vez leído el manuscrito de la novela -cuenta la autora al Blog-, Antonio Mijangos me animó para que introdujera algunas calles de Laguardia. Me decía que se imaginaba en qué calles o callejas de la villa amurallada transcurría la novela y la vida de mis dos protagonistas. Fue él quien me pidió que dejara claro que se trataba de Laguardia. Y más: que citara calles y plazas con sus nombres”.

Melocotones de viña

ANTONIO MIJANGOS, conoce y ama intensamente cada rincón de Laguardia.

“Cuando leí el manuscrito -recuerda ahora Antonio Mijangos para el Blog- ya sabía que la historia de la novela transcurría en Laguardia, así que me iba imaginando que las protagonistas entraban a la villa amurallada por tal puerta…

“O cuando situaba el relato en cierto lugar, me daba cuenta que Lola estaba describiendo tal calleja que no tiene salida. En otros pasajes veía la calle Santa Engracia, o el rincón de San Nicolás… Por eso le dije a la escritora que fuera indicando a sus lectoras y lectores en qué parte de Laguardia estaban las protagonistas de la novela”.

“Le pedí que concretara los lugares, que los nombrara, y le animé a dejar muy claro que la acción de la novela transcurre en Laguardia. De hecho, creo que podríamos organizar una ruta literaria y turística con la novela ‘Melocotones de Viña’ ”, termina Antonio Mijangos formulando una sugerente propuesta.

Melocotones de viña

LAGUARDIA se contempla a sí misma desde la torre Abacial.

En las diversas presentaciones de la novela, la precisión del lugar geográfico donde transcurre le ha llevado a la autora a hablar de Laguardia y de Rioja Alavesa. “La gente identifica perfectamente dónde está Laguardia y en qué parte de Euskadi está Rioja Alavesa”.

“Cuando me preguntan dónde he sacado la fotografía de la portada del libro, les cuento que es una viña de Laguardia -dice la escritora-, situada muy cerca de la laguna de Carravalseca. Les cuento que el otoño es uno de los momentos más hermosos del viñedo en Rioja Alavesa, cuando la viña se engalana con una docena de colores al menos”.

Melocotones de viña

EL AITA de Lola saluda a una parte de la familia que permanece en la villa de Laguardia.

Y claro que habla de muchos más asuntos en sus presentaciones: de esa historia de solidaridad entre mujeres en tiempos revueltos. De las mujeres como guardianas de la vida de los suyos. De la fuerza y el sabor de una poderosa metáfora.

Y así poco a poco -el libro ya va por la cuarta edición- esas dos mujeres protagonistas de su novela, capaces de tirar hacia delante con todo, junto con Laguardia y Rioja Alavesa, se van enraizando en los ojos lectores, perteneciéndoles un poquito más, calando en su alma, como el buen vino de Rioja Alavesa ha entrado durante siglos en los calados de Laguardia, cual si fuera una ciudad subterránea.

Melocotones de viña

EL LIBRO con melocotones de viña… cual si la novela fuera un melocotón más.

“A mí me habían hablado de los melocotones de viña como los guardianes de la viña -nos había contado ahora hace un año-, lo que me pareció un símil perfecto, porque los melocotones se plantaban para detectar posibles enfermedades de la viña, concretamente el oídio”.

En este caso la metáfora significa que las mujeres son las guardianas de la vida de los suyos.

Melocotones de viña

LA escritora con su aita Francisco cuando era niña.

La autora, que de pequeña acudía a Rioja Alavesa con su familia, y especialmente a Laguardia, a la que ha vuelto en su madurez fascinada por la belleza de su paisaje, por sus pueblos, por su gente… por sus metáforas. 

Ahora sí, ahora puede decirse con rotundidad que Lola López de Lacalle se ha convertido en la guardiana de Laguardia y, por extensión, en un fértil ‘melocotonero de viña’ que ampara en su relato a todo Rioja Alavesa.

14 respuestas a “‘Melocotones de Viña’… como saborear Rioja Alavesa”

  1. Lola dice:

    Desde que le entregué una copia del manuscrito, he contado con el apoyo y la complicidad de Antonio. También Pedro León, alcalde la la villa, ha sido uno de mis lectores cero y por supuesto agradezco su disponibilidad y su cercanía. Y a ti Julio darte las gracias por este precioso artículo.

    • Blog Rioja Alavesa dice:

      Muchas gracias, Lola López de Lacalle. Sigue -como así va a ser- con los nombres de Laguardia y de Rioja Alavesa en tus labios. Saludos cordiales

  2. Arene Amezaga dice:

    Es muy hermosa la metáfora de los melocotones de viña y un gran acierto situar la geografía en una novela, ayuda al tránsito entre ficción y realidad. Larga vida a las novelas que nos ayudan a interpretar la historia, sea reciente o antigua

  3. Txabi Fernandez dice:

    Son fundamentales los primeros lectores, como en este caso el sacerdote de Laguardia. Por si fuera poco, van y hacen propuestas como esa ruta literaria y turística por Laguardia, tomando como base la historia de la novela. Algo muy parecido se ha hecho con La Regenta por Oviedo, o con la poesía de Blas de Otero por Bilbao.

    • Blog Rioja Alavesa dice:

      Muchas gracias, Txabi Fernandez. Son muchas las ciudades en el mundo que hacen algo parecido. Por citar otras, además de Oviedo y Bilbao, en Italia está Verona, donde la poderosa mano de Shakespeare situó la historia de Romeo y Julieta. Allí acuden hoy turistas del mundo entero a visitar la Casa de Julieta, un palacete del siglo XIII (creo recordar) con una ventana gótica y un balcón. En Dublín está el magnetismo de Oscar Wilde o Samuel Becket. En Florencia se siguen los pasos de Dante. En Londres los de Sherlock Holmes, el detective más famoso del mundo. En Edimburgo sucede lo propio con el Ulises de James Joyce. Y en Estocolmo está la famosa saga de Millenium, de Stieg Larsson. Son ciudades libro porque un libro, o una serie de libros, han llevado a sus lectores a sentir el poder de una historia, o el agradecimiento a un escritor o escritora. Sería hermoso llevar a cabo la propuesta de Antonio Mijangos, y transformar Laguardia en otra ciudad libro con el sabor de los Melocotones de Viña.

      Saludos cordiales.

  4. Txiki dice:

    A los Melocotones de Viña le va como anillo al dedo Laguardia o bien otros pueblos guays de Rioja Alavesa. Sí no fuera así, las lectoras nos imaginamos rápidamente un pueblo, que eso es también lo hermoso de los libros. Ensanchar la mente, y llevarnos a terrenos inimaginables.

  5. IZASKUN dice:

    Un libro terriblemente recomendable, imprescindible si compartes vida en Rioja Alavesa, y con la capacidad de transportarte a Laguardia, a esa época, si vives fuera. Sólo un inconveniente: te deja con ganas de mucho más. Espero impaciente más historias.

    • Blog Rioja Alavesa dice:

      Muchas gracias, Izaskun. Un inconveniente muy conveniente para la literatura… y muchos otros ámbitos. Ocurre también con los buenos vinos de Rioja Alavesa. Que al día siguiente quieres más. Saludos!

  6. Antonio Mijangos dice:

    En cuanto leí las primeras páginas de la novela me vino a la mente la figura de nuestras madres y abuelas, vestidas de luto, peinadas con el moño en el cogote sin adornos ni pinturas, serias hacia fuera, pero de corazón alegre, constantes en el trabajo, buenas ecónomas, corazón de la casa, con visión de futuro, semilla de nuestro progreso de hoy. Merecen que se les levante un monumento. Eskerrik asko, Lola, por lo maravillosamente que las has retratado en tu novela! Por sus frutos las conoceréis, dijo alguien hace muchos siglos. Bajo unas cortezas añosas se escondían los buenos sabores de su categoría humana.

    • Blog Rioja Alavesa dice:

      Muchas gracias, Antonio Mijangos. Hermoso homenaje en esta pocas líneas a las madres y a las abuelas. Ellas son las mejores, el corazón de la casa, nuestro corazón. Un abrazo cordial.

  7. Lola dice:

    ¡Qué bonito lo dices, Antonio!
    Gracias por tus palabras y por tu amistad.
    Un abrazo

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