Miguel Larreina González. Doctor en Ciencias
Y digo que condicionan mucho la vida de los vitivinicultores alaveses porque tanto los rendimientos de nuestros viñedos, como la decisión de seguir plantando más viña en otras comarcas de la Denominación, la planificación a medio plazo de la DO, la absorción de nuestro nombre colectivo, la usurpación de competencias nuestras como el enoturismo, el nombre del nuevo presidente del Consejo Regulador,… todo se decide en la Interprofesional.
Todo, hasta la más minúscula cuestión referida a nuestras viñas y nuestros vinos, a nuestra comarca, todo se trata en ese “Parlamento Vínico” llamado Organización Interprofesional del Vino Rioja (OIPVR). No en las Juntas Generales de Álava ni en el Parlamento Vasco, tampoco en un Pleno de la Cuadrilla de Laguardia, todo lo importante para nuestros vitivinicultores y sus familias “se cuece” en la sede logroñesa del Consejo Regulador y de la Interprofesional.
Por eso sorprende mucho que “del Ebro para arriba” no se haya comentado apenas el tema, como si fuera tabú, máxime cuando “del Ebro para abajo” no se ha dejado de hablar de ello los últimos días. En efecto, los medios de comunicación de La Rioja han dado una amplia cobertura a las “elecciones” a la Interprofesional, mientras los medios vascos, incluso perteneciendo al mismo grupo empresarial, parecen haberlo ignorado.
Resumiendo mucho lo que estaba en juego en estas “votaciones” a la Interprofesional podemos decir que lo que se jugaba eran 200 votos (cien votos por los viticultores y cien votos por los bodegueros) que regirán los destinos del vino Rioja durante 2021-2025. Como a su vez los subsectores vitícola y bodeguero se dividen por comunidades autónomas, por cooperativas, sindicatos agrarios, por asociaciones bodegueras,… pues se genera un guirigay de más de una docena de colectivos fragmentando esos doscientos votos.
Entre el sector “productor” que incluye los miles de viticultores propietarios de las 66.000 hectáreas del viñedo Rioja, las dos fuerzas con más votos han sido Fecoar (Federación de cooperativas de La Rioja) y Asaja (el más importante sindicato agrario de La Rioja), ambas con 34 votos cada una. Entre las otras seis agrupaciones restantes se reparten el otro tercio de votos del sector, con nuestro sindicato alavés UAGA con apenas 7 votos.
Un dato reseñable es que una fuerza histórica de la Interprofesional como era el sindicato EHNE ha quedado fuera de la Interprofesional por no llegar al 1%, con lo que cientos de hectáreas del viñedo navarro quedan fuera de la Interprofesional. Esto ha puesto muy nerviosos a los que proclamaban erróneamente ante Bruselas y el Ministerio que la Interprofesional del Rioja es única por cuanto se adhiere a ella el 100% de los viticultores y bodegueros de la DO. Ya veremos luego que estas adhesiones inquebrantables y absolutas propias de “democracias orgánicas” no son reales tampoco en el Rioja.
HAY «nubarrones'» que son difíciles de despejar. (Foto Jose Miguel Rodriguez Martinez).
En el sector “comercializador” que incluye las 576 bodegas inscritas como embotelladoras en los registros de la DO Rioja han participado 408 bodegas (el 70%) y se han abstenido 168 bodegas, el 30% del total. Este porcentaje ha sido más elevado en la zona alavesa, de las 237 bodegas embotelladoras han participado algo menos de mitad, con una abstención del orden del 50% del censo.
En este sector ha vuelto a ganar con holgura el grupo “Rioja” de grandes bodegas copando 78 de los cien votos, seguidos por ABC 9 votos y “Bodegas Familiares” de La Rioja 8 votos ( a pesar de recibir los apoyos del 50% de las bodegas participantes, 201 bodegas) y en último lugar aparecen las asociaciones alavesas ABRA con 84 bodegas y 3 votos y ARAEX con seis bodegas y 2 votos, en total 5 de los cien votos.
La prensa logroñesa ha recogido estas semanas la opinión de los principales actores de este proceso “electoral”. Muy crítico ha sido el sindicato de La Rioja UAGR: “con este sistema basado en hectáreas y no en votos, y sin la debida privacidad y transparencia, es imposible cambiar las mayorías en la Denominación Rioja”, por lo que reclama “un cambio del modelo de representación hacia otro más democrático”.
A la vista de los resultados, la UAGR considera que se ve claramente a qué organizaciones del sector productor favorecen las grandes bodegas, que están acaparando cada vez más viñedo.
También FECOAR, la federación de cooperativas vitícolas de La Rioja, ha denunciado que se está produciendo una desviación de hectáreas de algunas grandes bodegas que están entrando en el tablero de la compartimentación de hectáreas del sector productor y “se comprometen a estudiar en detalle las anomalías del sistema con la finalidad de poder llegar, de aquí a los próximos cuatro años, a una modificación de los estatutos de la Interprofesional que permitan corregir estas irregularidades”.
El colectivo que más irregularidades ha denunciado en este proceso ha sido la Asociación de Bodegas Familiares de La Rioja, que tacha este sistema de representatividad de «viciado e injusto», por lo que exige un cambio de estatutos: “A la vista de lo sucedido y de que el compromiso de reforma se incumplió el pasado mandato, si no hay una promesa real sobre la mesa, Bodegas Familiares de Rioja abandonará la Interprofesional y el Consejo Regulador dentro de dos años”.
“La Interprofesional del Vino Rioja se constituyó en el año 2003 y después de casi 20 años es necesaria una reforma profunda para adaptarla a la realidad de la DOCa Rioja. En la actualidad, los criterios que determinan la representación son únicamente el volumen de litros de vino comercializados y una ponderación económica que favorece las grandes producciones de vino barato”.
Bodegas Familiares de Rioja reclama una revisión de las ponderaciones económicas que se aplican en la actualidad. “Por poner un ejemplo, yo vendo vino de viñedo singular a 45 euros contraetiquetado como genérico y, sin embargo, mi botella vale para el Consejo 2,40 euros en las Elecciones, mientras que a un reserva vendido en la lineal del supermercado se le asignan 4,85 euros”, indica Juan Carlos Sancha.
Por su parte, el presidente de esta asociación, Eduardo Hernáiz reitera que «estamos ante un sistema que se equipara a unas elecciones cada cuatro años, cuando ni siquiera contamos con un censo real, porque no está claro ni qué bodegas pueden delegar la representación». «Es un sistema absolutamente opaco y falto de transparencia que perjudica al modelo familiar y de valor y que beneficia a la producción industrial de vino barato, que casi ninguna otra denominación de origen vinícola ha copiado».
Palabras duras sin duda, pero más lo son las que publica en prensa Alberto Gil, periodista especializado en temas vitivinícolas y próximo tanto a los mandatarios del Rioja como al colectivo de Bodegas Familiares.
Su artículo bajo el apabullante titular de “Crisis en la DO Rioja” no tiene desperdicio: “Crisis del modelo de representación, ante el que ya son varias las organizaciones minoritarias de viticultores y bodegas que cuestionan el modelo. Rioja no debería permitirse que doscientas bodegas abandonen la mesa, sin olvidar que otro centenar de alavesas tampoco es que estén muy contentos precisamente”.
Bien, hasta aquí la opinión de los vitivinicultores y de los Medios del sur del Ebro, pero ¿qué ha pasado al norte del Ebro? ¿Cómo han “votado” en Rioja Alavesa para ese “Parlamento vitivinícola” que guste o no guste va a decidir el futuro de las viñas y bodegas alavesas durante los próximos años? ¿Quién ha ganado aquí? Cualquier observador mínimamente atento nos dirá que en Álava ha ganado la ABSTENCIÓN entre los viticultores y las pequeñas bodegas.
Consideremos primero al sector productor, las 12.000 hectáreas de viñedo alavés que no pertenecen al subsector cooperativas (excluimos las 1.490 Has de DOLARE que siguen un proceso de adhesión “sui generis”). Pues bien, de esas doce mil hectáreas pertenecientes a 2.006 viticultores individuales solo se han acreditado 872 viticultores con 4.830 hectáreas (610 viticultores con 3.269 Has a UAGA, 238 viticultores con 1.459 Has a ASAJA y 24 viticultores con 101 Has a UPA). En resumen, en Rioja Alavesa ha “votado” aproximadamente el 40% de este subsector productor.
¿Se ha abstenido el 60% restante? Voluntaria o involuntariamente sí. Y digo lo de involuntariamente porque todos los cosecheros y pequeñas bodegas familiares que no tienen un doble NIF (uno para sus viñas y otro para la bodega), es decir la mayoría de ellas, no pueden participar con sus hectáreas, varios miles de hectáreas “a la basura”, no cuentan para nada. El propio Consejo cifra en 7.918 las hectáreas de viñedo que pertenecen a pequeñas bodegas con un solo NIF y buena parte de ellas son de Rioja Alavesa-Sonsierra.
Son las ventajas de esta “democracia” que se basa en el modelo español, o de la “Rioja Oriental”, en el que no existe el cosechero individual que predomina en Álava y predomina la “cooperativa” que entre nosotros tiene solo un peso del 11%. Eso sí, para tapar esa “no inclusión” en la Interprofesional de buena parte del viñedo alavés, tenemos que escuchar cifras oficiales hiperexageradas de participación que hablan del 96% intentando confundir a Bruselas, Madrid y Vitoria.
A ello debemos añadir el peculiar sistema d¨Hont de valoración de las adhesiones que prima a las grandes asociaciones en detrimento de las pequeñas. José Antonio Ugarte y Jesús Bauza, viejos representantes de UAGA en el Consejo, avisaban en Radio Rioja Alavesa y la revista Berberana del peligro y consecuencias de una abstención alavesa creciente durante la campaña de captación de acreditaciones para la configuración de la Interprofesional:
“Muchos viticultores han caído en la comodidad. Toda la abstención, todas las hectáreas que no se acreditan, se prorratean y lógicamente al que más número de acreditaciones presenta es al que más beneficia la abstención”.
MANOS del Jesús Bauza viticultor podando sus cepas. (Archivo del Blog).
Desgraciadamente los temores de Ugarte y Bauza se cumplieron y la abstención de los viticultores alaveses fue muy fuerte, por lo que la presencia de las organizaciones netamente alavesas en la Interprofesional es pequeña, muy inferior a ese 21% que representa el viñedo de Álava en la DO. La evolución descendente de UAGA durante las últimas cuatro “elecciones” no deja lugar a dudas: ha ido bajando de 12 votos en 2008 a solo 7 hoy, una pérdida de peso del orden del 40%.
En el sector bodeguero las cosas han ido parecido. Muchas bodegas embotelladoras se han abstenido. A nivel global de la DO la cifras oficiales hablan de que han participado 408 bodegas, el 70,8% del total, por lo que unas 170 bodegas se han abstenido. En Rioja Alavesa este fenómeno ha sido especialmente importante, de modo que casi la mitad de las bodegas alavesas no está en la Interprofesional. ABRA nuestro representante mayoritario en cuanto a número de bodegas asociadas ha reducido a la mitad la fuerza que tenía en 2008-13, pasando del 6% al 3%.
Es claro que estos resultados, este alto nivel de abstención de los vitivinicultores alaveses debe obligarnos a una profunda reflexión. Este modelo de Interprofesional está en crisis, no es democrático, no se ajusta al Estado de las Autonomías ni tiene en cuenta que la DO Rioja es la única DO de vino tranquilo que pertenece a tres Comunidades Autónomas con competencias exclusivas en materia vitivinícola. No es posible seguir con la falacia de que la participación es altísima, modélica, casi del 100%, mientras el tema se degrada más y más, y se va perdiendo fuerza año tras año.
HÁGANSE públicos los datos y analícense en clave alavesa, por favor.
Vitoria debe considerar, por ejemplo, el absurdo de que si las 200 “Bodegas familiares de Rioja Alavesa”, las que no son SA, se unieran con sus 35 millones de botellas y sus 4.000 hectáreas de selecto viñedo en una asociación con ese nombre tan pacífico para presentarse unitariamente a las “elecciones” de la Interprofesional del Vino Rioja no obtendrían ni un voto por no llegar al nuevo límite mínimo del 10% de la DO.
Vitoria debe considerar que tiene a la mitad de su viñedo y a la mitad de sus bodegas fuera de la Interprofesional y esto tiene unas implicaciones muy importantes, al margen de “engordar al cerdo del vecino”.
Vitoria debe reflexionar sobre estas cosas, debe hacer balance de lo que ha pasado en Rioja Alavesa en estas “elecciones” a la Interprofesional y replantearse desde la experiencia y el realismo nuevas estrategias. Esto no funciona.
(Continuará)
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Decía Pío Baroja que una costumbre indica más el carácter de un pueblo que una idea.
Triste realidad.
Gracias, Carlos.
Es seguramente la parte menos bella del mundo del vino, pero es un tema muy importante. Por lo que he leído… entiendo que se quiera crear una nueva DO de Álava. «En Logroño se lo guisan… ellos se lo comen». Una pena
Gracias, Kerman.
Se agradece ese buen equilibrio entre la información y la opinión que nos ofrece Miguel Larreina, juntas pero bien separadas en el artículo.
No hubiera estado mal saber qué dicen los que han ganado «las elecciones».
Gracias, Arene.
Leo sorprendido en un pie de foto, que «HÁGANSE públicos los datos»… Y no sé qué pensar, porque la foto de los datos de la imagen dejan mucho que desear. Evidentemente Miguel Larreina sí ha tenido acceso a los datos. ¿Nos estás diciendo que no se hacen públicos? ¿Que los Medios de Comunicación no pueden acceder a ellos? ¿Que los bodegueros y agricultores no los pueden tener en su mano para cotejarlos, contrastarlos y analizarlos como es debido? ¿Nos das ese dato, así sin más, dejando entrever oscurantismo y ocultación, con lo que eso supone en la Europa del siglo XXI?
Gracias, Antton
El artículo es una apelación en toda regla a las instituciones vascas, pero sobre todo al Sector, que ojalá se manifestara en Euskadi como ya lo ha hecho al otro lado del Ebro. Es claro y notorio el atropello. ¿Acaso nadie les puede parar, tampoco la justicia, sea española o de ámbito europeo?
Gracias, Lea.
Muy claro el artículo de Miguel.
Hay que puntualizar que antaño la UAGA pedia el apoyo de las Juntas Generales.
Y había Ayuntamientos (Baños de Ebro) que claramente daban su voto a otras opciones no alavesas, así como algún partido político.
Conclusión, si no miramos nosotros por lo nuestro…
Así nos va.
Gracias, Dalmacio
Artículo interesante, radiografía perfecta de una triste realidad.
No pidamos a los demás lo que no hacemos cada uno de nosotros, vitivinicultores de Rioja Alavesa.
Si queremos que nuestra administración se dé verdadera cuenta de esta existencia, lo primero que deberá observar es nuestras carestías y necesidades en este club en el que estamos metidos y que se llama Denominación de Origen Rioja.
Se dice que «El ojo del amo, engorda al caballo». Nosotros, vitivinicultores alaveses, somos dueños del 21% de ese club, no seamos ciegos.
Gracias, Prudencio.
Resulta interesante observar cómo una comarca natural como es la Sonsierra, desde 1423 Principado de Viana, se encuentra dividida en tres comunidades autónomas: Rioja (San Vicente y Abalos), la Comunidad Foral de Navarra (Viana, Aras y Bargota) y la CAPV el resto de municipios. ¿Cómo no va a haber lío? De aquellos polvos estos lodos.
Gracias, Fernando
Gracias por vuestras aportaciones. Una alta abstención del orden del 50% denota hastío, descreimiento, impotencia,… Lo ocurrido en los últimos lustros en ese «Interprofesional» tiene mucho que ver con esa actitud aparentemente «pasota». No les echemos la culpa de ello a nuestros vitivinicultores. Hay otros responsables, hay otras causas, hay otra lectura de lo que ha ocurrido. Hablemos de ello.
Gracias, Miguel
El artículo de Miguel nos sitúa frente a la triste realidad de Rioja Alavesa.- Todo, absolutamente todo, se decide en la sede de Logroño del Consejo Regulador.- Tenemos que analizar lo que está ocurriendo y poner remedio entre todos/as a este atropello.- Así no podemos ni debemos continuar.- Saludos
Gracias, Francisco.
Duras pero ciertas palabras las de Miguel. Enhorabuena al Blog y espero que la segunda parte nos depare algún mensaje esperanzador para Rioja Alavesa.
Gracias, Iñigo.