ALTA torre de la iglesia La Asunción de Samaniego.
El interior de la torre de la iglesia La Asunción de Samaniego fue por momentos, en el pasado, un muro de lamentaciones campesinas, de tal manera que un mensaje de hace 175 años ha llegado hasta nuestros días.
Hay que adentrarse torre arriba, subiendo peldaños de piedra desgastada durante siglos por las pisadas de sus feligreses, para leer, escrito sobre la piedra pulida con un hierro punzante, cuándo asoló el granizo las viñas.
CONSTA en el interior de la torre las granizadas de 1845 y 1873. ¿Tanta sería su devastación?
En la penumbra de la alta torre, con la luz de una linterna, podemos visualizar exactamente en qué día del Señor cayó la piedra para dañar la cosecha cultivada y rezada de los viticultores.
De una manera escueta alguien dejó por escrito un mensaje que aún perdura: “Se apedreó día 19 de Julio del año 1845… Y día 6 de Septiembre del año 1873… Se apedreó el día 3 de Junio…”
EL testimonio quedó por escrito unos peldaños por debajo del campanario.
Escrito poco antes de llegar al campanario que llamaba a la oración a los fieles de Samaniego, el texto es un titular informativo, seguramente una plegaria a la Virgen para que no vuelva a suceder, por qué no una oración al Cristo crucificado en lo más alto del altar de tan impresionante templo.
CRISTO en lo más alto del retablo churrigueresco del altar, bajo su bóveda celestial.
¡Cuántos secretos guardan las piedras de la Comarca, qué mensajes no hemos descifrado aún de los edificios construidos en el último milenio, cuánta poesía se han llevado las cartas desaparecidas!…
¿Qué duerme en los arcones esperando un destinatario sensible, dónde han ido a parar las vidas ejemplares que nadie contó, quién sabe lo que queda por descubrirse, lo que sepultó el olvido para siempre; cuántos testimonios del pasado se llevó definitivamente el tiempo consigo?
SAMANIEGO alrededor de la iglesia renacentista, construida en la segunda mitad del XVI.
Ah, pero sabed que las piedras hablan en esta Comarca, igual que hoy hacen aquí estos altos muros de penumbra y oración. Hablan las piedras, desde las más poderosas de la alta Sierra, hasta las que construyeron ermitas e iglesias.
Parecen callados y, sin embargo, los dólmenes hablan. Las piedras sepultadas bajo tierra, esas lanchas sobre las que, en ocasiones, crecen las cepas del vino. Todas son un coro de voces antiguas. Lagares y tumbas antropomórficas… Polifonía pétrea que rezuma historia e implora oídos y corazón para ser atentamente escuchadas, fervorosamente sentidas.
“SE apedreó…” llega tras un largo silencio de más cien años. Las piedras “hablan”.
Cuando no existía medio de comunicación alguno en la comarca del vino y el viñedo … en 1845, en 1873, un 3 de junio, un 12 de julio, un 6 de septiembre… una tormenta de granizo apedreó la cosecha en Samaniego -y seguramente la de otros pueblos de alrededor-, de igual manera que hizo el martes de la semana pasada, el 16 de junio de 2020, en esta ocasión sobre Navaridas, Leza y Villabuena.
La Comarca tiene hoy otro medios, de igual manera que son otros muchos los “fríos granizos” que en la actualidad “apedrean” a viñas y viticultor@s…
El martes 16 de junio de 2020 publicamos en el Blog Rioja Alavesa el último temporal (“La tormenta golpea en minutos a Rioja Alavesa”), pero bien pudimos haber subido a las torres de las iglesias de Navaridas, Leza y Villabuena, donde la tormenta y la piedra volvió a sembrar el desconcierto, y escribir sobre sus piedras santas un lamento milenario, una sentida plegaria, una oración en sus magníficos templos.
18 Comentarios
Bueno Bueno, qué maravilla. Lo que nos haces a sentir. Qué manera única de contar Rioja Alavesa, ahora y siempre!!!!
Gracias por tu gentileza, Arene Amezaga. Un cordial abrazo
Puro sentimiento. Esas son las historias que se repiten en nuestra tierra, lamentos, pero sin duda también muchas alegrías y homenajes.
Muchas gracias, Gonzalo Saenz de Samaniego. Un cordial abrazo para toda la familia.
!Cuanta magia albergan nuestros pueblos, nuestros monumentos, nuestros lugares que antes fueron de otros… y que debemos preservar para generaciones futuras!
Muchas gracias, Estibaliz Gamboa. Un cordial abrazo.
Emocionante manera de escribir y perpetuar la Historia. Rioja Alavesa siempre ha tenido quien la escriba, según vemos ahora, entre viñedos, bajo la Sierra, en las piedras de sus iglesias, en la memoria de sus gentes, en sus costumbres y lagares.
Muchas gracias, Lea Madariaga. Un cordial abrazo.
Precioso!!!!
Gracias!!!
Rioja Alavesa, buen aceite, un vino inmejorable… y un filón de buenas historias!!!
Muchas gracias, Jon Artetxe. Verdaderamente es así… Y de muy buena gente! Abrazo.
Verdaderamente, esto si que es transmisión, natural, del conocimiento.
¡¡ Qué gracia y qué maravilla !!
Muchas gracias, Fernando M. Bujanda. Un cordial abrazo.
Vaya escrito en la piedra, perdurable por a saber cuántos cientos de años aún. Mucho más maravilloso descubrir así un suceso que preocupaba al pueblo que hacerlo por otra vía.
La iglesia de Samaniego qué preciosa es, por dentro y por fuera.
Hace tiempo que no veo granizar. Me quedé embobada mirando en el vídeo cómo rebotaban en la tierra como pequeñas canicas blancas las bolitas de granizo. Es una pena lo dañinas que pueden llegar a ser, por lo demàs, forman un bonito espectáculo.
Que las pedradas sean suaves, que no descarguen con rabia y que no haya que escribir mucho sobre ellas.
Muchas gracias, Karmele. Siempre con buenos deseos para la Comarca. Un abrazo.
Piedras con el alma de la gente
que dejó en ellas
su dolor y su esperanza.
Distinta gente,
la misma gente,
la misma súplica y el mismo sueño.
(Gracias por la pequeña historia).
Muchas gracias, José Ignacio Calleja por dejar ese trazo de tu universo interior. Un cordial abrazo.
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