Una vendimia en la que han de contratar trabajadores temporeros y someterlos -antes de nada- a pruebas de PCRs, “cerrar todas las puertas” a los posibles contagios, mantener en guardia la higiene y un esfuerzo mayúsculo… Además de cargar con una cosecha y un año que viene siendo duro y revuelto, muy revuelto.
La conversación viene de la mano de Juan Luis Cañas (Villabuena), Victoria Cañas (Elciego), Iñigo Franco (Leza), Maribel Bernardo (Lapuebla de Labarca), Juan Valdelana (Elciego), Itxaso Compañon (Lanciego), Iñigo Berzal (Baños de Ebro), Asun Eguren (Laguardia) y Jose Angel Carrero (Gernika).
Se dice en la Comarca: “Lo hemos pasado peor que en vendimias”, o de una manera más coloquial “Las pasas más putas que en vendimia”. Nunca como ahora, con una carga añadida de incertidumbre, el dicho fue más real y contundente.
En pleno estado de alarma sanitaria por la COVID 19, con las medidas y protocolos previstos por las Instituciones vascas, que han de adoptarse por parte de todos los vitivinicultores… quien más quien menos se está preparando de la mejor manera posible contra la que se les viene encima.
Alguno de los entrevistados por el Blog habla de “Guerra de la Vendimia contra la COVID”, un diminuto virus que este sábado 29 de agosto registró en Euskadi el récord de contagios diarios desde el inicio de la pandemia, detectándose en 24 horas un total de 866 casos más.
En “Luis Cañas” se tienen que enfrentar para empezar -desde ya- a dos posibles contagios por COVID, ya que Marga, la ingeniera de campo y su hermano (empleado de campo), han sido rastreados por haber estado con una persona, ajena a la bodega, que ha dado positivo por COVID, de tal manera que en ‘Luis Cañas’ parten hacia la vendimia 2020 sin poder contar con la estimable tarea de la ingeniera.
En la bodega de Villabuena vienen celebrando reuniones para organizar la vendimia. Cuando llamo a Juan Luis para preguntarle su parecer sobre las medidas adoptadas por las instituciones vascas para una vendimia sin COVID 19, le pillo en una de esas reuniones en la bodega.
“Es un ‘problemón’, porque el COVID 19 nos obliga a ser más exigentes que nunca”, me dice a bocajarro.
Respecto a la orden y al protocolo del Gobierno Vasco que ha de seguirse en la vendimia que viene, Juan Luis asegura que el Gobierno Vasco no puede hacer otra cosa que ayudar a todas aquellas bodegas familiares que no tienen medios para enfrentarse desde viña y bodega al estado actual de alarma sanitaria.
.- ¿Cómo organizáis en Bodegas Luis Cañas y en Amaren una vendimia sin COVID?
Vamos a tener un total de 38 vendimiadores repartidos en tres grupos distintos. Hemos pensando en hacerles a todos las correspondientes pruebas de PCRs con una semana de antelación, para lo que hemos calculado un gasto de 130 euros por PCR.
Tendremos los tres grupos repartidos en tres zonas diferentes, con sus habitaciones individuales. En el grupo A tendremos a ocho personas, en el B a veinte personas y en el C a un total de diez.
.- ¿Cómo habéis previsto el día a día de la Vendimia 2020?
Hemos pensando en organizar las comidas y cenas por turnos. Viviremos, en cierta medida, como si ya se hubiera declarado una cuarentena, aún no habiendo contagios. Limpiaremos mesas y sillas cada vez que se levante cada turno de comida. A la hora de trabajar, los grupos irán a la viña de diez en diez, atendiendo las distancias, cada cual con su material…
.- ¿Qué le pedís a las Instituciones vascas?
En nuestro caso hemos pensando que la solución al actual problema sanitario “la tengo que buscar yo”. Ellos que pongan las normas, que nosotros las acataremos a rajatabla… Si pueden hacer las PCRs a nuestros vendimiadores, por supuesto que serán bienvenidos. Pero por lo demás, ya somos mayorcitos.
.- El Gobierno Vasco se encargará de ubicar (en hoteles de los tres territorios) a las cuadrillas de temporeros donde haya aparecido algún positivo por COVID.
La idea nos parece muy buena, porque habrá bodegas que no tengan sitio para mantener aislados a su cuadrilla de temporeros con positivo por COVID. Y que, además, dispongan a su vez de gente en “stock” para que puedan ocupar el lugar de esa cuadrilla, de tal manera que no se pare la vendimia.
Es posible que estemos a punto de vivir la vendimia más complicada de nuestra vida… Y no nos olvidemos que hemos padecido un Mildiu que no nos ha dejado parar hasta el envero de las uvas.
.- ¿Dime cómo está tu ánimo ante toda esta situación?
Yo estoy tranquilo, pero veo algo nerviosa a la gente. Otros colegas ya me han manifestado sus ganas de que pase rápido este año 2020. Por mi parte pienso, y sé, que todo esto pasará y que debemos mantener la calma.
Me cuenta Victoria Cañas, de la bodega Diez-Caballero, que ellos empezarán la vendimia con 18 temporeros de Córdoba, agricultores que ya tienen la experiencia de haber realizado varias vendimias en Francia.
.- ¿Será la vendimia más complicada de tu vida, Victoria?
Vamos a verlo, que todo es pasarlo. La climatología es muy importante. Ahora ya no tenemos los problemas que teníamos antes con los carros.
.- ¿El tema de la COVID 19 traerá una mayor incertidumbre?
Por supuesto, porque es una variante muy presente, y los trabajadores temporeros pueden resultar contagiados. Eso sería tremendo. Ya hemos visto que las zonas con temporeros son zonas sensibles. Espero que eso no pase.
.- ¿Qué tiempo os va a llevar este año la vendimia?
Lo nuestro van a ser 120.000 kilos de uvas, así que en cinco o seis días lo recogemos todo.
.- ¿Qué tipo de amparo te gustaría encontrar en el Gobierno Vasco?
En el tema sanitario yo no me meto, pero me gustaría que a esta gente se le tratara bien desde el punto de vista epidemiológico y que seamos responsables con eso. Yo no sé ahora hasta dónde alcanzan nuestros seguros. Hay dos personas que van a estar en bodega, a las que no les voy a dejar ir a la viña.
Los temporeros dormirán en Cenicero en una lonja con sus baños y su cocina. Sabemos que es una gente ordenada. Es gente de campo, y los vinos cordobeses de Lucena y de Montilla tienen cierto renombre en España.
.- ¿Has hablado con otros vitivinicultores de Elciego sobre la vendimia que viene?
Nos jugamos todo el año en Vendimias, y en esta ocasión nos jugamos hasta el prestigio, que somos un poco pelotaris de esos que saben hacer esas dejaditas a lo Barberito y lo Tinín.
El día de San Roque tuvimos un almuerzo de agricultores en Elciego y… ¿qué nos gustaría? Es el Gobierno el que sanitariamente tiene la palabra y sabe qué medidas han de tomarse, pero entre todos este año habrá que ofrecer el mimo suficiente a todos los cortadores que nos vienen y nos a van a sacar una vez más el asunto adelante.
.- ¿Albergas algún temor a priori?
Qué se yo. Soy muy confiada, pero los contagios es que con cambios de clima de frío y calor, que las mañanas son muy frías y al mediodía el Sol arrea que para qué… No sé.
Me gustaría empezar la vendimia como para el 26 de septiembre, o para el 29 ó 30. La uva va a engordar sí o sí, porque tiene abajo agua para chupar, aquí ha llovido. Y todavía el verde de la viña no ha doblado. Mientras ‘pampanee’ la sabia se va mucho a la hoja. Tiene la tierra mucha gracia a la hora de hacer un buen vino.
.- Sería una paradoja que en el año difícil de la COVID saliera una de las grandes cosechas de vino de Rioja Alavesa.
Pues podría ser. De momento hay suficiente vegetación, y la parra está magnífica. Pese a lo que hemos sufrido por el Mildiu, no se ven viñas feas. Algo se perdió en uva y en desazones, pero aquello se contuvo porque hemos tenido que tratar y ‘retratar’ a la viña.
.- Septiembre es importante aún…
Lo es. ¿Qué le da notoriedad a la uva de Rioja Alavesa? Pues estas tardes frescas, las tardes de Cierzo que se pone de la Sierra y luego a la mañana limpia. Tenemos luz de día y temperaturas frescas por la noche, teniendo la uva un proceso muy limpio, cosa que no consiguen en Burdeos o en Ribera.
Rioja Alavesa tiene un clima muy especial, además de las tierras arcillo-calcáreas que son excelentes. Pero esa gracias la dan los últimos días, el ‘veranillo del membrillo’, que es el primer domingo de octubre.
«Las normas que se van a aplicar por el Gobierno Vasco son muy interesantes, pues marcan y delimitan en estos tiempos de pandemia la necesidad de salud y seguridad -comienza diciéndome Iñigo Franco-. Los PCRs a los trabajadores temporeros van a ser más que necesarios, fundamentales.
En la contratación de trabajadores para vendimiar, Iñigo Franco está encuadrado dentro del sindicato de Agricultores UAGA, lo que le otorga -según afirma- cierta tranquilidad.
“Por nuestra parte hay una responsabilidad añadida en las normas de higiene a llevar a cabo en el alojamiento de temporeros, teniendo clara la utilización de productos de limpieza con alcohol, amoniaco y lejía para tener el alojamiento en condiciones, habiéndonos dotado de una serie de normas, como echar la basura a contenedores con pedal para no tocar la tapa, y tener a su disposición varias zonas donde haya hidrogel, jabón de manos…”
Iñigo destaca la “información precisa” que este año hemos de ofrecer a los trabajadores temporeros extranjeros, porque en muchos casos nos enfrentamos a la barrera idiomática que dificulta la comunicación.
“Hay que decirles que van a tener que cambiar de hábitos, porque son gente muy sociable y se juntan con amigos que están trabajando en otros pueblos, que suelen hacer cenas en los alojamientos. De cara a esta vendimia haremos hincapié en que deberán restringir esas visitas que se hacen entre ellos, controlando más las salidas del alojamiento”.
“Los trabajadores deberán tener en cuenta que estamos en un estado de alerta sanitaria, por lo que deberán extremar los cuidados”, resalta el viticultor de Leza.
Hay que ver cómo funcionan las normas y los protocolos, porque la teoría suele ser una y luego la práctica suele ser otra. Confío -apunta- que tengamos una vendimia tranquila, bastantes sustos y malas noticias hemos tenido ya este año.
“Las medidas frente a la COVID 19 son la consecuencia esperada desde marzo, cuando empezamos a ser conscientes de los cambios que debemos llevar en nuestra forma de vida y, cómo no, en esta mítica vendimia”, me cuenta Maribel Bernardo, de Bodegas Zugober, en un comentario que envió al Blog.
“Conceptos como planificación, desinfección, limpieza, transparencia, comunicación y responsabilidad podrán ser la base en el desarrollo de esta vendimia, contando con que siempre hemos tenido imprevistos, adoptando decisiones de última hora y… trabajo, mucho trabajo”.
Indica la enóloga de Lapuebla de Labarca que adoptarán estas medidas responsables, sabiendo que los gastos de la recogida y la productividad serán mucho mayores. “Debemos animarnos, el sector merece la pena -es su mirada optimista-. Hemos impulsado una actividad económica maravillosa y, pese a esta gran crisis, conseguiremos que esta añada 2020 se considere excelente por sus vinos y la lucha contra las adversidades”.
Le pillo a Juan Valdelana oxigenándose en las alturas de Serra Gelada, haciendo monte con su chica, Nerea. La conversación es serena, entusiasta y pasional, algo que desde pequeño le contagió su padre Juan Jesús, que en esta ocasión será el responsable de la vendimia y la recolección de la cosecha.
.- ¿Se avecina una vendimia rara, “campeona de incertidumbres” donde las haya, Juan?
La de este año viene bastante agitada, la verdad.
.- ¿En qué sentido os va a complicar la COVID la vendimia de 2020?
Lo que ha hecho es ponernos las pilas. Hemos reestructurado todo con diferentes líneas de trabajo de la siguiente manera. Te cuento:
El que dirige todo es mi padre, que será el responsable de la vendimia y la recolección. Él ha trabajado muchísimo este verano. Ha conseguido tres cuadrillas diferentes de tres municipios distintos para minimizar el riesgo del COVID, para que cada cuadrilla no tenga que ver con las otras dos.
.- ¿Cómo se va a desarrollar todo?
Las cuadrillas estarán supervisadas por dos tractoristas y un supervisor. Por otra parte, la producción de la bodega es no parar, etiquetando y resolviendo pedidos, de lo que se encargará Juan, el responsable de la bodega. La tercera pata de la vendimia recae sobre mí, cual es la vinificación, la elaboración y todo el proceso productivo.
.- ¿A nivel sanitario os vais a poner en manos de las instituciones vascas?
La idea es llevar a cabo nuestros propios PCRs, pero las últimas noticias que nos han llegado desde el Ayuntamiento de Elciego son muy buenas. De hecho, el próximo 2 o 3 de septiembre ofrecen un curso de formación con todos los protocolos y las pautas a seguir.
.- ¿Cuántos días necesitáis para llevar a cabo la vendimia?
Veinte días o así. De las tres cuadrillas, una dormirá en Rioja Alavesa, y las otras dos en dos municipios distintos de La Rioja. Cada cuadrilla ya sabe qué fincas tienen que vendimiar, que hemos dividido por extensión y por dificultad.
Unos vendimiarán en cajas, y otros para maceración carbónica, unos a fincas con las cepas en vaso y otros en espaldera. Cada cuadrilla tiene fijado su supervisor y sus dos tractoristas.
La verdad que no. Estamos con el respeto y cautela, y siguiendo todo lo que hay que seguir, pero sabemos que estamos expuestos al azar, al peligro, pero con ganas de esta nueva vendimia.
Afortunadamente la línea no ha parado, hemos hecho dos turnos en bodega (lo que no habíamos hecho nunca hasta ahora), uno para trabajar por la mañana, el otro por la tarde, y no tiene nada que ver un equipo con otro.
.- ¿Estás al tanto de la orden y el protocolo que ha sacado el Gobierno Vasco?
La verdad es que en este caos que estamos, las instituciones vascas están haciendo todo lo que pueden, pero nosotros somos más de dar que de recibir. No nos gusta depender de nadie, y nos estamos preparando para actuar por nuestra cuenta, y dando lo mejor de nosotros.
Si vienen ayudas, pruebas, PCRs y nuevas cuadrillas, pues adelante, será bienvenida toda la ayuda que sea, pero en principio no dependemos de nadie.
Es Juan quien utiliza el término “guerra” para referirse a esta vendimia. “Mi aita y mi ama se desconectaran de todo esto unos días antes de la “guerra”, que esperamos empezar dentro de tres semanas o así”.
.- ¿Se va a dejar notar el Mildiu pasado?
Ha sido un año difícil, pero nuestra explotación está súper sana. Sí que es verdad que tenemos que estar preparados para que todos los aditivos añadidos que se han echado en campo luego no tener desviación alguna en la elaboración del vino.
.- Así que Juan Jesús, tu aita, se ha echado el reto de esta vendimia sobre sus hombros…
Le he visto siempre trabajar mucho desde que yo era niño, pero nunca ha estado tan activo como ahora. Está currando como un bestia. Se ha tirado todo el verano hasta conseguir tres cuadrillas diferentes, de tres municipios distintos, con casas distintas para cada cuadrilla, y gente especializada en vendimias. Esto se cerró todo las semana pasada.
.- Conozco a tu aita y no me extraña nada lo que me cuentas
Algunos tienen la visión de mi aita con americana y zapatos. Pero no tienen ni idea de todo el trabajo que es capaz de llevar a cabo. Él se pone las botas en cualquier momento; pero si recibe a alguien, los recibe como si fuera a una boda. Mi aita es capaz de enganchar a todo el equipo que estamos con él, motivándonos, porque es un tío que trabaja de lunes a domingo, y que llega el lunes con toda la fuerza y toda la energía del mundo.
Es mucho decir -comienza Itxaso Compañon en la conversación con el Blog- que ésta sea la vendimia más difícil y complicada de nuestra vida. “Pero sí es la que más incertidumbre siembra en la Comarca”.
.- ¿Cómo habéis organizado “El Mozo Wines” la vendimia?
Aquí llevamos unos años vendimiando con los cinco trabajadores que nos proporciona el sindicato UAGA. Compartimos la vendimia con mi tío José Ignacio Amestoy, lo hacemos juntos, tanto el trabajo como el alojamiento, intercalando los días.
.- ¿Cómo va a cambiar la COVID este año el guión?
Este año tengo una gran incertidumbre. No lo sé. Puede pasar que haya algún giro inesperado al principio, a mitad de la película, o todo el rato, en una vendimia que para nosotros dura quince días.
.- A priori, ¿qué le pides a las Instituciones vascas?
Que realicen las pruebas masivas anunciadas de PCRs, tanto para los de aquí como para los que vengan. Por nuestra parte, a principios de septiembre ya nos vamos a confinar en casa para evitar posibles contagios. Así que nos podrían ir haciendo a nosotros los PCRs para ir descartando.
.- Hay incógnitas sobre la mesa. En la bodega de Juan Luis Cañas, a su ingeniera de campo la han rastreado porque estuvo con un contagiado por el coronavirus
Claro, yo tengo miedo de contraer el virus, no tener síntomas, y no poder subir a la bodega. Pero claro, en mi bodega estoy yo y mi marido. Somos los mismos que estamos en casa. Entiendo que todo el mundo esté confinado, pero creo que para las bodegas familiares tendría que haber algún tipo de excepción.
.- Si vuestra vendimia dura quince días, ¿cuántos PCRs harías tú?
Yo harías PCRs a todo el mundo del campo antes de comenzar la vendimia, para saber si lo tenemos o no, para descartar posibles contagios de gente que sea asintomática. Y una vez que comienza la vendimia yo haría los PCRs a los trabajadores temporeros.
.- ¿Qué te parece la idea de las ‘Cuadrillas de Sustitución’?
La sustitución me parece bien, para que la vendimia no se pare, pero los que vienen a substituir a los otros ¿son trabajadores que están a la espera y sin cobrar?, ¿son trabajadores que han trabajado ya en el campo, o son gente que no tienen ni idea y al trabajar dos días se van a querer marchar?
El grupo de cinco que viene a vendimiar, ya sabe a lo que viene, a trabajar como es debido y a partirse el lomo. Pero si los sustituyen por alguien que no han vendimiado nunca, ¿qué pasa si al primer día de trabajo les tienes que decir que no vuelvan más?
.- Vienen bien las dudas y preguntas que planteas…
Otra duda que tengo es qué pasa si un trabajador de los míos da positivo y lo confinan en un hotel de Oyon, o donde sea, ese trabajador está de baja por enfermedad laboral. ¿Asumo yo su baja, o qué pasa en estos momentos de alarma sanitaria? ¿Vas a cobrar esos trabajadores confinados?
Mi familia come todo el año de lo que vamos a hacer durante la vendimia. Así que nos estamos jugando muchas cosas. Imaginemos que yo necesitaría dos cuadrillas de sustitución… te diría que a la tercera cuadrilla no le haría pruebas de PCRs, porque no me puedo permitir el lujo de estar parada. La presión al final te lleva a hacer cosas que no están bien. No sé si me explico.
.- ¡Cómo ha complicado la vida laboral (y la vida) la COVID, cuando la Vendimia era uno de los momentos más hermosos, eh!
La vendimia es súper guay, me encanta recorrer las viñas, comprobar su producción, hacer los muestreos, elegir el día del comienzo de la vendimia. La últimas lluvias, el último calorcito que ha hecho, nos ha traído racimos que pesan, sueltos, muy majos. Tienen una pinta inmejorable.
.- ¿Tenemos que aprender algo de esta adversidad?
Creo que tendríamos que mirar más que nunca a la cercanía, al KM 0, tanto para vender vino como para contratar. Si el vino se pagara mejor, tendríamos en las plantillas más trabajadores. Vender aquí, consumir aquí, contratar aquí, es lo que tenemos que conseguir.
«Dominio de Berzal» cuenta desde hace cinco años con un grupo de trabajadores temporeros procedentes de Mali (África). Confían que el grupo se mantenga aislado del COVID, porque saben que les sería muy complicado cambiar a todo el grupo por una cuadrilla sustituta. “Es complicado –explica Iñigo Berzal- porque aquí hay ya una manera de trabajar”.
Su idea es que sus diez trabajadores africanos (que residen en España, y que ahora están trabajando en Logroño y Valencia) convivan en la casa familiar de la madre de Iñigo y José Luis Berzal, donde disponen de baños, literas y cocina. En bodega se bastarán Iñigo y un trabajador que durante el trabajo no saldrán del edificio donde se recibe la uva.
.- ¿De qué manera os complica la COVID la Vendimia 2020?
Nos la complicará solo si algunos de los trabajadores contraen el virus. Lo cierto es que todos ellos son muy austeros. En la casa donde coman y duerman, solo precisan de cobertura de móvil y wifi, relacionándose únicamente entre ellos.
.- ¿Qué esperas del Gobierno Vasco?
Les pido que nos den todo tipo de facilidades a la hora de realizar los PCRs, y que, por favor, hagan lo posible por darnos el resultado a las 24 horas… Hemos pensado que los trabajadores de Mali vengan cinco días antes del arranque de la vendimia para hacerse las pruebas de PCRs. Esos días estarían con nosotros, sin trabajar, corriendo su manutención por cuenta de la bodega.
También le pido al Gobierno Vasco, que esas ‘cuadrillas de sustitución’ que piensan montar… que sepan vendimiar y que no sea complicada la logística. Por nuestra parte nos comprometemos con la limpieza, la desinfección y el resto de las medidas.
.- ¿Cuál es a fecha de hoy (29 de agosto 2020) tu actitud?
Intento no ser pesimista. Quiero ser realista e ir viendo el día a día. Tenemos por delante entre 12 y 15 días de vendimia. Me alegra la buena disposición del Gobierno Vasco y, por lo demás, iremos solucionando lo que se nos presente. En Baños de Ebro hay colegas que ya están amargados, lo que no sirve de nada. Tengamos previsión y capacidad de reacción.
.- ¿Qué nos puede enseñar esta pandemia?
Que en Vendimia dependemos de muchos factores (en el pasado nosotros tuvimos un accidente de coche y un trabajador muerto, así que…). Nada está escrito. Y por otra parte, ¡la uva está perfecta, a pesar del Mildiu! Y las viñas, bonitas y espectaculares.
Desde Bodegas Eguren Ugarte, Asun Eguren quiere transmitir “nuestro agradecimiento al Gobierno Vasco por sus medidas preventivas sobre el Covid 19, en relación a la realización de pruebas a los trabajadores temporeros y, sobre todo, a articular medios para las cuarentenas necesarias”.
“Ya son muchos los años que Gobierno Vasco está preocupado porque las condiciones de atención y alojamiento de los temporeros sean correctas -señala-, y excepto en la disminución de aforos y recomendaciones de estricta higiene que debemos aplicar este año, en el resto creo que ya se venían cumpliendo”.
“Nos condicionan y nos obligan desde las Instituciones vascas, pero no entienden ni saben qué es una vendimia ni su tensión diaria”, estima Jose Angel Carrero, una de las valoraciones más críticas de las normas establecidas para llevar a cabo la vendimia de este año del COVID.
“Tengo la sensación -añade- que se ha valorado más desde el temor que desde la gestión del personal y el trabajo a realizar”.
“La verdadera ayuda sería la de formar a personal para ese trabajo y a otro para su control sanitario -sería su propuesta-, y en caso de que se detectase el virus, actuar con rapidez en su cuidado y sustitución por otros trabajadores ya formados y no echar la responsabilidad sobre el viticultor o la bodega que ya tiene bastante con organizar y organizarse para sacar adelante una cosecha que este año viene como el año: dura y revuelta”.
Nada está escrito, se defiende de los peores augurios Iñigo Berzal. Quizá sea inevitable, con la que está cayendo, sentir cierto pesimismo, un golpe de desolación y una miaja de amargura. La determinación que vemos y sentimos entre los vitivinicultor@s nos hace ver algo muy especial.
¿Qué?
No solo que nada está escrito, sino algo que yo sentí cuando tuve que enfrentarme hace cuatro años a una dura enfermedad, cuando ya dirigía este Blog. A la cuarta quimioterapia contra el cáncer sentí algo que me llenó de paz, y de energía, que el éxito no está únicamente en la victoria. Está en la batalla. Y esa la van a dar, ¡y cómo!, en Rioja Alavesa.
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Qué buen previo de la Vendimia de este año. Es una locura, la locura en la que andamos. Cuesta creerlo y eso que estamos sufriéndolo. Ojalá sea la primera y la última vendimia en este estado de ‘guerra’ contra el Covid.
Leerles a todos los entrevitad@s me lleva a darme cuenta de las fortalezas que se cultivan en Rioja Alavesa.
Enhorabuena!!!
Muchas gracias, Joana Redondo. Un cordial abrazo.
No ha empezado la Vendimia… (la guerra contra el coronavirus) y Juan Luis ya se enfrenta a la baja de dos trabajadores, una de ellos la ingeniera de campo que ha de analizar cuándo se ha de empezar a cortar la uva.
Eso. Que les deseo lo mejor de lo mejor a Rioja Alavesa, seguro que al final todo irá bien, pero deberán mantener la tensión y no relajarse.
Las dudas de Itxaso me parecen muy buenas. Para tenerlas en cuenta
Muchas gracias, Peio Iriarte. Saludos cordiales.
«El éxito no está únicamente en la victoria. Está en la batalla», me quedo con la frase para estos tiempos de pandemia.
Un privilegio poder leer toda esta panoplia de piezas que conjuntadas ofrecen una imagen amplia de los diferentes sentimientos y actitudes ante la llegada de ese momento que la bodeguera Victoria Cañas define muy bien cuando dice que nos jugamos todo el año en la vendimia.
Aurrera, Arabako Errioxa!!
Eskerrik asko, Arene Amezaga. Un cordial abrazo.
Ánimo y que en todos los aspectos sea una temporada memorable y se compense vuestro esfuerzo. Doy por hecho que el producto será, como siempre, satisfactorio
Muchas gracias, Pablo. Saludos cordiales
Como gipuzkoano que apoya totalmente la Denominación de Rioja Alavesa, admiro el trabajo del Blog que a muchos nos ha puesto en ese camino de esperanza que se alumbra para vuestros vinos. Ánimo!!
Muchas gracias, Josean Larrañada, Urko. Un cordial abrazo.
Qué precioso artículo. Cuánto saber y cuánto amor a la tierra!
Gracias!
Muchas gracias, Ana Schoebel, apreciamos mucho tus palabras viniendo como vienen de quien ha sido coordinadora de las Jornadas Europeas de Patrimonio (JEP) y de gestión de la estrategia de Patrimonio del Consejo de Europa.
Un cordial abrazo