Nov 12, 2018

Alicia entró en la Bodega de las Maravillas

Hace unos días observé con atención -en una exposición pública- el collage digital de Gabriel Aranguren titulado “Agujero Negro Nº 9 Gran Reserva 2018”.

Julio Flor *

Gabriel Aranguren

«AGUJERO Negro Nº 9 Gran Reserva 2018», collage de Gabriel Aranguren.

Nada más verlo pensé que el agujero redondo al que trepaba la mujer, no era un agujero negro, sino la misma puerta, o muy parecida, por la que cayó una niña llamada Alicia en la novela de Lewis Carroll, para encontrarse con un mundo peculiar, poblado por humanos y criaturas antropomórficas.

No se trata de llevarle la contraria al autor de la obra, que tendrá sus motivos para llamarla como la ha llamado. Pero es sabido que cualquier obra artística debe ser experimentada por el espectador, que sentirá algo subjetivo y muy personal. Tan es así que aquí estoy cambiándole el nombre al collage digital de Gabriel Aranguren.

Gabriel Aranguren

Tengo la idea asentada -después de haber leído sobre los agujeros negros- que esa curvatura del espacio-tiempo es una región finita del espacio en cuyo interior existe una concentración de masa lo suficientemente elevada y densa como para generar un campo gravitatorio tal que ninguna partícula material, ni siquiera la luz, puede escapar de ella.

A esa idea le sigue otra más demoledora, cual es que la gravedad de un agujero negro puede atraer al gas que se encuentra a su alrededor, que se arremolina y calienta a temperaturas de hasta doce millones de grados centígrados, esto es, 2000 veces mayor temperatura que la superficie del Sol.

Así que elegí cambiar de sitio -en mi mente en pro de la Humanidad- a la protagonista del collage de Aranguren. Si caía en el agujero negro, no quedaría ni rastro de ella. Mas si la convertía en una adulta Alicia, entonces llegaría de nuevo al País de las Maravillas que es toda bodega, templo silencioso de sueños con sus viñedos cultivados, sus tinas, sus barricas de roble repletas de vino. Un mundo querido y deseado en todo el orbe del turismo Enogastronómico.

Gabriel Aranguren

LA protagonista de Aranguren se sube a una copa de vino para acceder al agujero…

Entrando en la Bodega de las Maravillas, Alicia continuaría viviendo sus aventuras. El matemático, lógico, fotógrafo y escritor británico Charles Lutwidge Dodgson, podría escribir 153 años después, bajo el mismo seudónimo de Lewis Carrol, la continuación de tan peculiar mundo. Ese que arraigó, como las buenas cepas, en la tierra Fantasía de niños y adultos.

Un mundo prodigioso donde el Conejo Blanco, la Liebre de Marzo, el Sombrerero, la Oruga azul, el Gato de Cheshire o la Reina de Corazones puedan seguir brindando por la imaginación creativa y los buenos vinos de Rioja Alavesa.

 

*Periodista.

10 respuestas a “Alicia entró en la Bodega de las Maravillas”

  1. karmele dice:

    Vaya, qué bonito, original y creativo lo que has escrito. Muy original cuento para ese collage tan sexy.

  2. Alfredo Postlethwait dice:

    ¡Vaya conciso, detallado y profundo escrito ke nos has brindado, rodeando las galaxias, expandiendo la imaginación y zambulléndonos en la degustación del buen vino de la Rioja Alavesa! Te felicito una vez más. Un abrazo.

  3. Bravo. Bravo por el periodista. Bravo por Alicia!

  4. Felices sueños a todos. Me voy a lolos animada por el cuento.

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