Jul 25, 2019

Habla el envero en la viña rodeado de silencio

Estamos al comienzo del proceso de maduración. Los principios son maravilla. La tierra de Rioja Alavesa y el Sol del verano han obrado un año más el “milagro” del envero de la uva, que no es otra cosa que ese color morado, rojizo o dorado que toman los frutos cuando empiezan a madurar.

Envero de la uva

¡Cómo no creer en la maga Naturaleza!

La viña no habla tanto como los seres humanos. La Naturaleza hace. Actúa a favor de la Comarca entera, como el Sol, que sale igualmente para tod@s. Con sus palabras, a veces, los humanos atesoran tener razón, a veces toda la razón. Con su silencio, el viñedo te cuenta que este año se ha adelantado el envero, que viene temprano, que quiere callarte la boca con la emoción del fruto que ya está en camino, razón última de todas y todos los que desean de verdad hacer Comarca.

Ningún campesino quiere que las uvas sobremaduren, pues de esa manera se pasifican. Los comienzos -como el del envero en las uvas- están llenos de promesas y de esperanza, y la esperanza es la vida misma defendiéndose. Con las uvas, con los proyectos, con las amistades, con las asociaciones, no hay que permitir que el racimo se pase, ni sobremadure, porque de esa manera el viejo racimo no servirá ya para hacer buen vino de Rioja Alavesa.

Envero de la uva

UNAS pocas uvas enveradas en Samaniego anuncian que todas las demás vendrán detrás.

Cada año, por estas fechas, los racimos comienzan a enverar (hermosa palabra). ¿Qué nos están diciendo? Quizá nos cuentan que todo puede comenzar de nuevo. Una nueva bodega familiar, un libro está por escribirse, una nueva DO está de camino, una nueva asociación puede crearse… Una nueva Candidatura UNESCO puede prosperar.

«Por Santiago y Santa Ana pintan las uvas -dice el refrán-, y para la Virgen de agosto ya están maduras».

El pasado martes, 23 de julio, desde Oyón-Oion, Fernando Martínez Bujanda me envió la primera fotografía del envero de este 2019. Me pilló con el pié cambiado, porque el año pasado 2018 dimos en el Blog la buena nueva el 8 de agosto… dieciséis días después. Todo normal, pues suele ser por Santiago cuando la uva comienza a enverar en los pagos más tempranos. «Un ligero adelanto de una semana con estos calores no es algo excepcional», dice nuestro Master en Viticultura, Miguel Larreina.

Envero de la uva

ESTE racimo crece en la finca Orao, de Lapuebla de Labarca.

He preguntado a los vitivinicultores de Rioja Alavesa qué sienten, que les hace sentir el envero, cuando un año más empiezan a verlas madurar casi uva a uva, racimo a racimo, viña a viña. Cómo es para los que marchan de vacaciones estos días, cuando vuelven en agosto a la Comarca y corren -como padres y madres- a ver el color del envero en todas las uvas de sus viñedos.

Desde Lapuebla de Labarca, Eduardo Gómez, de Bodegas Zugober, me cuenta que siente «inquietud porque viene un poco pronto, expectativa porque puede ser de calidad, y cosquilleo porque un año más está aquí la ilusión». Hermoso que Eduardo nos diga que ya está aquí la ilusión.

Envero de la uva

RACIMO oculto en la espesura de la viña de Leza… enverando, tan callando.

El campesino de Leza, Iñigo Franco, interpreta que «el envero te indica que el trabajo en el campo se está terminando». «Es un tiempo de espera hacia la vendimia -añade-. La cepa y sus uvas son menos vulnerables a las enfermedades… es como si la planta se hiciese cargo y asumiera la recta final». Ah, bien. Estamos en la Recta Final.

Por su parte, Victoria Cañas, de Bodegas Díez Caballero, de Elciego, siente «que se cumple un nuevo ciclo de forma generosa. Para San Roque, el 16 de agosto, se acompañará con uvas de reglamento tintas y blancas». Pero Victoria siente más. «Cierta desazón para preparar la bodega para la vendimia y que una mala tormenta nos ahogue la satisfacción de ver a las viñas hermosas…. Ha comenzado a enverar de forma irregular -estima ella- pero imparable».

Envero de la uva

ESTOS racimos de Elciego, se apoyan en la tierra, casi la acarician y homenajean.

«La Luz penetra en el interior del grano -sigue diciendo Victoria- y se aceleran las funciones de desarrollo de aquellos elementos que acompañan el agua: taninos, antocianos, polifenoles, azúcares, sacarosas, flavolas y tantos elementos que permiten los parámetros de calidad del vino y sus efectos saludables para la salud de los consumidores».

«Todo apunta a una vendimia temprana. Un dato revelador es que asomándote a extensiones grandes de viñedo, se observa el mismo buen color de parra y eso quiere decir que por encima del buen hacer de los labradores, la climatología está siendo favorable», nos informa la vitivinicultora, tan querida en Bilbao como en la Comarca entera.

Envero de la uva

HACER con la Vida lo que la Viña y el Verano hacen con las uvas (parafraseando a Neruda).

Por último, y no por ello menos importante, el ingeniero agrónomo y campesino César Bermúdez, desde Elvillar, pone el diapasón en sus palabras, al hablar de sus sentimientos hacia el envero. «Siento… tranquilidad y sosiego. Ha sido un año tranquilo,  así que, ahora que llega el envero, el racimo se protege de enfermedades fúngicas y entonces llega la paz». La paz, ah la paz del viñedo…

12 respuestas a “Habla el envero en la viña rodeado de silencio”

  1. Begoña Tudela dice:

    El envero me lleva de la mano a la infancia, cuando en un pueblo vitícola de Navarra, una tía mía me hacía unas pulseritas con las uvas más pequeñas recién enveradas que yo llevaba en mi muñeca con toda la ilusión del mundo. De mayor conocí que en todas las culturas flores y frutas son -ornamentalmente hablando- un símbolo de fertilidad. No creo que fuese la intención de mi tía Begoña, sino una linda manera de jugar con lo que teníamos a mano.

    • Blog Rioja Alavesa dice:

      Es curioso esto que nos cuentas, Begoña Tudela, pues ayer mismo, una vez publicado el post, la enóloga y bodeguera, Maribel Bernardo, de Lapuebla de Labarca, me decía que el envero le recuerda «a un collar de colores que ella tenía de niña, sabroso y apetecible».

      Muchas gracias y un cordial saludo.

  2. Kepa Urdangarin dice:

    Es hermoso lo que dicen dos campesinos viticultores sobre el envero, cuando con su mera presencia el nuevo color del viñedo emite una señal, el de haber superado un año más las adversidades que llevan a las cepas a la recta final, y, por tanto, a recuperar todo el esfuerzo que ha habido en el campo. Si bien hay que tener en cuenta lo que dice la bodeguera Victoria Cañas, esperando y deseando con ella que no se cumpla su «desazón» de una mala tormenta que arruine la satisfacción de ver a las viñas tan hermosas.

    Eskerrik asko!!

  3. Jon Artetxe dice:

    Me llama la atención que se compare al envero con todo lo nuevo que puede nacer. La enseñanzas de la madre Naturaleza son impresionantes, y más allá de lo que el campo muestra, siempre podemos desde la reflexión ver motivos de inspiración. Os felicito por ampliar el horizonte en la manera de mirar y contemplar la vida.

    • Blog Rioja Alavesa dice:

      Como dices, Jon Artetxe, las enseñanzas de la Pachamama son muy abiertas. Dependen de los ojos que la miren. Hubo un pensador que pidió que se «abrieran miles de flores en el campo, a la vez que otras tantas escuelas de pensamiento».

      Lo que muestra la primavera, y, en este caso, el verano nos hace pensar en la mejor manera de abordar la vida de toda una Comarca -hay que leer entre líneas este artículo (sugiero)-. Un cordial abrazo.

  4. Joana Redondo dice:

    Totalmente de acuerdo. Hemos pasado de una ola de calor, en pocas horas, a un tiempo más propio de finales de septiembre: con lluvia toda la noche, nieblas matinales, y una caída del termómetro de al menos 12 grados de temperatura. Cómo no aprender. Cómo no mirar la vida a través del cambio permanente… y cómo siguen con el mismo entusiasmo los pájaros cantando!

    • Blog Rioja Alavesa dice:

      Muchas gracias, Joana Redondo. La maestra Naturaleza… no deja de darnos lecciones. En Rioja Alavesa, como en tantos otros lugares, el aula está permanentemente abierta. Un cordial abrazo.

  5. miguel Larreina dice:

    Coincido con tu símil, Julio. Siempre he puesto como ejemplo en escritos y charlas al humilde racimo con colectivos humanos, asociaciones, denominaciones. Aparentemente unitario, el racimo es un conjunto de individuos distintos, de proyectos vinícolas distintos, todos diferentes en color, acidez, contenido en azúcar, aromas y oligoelementos. Esto se aprecia más claramente a simple vista en estos primeros días del envero, pero incluso dos meses después, momentos antes de la recolección, la analítica demuestra esas diferencias entre todas las bayas del racimo, todas diferentes.

    Ciertos años anómalos, por diversos motivos, algunos racimos en el momento de su recolección mantienen esas diferencias ostensibles de color entre las bayas, con algunas muy verdes todavía. ¿Sabes lo que hacen con esos racimos anómalos los buenos viticultores? Los desechan sin compasión, NO VALEN PARA HACER VINO DE RIOJA ALAVESA.

    • Blog Rioja Alavesa dice:

      Qué hermoso lo que dices, Miguel Larreina. Me alegro de que hayas sabido leer entre líneas y que lo hayas comentado. Y que sigas diciendo suavemente, pero de manera contundente, lo que tantas veces recuerdas, que debemos pensar en el Gu (el nosotros colectivo) sobre el Ni (el yo, mi, me y conmigo). Muchas gracias y un cordial abrazo.

  6. F. Bujanda Ciordia dice:

    Durante el envero, el grano de uva sufre unas transformaciones internas, que van más allá de lo que nosotros, a simple vista, podemos observar. Transformaciones internas como el aumento de azúcares, una correlación positiva entre el málico y el potasio, aparición de los compuestos fenólicos y antocianos, aumento de taninos en el hollejo, …,

    Es decir, hablamos de un momento crucial del viñedo.

    ¿No os recuerda estos fenómenos que se producen en el envero a nuestra situación en el sector vitivinícola de Rioja Alavesa?

    Durante el envero, necesitamos de una climatología favorable, para que todo llegue a buen fin. De igual manera lo mismo debe suceder en nuestro sector. Para ello debemos ser prudentes, aunar esfuerzos, priorizar lo verdaderamente importante, olvidar las pequeñas cosas. En definitiva, debemos ser inteligentes.

    Tenemos en nuestras manos un pequeño tesoro, una viticultura como pocas, posibilidades reales de conseguir la Candidatura de la UNESCO, una sintonía de acción entre Administraciones y Sector, proyectos, futuro,…

    En el envero, el viñedo comienza su lignificación, situación decisiva para el futuro de la próxima cosecha. De la misma manera, en el sector vitivinícola de Rioja Alavesa, estamos en un momento de envero, por lo que la paz, el sosiego, la racionalidad, y la tranquilidad son fundamentales, para que, como en el viñedo, seamos capaces de reconducir la situación, y todo llegue a buen fin.

    • Blog Rioja Alavesa dice:

      Es una manera clara, hablando de lo que precisa la vitivinicultura en el campo y en las bodegas, con una aportación serena y sabia, F. Bujanda Ciordia. Muchas gracias. Como me decía ayer a la noche un vitivinicultor de ABRA… «cuando los tiempos no son un camino de rosas -y ahora no lo son precisamente-, es cuando Rioja Alavesa debe de mantenerse más unida que nunca, expresando lo que pensamos, pero teniendo en cuenta que necesitamos como el pan de cada día, y el vino, de una Asociación de Bodegas Familiares viva y colectiva». Un cordial Abrazo.

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