Ene 30, 2018

El Arte de Podar (I)

Dos horas en Samaniego con el bodeguero Fernando Remírez de Ganuza y los tres viticultores que podan las cepas de sus viñas, Luis Martínez, Raúl Pascual y Ángel Abecia, de Elciego, Cenicero y Salinillas de Buradón.

«Miras las cepas y te das cuenta del amor que inspiran»

Rioja Alavesa está en plena brega, en plena PODA de sus 40 millones de cepas.  Dicen que es la tarea más dura de la viticultura actual, si tenemos en cuenta los helados amaneceres de invierno. Pero son muchos los campesinos que aseguran que es su trabajo más creativo, más artístico. Atravesad la Comarca, y les veréis reclinados junto a las cepas.

El arte de podar

LOS Viticultores Raúl, Ángel y Luis en plena poda de la pequeña viña de Parralete.

Viticultores escultores.

Esta mañana de enero nos hemos citado en Samaniego con el bodeguero Fernando Remírez de Ganuza. Durante unas horas será mi guía y anfitrión. Con él me acercaré hasta sus viñas, donde tres viticultores, Luis, Raúl y Ángel, están haciendo el trabajo para el que han sido contratados. Viajamos en su coche bajo un cielo que según avanza la mañana pasa del azul pálido al turquesa. Es más allá del mediodía y aún hace frío. ¡Cómo sería a las ocho de la mañana, cuando se estaba haciendo la luz!.

Como dos cepas a la intemperie, formando parte de esta tierra cambiante de viñas / cielos poderosos / y vientos cantábricos. Entre dos fincas, sobre una pequeña herida de asfalto, el bodeguero Fernando Remírez de Ganuza y yo, bien abrigados, iniciamos nuestra conversación a pie de viña, bajo el invierno abierto, con la Sierra de frente, mientras el viento insiste en borrar las palabras grabadas.

Las cepas de verdad sonríen a cielo abierto con los brazos extendidos sin saber que hablamos de ellas.

El arte de podar

POCO antes de las 12 de un mediodía de invierno en Samaniego, en tiempo de poda.

.- … me estás diciendo que esta viñita de apenas 0,15 hectáreas se llama Parralete, y que volverá a traerte uva para vino blanco.

Eso te estoy diciendo, Julio. Se llama Parralete y está situada en Samaniego. Tiene unos 50 años.

.- La están podando para ti dos viticultores de Rioja Alavesa y uno de La Rioja.

Se llaman Luis, Ángel y Raúl, que son de Salinillas, de Elciego y de Cenicero (que éste se casó con una chica de Elciego).

.- Viéndote a ti, un señor empresario del vino, uno se pregunta si sabrás podar, si lo sabrías hacer con esa maestría de tus trabajadores.

Conozco muy bien la teoría, pero… si me pondrían a podar no me ganaría el sueldo, porque hay que tener habilidad para cortar y aguante para estar ahí podando, que se pasan al día sus siete horas porque no hay más tiempo de luz (de 8:00 a 15:00h.).

Hacemos una jornada intensiva y así a las tres de la tarde se van a casa, comen tranquilos, y el que tiene algo que hacer en sus campos, lo hace, porque ellos tienen también sus viñas.

El arte de podar

NADA más llegar a la viñita, Fernando se transformó en maestro con sus mil explicaciones.

Mientras habla Fernando, yo permanezco atento a varios frentes. Por un lado, sopla un viento curioso que quiere meterse en la grabadora sin dejar que se registren sus palabras. Por otro, estoy sorprendido viendo la rapidez con la que podan Luis, Ángel y Raúl, que están entregados a la poda de la diminuta Parralete, a la que están dejando guapísima en el ‘afeitado’, mejor que nueva, y muy coqueta.

No cuento las cepas de esta finquita de Samaniego, pero juraría que habrá unas trescientas. Con ayuda de Fernando os diré que sus viticultores tienen por delante 270.000 cepas que podar. Una tarea hercúlea. Estos campesinos son parte de un ejército encomendado a esta tarea, al igual que hacen en otras mil explotaciones vitícolas alavesas.

Fernando Remírez de Ganuza es un bodeguero de gran personalidad y pasión emprendedora, lo que algunos llamarían un encantador de serpientes por su locuacidad, gracia y capacidad para la ironía… Pero sigamos bailando con el viento, que gracias a él llenamos de aire puro los pulmones, y gracias a él mantenemos Fernando y yo la conversación.

El arte de podar

DETALLE del brazo de una cepa que tuvo que cortarse de esta manera.

.- ¿Cuándo habéis empezado la poda de este año, Fernando?

Este año se adelantó todo. La vendimia, el otoño, y aunque en número de calendario no se adelantó el invierno, en números reales la realidad es que también se adelantó. Hemos empezado a podar hace un mes, sobre el 15 de diciembre.

.- En la Comarca se podan las viñas durante cuatro o cinco meses, ¿no?

Más o menos. Algunos llevan la poda muy lejos porque piensan que para retrasar la salida de los brotes, cuando casi les toca brotar, es bueno podar para así evitar las heladas.

.- ¿Dirías que es de los trabajos más duros de la viticultura?

Es de los trabajos más difíciles. Hace muchos años, los padres y abuelos de Rioja Alavesa no dejaban a los hijos y nietos podar hasta que se les había enseñado muy bien. Antes los tenían detrás de ellos dos o tres años para que vieran cómo se hacía.

Así hicieron los hijos auténticas carreras de podadores. Cortar lo hace cualquiera, pero podar, ah amigo, podar es otra cosa.

El arte de podar

SIERRA de Toloño -que tantas generaciones de agricultores ha visto-, jugando con las nubes.

.- ¿Dónde está el secreto de hacerlo bien?

En extender la cepa lo más posible… Antes era hacerla en forma de copa, o de vaso, con el fin de que todos los pámpanos se auto defendieran por sus propios medios.

.- ¿Y ahora ha cambiado?

Sí, porque antes se trabajaba con ganadería en la viña, o con mulas mecánicas; pero ahora, al tener tractores, se trata de alinear un poco las cepas. Y al alinearlas hemos visto que no les hace más daño el viento, porque las hemos tenido que alambrar con el fin de sujetar la vegetación, para que no te la tire.

Nuestras cepas están en vaso, los alambres protegen a la vegetación de la subida hacia arriba, así enganchamos las ramas al alambre, porque todos los sarmientos son trepadores, de esta manera vamos enganchando los zarzillos.

.- Les miro podar y me resulta creativo. ¡Fíjate cómo les queda la cepa!

Es el más creativo de todos los trabajos de la viticultura. De tal manera que puedes dirigir a la planta, dependiendo de cómo la podes, hacia la izquierda, o hacia la derecha, o en línea. Y si la planta está pobre, se le deja muy pocos pulgares, y si está rica, potente, se le deja pulgares más largos. O se les deja en “tijera”, es decir: en dos brotes del mismo sarmiento, uno a la derecha y otro a la izquierda.

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RAÚL Pascual se detiene un instante para posar para el Blog, mientras Ángel poda.

.- Veo que Luis, Ángel y Raúl no tienen duda alguna de dónde y cómo cortar. Van “ti-tá, ti-tá”, sin parar y sin pensarlo mucho.

Estos podadores conocen bien el oficio y, además, tienen que hacerlo rápido. Sin embargo viene uno que no sabe podar y mira y remira a la cepa y no se decide. O viene uno como yo, que soy tan meticuloso, que le mira y le mira que, joder, le hago un plano a cada brazo de la cepa…

.- Ja, ja, ja

… y  claro, me cuesta un montón podarla.

.- ¿Has cogido la tijera y te has puesto a podar?

Sé lo que es podar, y es duro. Sobre todo por el frío que hace, porque la época siempre es fría. Ahora nos preparamos bien, como ves llevan unas botas cuyo paño impide que cojan barro, y que pase el frío, o que se les calen los pies, porque son botas de ‘goretex’. No es como antes, que iban hechos un cristo. Ahora van además bien abrigados.

.- ¿Ellos tres te hacen toda la poda?

Este año podrían hacerla toda, o casi toda. Ahora tenemos noventa y tantas hectáreas de viñas y llevamos directamente nosotros unas 55 hectáreas. Las otras son de renteros que nos las cuidan.

El arte de podar

PARA obtener buen fruto más adelante, este tiempo de poda es muy importante.

.- ¿Qué se desconoce de este trabajo de la poda que os ocupa cuatro o cinco meses?

No se desconoce nada. Lo que pasa es que la gente sabe lo que hay que hacer y a veces sencillamente… no lo hacemos.

.- ¿Qué quieres decir?

Que decimos a un tío: “oye, ven a podar”, y en vez de darle unas clases para marcar objetivos, en el supuesto de que quien se las dé sepa podar como es debido, porque hay muchos propietarios que no saben hacerlo. Hay propietarios que no han aprendido más que a traer uvas, y no se dan cuenta que las uvas vienen de las cepas bien cuidadas.

.- ¿Es este trabajo de vital importancia para los racimos de uva que vendrán, no en 2018, sino en 2025?

La diferencia entre una poda bien hecha y una mala, es una creación de centros secos en la cepa para enfermedades de la madera, de insectos taladradores de madera… el que no sabe podar, o bien corta a ras de la cepa viva y entonces, cuando va creciendo, se va metiendo hacia adentro lo mismo que el diámetro del corte, de tal manera que estrangulas la cepa y se muere.

.- Caray, con el arte de podar.

El arte de podar

VIÑA de Remírez de Ganuza: «Las uvas de 2018 y del futuro vendrán de cepas bien podadas».

Sí, los buenos podadores de antes, de siempre… si tú mirabas sus cepas podadas, veías todos los cortes dados en el mismo lado, en la misma cara, de tal manera que así tenían una cara fija, lisa, y por esa cara es por donde iba la savia. Pero qué coño, si la gente piensa que podar es cortar, lo mismo le va a dar cortar por la derecha que por la izquierda que al otro lado. Esa es la lección.

.- ¿Hay que tener un carnet de podador, o qué?

Ni los míos tienen carnet, ni ninguno. Si les hacemos un examen a todos los podadores, yo creo que suspenderían muchos.  Yo incluido también, ja, ja, ja.

Hay que tener las ideas claras, primero explicándolo sobre una pizarra, porque si se corta de una manera, la huella de ese corte no va a aparecer el año siguiente, sino en cinco años. A veces, cuando se muere una cepa, no siempre la culpa la tienen los bichitos de la planta, sino que fue la mano humana que la cortó de aquella manera.

Por eso muchas veces decimos que algunas cepas “han muerto de infarto”. Otras veces, es verdad, se mueren por otras 20.000 cosas.

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ÁNGEL Abecia nos muestra la herramienta, una tijera eléctrica que facilita mucho la tarea.

.- ¿Son las cepas las grandes desconocidas?

Sin duda. Tenemos tal desconocimiento de las cepas que a veces me pregunto si tenemos derecho a llamarnos viticultores. Pero todos presumimos de serlo.

.- La helada de abril del año 2017 habrá complicado la poda de este año.

Siempre, las heladas siempre complican las podas. En ese brazo que va a seguir viviendo quedan heridas.

No quisiera que la gente malinterprete mi crítica, porque no es destructiva, sino constructiva. Yo me pongo en primer plano de desconocimiento.

.- Tú miras cada una de estas cepas… ¿Y qué ves?

Que los míos no saben podar (sonríe, diría que bromea). Pero sé que este año no las va a pasar nada. Yo miro por su vejez, por la perdurabilidad de la cepa.

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REMÍREZ de Ganuza y el equipo contratado por la bodega para la poda de este año. 

«Porque ¿de dónde sacamos mejor vino, de viñas jóvenes o de viñas viejas? -se auto pregunta Fernando-: De viñas viejas, sin duda, porque su sistema radicular está mucho más extendido, su sistema de guarda de aromas y sabores, que es la madera vieja, es fundamental.

Y cuanto más madera tenga y mejor esté y más potente sea, más almacén de todas esas materias que nosotros luego vamos a sentir, vamos a oler y vamos a probar y beber.

.- ¡Ah, maravillosa Agricultura!

Es hermoso. Pero no olvidemos que el campo es una forma de vivir bien, o de sobrevivir. Y aquí, haciendo esto, es una forma de sobrevivir. Porque si ahora yo corto una cepa a una cuarta del suelo, a cuatro dedos, ahí van a salir un montón de esperguras, y vamos a generar otra cepa, y todas las heridas anteriores desaparecen, sí, pero nos hemos cargado el almacén de todas esas riquezas que necesitamos para hacer vino.

.- ¿Qué te inspiran las cepas después de tantos años contemplándolas?

El arte de podar

DETALLE de la mano del bodeguero que tuvo buenos maestros de instrucción.

Creo que todos las sentimos igual, unos las explican de una manera, otros de otra, pero cuando veo una viña bien podada, bien alineada, dices “coño, este es un agricultor que cuida esta viña, que le ha quitado las zonas secas, para que no se le llenen luego de parásitos”. Las ves y te das cuenta del amor que inspiran.

.- Pareciera que no hay dos cepas iguales, como si fuesen esculturas distintas del mismo creador.

No hay dos cepas iguales porque las han podado gente diferente. Esta viña la tengo desde hace siete años. Murió el anterior propietario, que era un hombre que estaba soltero, vecino nuestro, y a los descendientes les compramos las fincas. Para él era una finca buenísima de apenas 0,15 hectáreas…

“¡Fernando -le llaman sus trabajadores, que están veinte metros más abajo-. Aquí ya hemos terminado!”.

En este momento interrumpimos la conversación porque los trabajadores han podado todas las cepas de Parralete. Nos dicen que se preparan para marchar en furgoneta a Contruedos, donde hay uva de tempranillo para vino tinto.

Así que apago la grabadora con la esperanza de que en Contruedos -también en el término municipal de Samaniego- amaine el viento y deje de jugar con mi diminuta grabadora, la que sostengo en la cepa de mi mano.

El arte de podar

EL EQUIPO de poda, junto a Fernando, a punto de iniciar su tarea en la viña de Contruedos.

En Contruedos está protegido el crecimiento de los sarmientos por alambres. Es de Fernando desde hace sólo diez años,  “el tiempo que hace marchó Pepito”-, de 0,56 hectáreas. Una viña que ya ha cumplido los 60 años de vida, donde dormitan hoy unas 1.600 cepas.   

A un profano de la poda como yo, los tres viticultores que trabajan para Fernando Remírez de Ganuza me parecen tres podadores de aúpa. Nada más bajarse de la furgoneta que llevan de viña en viña, Luis, Raúl y Ángel ya están tijeras eléctricas en mano (llevando el ritmo que marca el sonido de los cortes), agachados al comienzo de la hilera de cepas, cortando sarmientos, decidiendo sobre la marcha de manera inmediata cómo y dónde dar los cortes.

Valoro su aguante, su físico, su fortaleza (hoy ya llevan 5 horas podando), la velocidad a la que van… y así siete horas por jornada. Me dan ganas de poner admiraciones. Es hermoso verles cómo se reclinan frente a las cepas, como si fuera una reverencia tras otra. Un baile de reverencias. Lo hacen para llegar hasta el cuerpo de la cepa. Vaya riñones, menuda espalda que han de mantener.

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SARMIENTO podado de Tempranillo, para que siga dando uvas para auténticos vinazos.

“EN LA VIÑA HASTA EL ÚLTIMO ALIENTO”.

Luis Martínez tiene 46 años y lleva treinta podando. Raúl Pascual ha llegado a los 51 años, y suma ya 38 inviernos de poda, y Ángel Abecia tiene 55, de los que lleva 18 en la Viticultura, siendo el menos veterano de los tres, ya que empezó tarde –dice él-  a los 37 años. Les pido a los tres –con permiso de su jefe, que está presente- unas palabras para el Blog.

LUIS Martínez, de Elciego

.- ¿Qué tipo de trabajo es este de la poda, Luis?

Hay que tener un poco de idea y saber lo que haces.

.- Me parecéis muy rápidos, se os ve sin dudas a la hora de decidir dónde hay que cortar.

No sé. Tú ves la cepa y va sola la mano a lo que quieres hacer.

.- ¿Llevas haciéndolo mucho tiempo?

Bufff, desde pequeño… Unos treinta años podando. Desde que tenía 16 años, o quince. Antes de hacerlo veía cómo se hacía todo en el campo: podar, desnietar, vendimiar… todo.

.- ¿Cuál es el trabajo que te da mayor satisfacción?

La vendimia, por supuesto

.- Lo que hacéis estos días es muy importante para el resto del año.

Claro. Para que la cepa no tenga enfermedades, para airear la viña. Para la larga vida de las cepas.

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«LA mano va sola», dice Luis, que lleva treinta años podando en Rioja Alavesa.

.- ¿Qué tipo de ser vivo es una cepa?

Hay árboles frutales más bonitos que una cepa. Las cepas para mí son como bonsáis, una planta sobre la que hay que estar encima todo el año.

.- ¿Cuántos años te ves aquí en el campo, podando, espergurando, vendimiando…?

Toda la vida.

.- ¿Hasta que te jubiles, quieres decir?

No, no hasta que me jubile, no. Hasta que me muera.

.- Vaya lo que acabas de decir: En la viña hasta el último aliento.

Así me veo.

.- Me cuenta Fernando que tenéis vuestras viñas. ¿Las mimas tanto como a éstas?

Igual. Además, la cepa es “sota-caballo-y-rey”.

.- ¿Qué viñas se podan mejor?

Donde las cepas están en vaso, porque en ellas la poda es más divertida. No sé cómo decirte… Si te pones en una viña joven, en un cordón, y es pin pin pin, todo seguido. Aquí no. Aquí tienes un brazo para aquí, y lo quieres llevar hacia dentro. O tienes un rebaje y lo quieres dejar para criar. O hay una que te ha tirado el aire e intentas dejar una espergura. Es mucho más bonita la poda en vaso. Es más creativa.

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BODEGUERO y viticultores pisando viña, son cepas humanas de Rioja Alavesa.

RAÚL Pascual es de Cenicero y lleva 35 años podando (trabaja para él, y para terceros).

.- Entre los tres lleváis la friolera de 86 temporadas de poda. Tú empezaste muy jovencito, Raúl.

Llevo podando desde que era un chaval, porque nos ha tocado trabajar con los padres, y lo hemos vivido desde la infancia. Yo ahora tengo 51 años. Y llevo en las viñas trabajando desde los 13 años.

.- Entre aquel Raúl que fuiste, el que podaba con 15 años (con dos temporadas de experiencia) y este viticultor que poda con 51 años…

Hombre, con el tiempo vamos cogiendo experiencia, aunque… en la viticultura y la viña no dejas nunca de aprender, porque siempre hay algo nuevo, y en el tema de las Viñas de Remírez es una poda que es un poquito más exigente. Nosotros tenemos también viñas en vaso, pero en estas es más costoso de hacer en todos los trabajos. Porque él es más exigente.

.- ¿Qué crees que busca Fernando en su exigencia?

Calidad, así de claro. Aquí no se trata de que se recojan más kilos de uvas en la vendimia, sino de preparar las cepas para que nos entreguen uvas de mayor calidad.

El arte de podar

EL de Salinillas, Ángel Abecia, entregado a su tarea.

ÁNGEL Abecia, de Salinillas de Buradón.

Sigue el viento haciendo de las suyas, así que no se ha podido escuchar en el reproductor de la grabadora cómo les he dado las gracias a Luis y Raúl. Ni se escuchará tampoco la primera pregunta que le formulo a Ángel.

“Con Remírez llevo cinco años. Y en lo que es la Viticultura 18 años. El trabajo me vino de rebote. Tenía ya entonces 37 años”.

.- Con cuántas ganas vienes a este trabajo, que para empezar a las ocho de la mañana hace cero grados de temperatura.

Soy una persona paciente y me gusta lo que hago. Hice mis cursos en Laguardia, los que daba el Gobierno Vasco sobre poda y todo lo demás. A partir de ahí, en la viña todo es aprendizaje diario. Y te diré que enfrentarse a una cepa, en este caso de Remírez de Ganuza, es como enfrentarse a una pequeña escultura.

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MAGNÍFICA exposición de esculturas vivas y bien arraigadas.

.- Perdona, ¿puedes explicarnos eso del viticultor “escultor” que eres?

Miras la cepa, y ves que cada brazo es diferente. Cada brazo te va a dar unos sarmientos a los que tú te tienes que enfrentarte para dejarlos en candelabro… pero esto es la política de cada bodeguero. A Fernando le gusta abrir mucho la cepa, que tengan madera para que las uvas y los vinos sean de mayor calidad.

.- Puede que haya otro bodeguero para el que trabajes y que te pida cosas distintas.

Yo he aprendido a podar. Y si tengo que trabajar para otro bodeguero, yo me adapto a lo que me pida. Sabes hacer poda sucia, sabes hacer poda limpia, podas a dos ojos, a cinco ojos.

.- Tus compañeros de poda lo han mamado, y dicen que siguen aprendiendo a pesar de ser esto “sota-caballo-y-rey”.

Aquí aprendes con cada campaña algo nuevo, porque cada año cada cepa es diferente. Tú en la poda de este año ya estás preparando la del siguiente.

.- La helada, Ángel, esa sí que es un duro “escultor” de la cepa.

Depende de las zonas, en unas no la hemos sufrido tanto como en otras en Rioja Alavesa. Allí donde se ha cebado la helada, tienes que ir más despacio, y decidir qué has de hacer con lo que la helada te ha dejado. Es una poda más especial.

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DALE, corta, poda, baja, sube, ti-tá, aurrera, y así sin parar siete horas…

Han sido entrevistas rápidas, sin perder el tiempo. Han contestado relajados, con serenidad, pero diría que estaban deseando seguir con lo suyo. Así que ahí van los tres de nuevo, sin tiempo que perder, hilera arriba, casi a la par, mientras Fernando y yo terminamos la conversación.

.- Fernando, ¿quién te enseñó la teoría de cómo podar adecuadamente las viñas?

Hubo un hombre que me enseñó mucho, mucho, José Antonio Martínez, de Baños, que también me enseñó a injertar. Y Florentino Martínez Monje, el de Luberri. Ellos trabajaron mucho al principio conmigo, porque Florentino me ayudó a comprar tierras. Somos amigos desde la mili, desde los 20 años, que la hicimos en Vitoria. Florentino es de los hombres rápidos, de los de “¡venga, tira!”.

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FLORENTINO, bodeguero muy premiado de Luberri, uno de los amigos de Fernando.

Florentino sabe lo que quiere -continúa Fernando-. De hecho, hace un vino que vale a ‘tanto’ y que tiene que invertir en ese vino ‘tanto’. Y con eso elabora un vino súper correcto. De hecho, su maceración carbónica es una de las mejores de Rioja Alavesa, que es como decir de España. Él hace vino a la medida de sus clientes. De los que labra sus viñas con el tractor, que es la mejor manera de conocer una viña. De los que va labrando y hablando por el móvil con los clientes.

.- ¡Qué bueno que os ayudéis unos a otros en Rioja Alavesa!

Yo vendía el Trasnocho a granel, fíjate, hasta que un día, en 1994, Florentino me dijo que “¡cómo vendía aquel vino a granel si era uno de mis mejores vinos!” Antes había mucha costumbre entre los amigos de probarse mutuamente las cosechas. Los bodegueros nos poníamos trampas unos a otros para ver qué pasaba. Hasta que comprobé que mi “vino de la bolsa”, el que yo vendía a granel, era de los mejores vinos.

Florentino me propuso una prueba.

Él se llevaría 5.000 litros de aquel vino de “bolsas” (metemos unas grandes bolsas en el depósito y allí las llenamos de agua, actuando como sistema de prensado para exprimir las uvas), el Trasnocho, y ya verás…

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BOLSA que utiliza Fernando en algunos sistemas de prensado, dentro del depósito.

Al cabo de año y medio me dio a probar un vino. Le dije, “joder, Florentino, vaya vinazo que tienes aquí”. Y me dijo: “¿no lo conoces, o qué?”. “¿Cómo narices lo voy a conocer?, yo qué sé”. “¿Y de qué viña puede ser”, me preguntó. “Yo que sé, Florentino”, a lo que me dijo que aquel vinazo era de mi bodega. “¡Ja, y tú lo vendes a granel!, qué te parece”.

.- Cuántas veces son los demás, un amigo en este caso, los que te hacen valorar algo que para ti está pasando desapercibido, eh!

El tío que más aprende es el que menos sabe, y además sabe que no sabe nada. Y si encima es observador y tiene cierta lógica, y sabes a quién preguntar, pues tiene más posibilidades de aprender. Esto ha ocurrido con otros 300 bodegueros que han capeado el modelo de hacer vino en España.

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AQUEL Trasnocho que vendía a granel, se ha convertido gracias a su amigo en un gran vino. 

.- Un año después, ¿me sigo encontrando con un Fernando con la misma pasión por seguir haciendo vino?

Hoy me encuentras con algo de gripe y por tanto con algo menos pasión, ja, ja; pero sí, Julio, porque mientras estás dedicándote a una cosa, no te puedes dedicar a medias, aunque lo intentes. Este año queríamos haber hecho un vino dulce, pero al final nos han fastidiado los pájaros, que se han comido casi todas las uvas pasas. Pájaros como las malvices, que les encantan las pasas…

Pero mi pasión aquí está, aquí permanece: intacta!

10 respuestas a “El Arte de Podar (I)”

  1. Sole Raya dice:

    Maravillosa entrevista en un paisaje inigualable. Sabias esas manos que saben sin casi mirar dónde cortar para seguir dando vida.

    Felicidades, un abrazo desde el Sur.

  2. Fernando m. Bujanda dice:

    Interesante personje, pero más interesante como persona.
    Sus ganas continuas de estudiar y promover nuevas técnicas en este mundo de la viticultura y enología de Rioja Alavesa son un lujo para la zona.
    Por otra parte, debemos pensar que cuando hablamos de poda, quizás estemos hablando de la técnica de cultivo más importante en el cultivo del viñedo.
    Calidad, cantidad, grado de mantenimiento, prevención de enfermedades, …, muchas son las variables, en la vida del viñedo, las que ponemos en juego con la poda.

  3. Iñaki dice:

    Mi querido Angel Abecia, ese sí que es el artista de Salinillas de Buradon, los demás unos aficionados, un crack.

    • Blog Rioja Alavesa dice:

      Cómo te tira el pueblo, Iñaki, jajaja. Por mi parte, yo sólo vi maestría y entrega por todas partes. Gracias por tu comentario. Saludos cordiales.

  4. Excelente trabajo de etnografía poética o de poesía etnográfica. Gracias Julio, prodígate en estos reportajes tan humanos.

  5. Jon Mancisidor dice:

    Sorprendido por esas 40 millones de cepas de Rioja Alavesa. ¡Qué gran herencia de tantos agricultores vascos!

    Y sorprendido muy gratamente por todos los personajes que entran en liza en este pedagógico reportaje: el bodeguero, los viticultores, los viejos amigos que se ayudan, la Sierra, el cielo, las cepas, las tijeras eléctricas… y el viento, ese viento frío que es todo un personaje.

    Enhorabuena. Un placer leer y enterarse de todo lo que hay detrás o delante de los grandes vinazos de Rioja Alavesa.

    • Blog Rioja Alavesa dice:

      Muchas gracias, Jon. Sorprendido por tus generosas palabras. Cómo no agradecer a este último miércoles de enero un lector como tú. Saludos cordiales.

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